lunes, 12 de enero de 2015

12 DE ENERO DE 1876 NACE JACK LONDON

12 DE ENERO DE 1876 NACE
JACK LONDON
 
(John Griffith Chaney; San Francisco, 1876 - Glen Ellen, 1916) Novelista y cuentista estadounidense de obra muy popular en la que figuran clásicos como La llamada de la selva (1903), que llevó a su culminación la aventura romántica y la narración realista de historias en las que el ser humano se enfrenta dramáticamente a su supervivencia. Algunos de sus títulos han alcanzado difusión universal.
En 1897 London se embarcó hacia Alaska en busca de oro, pero tras múltiples aventuras regresó enfermo y fracasado, de modo que durante la convalecencia decidió dedicarse a la literatura. Un voluntarioso período de formación intelectual incluyó heterodoxas lecturas (Kipling, Spencer, Darwin, Stevenson, Malthus, Marx, Poe, y, sobre todo, la filosofía de Nietzsche) que le convertirían en una mezcla de socialista y fascista ingenuo, discípulo del evolucionismo y al servicio de un espíritu esencialmente aventurero.
En el centro de su cosmovisión estaba el principio de la lucha por la vida y de la supervivencia de los más fuertes, unido a las doctrinas del superhombre. Esa confusa amalgama, en alguien como él que no era precisamente un intelectual, le llevó incluso a defender la preeminencia de la "raza anglosajona" sobre todas las demás.
Su obra fundamental se desarrolla en la frontera de Alaska, donde aún era posible vivir heroicamente bajo las férreas leyes de la naturaleza y del propio hombre librado a sus instintos casi salvajes. En uno de sus mejores relatos, El silencio blanco, dice el narrador: "El espantoso juego de la selección natural se desarrolló con toda la crueldad del ambiente primitivo". Otra parte de su literatura tiene, sin embargo, como escenario las cálidas islas de los Mares del Sur.
En 1900 publicó una colección de relatos titulada El hijo del lobo, que le proporcionó un gran éxito popular, y a partir de la publicación de La llamada de la selva (1903) y El lobo de mar (1904), se convirtió en uno de los autores más vendidos y famosos de Estados Unidos. Entre sus principales obras, además de las mencionadas, se encuentran Colmillo blanco (1906), un relato sobre la hegemonía de los más fuertes; El talón de hierro (1908), una lúcida fábula futurista, premonitoria de los fascismos que vendrían después, donde se describe el engranaje y los mecanismos de un estado totalitario moderno; Martin Eden (1909), su ficción más autobiográfica, y El vagabundo de las estrellas (1915), una serie de historias conectadas entre sí alrededor del tema de la reencarnación y las posibilidades fantásticas de la imaginación.
En otros libros como El pueblo del abismo (1903), Guerra de clases (1905) y Revolución y otros ensayos (1910), dejó testimonio de sus preocupaciones por los problemas sociales. Sus cuentos breves son obras maestras, que impusieron un estilo en una época en la que el género prácticamente nacía. Textos de gran plasticidad, estructura dramática y emoción contenida, en los que sus personajes siempre están al borde de las posibilidades límites, vencidos por el frío, los animales o por otros hombres. Su obra decayó en los últimos años de su vida, a causa del alcohol y de múltiples problemas de salud. Se suicidó poco después de cumplir los cuarenta años.
12 DE ENERO DE 1628 NACE
CHARLES PERRAULT

