jueves, 4 de agosto de 2016


POEMAS DE 

MAHBOBAH EBRAHIMI

Mahbobah Ebrahimi nació en Kandahar, Afganistán, en 1976. Desde 
su temprana infancia la guerra la llevó a vivir el desplazamiento 
hasta Irán, donde se graduó en cciencias básicas de la salud en la 
Universidad de Teherán. Escribe poesía desde su adolescencia, 
está casada con un poeta afgano y tiene tres hijos. Su primer libro 
de poesía es El viento es mi hermano. Trabajó como Jefe de 
Redacción del periódico cultural "Farkhar" y como Jefe de 
Redacción de la revista mensual “Neda”, dedicada a las mujeres. 
Desde 2007 vive en Afganistán con su familia, en medio de la 
zozobra de la guerra.


Paz

Un fusil al hombro,
vienes a darme la bienvenida
desgreñado y con las ropas raídas.
Este
no eres tú
se suponía un hombre cabalgando sobre un corcel rojo…
Pones una corona de capullos
de amapola sobre mi cabeza
¿Dónde está la corona de rosas que esperaba?
Sonríes
y las mariposas medio muertas de la esperanza
se apagan sobre el suelo:
déjame libre
Te temo,
en tus bolsillos ocultas campos minados
que han matado a muchos hombres
y los han enterrado en el pozo de tu corazón…
tus besos muestran ansiedad
y tu voz
me alcanza
exhausta y ajada.
Vamos a casa.
Bésame con ternura,
el amor neutralizará las minas
y tu beso,
es una paloma blanca,
que lleva en su pico
una flor tierna y afectuosa.

Planta

Arbustos de toronjil
que crecen por el arroyo
voltearon de repente sus ojos verdes
hacia la falda añil del agua
en una amorosa mirada.
¡Ay! El viento apartó a los amantes.
El trébol
medrando con su amor a la vida
saludó al campo inmemorial
que tan sólo correspondió a su venia
con la voracidad de un borrego hambriento.
Una hiedra
con sus rodeos y meandros
alrededor del bastidor de madera de la vida
pintó una pena violeta.

Viñedo

– “¿Puedo caminar contigo?”
dijo el eco de una pregunta en el viñedo
y una vid murmuró:
“Nada llega a tiempo,
la brisa
puede ser verdadera brisa
y la primavera, en verdad la primavera
para rasgar y abrir
la corteza de la parra
para que yo crezca
y racimos y racimos de uvas
se enreden:
alrededor de mis piernas,
de mis brazos.
Es una lástima pero
¡nada llega a tiempo!
El verano está en camino
los viñeros que me compraron
no pueden aún emborrachar a ese corazón roto
muchos años antes de mí,
la brisa se llevó un viñedo.
Recorran ahora su propio camino,
las brisas son mis hermanas,
caminaran con ustedes y les llevarán.”

Mariposa

No te escucho
en el viento
que repica en mi ventana
ni se de ti por el cartero
que toca a mi puerta,
no sé nada de ti.
¡Te he olvidado
como un niño
que olvida sus sueños!
Agito mis alas
y vuelo
¡pero no te encuentro!
Como las mariposas
que vuelan y huyen
de mi vestido
te has ido,
o quizás sigas cerca,
como el sabor a leche fresca
en la boca de mi hijo.

Azul
Para mi hija Mehraneh


Pensaba
en el océano al despuntar el sol,
en el velamen en el azul oleaje,
¡sí!
pensaba en ti,
¡mi bebita!
En los días en que flotabas en mi –
¡como un pececillo
sin mar!
Deseo para ti
mares y mares de felicidad
tranquilízate mi amor,
este no es el sonido de una bala,
son los granados floreciendo en el jardín
¡anhelantes de tus labios!
Las faldas del monte Baba
esperan que corras confiada
para cazar sus conejos
¡Tranquilízate mi niña!
Las bombas fueron sólo una pesadilla,
pertenecen a un tiempo en que mamá temía
a los explosivos que escondían dentro de reidoras muñecas,
tranquila.
El mundo es mi seno
guardando tu sueño con amor.

Primavera

¡Han vuelto los pájaros!
¡Es primavera otra vez!
¡Y regresa también la guerra!
Las aldeas, las planicies y los cerros
anidan armas de nuevo.
¡Otra vez primavera!
Se fue mi hermano,
dejando su granja, y el rebaño.
Cansado, con el corazón destrozado,
a viajar de nuevo,
dejando una pena atrás.
¡Otra vez a las puertas de la primavera!
Rememorando aquellos días
con Setareh y Bahareh – ¡que alegres niñas!
¡Ay, Dios!
Fue el año pasado, otra vez en primavera,
cuando aumentaron las tumbas en el pueblo.
Esta primavera los árboles
han de estrenar ropajes otra vez,
afortunados ellos por no ser como nosotros
y no tener que vestir mortajas.
¡Oren, niños del pueblo!
¡Pidan que la primavera no vuelva,
que la nieve no se derrita más,
para que no haya guerra otra vez!

Vida

Es de mañana, un niño latoso,
cansancio, aburrimiento, pesar, amargura
y, aún así, la necesidad de pan y té con leche.
Sin poder abrir los ojos para enfrentar el día.
Luciendo un velo, ha salido a buscar pan y leche.
Los montones de ropa sin lavar y las pilas de platos sucios,
cautiva en una pequeña habitación, tragando tus preocupaciones
saludas solemnemente al nuevo día.
No, la lucha no alivia al corazón,
¡huye volando como un pájaro
o avente con la vida!
Recoge las flores de esos momentos
antes de ofrecer tu corazón al polvo – ¡lo quieras o no!
¡Oh vida! Canta una oda desde mi garganta agotada
y no dejes que muera mi canción.

Aeropuerto

Alargada, elástica, sin estrellas
la noche se ha desplegado
sobre el aeropuerto – húmeda y oscura.
Con dos viejos maletines y veinte años de tedio
vamos al aeropuerto en taxi
en asiento al frente mío,
piensas en silencio,
pregunto “¿Cuánto dura el viaje?..”
“Cinco horas y quince minutos, llegaremos antes del alba”
Más cansado que nunca me contemplas…
Vuelo quinientos treinta y cuatro, asiento número treinta y siete.
¡Al fin huiste al vuelo de esta noche sin luna!

