sábado, 5 de marzo de 2016

5 DE MARZO DE 1894 NACE:
JOSEP MARIA DE SAGARRA 

(Josep Maria de Sagarra i Castellarnau; Barcelona, 1894 - 1961) Poeta, dramaturgo y narrador español en lengua catalana que fue el autor más popular de la escena catalana durante las décadas de 1920 y 1930. Hijo de una linajuda familia oriunda de la comarca de La Segarra, su padre, Ferran de Sagarra i de Siscar, fue un notable historiador y arqueólogo especializado en sigilografía. La vocación literaria de Sagarra se manifestó desde su niñez: a los ocho años escribía versos y representaba comedias en su casa.
Se educó con los jesuitas de Barcelona; uno de sus profesores, el P. Moreu, le alentó en su inclinación por la poesía. A los doce años vio publicados sus primeros versos, y en 1914 aparecía su primer libro: Primer llibre de poemes. Cursó la carrera de Derecho en la Universidad barcelonesa: entre sus amigos y condiscípulos se contaban los poetas López-Picó y Riba. Fue presentado a Joan Maragall, quien adivinó en él a un gran poeta en ciernes. Su admiración y amistad por el autor de "La vaca cega" y por Carner y por los mallorquines Alcover y Costa i Llobera, fortalecieron sin duda su vocación, a la que contribuyeron también las impresiones recibidas en su primer viaje a Italia en 1912.
Terminados sus estudios universitarios, se trasladó a Madrid con el propósito de prepararse para el ingreso en la carrera diplomática. Su estancia en la capital de España le permitió conocer y tratar algunas de las figuras más sobresalientes de las letras, las artes y la política del momento. Hacia 1917, abandonado su intento de entrar en la diplomacia, decidió consagrarse a la literatura y al periodismo.
Encargado por El Sol, de Madrid, de la corresponsalía en Berlín, pasó a Alemania, donde residió una larga temporada. De nuevo en Cataluña se entregó a una plena vida ciudadana y a una incansable actividad literaria y periodística, todo de signo netamente autóctono. Colaboró en los principales periódicos y revistas barceloneses en lengua catalana, singularmente en los diarios La Veu de Catalunya y La Publicitat, y más tarde en el semanario Mirador, en el que acreditó su rúbrica Aperitius, comentarios volanderos a toda suerte de actualidades, de un tono ácido y pintoresco; al mismo tiempo se lanzaba a la aventura teatral y frecuentaba las tertulias literarias en las que imponía su pronto y vivaz sentido de la sátira.
En los Juegos Florales de 1931 fue proclamado "mestre en gai saber". Por este camino, Sagarra pasó a ser una de las figuras más conocidas y relevantes de la sociedad barcelonesa. Sus frases cáusticas, sus versos de circunstancias, mordaces y goliardescos, corrían de boca en boca en cafés y salones: algunas de sus coplas, pequeñas obras maestras del género, aparecieron en el semanario satírico El be negre.
Concurría a todos los estrenos, conciertos, exposiciones y solemnidades de toda especie; mataba horas en las peñas, las redacciones, los camerinos, viajaba, a ratos hacía política, era un inveterado cliente de los buenos restaurantes y locales nocturnos, y la gente se preguntaba qué tiempo podía quedarle para escribir sus largas tiradas de versos, sus numerosos artículos, sus periódicas comedias, sus traducciones. Los chismosos, a menudo movidos por la envidia, se cebaban en su vida privada, y los "padres de familia" se escandalizaban ante ciertos falsos rumores. La verdad es que pocos vivieron con tanta intensidad el período inquieto, apretado, despreocupado, lleno de buenos y malos augurios de la Barcelona de entreguerras.
Semanas después de estallar la guerra civil (1936) Sagarra pasó a Francia, donde se casó con una catalana; desde París emprendió viaje de ocho o nueve meses a los mares del Sur. Fruto de esta excursión fueron los libros Entre l'Equador i els tròpics(poemas) y El camino azul (prosa, 1940), este último escrito en catalán, pero publicado en castellano. Terminada la guerra civil nuestro autor regresó a Barcelona; entonces le tocó vivir unos años difíciles y oscuros, que dedicó a terminar la versión de la Divina Comedia, a la composición de un vasto poema sobre Montserrat y a la traducción de Shakespeare.
Hacia 1946 reanudó su actividad de comediógrafo y mucho tiempo después la de periodista, esta vez en castellano, especialmente en Destino y La Vanguardia. Por aquel entonces se acentuó en el poeta el viraje hacia la derecha, iniciado ya en los años que precedieron a la guerra civil; su actitud escéptica y libre quedaba al parecer corregida por un progresivo acercamiento a las ideas tradicionales y conservadoras. También son de observar en los últimos tiempos sus contactos con la intelectualidad conformista y oficial de Madrid, y sus esfuerzos por imponer su teatro en versiones castellanas. Al morir dejó inédita una comedia, la única que escribiera en castellano.

