miércoles, 17 de agosto de 2016

17 DE AGOSTO DE 1932 NACE:
VIDIADHAR SURAJPRASAD NAIPAUL
(Trinidad, 1932) Escritor de origen indio, considerado uno de los mayores escritores vivos en lengua inglesa, cuya amplia obra, humorística, satírica, costumbrista, repleta a la vez de ternura y crueldad, fue premiada con el Nobel de Literatura en 2001.
Vidiadhar Surajprasad Naipaul nació en Chaguanas, un pequeño pueblo de la isla de Trinidad, el 17 de agosto de 1932. Sus abuelos, indios, habían abandonado las planicies del Ganges a fines del siglo XIX, y se habían integrado en la reducida comunidad de brahmanes -la casta más alta en la jerarquía del hinduismo- que llegó a Trinidad.

V. S. Naipaul
Su padre, Seepersad Naipaul, ejerció el periodismo de forma autodidacta y mantuvo aspiraciones literarias durante varios años; como ha sucedido en otros casos familiares, no fue él, sino su hijo, quien recibió las condiciones de vida necesarias para dedicarse al oficio de escribir. (También su hermano Shiva, que murió a los cuarenta años, en 1985, alcanzó a ganarse una sólida reputación como novelista.)
Cuando el padre consiguió un trabajo como periodista en la capital, Puerto España, la familia debió abandonar el pueblo y, al mismo tiempo, las pocas costumbres que aún los ataban a su pasado indio. A los seis años de edad, Naipaul entró a estudiar en el Queen’s Royal College. Pero en la capital había pocos inmigrantes indios; la familia de Naipaul se fue aislando, encerrándose en su propia casa, como si se tratara de extranjeros.
En esa casa, Naipaul escuchaba las lecturas de su padre. Según ha escrito, el padre leía varios libros a la vez sin terminar ninguno, y lo hacía menos en busca de la trama que para encontrar, en ciertos escritores, las cualidades especiales de cada uno. Estas lecturas (Shakespeare, Dickens, algo de Joseph Conrad) eran distintas de lo que el niño aprendía en la escuela, y verdaderamente más ricas que las que realizaba por su cuenta: la lectura fue, para Naipaul, una tarea difícil; los personajes, las costumbres, los escenarios que aparecían en los libros eran demasiado lejanos, extraños a su propia experiencia, casi incomprensibles.
Mientras tanto, la idea de escribir ya se había instalado en él. Cuando decidió que sería escritor, tenía once años; cuando abandonó definitivamente su país, persuadido de que sólo en Gran Bretaña podría aprender a escribir, tenía dieciocho. ¿Qué fue lo que ocurrió entre ambos eventos? Naipaul ha hablado mucho de esos años cruciales, del sentimiento de ser extranjero en su propia tierra, de su incapacidad para hacer amigos en la ciudad extraña, de su poca comprensión del lugar en que se hallaba. «Muy pronto -escribió- llegué a comprender que había un mundo más allá, afuera, del cual nuestro mundo colonial era apenas una sombra.» En ese mundo estaba la posibilidad de escribir, de ser escritor; con esta idea en mente atravesó la escuela secundaria. Hizo algunos descubrimientos: su padre le contaba historias acerca de su propia comunidad hindú; leyó El lazarillo de Tormes y tuvo, por primera vez, la satisfacción de encontrar en un libro un mundo como el que siempre había conocido.
Hacia 1950 surgió la posibilidad del viaje: el gobierno colonial ofrecía cuatro becas consistentes en la posibilidad de estudiar en cualquier institución del imperio británico durante un período de siete años. Naipaul ganó una de esas becas; viajó a Oxford y allí pasó los siguientes cuatro años de su vida. Después declaró que no lo había hecho por el viaje ni por el curso de inglés, sino para darse tiempo de ser un escritor; pero le resultaría más difícil de lo que había pensado. Ni en esos cuatro años, ni en el año siguiente, logró escribir. Y luego, de repente, el material de las historias que su padre le contaba, el material de sus propias vivencias, se le presentó como una revelación.
Pero otras cosas sucedieron durante ese tiempo: en 1953 murió su padre; Naipaul sufrió una crisis nerviosa e intentó suicidarse; en 1955 se casó con Pat Hale, a quien había conocido en Oxford, y enseguida comenzó a trabajar como locutor de radio para el programa Caribbean Voices de la BBC. Mientras tanto, los editores habían leído los relatos de Miguel Street, y presionaron a Naipaul para que escribiera una novela. Naipaul presentó El sanador místico (1957) y, al año siguiente, The suffrage of ElviraMiguel Street se publicó en 1959. Paralelamente, se había ganado una posición como reseñista literario en el New Statesman. En tres años, el joven de Trinidad se encontró instalado con plenos poderes en las letras inglesas.
Fue entonces -corría el año 1961- cuando, tras la publicación de Una casa para el señor Biswas, Naipaul se encontró con el reconocimiento del mundo entero; tanto la crítica de Estados Unidos como la de Gran Bretaña calificaron la novela de obra maestra y comenzaron a incluir a su autor entre los grandes prosistas de la lengua. La historia del señor Biswas es, sin duda, una de las comedias sociales más agudas, pero también más conmovedoras, de la literatura en inglés del siglo XX. Naipaul la escribió con su padre en mente: el señor Biswas es otra forma del señor Seepersad Naipaul: factótum caribeño al principio, periodista autodidacto al final, su vida entera fue una larga empresa: la de hacerse un lugar en el mundo.
Al narrar su historia, Naipaul agotaba -aunque no lo supiera entonces- el material novelístico que había sacado de su isla. Entonces, de manera providencial, recibió una comisión para viajar por las colonias esclavistas del Caribe y escribir sobre ellas. «Tenía la idea de que un libro de viajes era un intervalo glamoroso en la vida de un escritor serio», dijo después. Y luego: «La ficción, la exploración de nuestras circunstancias inmediatas, me había hecho avanzar un buen trecho de camino. Los viajes me llevarían más lejos».
La literatura de viajes
Así fue. En la crónica personal de sus viajes Naipaul encontró una nueva herramienta moral y estética, un instrumento con el cual interpretar el amplísimo mundo que comenzaba a desbordarse en su imaginación y que, de seguro, ya no cabía en sus novelas. Lo primero fueron aquellas colonias esclavistas, transformadas en The middle passage (1962); luego, en 1964, Naipaul publicó el resultado de un año de viajes por la India, el país de sus antepasados, el país al que nunca había ido hasta ese momento: An area of darkness. Se trata, aún hoy, de un estudio de lucidez incomparable; se trata también del texto que dio a Naipaul su difícil reputación de intelectual paternalista. En él, las múltiples formas de la discriminación, de la pobreza, de la calamidad india son puestas bajo el microscopio, son despojadas del romanticismo de Edward Forster o de Rudyard Kipling en la misma lengua de Forster o de Kipling: eso en sí fue revolucionario.
A partir de ese momento, el viaje y la escritura del viaje constituyeron la principal disciplina de Naipaul. Su novela En un estado libre ganó el premio Booker en 1971, y al año siguiente apareció la colección de ensayos The overcrowded barracoon: entre la ficción y el ensayo, Naipaul se movió con la misma dureza moral y la misma elegancia estilística. India: a wounded civilization (1977) es un intenso estudio de uno de los acontecimientos que han marcado la India contemporánea: el estado de emergencia declarado por Indira Gandhi a principios de los años setenta. Luego vinieron Sudamérica, África, Irán, Malasia y Pakistán.
Movido por el afán de entender y por una curiosidad voluntariosa pero honesta, Naipaul comenzó a contar el mundo como ninguno de sus contemporáneos, y, de paso, a cuestionar la hegemonía de la novela como método de conocimiento o, simplemente, como género literario reinante. «En tanto que forma, es ahora lo suficientemente común, y lo suficientemente limitada, como para ser enseñable», escribió. Entre los creyentes (1981) resultó ser una incursión feroz en el mundo del islam árabe; diecisiete años más tarde, Beyond belief, la crónica de sus viajes por los países no árabes de religión islámica, cerró el ciclo. Ambos libros relatan un cuadro total de fundamentalismo, de violencia íntima y también pública, de gentes y lugares al borde de la tragedia.
La etapa autobiográfica
Luego de la magistral novela -y controvertida: para Paul Theroux no fue más que un gigantesco fracaso- El enigma de la llegada (1987), Naipaul fue hecho caballero del Imperio Británico. Nadie puede saber cómo recibió sir Vidia ese honor; de él se ha dicho que ha querido ser más británico que los británicos, y se le ha acusado de occidentalizante, ese curioso neologismo, y de repudiar sus raíces. El enigma de la llegada cuenta la historia de un joven caribeño que llega a Inglaterra y se va transformando, poco a poco, en un escritor. El narrador y personaje (la novela es arduamente autobiográfica) emerge de sus trescientas páginas casi invulnerable.
La entrega del Premio Nobel de Literatura a Naipaul coincidió con la publicación de su novela Half a life (2001). Desde hacía varios años, su nombre entraba y salía de las listas preliminares. Se habló de universalidad, de cosmopolitismo, de escritura global como argumentos para la decisión de la Academia Sueca. Naipaul, desde su casa de Wiltshire, se limitó a manifestar su contento. «El descubrimiento de todo relato es moral», dijo alguna vez; en sus libros está la constancia de ese descubrimiento. Ésta, y no otra, es la más profunda satisfacción de su lectura.
17 DE AGOSTO DE 1881 NACE:
OLIVERIO GIRONDO
(Buenos Aires, 1881 - 1967) Poeta argentino que revolucionó la estética de su país, a través de una obra que incorporó las principales corrientes vanguardistas. Figura central de la renovación literaria de los años veinte y treinta, fue uno de los jóvenes miembros de la vanguardia poética argentina, junto a Jorge Luis Borges y Raúl González Tuñón. Si todos ellos asumían una idéntica postura en cuanto a la necesidad de romper con la tradición (que veían encarnada en la obra de Leopoldo Lugones), en el caso de Girondo esa necesidad cobraba una fuerza que lo llevó a distanciarse nítidamente de las convenciones impuestas por el uso y aceptadas por el público.