El fin

Mi corazón se atrevería a cruzar peligrosos estrechos
si alguna vez se me diera la libertad de viajar por el mar.
Y si los cielos no fueron vastos e inaccesibles,
mi corazón mostraría que puede ser un pájaro más audaz.
Me guiaría entonces el viento con aromas
Y Dios aguzaría gentilmente mis sentidos.
El amor es compartir y comprender.
Cuando es abandonado, se lleva también a la primavera.
Queda sólo fealdad,
tan sólo queda maleza.
Esos amores terminan siendo víctimas
de perpetuos ciclos de comienzos y finales.
¡Si el corazón que ama supiera qué le espera a la larga,
evitaría desde un comienzo la caída!

El viento

Como si estuvieras contando mi historia
con tu inconcebible soplo, ¡oh viento!
Tus palabras tienen el gusto salobre del agua marina
¿Pasaste por ese mar inmenso y amargo?
Suenas bastante inquieto
y tu eco, misterioso, deletéreo, extraño.
No estás preñado de las semillas de la prosperidad,
ni portas fragancias de buen augurio.
Te aguarda la maldición de la tierra. ¡Cuidado!
¿Qué más pueden darte estos suelos yermos?
Tan sólo polvo para compactarte
y llenarte de pólvora
¡para saturarte con ese olor diabólico!
Cuentas la historia de mis penas en tus suspiros:
¡Aunque habitas en los cauces de los ríos más salvajes
nunca dejas que mi sed se sacie!
¡Nunca permitiste que mi nombre apareciera al pie de ninguna
emotiva carta de amor de este mundo!
Me ignoraste
Me ignoraste aunque
tu soplo fuera sólo mi historia
ahogada en amargura y sangre

Noticias en la mañana: la sombra de la guerra

Una vez más saliste en televisión
a impresionar a la gente feliz y a arruinar su mañana.
Tú, ¡la más oscura imagen de la existencia!
mostrado a las gentes tranquilas del mundo
para arruinar su paz y su letargo.
No te importa cómo se pasó la noche,
por qué murieron los pájaros, una bandada tras otra.
Los ángeles guardianes sobre los hombros de la tierra
enseñaron una y otra vez a los jóvenes a levantarse y continuar.
Una vez más el corazón de la humanidad
hinchado de sangre
volvió a salir por la televisión.

La frontera

“Frontera” dice la señal
¿cuántas paradas faltan?
¿debemos esperar mucho todavía? ¿cuánto?
Tu nombre huérfano está escrito sobre la señal -
Presagiando, late mi corazón,
ansioso por cruzar la alambrada.
A este lado:
la oda amarga y asfixiante del adiós.
A ese lado:
Tantos poemas florecidos
en los labios de Qandahar.
¡O, viento! ¡Llévale a ella mis besos!
¡Adorna las mejillas del invierno
con miles de retoños de granado!
¡Ahora que la hierba verde ha crecido de sus heridas –
O, nube – rocía mis lágrimas sobre su cuerpo!
A este lado: la larga, larguísima espera en la frontera.
A ese lado, la primavera rebrota a la orilla del río.

Segunda desobediencia

Es un gran consuelo
no ser la luna que brilla sobre la tierra –
este planeta maldito, húmedo aún
de lágrimas de arrepentimiento de nuestra madre, Eva.
¿a dónde te has llevado nuestro paraíso, o madre?
¡El infierno es aquí en la tierra! ¡Sí, aquí!
¡Donde las penas de la vida
rebasan los límites de resistencia del hombre!
¡Es imposible ser celestiales en el infierno!
¡Y más quimérico aún, madre, sería que
este infierno tuviera la sapiencia suficiente para sufrirnos!
¡La tierra ya está hastiada del hombre!
Como hija verdadera tuya, acá abajo, en la tierra,
He recogido la manzana roja – ¡tal como tú en el edén!
La mano que la recoge es una continuación de la tuya,
¡Sí, madre Eva!
¡Por muy difícil de creer que parezca!

Primavera

La primavera ha llegado una vez más,
nuestro planeta, esa gitana sin control,
¡Ha dado otra vuelta al sol!
Ha venido alguien de lejos,
cansado como ustedes, pequeños mercachifles,
con un pesado fardo a cuestas,
vino a comprarles galletas
y a compartir con ustedes
sus agobios y penas.
Flores, dulces y canciones
ha traído la nueva primavera de lejos,
pero, como todos los años,
¡la han detenido tras las puertas del campo de concentración!
Que Dios les traiga, niños,
una primavera verde de Su edén
para que los alivie el peso de sus faenas
y de brillo a sus corazones.
Pasan sin brillo los días, lentos y cansados,
vacíos de primavera.
Que nunca olvide Dios
robustecer a los niños
con la esencia de la primavera.

Cisne

¡Debe estar muy enamorada
la hembra cisne que no atiende a la cercanía del invierno!
¡La cisne que no migró
debe estar enamorada de verdad!
El otoño se ha dado ya
su último baño en el lago
la ánade enamorada canta:
“Sigue siendo verano
me lo dice la tibieza bajo mis alas.
Mis pequeños están entre los bambúes
y mi pareja, buscando semillas”
El otoño no hace más que advertirle:
“¡Es sólo una seductora esperanza!
¡El invierno es inminente!
¡Desafortunado el cisne
que ignora la proximidad del invierno!
Sobre el limen del invierno
los cisnes vuelan en bandadas a las aguas tibias
y tarde llega la última,
abrigada por la tibieza de su corazón enamorado.

Pan

El horno se enfrió,
¡ya no había pan!
Los “fantasmas” hambrientos
lo rondaban
y olisqueaban con pesar.
¡Entonces el viento
se tragó el olor de los muertos!
Los manteles,
las cunas,
¡todo se lo llevó el viento!
Tan sólo las madres,
y nadie más,
encuentran triste refugio
en la canción de cuna.

Muerte

¡Eres un lago,
pero vas a morir en la red del pescador!
¡Has de estar loca
para morir a diario en tus cadenas!
¡La luna, los peces que has soñado
se apagarán al  fin en tu pecho
y terminarás enmarañada entre fango y espumarajos!
¡Con tantas perlas en la boca,
has de estar loca
para ir a parar a ese estanquecito oscuro!
¡sólo imagínalo, dichosa sirena!
Vivirías feliz por mucho tiempo
con simplemente cerrar los ojos
a preocupaciones y penas.
Desgraciadamente esa madre ha trenzado
las negras noches de tu cabello
con la luz de tus días
susurrando: “no hay salida de esta cadena”

Residencia
¡Cierra tu pasaporte, querido!
¡El mundo entero está en tu bolsillo!
Piensa en una flor
que ha echado raíces
en un jarrón plástico negro.