La poesía de Sagarra

Su obra poética, ya tan promisoria en el citado Primer llibre de poemes, continuó con El mal caçador (1916), tema legendario que prenuncia su Comte Arnau y conCançons d'abril i de novembre (1918). Estas tres primeras colecciones revelaron a un poeta precoz, muy dotado, puro e instintivo, que se maravilla ante el espectáculo de la Naturaleza y se sumerge en ella. El lenguaje es luminoso, de sabor popular y los temas son descriptivos: el campo, la montaña, el mar, la niñez en el hogar, un amor alegre sin dobleces ni inquietudes.
En 1922 publica el volumen Cançons de taverna i d'oblit, cuya composición empezó en Berlín, en el que se perfila un cambio de rumbo en la actitud vital y estética del poeta. Cesa el idealismo y aparece un escepticismo amargo, desgarrado y un erotismo de "enfant terrible". Siguen en el mismo tono Cançons de rem i de vela(1923) y Cançons de totes les hores (1925); en este último libro se observa un retorno a la balada y a lo popular de las primeras colecciones.
El conde Arnau (1928), en varios miles de endecasílabos, se basa en la famosa canción popular, que ya había sido glosada por Guimerá, Verdaguer y Maragall. Se trata de un poema prolijo, con muchos pasajes borrosos e inertes y algunos momentos de logrado vigor expresivo; tal vez su máximo valor resida en la riqueza y propiedad del léxico de que el autor hace gala en las descripciones del bosque y la montaña. Siguió Poema de Nadal (1931), escrito en pocos días, espontánea y fresca evocación del misterio navideño, sencillo, folklórico, emocionado, de notables valores plásticos.
Sus tres últimos libros poéticos (La rosa de cristall, 1933; Àncores i estrelles, 1936 y el ya citado Entre l'Equador i els tròpics, 1941) acentúan el tono escéptico y crudo, y constituyen un intento poco feliz de aproximación a las corrientes nuevas. Queda el extenso Poema de Montserrat, esforzado canto a los valores religiosos, legendarios, históricos y naturales de la montaña sagrada de Cataluña; los resultados no corresponden, en términos generales, al magno y noble propósito.

Su obra dramática

Parece ser que Ignasi Iglésias y Pere Coromines animaron a Sagarra a escribir para la escena. De 1918 es su primer estreno: Rondalla d'esparvers, drama romántico con toques dannunzianos y punto de arranque de un largo y casi ininterrumpido quehacer teatral, que perdurará a través de más de cuarenta años, durante los cuales la producción de Sagarra -que comprende cerca de cincuenta obras estrenadas, sin contar las traducciones- llenó en gran parte la vida escénica catalana de Barcelona y de Cataluña entera.
Dramas y comedias de inspiración popular o patriótica, farsas de corte molieresco, escenas rurales y ciudadanas, casi siempre situadas en el ochocientos -masías, tabernas, posadas, salones isabelinos-, historias sentimentales, presididas muy a menudo por una figura de mujer, entre románticas y realistas, expresadas en un lenguaje que regurgita metáforas de vaga inspiración popular, y en versos fáciles, sonoros, restallantes, fuertes hasta el desgarro o tiernos hasta el idilio, con verdaderas arias -incluido el calderón-, a cargo de la primera dama o del galán, en las que se centra el meollo del episodio o los sentimientos que dominan al personaje, y con las que se solicita, y casi siempre se obtiene, la admirada atención y el aplauso de un público sencillo y bien dispuesto, afecto todavía a la tradición de Pitarra y de Guimerà; he aquí, en resumen, lo más característico de esta dramática anacrónica y despreocupada, pero brillante, amenísima, llena de colorido.
Después de la guerra civil, Sagarra, que llegaba de París, intentó poner su teatro al día y escribió dos comedias dramáticas, La fortuna de Silvia y Galatea, en las que hombres y mujeres de nuestro tiempo hablan en prosa y se debaten entre problemas contemporáneos. Desgraciadamente, nuestro autor no perseveró en la nueva dirección y reincidió en los antiguos modos, que fueron los que le proporcionaron sus grandes éxitos populares. Últimamente triunfó con una obra de tema actual, La ferida lluminosa (1955), de trama basta y efectismos melodramáticos; este drama fue aplaudido también en Madrid, traducido por José M.ª Pemán, y pasó luego a la pantalla.
Las producciones posteriores revelan cierto cansancio o son simples adaptaciones (del Avaro de Molière, en El senyor Perramon, y del Casamiento de Gogol, en El fiscal Requesens). De la extensa obra escénica de Sagarra destacaríamos tal vez La filla del Carmesí, entre las comedias de inspiración popular y La plaga de Sant Joanu otra parecida, entre las farsas de ascendencia molieresca.