Oliverio Girondo
Oliverio Girondo nació y vivió su primera infancia en Buenos Aires, pero luego viajó periódicamente a Europa. Aunque se graduó como abogado, sus inquietudes artísticas y literarias lo desviaron de esa profesión. En 1911 fundó con un grupo de amigos el periódico Comoedia, de escasa duración. En Europa tomó contacto con los movimientos de posguerra, como el cubismo y el dadaísmo. Emprendió en 1926 una gira intercontinental llevando la representación de las revistas Martín Fierro, Proa, Valoraciones, Noticias Literarias e Inicial, para establecer relación entre los movimientos innovadores de habla hispánica. En 1943 se casó con la escritora Norah Lange.
Girondo defendió la autonomía plena del lenguaje (rechazando ataduras que lo ligaran a sus funciones convencionales) para tratar de transmitir la pura esencialidad de la invención poética. Ese gesto de permanente desafío a la inercia y a la inmovilidad es acaso el que mejor caracterizó la personalidad del autor y su vocación por sobrepasar los límites de lo manifestable.
En sus libros Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922), Calcomanías(1925) y Espantapájaros (1933) demostró su maestría en el manejo de la metáfora y confianza absoluta (siguiendo en esto los postulados del ultraísmo) en el poder de la imagen poética para alcanzar la esencia de las cosas. Especialmente dotado para la experimentación con el lenguaje, Girondo poseyó una destreza singular en el manejo de la ironía. En tales obras reafirmó su actitud de irreverencia moral y estética, su sentido del humor y su óptica desquiciadora del lugar común.
Sus poemas son emblemáticos de la nueva sensibilidad estética, que se caracterizaba por la búsqueda incesante de nuevos ángulos desde donde abordar la realidad, desde la más sublime a la más cotidiana. Así, la ciudades y los paisajes que con insistencia aparecen en sus textos son vistos a través de una lente que construye combinaciones inéditas entre los objetos, señalando lo que la mirada común no percibe y sólo la estratégica posición del ojo poético logra descubrir y nombrar.
Posteriormente publicó Plenilunio (1937), Persuasión de los días (1942) y Campo nuestro (1946). Su última obra, En la masmédula (1954), es acaso la más audaz de todas por el caos verbal y alucinatorio que propone. En 1961 fue atropellado por un automóvil que lo dejó inválido.