Creación

Es designio sagrado tener árboles moribundos
en el generoso festín primaveral
e infundirles un auténtico fervor
que los reverdezca y les permita florecer una vez más.
¡Oh gran Dios!
Oro porque alguna vez
quiera tu arbitrio bendecir de nuevo,
con tu caricia,
a tu creación y a tus criaturas.
Terminada la hechura del arquetipo en la horma
sácame dulcemente del polvo
y múdame en barro, salpicándome con lluvia.
Tu Divina sapiencia revelará entonces
la forma final del barro.
En la vasta diversidad de tu universo,
donde hay tanto el pájaro
como la piedra para matarlo,
oro humildemente,
has tu Divina voluntad
del armazón de mi cuerpo –
aún si es un guijarro en el lecho del río –
pero apiádate y permíteme estar cerca de ti.
Haz de mi corazón un pájaro o un pez
que vague por cielos y mares.
No me despojes de Tu amor:
trae de nuevo tu primavera a los árboles

Carta

Le escribí una carta al AMOR,
le pedí que me revelara algunos
secretos para aceptar con afecto
y que me abrigara con sus palabras de sosiego.
Le dije que rebosaba de apasionados poemas de amor
y le pedí que me ofreciera excusas para expresarme.
Le pedí al AMOR que prestara atención a los poemas amorosos
que perfuman mi almohada todas las mañanas
y que me dejara acompañarle en un coro
y cantar felices baladas de amor.
Le dije que sólo el amor
puede dar alas a la redención
y le pedí que ayudara a cierta ave enamorada
en el vuelo heroico en el que se quiere embarcar.
Le dije que los días oportunos han pasado ya
pero el ave sigue esperando anhelante
una carta de amor en su buzón,
o por lo menos un ramo de rosas febriles.

4 DE AGOSTO DE 1904 NACE:

WITOLD GOMBROWICZ
(Maloszyce, Opatow, 1904 - Vence, Francia, 1969) Escritor polaco, uno de los más destacados narradores de la vanguardia de entreguerras. Miembro de una rica familia de industriales y terratenientes, pasó la mayor parte de su infancia en Varsovia, donde obtuvo la licenciatura en derecho en 1926. Tras un viaje a París trabajó en los juzgados de la capital polaca; se preparaba para ejercer la abogacía, pero después de publicar el libro de relatos Memorias del tiempo de la inmadurez(1933) decidió dedicarse exclusivamente a la literatura y a la crítica literaria, labor que desarrolló para diversas publicaciones.

Witold Gombrowicz
El estallido de la segunda guerra mundial lo sorprendió en el transcurso de un viaje por Argentina, en cuya capital decidió entonces instalarse. Durante largos años la obra de Witold Gombrowicz fue despreciada e ignorada por los medios conservadores y por la crítica adepta al realismo socialista, pero finalmente consiguió reconocimiento, y en 1963 obtuvo una beca de la Fundación Ford para viajar a Berlín occidental, desde donde trasladó su residencia primero a las cercanías de París y luego a Vence, ciudad en la que murió, poco después de que le fuera concedido el Premio Formentor Internacional de Editores.
Su primera obra, la recopilación de cuentos Memorias del tiempo de la inmadurez, data de 1933, y en ella ya se manifiesta su actitud irónica y cargada de humor absurdo respecto de las herencias literarias anteriores, que manipuló y subordinó a sus propios objetivos. En realidad, su prosa enlazaba con la postulada una década antes por S. I. Witkiewicz, y tenía entre sus premisas básicas la convicción de que el formalismo perfeccionista de la cultura occidental había conducido a la esterilidad del arte. La forma, para él, es un medio de relación de los individuos entre sí, pero es preciso desenmascararla para librarse de sus ataduras.
Suele estimarse como su mejor obra la sátira cultural Ferdydurke (1937), insolente ya desde el mismo sinsentido de su título. Singular, futurista y surrealista, esta novela es en realidad una especie de compendio que incluye géneros tan diversos como diarios, panfletos, ensayos, monólogos y diálogos, y resulta en definitiva una suerte de crítica al sistema educativo y a la escala de valores éticos de la sociedad de la época. El protagonista es Momo, un "adulto" de 30 años, escritor fracasado, que vive la esquizofrenia de sentirse atrapado por su adolescencia, como si no la hubiera terminado de vivir. Momo comienza a revivir experiencias y relaciones que pertenecen a su vida pasada, a la de ese adolescente de dieciséis años, del que por momentos no puede escapar. Reaparecerá en su vida el profesor Pimko, una especie de censor, más que un estricto tutor, que hace volver a Momo al colegio para que termine de ser "educado".
Este colegio, o mejor, internado, se convierte en una especie de prisión de la que Momo "adulto" intenta escapar infructuosamente. En otro momento de la novela y de la vida de Momo, el profesor Pimko lo lleva a residir junto a la familia de un ingeniero conocido por Jovencillos. Momo comienza a vivir en una casa llena de referencias modernas, donde sus habitantes adoptan constantemente poses a través de las cuales manifiestan su yo. La hija del ingeniero, una adolescente de dieciséis años llamada Zutka, cautiva el corazón de Momo, pero ella no corresponde a su amor. Tantos fracasos y tanta incomprensión hacen que Momo escape de esa casa, de esa vida y con ello de todas las poses. Comienza a vagabundear y a vivir otras experiencias, van desapareciendo las máscaras y, al final, Momo se ve obligado a reconocer "que sólo podemos huir del hombre en otro hombre", y que deberá huir de continuo "en otros hombres y correr, correr, correr a través de toda la humanidad". El hombre, y en ello se visualiza la filosofía de Gombrowicz, sólo se realiza a través del hombre.
En 1938 publicó la obra dramática Yvonne, princesa de Borgoña, y al año siguiente, en la prensa y por entregas, la novela Los hechizados. Después de la guerra, en 1953, apareció la novela Transatlántico y, ese mismo año, el drama El matrimonio. Más tarde se editó Pornografía (1960), Cosmos (1965), por la que obtuvo el Premio Formentor, y la pieza teatral Opereta (1966). El teatro y la novela de Gombrowicz están íntimamente relacionados, no sólo por su sentido de lo grotesco y por el contenido de sus tramas, sino porque en ambos géneros los personajes adoptan papeles que les son impuestos y que encarnan al modo de estereotipos, mediante un lenguaje hecho de gestos y muecas. Gombrowizc publicó además tres volúmenes de sus Diarios (1957, 1962, 1966), que son una suerte de diálogo provocativo con el lector a propósito de diversos hechos de su vida, y en particular sobre las manifestaciones sociales del pensamiento estético y literario.