Obra en prosa

Como narrador su obra más considerable son las Memòries (1954, ed. castellana de 1957), en las que el autor recoge recuerdos familiares y personales, comprendidos dentro del primer cuarto de este siglo. De sus tres novelas, Paulina Buxareu (1919),Ajo y salobre (1929) y Vida privada (1930), sólo la segunda, erótica, realista, de ambiente marinero, se salva del olvido. Vida privada, que es con mucho la más divulgada, fue en su momento piedra de escándalo por el atrevimiento en la exposición de las prácticas sexuales "inconfesables" de sus protagonistas, descendientes de la antigua nobleza rural y miembros de la nueva burguesía barcelonesa. También recogió en tres volúmenes (Café, copa i puro, Aperitius y Cola de gallo) crónicas y trabajos periodísticos.
Su obra de traductor es importante. La versión rimada de la Divina Comèdia le ocupó largos años; es extremadamente cuidada, circunstancia digna de destacarse en un escritor como Sagarra, rápido y expeditivo, poco dado a la lenta elaboración y a las pacientes revisiones. En cambio su traducción de treinta obras de Shakespeare es desigual y en no pocos pasajes muy discutible; con demasiada frecuencia el traductor ha prestado al inglés el lenguaje metafórico difuso y desmesurado, con más sonoridad y color que fibra, de un teatro original.
El conjunto de la producción sagarriana impresiona por su volumen, por el curso "fluvial", que jamás desfallece, y por la proyección popular que ha alcanzado. Sagarra ha sido un eficaz divulgador de poesía con sus composiciones líricas y épicas y sobre todo con su teatro. La notoriedad del poeta fue extraordinaria, singularmente hasta 1936. Escritor vuelto hacia el pasado, profuso, de gran aliento verbal, su obra constituye una excepción en los tiempos en que la poesía suele cuajar en piezas breves y escuetas y en que la dramática plantea problemas de actualidad palpitante o presenta figuras de la nueva filosofía en formas antirretóricas y más bien esquemáticas. Sagarra murió en plena actividad, si bien algo distanciado de la genuina realidad de su país y de su tiempo; con todo conservó hasta el último momento la reluciente aureola de poeta popular -el más popular en Cataluña después de Verdaguer- a lo que tal vez no dejó de contribuir la sugestión de una vida casi legendaria de bohemio de altura y de aristócrata nato.

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jueves, 3 de marzo de 2016

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GERLILIBROS: 3 DE MARZO DE 1906 NACE: ARTUR LUNDKVIST Poeta...: 3 DE MARZO DE 1906 NACE: ARTUR LUNDKVIST Poeta y prosista sueco. Viajero que escribió de los múltiples países visitados. Estuvo en Es...
 3 DE MARZO DE 1906 NACE:
ARTUR LUNDKVIST
Poeta y prosista sueco.
3 DE MARZO DE 1906 NACE:
ARTUR LUNDKVIST

Poeta y prosista sueco. Viajero que escribió de los múltiples países visitados. Estuvo en España en diferentes ocasiones y residió temporadas en las costas mediterráneas de la Península y en las Islas Canarias. Fue traductor de numerosos poetas de habla española: Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Pablo Neruda, Xavier Villaurrutia, etc. Artur Lundkvist se interesó por tendencias y escuelas literarias modernas, y fue el creador y animador de un par de revistas de vanguardia: Fronten (1931-1932) y Karavan (1934-1935). Hombre inquieto e internacional, fue poeta sensual en fondo y forma, cuya obra exhala una marcada fuerza vital. Entre sus obras en prosa se pueden señalar las impresiones de un viaje a España: Sangre de dragón (1936), Los nuevos autores americanos (1940), El dragón transformado (1955). Otras obras suyas son, Brasas (1928), Vida desnuda(1929), Ciudad negra (1930), Hombre blanco (1932), Puentes de la noche (1936), Canto de sirena (1937),Encrucijada (1942), Poemas entre el animal y Dios (1944), Piel sobre la piedra (1947), Huellas en el agua(1949), Vida como hierba (1954), Rosa de los vientos (1955) y La montaña y las golondrinas (1957).

martes, 1 de marzo de 2016

1° DE MARZO DE 1892 NACE:
RYUNOSUKE AKUTAGAWA

(Tokio, 1892-1927) Escritor japonés de corta pero notable trayectoria. Es uno de los autores más problemáticos, inquietantes, versátiles y discutidos de nuestro siglo, no sólo bien conocido en Japón, sino también en Occidente, en donde hace ya bastante tiempo que muchas de sus obras han sido traducidas y presentadas al público. Escribió más de cien relatos, además de ensayos críticos, crónicas de viajes y páginas de diario, obras indispensables para reconstruir su compleja personalidad, tanto de hombre como de escritor.