17 DE AGOSTO DE 1850 MUERE: DON JOSÉ DE SAN MARTÍN


17 DE AGOSTO DE 1850 MUERE:
DON JOSÉ DE SAN MARTÍN

(José Francisco de San Martín y Matorras; Yapeyú, hoy San Martín, Corrientes, Argentina, 1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 1850) Héroe de la independencia americana, libertador de Chile y Perú.
La singularidad del perfil heroico de José de San Martín viene dada, más que por sus hazañas exteriores, por la grandeza interior de su carácter. Pocos hombres públicos pueden exhibir una trayectoria tan limpia en la historia de América: habiendo alcanzado la máxima gloria militar en las batallas más decisivas, renunció luego con obstinada coherencia a asumir el poder político, conformándose con ganar para los pueblos hispanoamericanos la anhelada libertad por la que luchaban.

Sus campañas militares cambiaron el signo de la historia americana durante el proceso de descolonización acaecido a principios del siglo XIX. A su lucidez estratégica se deben los planteamientos militares que llevarían a la independencia de Chile y de Perú, centro neurálgico del poderío español cuya caída conduciría a la de todo el continente. Si luego dejó en manos menos nobles las extenuantes guerras civiles y partidistas que acabaron por malbaratar los más bellos sueños de los patriotas, fue por esa misma pureza y rectitud de principios. Achacoso, postergado y ciego, San Martín moriría decentemente en su cama, en un remoto rincón de Francia, cargado de honores y exonerado de toda responsabilidad sobre el destino tortuoso de aquellas amadas tierras cuya independencia había ganado con el valor de su sable.
Biografía

Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Corrientes, y de Gregoria Matorras, el pequeño José Francisco se crió en el seno de una familia española que no tardó en preferir volver a su país a quedarse en aquellos turbulentos estados coloniales. En 1784 pasó con su familia a España; en 1787 ingresó en el Seminario de Nobles de Madrid, donde aprendió retórica, matemáticas, geografía, ciencias naturales, francés, latín, dibujo y música.
Dos años después pidió y obtuvo el ingreso como cadete en el Regimiento de Murcia. Fue éste el origen de una brillante y vertiginosa carrera militar que tendría su bautismo de fuego en el sitio de Orán (1791), en la campaña de Melilla; trece años tenía entonces el futuro libertador.

José de San Martín (detalle de un retrato de François Joseph Navez, c. 1824)

Más tarde intervino en las guerras del Rosellón (1793) y de las Naranjas (1801), mereciendo sucesivos ascensos por su actuación; en 1803 era ya capitán de infantería en el regimiento de voluntarios de Campo Mayor. Cuando la invasión napoleónica de la península dio lugar a la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), su arrojo contra los invasores franceses en la batalla de Bailén (1808) le valdría ser nombrado teniente coronel de caballería.

La emancipación de América

Tras esta fulgurante carrera en el ejército español, y poco después de estallar la revolución emancipadora en América, San Martín, que había mantenido contactos con las logias masónicas que simpatizaban con el movimiento independentista, reorientó su vida hacia la causa emancipadora. El sentimiento de su identidad americana y su ideario liberal, desarrollado en el clima espiritual surgido tras la Revolución Francesa y en la lectura de los enciclopedistas e ilustrados franceses y españoles, lo determinaron a contribuir a la libertad de su patria.
Inició así una nueva etapa de su vida que lo convertiría, junto con Simón Bolívar, en una de las personalidades más destacadas de la guerra de emancipación americana. Solicitó la baja en el ejército español y marchó primero a Londres (1811), donde permaneció casi cuatro meses. Allí asistió a las sesiones de la Gran Reunión Americana, fundada por Francisco de Miranda, que fue la organización madre de varias otras esparcidas por América con idénticos fines: la independencia y organización de los pueblos americanos.
Desde Inglaterra se embarcó hacia Buenos Aires (1812), donde esperaba que su experiencia militar en numerosas batallas le permitiese rendir excelentes servicios al ideal que animaba a su país. A causa de sus veintidós años de servicio en el ejército realista, no fue recibido con entusiasmo por los dirigentes; pero, ante la debilidad militar del movimiento patriota, la Junta gubernativa le confirmó en su rango de teniente coronel de caballería y le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, al frente del cual obtendría la victoria en el combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813).
El mismo año de su llegada había conocido en una tertulia política a la que sería su esposa y compañera, doña María Remedios de Escalada, con quien contrajo matrimonio enseguida, el 19 de septiembre, en la catedral porteña. En 1813 renunció a la jefatura del Ejército de Buenos Aires, y en 1814 aceptó sustituir aManuel Belgrano al frente del Ejército del Alto Perú, maltrecho por sus derrotas. El duro revés que Belgrano había sufrido en Vilcapugio y Ayohuma a manos de los realistas cerraba prácticamente las posibilidades de avanzar sobre Perú, al tiempo que hacía vulnerable esa frontera, cuya custodia encargó a Martín Miguel de Güemes, caudillo de Salta.