4 DE AGOSTO DE 2859 NACE:


KNUT HAMSUN
(Seudónimo de Knut Pedersen; Lomnel Gudbrandsdal, 1859 - Grimstad, 1952) Novelista noruego que despertó sentimientos encontrados entre sus compatriotas, por su obra existencial, y obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1920.
Fue hijo de una antigua familia campesina y su apellido era Pedersen. Llevó una existencia nómada, en cuyo transcurso ejerció las profesiones más diversas: aprendiz de zapatero en Bodö, y luego, siempre en la Noruega septentrional, carbonero, maestro de escuela, picapedrero, obrero de carreteras, empleado comercial, vendedor ambulante y escribiente de un puesto de policía. Intentó además, pero sin éxito, el periodismo.

Knut Hamsun
En 1882 emigró a América, donde trabajó singularmente en Wisconsin y Minnesota. Después de varios fracasos, volvió en 1884 a Noruega, país que abandonó de nuevo para marchar otra vez a los Estados Unidos. En esta segunda etapa americana hizo de agricultor en Dakota, fue tranviario en Chicago, y dio conferencias en Minnesota ante un pequeño grupo de compatriotas.
Comentó a Ibsen, Björnson, Strindberg, Zola, Tolstoi y Dostoievski, y contó luego sus impresiones de América, casi exclusivamente negativas, en el amargo libro La vida espiritual de la América moderna (1889); las de la dura vida en su patria aparecieron en la novela con la cual se dio a conocer, Hambre, y que le proporcionó inmediatamente la celebridad. En esta novela figura por vez primera el héroe característico de Knut Hamsun, el nómada perdido en la civilización y atraído siempre por la llamada de su bosque nativo. Al carácter esquemático del naturalismo opone el análisis del alma humana en su incoherencia y su misterio, y al estilo "científico" el impulso lírico y musical y el lenguaje de lo inconsciente e incognoscible.
Hambre siguieron una trilogía dramática influida por Nietzsche -A las puertas del Reino (1895), El juego de la vida (1896) y Ocaso (1898)-, la colección de composiciones líricas El coro salvaje (1904), y novelas, cuentos y varios relatos de viajes y de episodios de la existencia vivida, siempre en relación con el tema desarrollado en HambrePan (1894), Siesta (1897), Victoria (1898), Un país de ensueño (1903), Un vagabundo toca con sordina (1909), Hombres de hoy (1913),Los frutos de la tierra (1917), etc. En 1917 fue galardonado con el Premio Nobel.
Aunque en la caracterización psicológica de sus personajes, nuestro autor revela haber aprendido mucho de Dostoievski y Mark Twain, su naturalismo místico presenta posiblemente la expresión más original y elevada de la poesía noruega después de Ibsen. El mejor de sus libros, Pan, aparece invadido por el sentimiento panteísta de la naturaleza; en Los frutos de la tierra, en cambio, se da éste, con un carácter religioso, en la figura del aventurero Isak, gigantesco dominador y casi divinidad ctónica, situado sobre el fondo de la fecunda tierra de la cual ha surgido.
En los libros siguientes, Hamsun, ya padre de familia y hacendado, volvió a sus misantrópicos sarcasmos y a sus paradojas falaces, que, sin embargo, dejan vislumbrar siempre una excepcional intuición psicológica, sobre todo al presentar los vicios más detestados por el autor: la presunción y el dogmatismo, como enMujeres en la fuente (1920) y Último capítulo (1923). En sus últimas novelas,Vagabundos (1928), Augusto (1930), La vida continúa (1934), El círculo se ha cerrado (1937), reaparece el tema principal: la antítesis naturaleza-cultura, que culmina en una especie de mito del nómada, reivindicador de un individualismo anárquico y de un ingenuo idealismo ante los progresos del materialismo en la civilización moderna.
Conservador e incluso arrogantemente antidemocrático y germanófilo en la primera y segunda guerras mundiales, Hamsun fue sometido a proceso al terminar la última, desposeído de sus bienes por sentencia de un tribunal noruego y declarado enfermo mental. En 1949 apareció el diario escrito durante su reclusión: Por senderos donde crece la hierba.

4 DE AGOSTO DE 1834 NACE:


GASPAR NÚÑEZ DE ARCE
(Valladolid, 1834 - Madrid, 1903) Poeta español. Estudió en Toledo y Madrid, intervino en la política de su tiempo y fue cronista de la campaña de África (1859-60), como Alarcón. Del partido de Sagasta, desempeñó cargos políticos, entre otros el de gobernador de Barcelona (1868) y el de ministro de Ultramar.

Gaspar Núñez de Arce
Como escritor fue autor dramático y poeta lírico. En colaboración con Antonio Hurtado compuso dramas mediocres tales como El laurel de ZubiaHerir en la sombra y La jota aragonesa. Otros le pertenecen por completo: Deudas de la honra,Quien debe, pagaJusticia providencial y El haz de leña (1872). De todos ellos sólo este último es digno de salvarse del olvido. El tema de esta obra es la prisión y muerte del príncipe Carlos, hijo de Felipe II. En la interpretación del episodio, Núñez de Arce se apartó de Schiller, Alfieri y Quintana y se atuvo a una versión más fiel, al parecer, a la verdad histórica, por lo que eliminó la supuesta pasión amorosa del príncipe por la reina.
Con todo, sus mejores ensayos dramáticos palidecen ante sus poesías líricas, en las que abundan las descripciones, los temas religiosos, morales y políticos, los asuntos histórico-literarios. En 1875 publicó un tomo de poesías titulado Gritos del combate en el que recogió su producción de 1868 a 1874; el desencanto de la política extremista, los excesos del libertinaje tan típicos de las revoluciones españolas, el ansia de orden, de paz, de libertad, el cansancio y el escepticismo del alma, constituyen las ideas fundamentales desarrolladas en estas composiciones cuya más notable característica es el cuidado de la forma, la fluidez expresiva, la elocuencia a veces ampulosa y vacua, todo ello con caldas al prosaísmo y la obviedad.
La duda se titula una de las poesías del volumen, y éste fue uno de los tópicos de nuestro autor. Raimundo Lulio es un poema simbólico en tercetos dantescos, cuyo tema son las pasiones y arrepentimiento del beato mallorquín; La selva oscura(1879) es una imitación de la Divina ComediaLa última lamentación de lord Byron(1879), canto puesto en boca del poeta inglés, en bien cortadas octavas, está lleno de tópicos literarios, mitológicos, filosóficos y políticos; El vértigo, es una leyenda moral-descriptiva, escrita en décimas impecables; en La visión de fray Martín, el poeta presenta a Lutero conmovido por la duda; la Elegía a Alejandro Herculano está dedicada a los portugueses y a sus pasadas glorias, con motivo de la muerte del historiador y poeta luso; en Maruja (1886), se exalta el amor conyugal y los sentimientos caritativos; La pesca (1884) viene a ser un cuento de costumbres marinas.
Núñez de Arce es un valor de época; como poeta es desigual, pero no se le puede negar un notable virtuosismo formal. Su obra juzgada en conjunto ofrece más calidad que la de su contemporáneo Campoamor, con el que tiene, no obstante, muchas semejanzas, sobre todo en su aspecto de expositor en verso de lugares comunes filosófico morales.