Su madre enloqueció cuando aún no tenía un año y su padre lo puso bajo la tutela de un tío materno, perteneciente a una rama familiar de estrictos pero empobrecidos funcionarios. Desde pequeño mostró sus brillantes cualidades para la lectura y el estudio. En su último año de universidad publicó su cuento más célebre,Rashomon (1915). Se doctoró en 1916 con una tesis sobre W. Morris, tras estudiar a fondo las literaturas inglesa, alemana, francesa y rusa.
En 1918 se casó y empezó a trabajar en un periódico, el Mainichi Shimbun, que en 1921 lo envió como corresponsal a China y Corea. Sin embargo, su frágil salud y sus nervios se resintieron y comenzó a atormentarse con el fantasma de la locura. Su escritura adquirió un tono más desesperanzado e irónico, aunque sin abandonar los imperativos de claridad y lucidez que se había impuesto desde el principio. En 1926 sufrió otro colapso nervioso, esta vez más serio. En 1927, tras liquidar las deudas heredadas de su tío y sostener un encendido debate con J. Tanizaki, se suicidó mediante una sobredosis de pastillas el 24 de julio. Había dejado, a modo de explicación, un texto titulado Carta a cierto viejo amigo.
A partir de sus primeros relatos, Rashomon (1915) y Hana (1916), mereció la atención de la crítica. Muchos de sus relatos son de ambientación histórica, para lo cual recurrió al patrimonio de la literatura, la mitología y la fábula, no sólo japonesa, sino también china, hindú e incluso occidental, reconstruyendo libremente situaciones y temas e interpretándolos bajo una luz ora irónica, ora dramática, pero casi siempre paradójica, explorando las infinitas interpretaciones posibles de las acciones humanas y utilizando una lógica rigurosa que subvierte cualquier valor o idea preconcebida.
En la reconstrucción de la psicología de sus personajes y de los dramas que éstos viven puede advertirse el recurso a fuentes occidentales (desde la Biblia hasta Swift, Defoe, Goethe, Poe, Dostoievski, Merimée o Loti), que le sirve de pretexto para una interpretación dedicada a recorrer las etapas de la historia y la literatura japonesas, de las que reconstruye lenguaje, ambientes y personajes.
En Susanoo no mikoto (1920) revivió los antiguos mitos del país a través de la figura del dios-héroe hermano de Amaterasu, la divinidad del Cielo; otros, comoRashômon y Shunkan (1922), en los que describe las intrigas de la corte y la sorda rivalidad por el poder, están ambientados en la época Heian, cuna de la refinada cultura que manifiesta la aristocracia cortesana.
En otros relatos recorre la época de la introducción del cristianismo en Japón: las primeras persecuciones, en el siglo XVI, y el largo período de paz que siguió, con el florecimiento de la cultura popular y la emergencia de una clase mercantil y urbana, hasta la apertura definitiva del país al mundo occidental, a mediados del siglo XIX. Tampoco faltan en su vasta producción los relatos de ambiente contemporáneo, como Hankechi (1916), Mikan (1919) o Torokko (1922), famosos por el atento y sensible análisis psicológico de sus protagonistas y la límpida precisión narrativa.
En todos ellos aparecen, junto a las figuras históricas principales, personajes menores y anónimos: monjes y bandoleros, guerreros y damas de la corte, literatos y ascetas, misioneros, campesinos y mercaderes, ladrones y criados fieles; todos ellos portavoces de su propia época histórica, pero también de la angustia y la inquietud que vive el escritor, reflejo de la neurosis que amenazaba su equilibrio psíquico, y cada vez más presentes en las obras de su último período -Kappa, de 1927, Haguruma (1927) y El Cristo de Nankin-. Sin embargo, en el "ansia indefinida" de que hablaba él mismo en la carta que escribió poco antes de suicidarse como justificación racional de su acto, se refleja su inseguridad frente a la realidad, lo que hizo de su suicidio el emblema de la crisis que vivía la sociedad japonesa de los años veinte, además de un elemento esencial para comprender y valorar su arte.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...