La gesta de los Andes

Incómodo ante las suspicacias bonaerenses, y de acuerdo con sus compañeros de la logia Lautaro, José de San Martín pensaba que todos los esfuerzos debían orientarse hacia la liberación de Perú, principal bastión realista en América. Bloqueada la ruta del Alto Perú (la actual Bolivia), empezó a madurar su plan de conquista de Perú desde Chile; con este objetivo obtuvo la gobernación de Cuyo, lo que le permitió establecerse en Mendoza (1814) y preparar desde allí su ofensiva.
Mientras tanto, en Chile, Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera habían unido sus fuerzas para sostener la estratégica ciudad de Rancagua; con su derrota a manos de los realistas finalizaba la intentona independentista chilena del periodo denominado la Patria Vieja (1810-1814). La caída de la Patria Vieja y la llegada a Mendoza de los refugiados chilenos complicó los planes de San Martín, que esperaba atacar Perú desde un Chile independiente y aliado; era prioritario, pues, liberar Chile.

San Martín y O'Higgins en la travesía de los Andes

San Martín decidió apoyarse en O'Higgins, con quien preparó el plan de invasión que sería aprobado por los gobiernos de Gervasio Antonio de Posadas y de Juan Martín de Pueyrredón. En Mendoza, durante tres años (1814-1817) y con pobres recursos, San Martín organizó pacientemente el ejército con la ayuda de la población de los Andes; a la empresa se sumó también con celo su esposa, doña Remedios, que entregó sus joyas para aliviar en algo las penurias de los patriotas. En 1816 esta abnegada mujer dio al general su única hija, Merceditas, que sería el bálsamo de San Martín en su solitaria vejez.

Finalmente, en 1817 inició la gran campaña que habría de dar un giro nuevo a la guerra, en el momento más difícil para la causa americana, cuando la insurrección estaba vencida en todas partes con excepción de la Argentina. Su objetivo era invadir Chile cruzando la cordillera de los Andes, y su realización, en sólo veinticuatro días, constituiría la mayor hazaña militar americana de todos los tiempos. Superadas las cumbres andinas, el 12 de febrero de 1817 derrotó al ejército realista al mando del general Marcó del Pont en la cuesta de Chacabuco, y el 14 entró en Santiago de Chile. La Asamblea constituida proclamó la independencia del país y le nombró director supremo, cargo que declinó en favor de O'Higgins.

La liberación de Perú

Pero esta gran hazaña de San Martín perseguía, como ya se ha indicado, una meta mucho más ambiciosa, y respondía a la estrategia continental del libertador. Desde esa perspectiva más amplia, la conquista de Chile era sólo un paso necesario: San Martín comprendió que para sacudir el yugo español del continente era preciso conseguir el dominio naval del Pacífico y la ocupación del virreinato del Perú, verdadero centro del poder realista. El mismo virrey peruano Pezuela consideró con lucidez la situación creada tras el cruce de los Andes y la batalla de Chacabuco, señalando que esta campaña "trastornó enteramente el estado de las cosas, dio a los disidentes puestos cómodos para dominar el Pacífico y cambió el teatro de la guerra para dominar el poder español en sus fundamentos."
A partir de este momento, los esfuerzos de San Martín se centraron en la organización de la gran escuadra que había de transportar a las tropas libertadoras a Perú. Viajó a Buenos Aires a fin de solicitar lo necesario para la campaña; sin embargo, lo que recibió fue la oferta de intervenir directamente en las disputas internas del país, cosa que rechazó.

El abrazo de Maipú (detalle de un cuadro de Pedro Subercaseaux)

A su regreso a Chile, las fuerzas patriotas fueron derrotadas en Cancha Rayada por el ejército realista de Osorio. San Martín reorganizó las desmoralizadas tropas criollas y venció a Osorio en los llanos de Maipú (5 de abril de 1818); al término de esta batalla, con la que quedaba asegurada la libertad chilena, tuvo lugar el célebre abrazo entre San Martín y O'Higgins. Aún después de destruidos los últimos focos de resistencia española, San Martín tuvo que vencer tremendos obstáculos: la falta de dinero, las diferencias políticas y la rivalidad y envidia de sus enemigos; pero los muchos meses dedicados a la organización de la campaña de Perú acabarían dando su fruto.
Finalizados los preparativos, la escuadra zarpó de Valparaíso (Chile) el 20 de agosto de 1820, transportando un ejército de 4.500 hombres, y desembarcó en la playa de Paracas (cerca de Pisco, Perú) el 8 de septiembre. San Martín intentó una negociación con el virrey Pezuela, y luego con su sucesor, José de la Serna, con el que se entrevistó el 2 de junio de 1821: el libertador expuso allí su oferta de un arreglo pacífico, que incluía la independencia de Perú y la implantación de un régimen monárquico con un rey español, ofreciendo a La Serna la regencia interina. Fracasadas las negociaciones, San Martín ocupó Lima y proclamó solemnemente la independencia (28 de julio), pese a que el ejército realista aún controlaba gran parte del territorio virreinal.

San Martín desembarca en Paracas (1820)

Nombrado Protector de Perú, mientras enviados suyos gestionaban en las Cortes europeas el establecimiento de una monarquía, la incertidumbre de su situación militar contrastaba con la consolidación de Simón Bolívar en la Gran Colombia y la total liberación de Quito tras la Batalla de Pichincha. Hostilizado por los españoles que se habían hecho fuertes en las montañas, con su ejército desgastado por la prolongada campaña y con su poder minado por las disensiones entre los patriotas, San Martín hubo de sostener una lucha constante.
La ocupación de Guayaquil, ciudad reivindicada por Perú, fue el motivo inmediato de su célebre entrevista con Simón Bolívar (julio de 1822), en la que había de tratarse el futuro del continente y cuyo contenido exacto es aún objeto de múltiples discusiones, pero que sin duda debió de desalentar a San Martín; nada más regresar a Lima, y ante la creciente oposición peruana a su política, convocó el Congreso y presentó la renuncia a su cargo de Protector (20 de septiembre de 1822), dos años antes de que la victoria de Ayacucho pusiera fin definitivamente a la dominación española en Perú y en todo el continente.