4 DE AGOSTO DE 1792 NACE:

PERCY BYSSHE SHELLEY

(Field Place, 1792 - golfo de La Spezia, 1822) Poeta británico. Cursó estudios en Eton (1804-1810) y en el University College de Oxford, de donde fue expulsado (1811) por la publicación del libelo La necesidad del ateísmo. Ese mismo año, en Londres, se enamoró de una joven de 16 años, Harriet Westbrook, con quien, tras huir y casarse, vivió en el distrito de los Lagos, en York, en Irlanda y en el País de Gales, donde escribió su primer poema importante, La reina Mab (1813).

Shelley
De nuevo en Londres, conoció a W. Godwin, de cuyo pensamiento filosófico se declaró seguidor, y se enamoró de su hija Mary, con quien marchó al continente en 1814 y con quien se casó en 1816, año en que publicó Alástor o el espíritu de la soledad y en que, durante una estancia en Suiza, conoció a Lord Byron.
A su regreso en Londres, se enteró del suicidio de Harriet y perdió la tutela de los dos hijos que había tenido de su primer matrimonio. Aquejado de tisis, abandonó su país y en 1818 se instaló en Italia en compañía de Mary. Vivió en Milán, Lucca, Venecia, Nápoles y Florencia y escribió durante sus últimos cuatro años de vida sus obras maestras: el drama lírico Prometeo liberado (1819), la tragedia Los Cenci(1819), diversos poemas líricos (Oda al viento del OesteOda a una alondraLa mimosa y la Oda a Nápoles), la elegía Adonais (1821), inspirada por la muerte deJohn Keats, y el tratado La defensa de la poesía (1821).
Shelley es uno de los principales poetas de la segunda generación de románticos ingleses. Su obra está impregnada de idealismo y de fe entusiasta en el futuro de la humanidad, pero también de melancolía ante las desdichas de la existencia; en ella desempeña un importante papel la naturaleza, concebida como vínculo entre el hombre y los valores absolutos.

martes, 2 de agosto de 2016

2 DE AGOSTO DE 1942 NACE :
ISABEL ALLENDE
(Lima, 1942) Escritora chilena. Hija de un diplomático chileno que le inculcó su afición por las letras, Isabel Allende cursó estudios de periodismo. Mientras se iniciaba en la escritura de obras de teatro y cuentos infantiles, trabajó como redactora y columnista en la prensa escrita y la televisión.
En 1960 Isabel Allende entró a formar parte de la sección chilena de la FAO, la organización de las Naciones Unidas que se ocupa de la mejora del nivel de vida de la población mediante un exhaustivo aprovechamiento de las posibilidades de cada zona. En 1962 contrajo matrimonio con Miguel Frías, del que habría de divorciarse en 1987, después de haber tenido dos hijos: Paula -que falleció, víctima de porfiria, en 1992- y Nicolás. En 1973, tras el golpe militar chileno encabezado por el general Pinochet, en el que murió su tío, el presidente Salvador Allende, abandonó su país y se instaló en Caracas, donde inició su producción literaria.
La primera gran novela de Isabel Allende, La casa de los espíritus, próxima al llamado «realismo mágico» fue publicada en 1982. Fueron precisamente el ambiente y los sucesos previos que condujeron al golpe militar los materiales narrativos que dieron forma esta obra, con la que se consagró definitivamente como una de las grandes escritoras hispanoamericanas de todos los tiempos. Recibida como un brillante epígono en la estela del "Boom" iniciado en los años sesenta, y comparada con Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, esta primera narración extensa de la autora chilena se convirtió de inmediato en un best-seller en numerosos países del subcontinente americano (a pesar de que su publicación había sido rechazada por varias editoriales de Hispanoamérica), en España y en otras naciones de Europa.
Once años después de su primera salida a la calle, el éxito de la historia pergeñada por Isabel Allende recibió un poderoso impulso de proyección internacional merced a la adaptación cinematográfica realizada por el cineasta sueco Bille August (The house of the spirits, 1993), quien contó con la colaboración de la propia autora para elaborar el guión, y con un prestigioso elenco de intérpretes en el que figuraban Meryl Streep, Glenn Close, Jeremy Irons, Winona Ryder, Antonio Banderas y Vanessa Redgrave.
Basada en los recuerdos de infancia y juventud de la propia escritora, La casa de los espíritus narra las peripecias de la saga familiar de los Trueba a lo largo de cuatro generaciones. Isabel Allende rememora y convierte en substancia narrativa las vivencias en la vieja casona familiar habitada por sus abuelos y sus excéntricos tíos, una mansión rodeada por una fecunda atmósfera liberal e intelectual que despertó su feraz imaginación y le inculcó el gusto por la lectura y la narración de historias. Al hilo de las peripecias de las mujeres que componen este núcleo familiar (auténticas protagonistas de la trama), la desbordada fantasía de la autora se va enhebrando con el repaso de los principales acontecimientos políticos de la historia reciente de Chile, hasta situar al lector en los primeros y dramáticos compases de la sangrienta dictadura militar.
Transcurridos dos años desde la publicación de La casa de los espíritus, Isabel Allende volvió a los anaqueles de las librerías con otra espléndida novela que mezclaba de nuevo la enrarecida situación política de su patria (en este caso, los asesinatos de los "desaparecidos" durante la dictadura de Pinochet) con otros materiales literarios procedentes de la poderosa imaginación de la autora (concretados, aquí, en una historia de amor). Se trata de la obra titulada De amor y de sombra, recibida también con grandes elogios por parte de la crítica y los lectores, y considerada como el hito que venía a señalar que el éxito internacional de La casa de los espíritus no había sido fruto de la casualidad.
La historia aquí relatada arranca con el hallazgo, en una explotación minera del norte de Chile, de una tumba clandestina en la que yacen sepultados los restos mortales de numerosos campesinos asesinados por los servicios de seguridad de la dictadura de Augusto Pinochet. La relación amorosa de dos jóvenes sirve de hilo conductor para el seguimiento de los hechos, que al cabo de los meses pone de manifiesto la horrorosa constatación de los crímenes cometidos por los golpistas, delatados por la aparición de otros muchos cementerios clandestinos.
A estas grandes obras les siguieron otras, entre la que destacan Eva Luna (1987), El plan infinito (1991), Paula (1994), Afrodita (1998), Hija de la fortuna (1999), Retrato en sepia (2000) y el libro de memorias Mi país inventado (2003). Sus obras, que ocupan siempre los primeros puestos en las listas de ventas no sólo americanas sino también europeas, han sido traducidas a más de 25 idiomas.
 2 DAGOSTO DE 1997 MUERE :
WILLIAM BURROUGHS

