4 DE MARZO DE 1811 MUERE
MARIANO MORENO
Político y jurisconsulto argentino (Buenos Aires, 1778 - ?, 1811). Su padre deseaba que siguiese la carrera eclesiástica en la Universidad de Charcas, pero las limitaciones económicas de la familia lo impedían. Una recomendación del clérigo Felipe Tomas de Iriarte posibilitó el viaje, y en 1799 Moreno inició el largo trayecto a Charcas.
El canónigo Matías Terrazas lo alojó, costeó sus estudios y le facilitó su afamada biblioteca en la que tomó contacto con las ideas de la Ilustración, con las obras de Filangieri y Smith y con las tendencias reformadoras del derecho indiano. Tras completar los cursos de teología, en 1804 se graduó como abogado, actividad a través de la cual llegaría a ejercer en la Audiencia y el Cabildo en Buenos Aires (1805).
Relacionado con Martín de Alzaga y el partido español, apoyó la asonada del 1 de enero de 1809 contra el virrey Linniers. Sofocada ésta por la intervención del regimiento de Patricios comandado por Cornelio Saavedra y restituido Linniers, Moreno no fue perseguido ni molestado. Al hacerse cargo del virreinato Baltasar Hidalgo de Cisneros, le fue ofrecido a Moreno el puesto de oidor en los tribunales peninsulares, ofrecimiento que rechazó. Ese mismo año redactó la Representación de los hacendados, en donde defendió el libre cambio.
En vísperas de la revolución, Moreno siguió unido a Alzaga y al partido español. No participó de las reuniones secretas, pero sin duda era un hombre conocido y respetado por los revolucionarios. Al ser proclamada la primera Junta fue nombrado secretario y se reveló como un estratega. Desde ese cargo trató de extender y consolidar la revolución; sus ideas al respecto fueron plasmadas en el Plan de Operaciones. Fundó el periódico La Gaceta, la Biblioteca Nacional y tradujo El Contrato Social de Juan Jacobo Rousseau.
Se consolidó como la figura más representativa de la facción radical (jacobina) de la revolución de mayo. En 1810, en un ataque directo a Saavedra (presidente de la Junta y líder de la facción moderada), firmó el decreto de Supresión de honores.
La tensión se agudizó aún más en el momento de la incorporación de los diputados provinciales; Moreno se opuso porque entendía que la revolución estaba en peligro dado el escaso compromiso de éstos con el proyecto emancipador. No tuvo éxito y renunció. Saavedra lo destinó a una misión en Londres, pero murió durante el trayecto.
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