El retiro

San Martín había decidido retirarse; consideraba cumplido su deber de liberar a los pueblos y no quiso participar en las luchas intestinas por el poder. En octubre de 1822 llegó a Chile; en verano de 1823 cruzó los Andes y pasó a Mendoza con la idea de establecerse allí, apartado de la vida pública. Pero las muchas críticas adversas que le atribuían aspiraciones de mando y el fallecimiento de su esposa lo determinaron a partir en febrero de 1824 rumbo a Europa, acompañado por su hija Merceditas, que en esa época tenía siete años.
Residió un tiempo en Gran Bretaña y de allí se trasladó a Bruselas (Bélgica), donde vivió modestamente; su menguada renta apenas le alcanzaba para pagar el colegio de Mercedes. Hacia 1827 se deterioró su salud, resentida por el reumatismo, y su situación económica: las rentas apenas le llegaban para su manutención. Durante esos años en Europa arrastró además una incurable nostalgia de su patria.

José de San Martín en una imagen de 1848

Su última tentativa de regreso tuvo lugar en 1829. Dos años antes había ofrecido sus servicios a las autoridades argentinas para la guerra contra el Imperio brasileño; en esta ocasión, embarcó hacia Buenos Aires con la intención de mediar en el devastador conflicto entre federalistas y centralistas. Sin embargo, al llegar encontró su patria en tal grado de descomposición por las luchas fraticidas que desistió de su intento, y, pese a los requerimientos de algunos amigos, no puso pie en la añorada costa argentina.
Regresó a Bélgica y en 1831 pasó a París, donde residió junto al Sena, en la finca de Grand-Bourg. Gracias a la solicitud de su pródigo amigo don Alejandro Aguado, compañero de armas en España, pudo pasar el postrero tramo de su vida sin vergonzosas estrecheces. En 1848 se instaló en su definitiva residencia de Boulogne-sur-Mer (Francia), donde moriría en 1850.


jueves, 11 de agosto de 2016

11 DE AGOSTO DE 1932 NACE:
FERNANDO ARRABAL
(Fernando Arrabal Terán; Melilla, 1932) Dramaturgo y novelista español. Residió en Melilla (hasta 1939), en Ciudad Rodrigo (hasta 1946) y en Madrid (hasta 1955). Abandonó España "por motivos de libertad", decisión reafirmada en 1958 al fracasar el estreno de Los Hombres del triciclo.

Fernando Arrabal
En París (su residencia permanente) fundó en 1961 con otros jóvenes el movimiento "pánico", con influencias de Tristan Tzara y el dadaísmo y estimulado también por André Breton. Conoció a la que luego sería su mujer y traductora, Luce Moreau, y estrenó Pique-Nique en Campagne (1959), dirigida por Jean Marie Serrau. Ese mismo año obtuvo una beca que lo llevó a Estados Unidos, ocasión que aprovechó para recorrer casi todo el país. Cuando volvió a Francia, su obra se consolidó en primera línea de las vanguardias.
Su teatro, encuadrado en la tendencia del absurdo, asume la mirada del niño (ajena a toda racionalización) y concibe el escenario como centro de confusión, terror, euforia, caos, pero también culto de la felicidad y rechazo de toda ley moral. A través de sus estrenos y su publicación en París el teatro de Fernando Arrabal alcanzó renombre universal.
Ya en sus primeras obras elige universos circulares o espacialmente cerrados; así en Los dos verdugos (Les deux bourreaux, 1956) y en El cementerio de automóviles(Le cimetière des voitures, 1957). Con el acopio de elementos surrealistas, las bases de su teatro se desarrollan en una búsqueda formal, tanto por lo que respecta al tratamiento del espacio escénico como al trabajo expresivo del gesto: Ceremonia para un negro asesinado (Cerémonie pour un noir assassiné), El arquitecto y el emperador de Asiria (L'architecte et l'empereur d'Assyrie, 1966) y Oye, patria, mi aflicción (1977) cuentan entre sus títulos más significativos.
Paralelamente, Fernando Arrabal ha desarrollado una labor como cineasta; a menudo, al igual que en su teatro, se inspira, con virulenta iconoclastia, en sus obsesiones españolas. Se inicia su filmografía con Viva la muerte (1970) y continúa con Iré como un caballo loco (1973), El árbol de Guernica (1976) y La odisea del Pacífico (1980). Por último, mencionemos su obra de narrador, marcada asimismo por una voluntad experimental y provocadora: las novelas Baal Babylone (1959),Arrabal celebrando la ceremonia de la confusión (1966), La torre herida por el rayo, que fue galardonada con el premio Nadal 1983 y La virgen roja (1986).
De entre sus últimas obras teatrales cabe citar Breviario de amor de un halterófilo(1987); La travesía del Imperio (1988); La extravagante cruzada de un revolucionario obeso (1989); Róbame un billoncito (1990) y La carga de los centauros (1990). El Teatro completo, publicado en dos volúmenes, vio la luz durante el bienio 1997-1998. Por otra parte, entre sus novelas más recientes destacan La hija de King Kong (1988); La extravagante cruzada de un castrado enamorado (1990); El mono, o enganchado al caballo (1994) y Ceremonia por un teniente abandonado (1998).
En la década de los noventa ha publicado también un volumen de poemas titulado Arrabalesques (1994) y varios ensayos tales como La dudosa luz del día (1994), galardonado con el Premio Espasa de Ensayo; Carta al rey de España (1995) y Un esclavo llamado Cervantes (1996), que ofrece una visión desmitificadora del autor del Quijote.
11 DE AGOSTO DE 1903 NACE:
ÁNXEL FOLE
(Ánxel Fole Sánchez; Lugo, 1903 - 1986) Narrador y dramaturgo español en lengua gallega. Perteneciente, junto a Álvaro Cunqueiro y Rafael Dieste, a una generación de escritores gallegos formados antes de la Guerra Civil, Fole no optó por exiliarse tras la guerra y se vio sometido a un total ostracismo interior.