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(Saint Louis, 1914 - Lawrence, 1997) Escritor norteamericano. Novelista estadounidense, de prosa experimental y ligada estrechamente a las experiencias con las drogas y los viajes, identificado generalmente como miembro del movimiento beatnik de finales de la década de 1950, de la literatura underground del decenio siguiente y considerado padrino y gurú de la generación rock punk de los años posteriores.
Miembro rebelde de una familia emparentada con la de la industria de máquinas calculadoras, estudia en varias escuelas privadas del Sur y del Oeste norteamericano antes de matricularse en Harvard, donde en 1936 se gradúa en literatura inglesa. Siguen años de estudios de medicina en Viena, y de antropología en Harvard, durante los cuales Burroughs se mantiene dedicándose a los más diversos oficios.
Sus primeros intentos literarios se remontan a 1938, cuando escribe a cuatro manos con un amigo una novela policíaca al estilo de Hammett y Chandler. Durante la guerra Burroughs conoce de cerca los bajos fondos de Nueva York y empieza a experimentar con toda clase de drogas. En 1944 entra en contacto con Jack Kerouac y Allen Ginsberg, el escritor y el poeta más famosos de la que, una década después, sería conocida como Beat Generation.
Kerouac convence a Burroughs para que vuelva a escribir. Y significativamente Burroughs inicia con Kerouac una novela negra, pero, también ahora, la tentativa fracasa. En la inmediata posguerra, el descenso de Burroughs a los infiernos de la droga se hace imparable, a pesar de los esporádicos intentos del escritor de liberarse de ella. Después de haber vivido en varias localidades del Sur de los EE.UU., se traslada a México donde, accidentalmente, mata a su mujer.
El escritor se ve obligado a dejar Ciudad de México, viaja durante varios meses por Sudamérica y luego, de 1953 a 1959, se establece en Tánger, Marruecos, donde era más fácil procurarse la morfina de la que se había convertido en esclavo. Pero el demonio de la literatura no le abandona, ni siquiera en aquellos años en que está dominado por la droga.
Su primera novela es Yonqui (1953), publicada bajo el seudónimo de William Lee, autobiografía de tono todavía realista de un toxicómano, mientras en Tánger escribe un millar de páginas que, gracias a la ayuda de Kerouac, transformará en la famosa trilogía: El almuerzo desnudo (1959), The Soft Machine (1961) y Nova Express (1964). El almuerzo desnudo dio origen a un proceso por obscenidad.
Tras la publicación de la trilogía Burroughs se convirtió en uno de los escritores beat y no beat más interesantes de la segunda postguerra norteamericana. En cuanto beat, Burroughs ha sido uno de los santones a los que han mirado los jóvenes norteamericanos protagonistas de la contracultura de los años sesenta. Y como escritor, forma parte con todo mérito de los innovadores más eficaces de un género literario, la novela, entonces considerada en decadencia.
Burroughs toma el camino de la negación de una cultura y de una sociedad que detesta, aunque evitando los tonos proféticos de Ginsberg. En él es evidente la intención de "atacar por la espalda" a la sociedad norteamericana mediante la utilización puntual y muy eficaz de la sátira, la cual, significativamente, no desemboca en sarcasmo. No por ello su acusación de toda la sociedad norteamericana, dominada por un estado de "dependencia" similar al de la droga, que él llama "el álgebra de la necesidad", resulta menos eficaz y feroz. También, porque persigue su objetivo por caminos estrictamente literarios y artísticos.
En realidad, aplicándole términos de otras artes, como la pintura, puede decirse que Burroughs desarrolla técnicas narrativas como el cut-up (corte) y el fold in (repliegue) para mostrar no sólo sus alucinaciones personales, sino también las del norteamericano medio. No debe olvidarse señalar la estructura cinemática de sus novelas; de ahí, su guión cinematográfico, escrito en 1969, Las últimas palabras de Dutch Schultz.
A partir de 1971, es decir, desde la publicación de Muchachos salvajes (The wild Boys) hasta la de Ah Pook is Here and Others Texts (1979) y de la más reciente Ciudades de la noche roja (1981), en sus novelas aparecen nuevos temas y técnicas narrativas. Su interés pasa de la droga a la problemática sexual. El sexo se convierte en símbolo de liberación y metáfora central de la obra. La prosa alucinada de las primeras novelas de paso a una narrativa más coherente, imitación (irónica) de la literatura de consumo.
En 1985 aparece una amplia colección de ensayos anteriores: The Adding Machine. Ese mismo año editó finalmente Queer (1985), obra que, a pesar de haber sido escrita treinta años antes, el autor no había querido dar a la imprenta, debido a la abierta descripción del deseo homosexual que expone en ella. Son posteriores los relatos The Cat Inside (1986) y El fantasma accidental (Ghost of Chance, 1991), así como la novela Tierras del Occidente (The Western Lands, 1987) e Interzone (1989).