Ánxel Fole
Inició estudios de filosofía y letras y derecho en Valladolid y Madrid, pero abandonó ambas carreras. Comenzó a publicar en el periódico de Lugo La Provincia (1927) y colaboró posteriormente en El Pueblo Gallego, en el que aparecería su primer artículo en gallego (1934) e inició su serie periodística Andar y ver. Durante la II República intervino en política; fue vicepresidente de la Agrupación de Lugo del Partido Republicano y militó más tarde en el Partido Galleguista. En esa misma época dirigió la página literaria de Guión, escribió en Resol y fundó Yunque, revistas desaparecidas al comienzo de la Guerra Civil (1936-1939).
En 1943 firmó en El Progreso con el pseudónimo Neumandro, que utilizó desde entonces. Colaboró en La Hoja del Lunes de Lugo, en La Noche de Santiago de Compostela (La Coruña) y en El Faro de Vigo (Vigo, Pontevedra). Esporádicamente publicó artículos en las revistas gallegas Grial, Vida Gallega, Chau y Teima. Fue miembro de la Real Academia Gallega.
Aunque también cultivó el teatro (Pauto do demo, 'Pacto con el diablo', de 1955), la mayor parte de la obra de Ánxel Fole se compone de relatos y novelas cortas: A lus del candil ('A la luz del candil', 1953), Contos da néboa (1975), Historias que ninguem cre (1985) y Tierra áspera. Partiendo de las tradiciones orales de la Galicia rural, creó ambientes de magia, misterio y sucesos sobrenaturales, con la imaginería típica de su tierra.
11 DE AGOSTO DE 1897 NACE:
ENYD BLYTON 
Escritora británica nacida en 1897 y muerta en 1968. Estudió magisterio y publicó su primer libro de poemas Child Whispers en 1922, pero no comenzó a escribir de manera constante hasta 1938. Escribió cuentos de hadas, libros de aventuras y series sobre sus personajes más famosos, Los Cinco y Los Siete. Publicó más de seiscientos libros, de los cuales la mitad continúa reeditándose en la actualidad. Se hizo muy popular entre los niños debido a su estilo amable, sus personajes y su sencillo vocabulario. Sus libros fueron bien aceptados durante los años treinta y cuarenta, y aunque se consideraban un mero entretenimiento, tras la posguerra intentaron prohibirlos. Posteriormente, encontraron menos oposición y fueron considerados útiles para desarrollar el gusto por la lectura en los niños y los jóvenes. Entre los autores de literatura infantil que eligieron pasar -por lo menos de una forma explícita- sobre el deseo de didactismo para distraer ante todo, cabe destacar el papel de esta escritora inglesa, que siempre pretendió coincidir con las necesidades espontáneas del niño.


El Club de los Cinco

El joven lector pide fundamentalmente a la novela de aventuras que le transporte a confines geográficos e históricos de nuestro mundo, y que le ponga en relación con seres excepcionales a quienes pueda admirar y con los que sentirse identificado; pero, al mismo tiempo se hace necesario dar al niño conocimientos científicos, técnicos, históricos, etc. Otra regla de oro de la literatura de los jóvenes es que éstos exigen a sus héroes que se comporten como adultos.

El Club de los Cinco, gracias a su título, al atractivo que ejercen los cuatro héroes acompañados de su perro y, sobre todo, al número de volúmenes publicados, es el auténtico dueño del mercado. Es aquí donde la autora conserva el tono infantil con más naturalidad que sus numerosos seguidores e imitadores. La atmósfera de prolongadas vacaciones es, por otro lado, un importante detalle a tener en cuenta en estas obras, que constituyen una especie de opio que se adapta bien a la edad de los consumidores. Un análisis serio de El Club de los Cinco, naturalmente en su lengua original y no en las versiones edulcoradas que ofrecen otros idiomas, permite comprender que los países que poseen esta tradición de literatura infantil manifiestan siempre mayor comprensión de las necesidades de la fantasía infantil y, por ello mismo, mayor vitalidad. De hecho, es fácil ver que de ahí precisamente es de dónde proviene toda esta literatura de evasión, reflejada en el fenómeno de El Club de los Cinco, pero que sabe conservar su principal mérito: la ausencia total de pretensión literaria.
De aquí surge el fenómeno de la serie; en general podríamos hablar de una serie literaria -peo también puede ser televisiva, cinematográfica, periodística, etc.- como de un fenómeno basado en un esquema extremadamente pobre, aunque no por eso reduce sus posibilidades de éxito. A pesar de sus manifiestas carencias, en los últimos años asistimos a un crecimiento progresivo de las series. En Francia todavía son tímidas, y no hacen sino dar los primeros pasos frente al fenómeno Enyd Blyton, pero en otros países, concretamente los latinos, no hay un equivalente de este género; sin embargo, se perpetúa felizmente en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y los países escandinavos, con autores como Elizabeth Enrigth, Anthony Buckeridge, Henri Winterfield y Harry Kullmann. En el caso que nos ocupa -el de Enyd Blyton-, y hay que limitarlo a las dimensiones psicológicas del mundo infantil, se trata de un grupo de niños -la literatura infantil generalmente no admite el héroe solitario- que vive, de libro en libro, una aventura de tipo policial basada en un enigma, normalmente muy simple, y que lleva implícitos o explícitos todos aquellos motivos que causan impacto en la imaginación: la agresión, bajo la forma de robo o de desaparición; la búsqueda, la prueba, el desenmascaramiento. Y, sin embargo, las series se multiplican.

miércoles, 10 de agosto de 2016

10 DE AGOSTO DE 1878 NACE:
ALFRED DÖBLIN

(Stettin, 1878 - Emmendingen, 1957) Escritor alemán. Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, se trasladó con su madre a Berlín (1888), donde más tarde cursó estudios de neurología y psiquiatría, doctorándose en 1905. Tras unos intentos narrativos juveniles, influidos por sus lecturas de Nietzsche y Freud (La cortina negra. Novela de las palabras y los azares, escrita en 1902 y no editada hasta 1919), se adscribió a la corriente expresionista y fue, junto con H. Walden y L. Schreyer, uno de los fundadores de la revista Der Sturm, en la que publicó varios relatos sueltos recogidos luego en los volúmenes El asesinato de un ranúnculo(1913) y Los Lobensteiner viajan a Bohemia (1917).