lunes, 1 de agosto de 2016

1 DE AGOSTO DE 1894 NACE:
JUAN FILLOY
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Narrador argentino, nacido en la ciudad austral de Córdoba el 1 de agosto de 1894 y fallecido en su ciudad natal el 15 de julio de 2000. Autor de una exquisita y singularísima producción literaria, está considerado como uno de los grandes escritores enigmáticos de las Letras hispanoamericanas del siglo XX, debido en parte a la rareza intrínseca de su obra, y en parte a su permanente voluntad de mantenerse alejado de los círculos y cenáculos culturales frecuentados por el resto de sus colegas. Aunque el misterio y la confusión con que ha rodeado su propia figura y su obra de creación han contribuido a desorientar a la crítica especializada, según sus propias confesiones cabe atribuir a su pluma la redacción de más de cincuenta libros originales, de los cuales sólo publicó en un principio siete (tres narraciones extensas calificadas por el propio autor como novelas, y cuatro recopilaciones de prosas poéticas), editados todos ellos en la década de los años treinta. Tal vez también obedezca a una intención premeditada la publicación de esta cabalística cantidad de obras, pues todo el universo literario de Juan Filloy se organiza en torno al número siete, como queda patente en los títulos de esas obras suyas que han pasado por los tórculos, siempre compuestos por siete letras: Periplo(Buenos Aires: Imprenta Ferrari Hnos. [Cuadernos de Juan Filloy], 1931), ¡Estafen!(Id. Id., 1932), Balumba (Id. Id., 1933), Op Oloop (Id. Id., 1934), Aquende (Id. Id., 1936), Caterva (Id. Id., 1937) y Finesse (Id. Id., 1939).
¡Estafen! (donde se exalta la supremacía estética de la delincuencia), Op Oloop (en la que se relata la incursión en la locura de un pobre estadígrafo que pierde la razón después de haberse enamorado) y Caterva son las tres novelas publicadas por Juan Filloy, quien -como se desprende de las referencias bibliográficas recién citadas en el parágrafo anterior- se negó a integrarse en los círculos editoriales más poderosos de su tiempo, a pesar de que sus obras merecieron los elogios unánimes de los pocos afortunados que pudieron conseguir algún ejemplar de las reducidas tiradas que lanzó a la calle dentro de una modesta colección creada exclusivamente para difundir de forma selectiva su producción literaria. Ajeno -a pesar de ese reconocimiento que le tributaron dichos lectores, escritores y críticos privilegiados- al bullicio, los fastos y las intrigas del mundillo literario y editorial argentino del segundo tercio del siglo XX, Juan Filloy continuó durante muchos años ejerciendo su cargo de juez en la alejada localidad provinciana de Río Cuarto, y cultivando una curiosa afición intelectual que, en las escasas entrevistas que concedió a los medios de comunicación, antepuso siempre a la importancia que pudiera conceder a su obra de creación literaria: la construcción de palíndromos (o frases que pueden ser leídas de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, sin mudar por ello de significado). En una de esas contadas ocasiones en que el escritor de Córdoba franqueó de buen grado los muros de su retiro provinciano para ofrecer unas declaraciones a la prensa cultural, se definió a sí mismo como "recordman de palindromía, mil veces por encima de la performance de León VI, emperador de Bizancio".
Sin duda alguna, esta acusada inclinación hacia la vertiente lúdica -pero infinitamente compleja- de la creación literaria (plasmada, además, en su constante apelación a los recursos gráficos que le ofrecía la imprenta de la época) contribuyó poderosamente a estrechar aún más el selecto círculo de lectores capaces de degustar con provecho las exquisitas obras de Filloy, a quien buena parte de la crítica de su tiempo tildó también de preciosista, decadente y aristocratizante, comparándole con la figura de cualquier dandy caduco y provinciano que, absorbido por la búsqueda de la elegancia absoluta, se queda recluido en su pequeño ámbito local, satisfecho con la consecución de esos logros estéticos que dan cumplida satisfacción a sus rarezas y obsesiones. Nada hizo, en efecto, Juan Filloy por desmentir esta imagen de creador ensimismado en su pequeña torre de marfil, aunque a finales de la década de los años sesenta permitió que una editorial de Buenos Aires publicase sendas reediciones de sus novelas ¡Estafen! y Op Oloop, lo que dio pie a su vez a que las principales publicaciones culturales argentinas se interesasen por la vida y la obra de este enigmático autor. A pesar de este interés tardío suscitado entre la crítica literaria, la elaborada complejidad de la narrativa de Juan Filloy -no exenta de una constante sutileza irónica que la dota de gran amenidad- siguió manteniendo alejado al lector común, circunstancia que en buena medida vino a demostrar el acierto del escritor de Córdoba a la hora de elegir para su producción impresa el selecto cauce de las ediciones restringidas.
Con todo, a partir de este reconocimiento tardío se empezaron a difundir algunos datos acerca del autor de estas extrañas, provocativas y deslumbrantes novelas, datos que contribuyeron aún más a consolidar la imagen de "raro" que había cultivado el escritor de Córdoba, como su confesada afición a los ambientes prostibularios y su odio manifiesto a la ciudad de Buenos Aires y a cuantas cosas y personas ostentasen con orgullo el calificativo de porteñas. Declaró también el escritor de Córdoba en algunas de esas entrevistas que concedió en su vejez que su nombre "se pronuncia Fiyoy y no Filoy, porque es gallego y no irlandés", y que su infancia y juventud fueron felices en su entorno provinciano, donde creció alejado de cualquier moda o influencia literaria. Entre sus aficiones, destacó el dibujo (de joven fue caricaturista) y, sobre todo, los deportes, que le impulsaron a tomar parte activa en la fundación del famoso club de fútbol Talleres de Córdoba y, ya en su destino como magistrado, del Golf Club de Río Cuarto. En esta ciudad fundó también el Museo de Bellas Artes.
Al término de sus estudios de Leyes, llegó a la citada población de Río Cuarto hacia 1920, sólo con la intención de ejercer durante un par de meses la abogacía, aunque a la postre pasó allí más de la mitad de su longeva existencia (en concreto, sesenta y cuatro años de los cientos seis que duró su enigmática vida). Alejado, pues, por voluntad propia de todos los foros culturales y editoriales de Buenos Aires, y consagrado a su oficio de magistrado, Juan Filloy fue alimentando una leyenda de escritor solitario que empezó a raíz de su extraña relación con la imprenta: después de haber publicado sus siete primeras obras entre 1931 y 1939 (las citadas en parágrafos superiores), permaneció durante casi tres decenios sin publicar una sola página, aunque durante todo ese tiempo no dejó de escribir ni un sólo día (al parecer, la desenvuelta impudicia de casi todos sus escritos y su afición por las opiniones polémicas se avenían mal con su severo cargo judicial, por lo que tuvo que optar entre conservar su trabajo o difundir sus obras literarias). A mediados de los años sesenta, cuando la obligada jubilación le había eximido ya de mantener la gravedad exigida a un juez, se avino a entregar a la editorial bonaerense Paidós las novelas ¡Estafen!, Op Oloop y Caterva, que vieron la luz entre 1967 y 1973 y dieron lugar a la creación y asimilación, por parte de los sorprendidos lectores argentinos, del "mito Filloy", un curioso fenómeno literario que se sustenta, básicamente, en la asombrosa calidad de los textos del misterioso escritor de Córdoba, pero también en otros factores no menos llamativos dentro del mundillo editorial contemporáneo (como la compleja personalidad del autor; la enorme cantidad de títulos que mantenía inéditos -más de cuarenta-; la costumbre de utilizar siempre siete letras en cada uno de sus títulos; la utilización de todas y cada una de las letras del abecedario para encabezar al menos uno de sus libros; y, en suma, ese cúmulo de manías personales -como la fobia antiporteña- y aficiones intelectuales -v. gr., a la palindromía- que contribuyeron a dibujar ese perfil de rareza que envuelve tanto su obra como su propia persona).
Tal vez convenga, antes de pasar adelante, ilustrar con algunos ejemplos esa originalidad que se ha convertido en la marca distintiva de la obra del enigmático autor de Córdoba. A continuación se ofrece una relación lo más exhaustiva posible de los títulos que configuran la peculiarísima bibliografía de Juan Filloy, no sin dejar de advertir que muchos de ellos permanecen todavía inéditos (se señalan con un asterisco los que han pasado por los tórculos): Ambular; Aquende*; Balumba*;Caterva*; Chagui; Churque; Decio 8a*; Don Juan*; Elegías*; Eran así; ¡Estafen!*;Esto Fui*; Finesse*; Gaudium; Gentuza*; Homo sum; Ignitus*; Ironike; Item más;Jjasond*; Karcino*; L'ambigú*; La Potra*; La Purga*; Los Ochoa*; Llovizna;Metopas*; Mujeres*; Nepente; Nefilim; Ñampilm*; Op Oloop*; Periplo*; Quolibet;Recital; Revenar; Sagesse*; Sexamor*; Sicigia; Tal cual*; Tanatos; Todavía;Urumpta*; Usaland*; Vil & Vil*; Yo, yo y yo*; Xinglar; y Zodíaco. Como muestra de su maestría en la composición de palíndromos, he aquí uno de los que más celebridad le dieron: "Allí tápase Menem esa patilla".
Con este bagaje de ingenio y originalidad a sus espaldas, cabe reconocer que, a pesar de su tardío reconocimiento, Juan Filloy sigue ocupando en las historias de la literatura argentina un puesto mucho menos elevado del que realmente le corresponde. Bien es cierto que ha dejado de ser un ilustre desconocido, pero su obra sigue siendo inaccesible para muchos lectores y -lo que es más penoso e injusto- incomprendida por buena parte de la crítica oficial, que no reconoce en él a uno de los genuinos introductores de la parodia en la literatura hispanoamericana del siglo XX. Frente a este desconocimiento -intencionado o no- de la crítica, cabe señalar que las jóvenes generaciones de escritores argentinos han convertido a Filloy en uno de sus maestros indiscutibles, si bien es cierto también que muchas de sus influencias -bien patentes para los buenos conocedores de sus obras- no llegan a ser expresamente reconocidas por los autores que son deudores de su talento. Como ha señalado la parte más independiente de la crítica austral, "la influencia de Filloy sobre sus contemporáneos es mucho más evidente que admitida. De hecho, algunas de las obras más importantes de la narrativa argentina de las últimas décadas tienen deudas con la producción filloyana, aunque en ningún caso esa influencia ha sido estudiada y mucho menos admitida".
Gracias a las ediciones que cedió a Paidós a finales de los años sesenta (a partir de 1973 volvió a sus queridas ediciones de autor), Juan Filloy venció en parte estos recelos de la crítica y llegó a ser reconocido no sólo por los lectores, sino por algunas de las instancias más representativas de las Letras argentinas e Hispanoamericanas. Entre los galardones y las distinciones más significativas que recayeron en su persona y en su obra, cabe recordar aquí el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), que le fue otorgado en 1971; el premio Pluma de Plata, concedido por el Pen Club en 1978; el Premio Esteban Echeverría, Gente de Letras, que recayó en él en 1991; y el premio Trayectoria, otorgado por el Fondo Nacional de las Artes en 1993. Además, Juan Filloy fue elegido miembro de la Academia Argentina de Letras (1980), investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Río Cuarto (1989); y condecorado por las altas instancias culturales de dos países que se sintieron halagados por su apasionada defensa de la cultura europea: Italia (que le concedió en 1986 la Orden al Mérito de la República) y Francia (que le nombró Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres en 1990).
Después de haber permanecido durante sesenta y cuatro años en la ciudad de Río Cuarto, ya a muy avanzada edad regresó a su Córdoba natal, donde la muerte le sorprendió, mientras dormía la siesta, en la tarde del 15 de julio del año 2000, cuando estaba a punto de cumplir los ciento seis años.
1 DE AGOSTO DE 1819 NACE :
HERMAN MELVILLE
(Nueva York, 1819 - id., 1891) Novelista estadounidense. A los once años se trasladó con su familia a Albany, donde estudió hasta que, dos años después, tras la quiebra de la empresa familiar, tuvo que ponerse a trabajar. La dificultad para encontrar un empleo estable le llevó, en 1841, a enrolarse en un ballenero. Fruto de sus experiencias en alta mar fueron Typee (1846) y Omoo (1847), escritas a su regreso a Estados Unidos en 1844.