En 1915 obtuvo su primer éxito literario con la novela Los tres saltos de Wang-lun, parábola sobre la resistencia pasiva frente a la violencia, que tiene como correlato histórico la rebelión de una secta taoísta contra el gobierno imperial en la China del siglo XVIII. El lenguaje explosivo y renovador de la obra, que supone una ruptura decisiva con la tradición de la novela burguesa alemana, la convirtieron en el primer gran exponente del género dentro del expresionismo.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, en la que participó como médico militar, Döblin publicó La lucha de Wadzek con la turbina a vapor (1918), donde desarrolla uno de los temas centrales en su producción ulterior, la violencia de la técnica, yWallenstein (1920), novela de estructura y dimensiones épicas ambientada durante la Guerra de los Treinta Años.
De su personal lectura del pensamiento marxista y socialista da testimonio El baile de máscaras alemán (1921), recopilación de ensayos y artículos políticos a la que siguieron otras dos importantes creaciones novelescas: Montañas, mares y gigantes(Berge, Meere und Giganten, 1924), utopía de la era técnica sobre una humanidad que se ha alejado irremisiblemente de la naturaleza y debe pagar las consecuencias, y Berlín Alexanderplatz, de 1929, sin duda su obra más famosa y la primera novela alemana importante sobre el tema de la gran ciudad.
Equiparada con el Ulises de James Joyce o la trilogía U.S.A. de John Dos Passos,Berlín Alexanderplatz narra la historia de Franz Biberkopf, un obrero recién liberado de la cárcel que intenta abrirse paso y llevar una vida digna en el babilónico laberinto de los bajos fondos berlineses. El notable virtuosismo técnico desplegado en la composición de la novela (asociación, monólogo interior, diversidad de perspectivas y planos narrativos, collages, citas, yuxtaposición de las escenas y constante alternancia de los niveles lingüísticos) reproduce en todo momento el ritmo trepidante de la urbe y el trágico sino de la condición humana moderna.

Inmediatamente después del incendio del Reichstag (1933), Döblin huyó primero a Suiza y luego a Francia, donde permaneció hasta la invasión nazi en 1940 y escribió, entre otros títulos, La migración babilónica o La soberbia precede a la caída(1934), No habrá perdón (1935), novela de base autobiográfica, y las trilogíasAmazonas (1937-48), donde recrea episodios de la historia hispanoamericana, yNoviembre de 1918. Una revolución alemana (1939-50), estas últimas continuadas en el exilio americano y en Alemania, adonde volvió al término de la guerra.
A su etapa final pertenecen El coronel y el poeta, o el corazón humano (1946),Hamlet o La larga noche llega a su fin (1956), historia familiar en la que se advierten ecos de la tradición novelística anglosajona, y el libro de memorias Viaje del destino (1949), evocación del exilio en Francia y los EE.UU. De su conversión al catolicismo, acaecida en 1941, informa detalladamente el ensayo El hombre inmortal. Diálogo Religioso (1946). Döblin dejó asimismo obras teatrales y numerosos ensayos sobre temas religiosos, políticos y literarios: Nuestra existencia(1933), La literatura alemana en el extranjero desde 1933 (1938) y La poesía, su naturaleza y su papel (1950).

10 DE AGOSTO DE 1912 NACE: JORGE AMADO

10 DE AGOSTO DE 1912 NACE:

JORGE AMADO

Jorge Leal Amado de Faria
Escritor brasileño
Nació el 10 de agosto de 1912 en la Fazenda Auricídia, en Ferradas,Itabuna, Bahia (Brasil).
Hijo del Coronel Joâo Amado de Faria y de Eulália Leal Amado. Cuando tan sólo tenía un año de edad, se trasladaron a Ilhéus, donde pasa la infancia.
Realiza el secundario en el colegio Antonio Vieira y en el Gimnasio Ipiranga, en Salvador. Cursó estudios universitarios en Río de Janeiro, en la Facultad de Derecho, donde se recibe de Bachiller en Ciencias Jurídicas y Sociales(1935) aunque nunca ejerció como abogado.
Contrajo matrimonio con Zélia Gattai -autora de Anarquistas, graças a Deus (1979), Um chapéu para viagem (1982), Senhora dona do baile (1984), Jardim de inverno (1988), Pipistrelo das mil cores (1989) y O segredo da Rua 18 (1991)- y fruto del matrimonio fueron sus dos hijos: Joâo Jorge, sociólogo y autor de piezas de teatro infantil, y Paloma, psicóloga.
En 1935 fue encarcelado por sus actividades izquierdistas. Representó al Partido Comunista de Brasil como diputado federal en la Asamblea constituyente en 1946. Tierra del sinfín (1944), considerada su obra maestra, describe la vida de los trabajadores de las plantaciones de cacao. En 1945, es electo diputado federal por el Estado de San Pablo, teniendo participación de la Asamblea Constituyente de 1946 (por el Partido Comunista Brasileño) y de la primera Cámara Federal para el Estado Nuevo. Vive exiliado en Argentina y Uruguay (1941-42), en París (1948-50) y en Praga (1951-52). En 1961 le nombraron miembro de la Academia Brasileña de las Letras.
Otras obras suyas son: Gabriela, clavo y canela (1958), sobre la vida social urbana y la transición política, Viejos marineros (1960), Los pastores de la noche (1964), Doña Flor y sus dos maridos(1966), que posteriormente se llevó al cine y Teresa Batista cansada de guerra (1973). En 1979, abandonó su temática habitual y publicó Uniforme, frac y camisón de dormir, en la que describe a la alta sociedad de Río de Janeiro en la década de 1940.
Jorge Amado falleció el 6 de agosto de 2001 a causa de una parada cardiorrespiratoria en su casa de la ciudad de Salvador.

Obras
Novela
El país del Carnaval — 1931
Cacao — 1933
Sudor — 1934
Jubiabá — 1935
Mar Muerto — 1936
Capitanes de la arena 1937
Tierras del sin fin — 1943
San Jorge de los Ilheus — 1944
Seara roja — 1946
Los subterráneos de la libertad — 1954
Gabriela, clavo y canela — 1958
Los viejos marineros — 1961
Los pastores de la noche — 1964
Doña Flor y sus dos maridos — 1966
Tienda de los milagros — 1969
Teresa Batista cansada de guerra — 1972
Tieta de Agreste — 1977
Uniforme — frac y camisón de dormir — 1979
Tocaia grande — 1984
La desaparición de la santa — 1988
De cómo los turcos descubrieron América — 1994

Relatos
La muerte y la muerte de Quincas Berro Dágua — 1961
Del reciente milagro de los pájaros — 1979

Para niños
El Gato Mallado y la golondrina Siñá — 1976
La pelota y el arquero — 1984

Biografías
El ABC de Castro Alves — 1941
El Caballero de la esperanza — 1942

Teatro
El amor del soldado — 1947

Memorias
El niño grapiuna — 1982
Navegación de cabotaje — 1992

sábado, 6 de agosto de 2016

6 DE AGOSTO DE 1809 NACE:

ALFRED TENNYSON
(Somersby, Reino Unido, 1809 - Aldworth, id., 1892) Poeta británico. Creció en el seno de una familia acomodada que le inculcó el gusto por la lectura, y ya desde joven manifestó sus aptitudes poéticas en unas primeras composiciones a la manera de Pope y Milton.

Alfred Tennyson
A los diecinueve años publicó su primer libro de poemas en colaboración con su hermano Charles, Poemas de dos hermanos (1823), y al año siguiente ingresó en el Trinity College de Cambridge, donde entró en contacto con una sociedad secreta de gran prestigio, The Apostles, y conoció al que sería su gran amigo, Arthur Hallan, a la memoria del cual escribió uno de sus poemas más famosos, In memoriam(1850), considerado su obra maestra.
Su primer libro importante, Poemas principalmente líricos, apareció en 1830, y tres años más tarde publicó el segundo, Poemas, que no recibió una acogida tan buena por parte de la crítica, a pesar de tratarse de una colección más consistente y lograda, con un mayor dominio de la técnica y de la construcción mitológica, clásica y medieval, y que da pie a la reflexión moral.
Abatido por este fracaso y por la muerte, ese mismo año, de su amigo Hallan, Tennyson estuvo diez años sin publicar, hasta que en 1842 apareció su tercer libro de Poemas, con el que recobró cierto prestigio literario, hecho que lo animó a publicar, en 1847, un largo poema sobre la condición de la mujer moderna, La princesa, con el que se consagró como poeta.
Tres años más tarde apareció el ya citado In memoriam, tras el cual fue nombrado poeta oficial, con lo que ocupó el sitio que había dejado vacante William Wordsworth. Como tal, escribió la Oda por la muerte del duque de Wellington(1852) y La carga de la brigada ligera, con el objetivo de cantar las glorias nacionales. Respaldado por esta posición oficial, a la que vendría a añadirse, en 1884, el título de lord, trabajó en la composición de una serie de poemas en prosa sobre el rey Arturo, que culminaría en 1859 con Los idilios del rey.
A partir del año 1875, Tennyson pasó a escribir teatro (Becket, 1884; Tiresias, 1885), aunque sólo algunas de sus obras fueron representadas. La muerte le sorprendió cuando aún estaba corrigiendo su último libro de poemas, La muerte de Enone (1892).
Estas son las fotografías más desgarradoras que dejó la caída de la bomba atómica sobre Hiroshima. (Foto: De10.com.mx)
6 DE AGOSTO DE 1945:
ES DEVASTADA LA CIUDAD DE HIROSHIMA

Hiroshima era una ciudad japonesa portuaria e industrial, situada en la isla principal de Japón.
El 6 de agosto de 1945, Hiroshima sufrió la devastación, hasta entonces desconocida, de un ataque nuclear.
Los japoneses detectaron aeronaves estadounidenses sobrevolando tierras japonesas, pero como eran pocos pensaron que no podrían llevar a cabo un ataque aéreo masivo. Solamente dieron señal de precaución para que la población se dirigiera a los refugios antiaéreos.
A las 2:45 de la madrugada del 6 de agosto, el avión B-29 llamado “Enola Gay” despego de Tinian. La bomba fue montada encima del avión para evitar un accidente nuclear al despegar. Acompañando al Enola Gay iba un avión fotográfico y otro instrumental. . A las 08:15 del 6 de agosto de 1945, el Enola Gay lanzó sobre Hiroshima a “little boy”, nombre en clave de la bomba de uranio.
La bomba atómica fue preparada para detonar a 560 metros de altura sobre la ciudad.
En pocos minutos, una columna de humo y fuego, de color gris-morado, surgió en la tierra, a una temperatura aproximada de 4000º C, lo que calcinó a miles de personas en el centro de Hiroshima.
Todos los edificios en el radio de 13km cuadrados desde el centro de la explosión quedaron totalmente destruidos. Unas 78.000 personas, y quizás muchas miles mas, murieron o fueron gravemente heridas en Hiroshima.


Tokio, a unos 700 kilómetros de distancia, perdió todo contacto con Hiroshima.
El gobierno japonés envió una misión de reconocimiento para informar sobre lo que había pasado, pero de Hiroshima sólo quedaba una enorme cicatriz en la tierra, rodeada de fuego y humo.
Después de la explosión sobre Hiroshima, los norteamericanos esperaban la rendición inmediata de Japón. Pero esto no sucedió. Los japoneses no sabían que se trataba de una bomba atómica. Fue un científico japonés que el 8 de agosto lo averiguo.
El gobiernos japonés dio por hecho que los Estados Unidos sólo tenían una bomba atómica y, por tanto, pensaron que debían resistir y mantenerse armados, pero esta respuesta fue prevista por los estadounidenses y, como muestra de que tenían más bombas y de mayor fuerza destructiva, lanzaron la segunda bomba.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...