Herman Melville
En 1847 contrajo matrimonio, y dos años después publicó Mardi. Dado que había sido etiquetado de autor de novelas de viajes y aventuras, el simbolismo de esta obra desconcertó a crítica y público, que la rechazaron.
También en 1849 apareció Redburn y un año después La guerrera blanca, en la que arremetía ferozmente contra la rigidez de la marina estadounidense. Con estas obras recuperó el favor del público, pero se advertía ya la creciente complejidad que iba a caracterizar sus obras posteriores, influidas por el simbolismo de Nathaniel Hawthorne.
En 1850 publicó Moby Dick, obra también rechazada. Esta novela, considerada una de las grandes obras de la literatura universal, escondía una gran metáfora del mundo y la naturaleza humana: la incensante búsqueda del absoluto que siempre se escapa y la coexistencia del bien y del mal en el hombre, y ello tras un argumento aparentemente simple: la obsesión del capitán Ahab por matar a Moby Dick, la ballena blanca.
Pierre (1852) y Cuentos del mirador (1856), que contiene el relato «Bartleby el escribiente», considerado uno de los antecedentes de la obra de Kafka, dejaban ver el creciente desprecio del autor por la hipocresía humana. Israel Potter (1855) y El confidente (1857) fueron las últimas obras que publicó en vida. Olvidado por todos, su novela Billy Budd no apareció hasta 1924. La obra de Melville se tiene como una de las cimas de la corriente romántica estadounidense.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...