Político, historiador, académico y escritor francés, nacido en París el 12 de enero de 1628 y muerto en la misma ciudad en 1703. Nacido en el seno de una familia de la alta burguesía estrechamente relacionada con los círculos jansenistas (véase jansenismo) y muy interesada por todo tipo de cuestiones artísticas e intelectuales, Perrault se sintió muy inclinado desde su juventud por los estudios de ciencias (la arquitectura, las matemáticas) y de humanidades. Sin embargo, sus estudios de Derecho Civil y su dedicación a la literatura ocuparon pronto toda su actividad intelectual, que se desarrolló en paralelo a una intensa carrera de alto funcionario y político de la corte de París.
Charles Perrault trabajó, en efecto, durante muchos años en diversos ministerios, especialmente en los relacionados con el área económica. En particular, estuvo muy vinculado y fue uno de los mayores soportes intelectuales e ideológicos del primer ministro Colbert, auténtico arquitecto del esplendor de la corte de Luis XIV. En 1672, Perrault fue nombrado académico, porque desde años antes había comenzado a escribir y publicar algunas obras literarias. Por ejemplo, en 1653 sacó a la luz un poema burlesco escrito en colaboración con sus hermanos (entre ellos el célebre arquitecto Claude) que se titulaba Les Murs de Troie (Las murallas de Troya). Desde la Academia realizó una intensa labor de propaganda política y de apología de los logros políticos, económicos, sociales y culturales de Luis XIV, e impulsó todo tipo de tareas que no se limitaron sólo a las literarias, sino también a las arquitectónicas, artísticas, etc.
En el ejercicio de su cargo se ganó la enemistad de importantes intelectuales, como Racine, Boileau y Louvois, quienes lograron que en 1683, poco antes de la muerte de Colbert, cayese en desgracia. Para recuperar el favor de la corte, Perrault publicó algún tiempo después la epopeya cristiana Saint Paulin, en la que defendía un tipo de arte austero y moral frente a los excesos galantes de Racine. Poco después, en 1687, compuso un poema titulado Le Siècle de Louis Le Grand (El siglo de Luis el Grande), con el que terció en la polémica que por entonces enfrentaba a los llamados "Antiguos" frente a los "Modernos"; contrariamente a lo que opinaban los primeros, Perrault defendía en dicho poema los planteamientos de los "Modernos", quienes defendían que la antigüedad estaba relacionada con el paganismo, y el arte moderno con el cristianismo y la monarquía.
Entre 1688 y 1696 publicó cuatro volúmenes de Parallèle (Paralelo), ambicioso ensayo con el que pretendía cotejar las literaturas antiguas y modernas, y que está considerado como una de las obras precursoras de la literatura comparada. Por la misma época publicó otra obra cuya intención era ganar el favor de la corte: una recopilación de biografías titulada Les Hommes illustres qui ont paru en France pendant le XVIIe siècle (Los hombres ilustres que han aparecido en Francia durante el siglo XVII).
Charles Perrault redactó presumiblemente la colección de cuentos en prosa que le ha hecho famoso en todo el mundo durante la década de 1690. Sus primeros tanteos tuvieron lugar en 1691, cuando redactó Griselides, inspirado en Boccaccio. Poco después escribió Les Souhaits ridicules (Los deseos ridículos) y Peau-d'Âne (Piel de asno). En 1695, reunió cinco de los cuentos en un volumen lujosamente caligrafiado (sin nombre de autor) que regaló a una nieta de Luis XIV. El título que exhibía en portada era el de Histoires ou Contes du temps passé (Historias o cuentos del tiempo pasado) o Contes de ma mère l'Oye (Cuentos de mi madre la Oca). Los cinco cuentos incluidos en esta versión de su colección eran La belle au bois dormant (La bella durmiente del bosque), Le petit Chaperon Rouge (Caperucita Roja), La Barbe-Bleue (Barba Azul), Le Chat bottée (El gato con botas) y Les Fées (Las Hadas). Dos años después, en febrero de 1697, se realizó una impresión, de nuevo sin el nombre del autor, que presentaba como novedad la inclusión de tres nuevos cuentos: Cendrillon (Cenicienta), Riquet à la houppe (Riquete el del Copete) y Le Petit Poucet (Pulgarcito). El favor del público acompañó desde el principio a esta colección, y al menos tres reimpresiones se hicieron en vida de Perrault, quien nunca llegó a reconocer claramente la autoría de aquella obra. Según la mayoría de los especialistas, fue indudablemente él el autor, si bien algunos apuntan que trabajó sobre una recopilación de cuentos orales anotados por su hijo Pierre cuando éste tenía diecisiete años.
Los últimos años de la vida de Charles Perrault fueron desgraciados para él. Su hijo Pierre, el supuesto primer colector de los cuentos, se vio implicado en un oscuro crimen y poco después murió cuando tenía sólo veintiún años. El propio Perrault no volvió a gozar del prestigio social que tuvo en tiempos anteriores y se concentró en la redacción de obras literarias como las Fables de Faërne (Fábulas de Faerno), de 1696, adaptación de una colección de fábulas latinas del Renacimiento italiano; y, sobre todo, de las inconclusas y póstumas Mémoires de ma vie (Memorias de mi vida), en las que daba un retrato de sí mismo y de sus hermanos como máximos promotores del esplendor cultural de su época.
Pese a que su colección de cuentos en prosa fue la obra que seguramente él menos apreció, su fama universal se cimenta casi exclusivamente en ella. Sus reediciones y adaptaciones se cuentan por millares en todo el mundo, y su influencia ha sido tan enorme que incluso algunas de sus versiones interfirieron y volvieron a entrar en la tradición oral. Por ejemplo, los especialistas han demostrado que la gran mayoría de las versiones de Caperucita Roja que se pueden encontrar en la tradición oral europea dependen más o menos directamente del texto de Perrault. Incluso la versión publicada en 1812 y 1815 por los hermanos Jakob y Wilhelm Grimm en su colección Kinder und Hausmärchen (Cuentos de los niños y del hogar) deriva claramente de la versión de Perrault, como ha puesto de relieve el gran especialista francés Paul Delarue: "el cuento de Grimm desciende del de Perrault, como revela una comparación atenta y explican ciertos hechos: presenta los mismos detalles, las mismas añadiduras literarias más complacientemente desarrolladas, las mismas lagunas; los hermanos Grimm obtuvieron su versión de una informante de ascendencia francesa que mezclaba en su memoria las tradiciones francesa y alemana; y ella y su hermana les proporcionaron, para la primera edición, otros tres cuentos de Perrault y uno de Madame d'Aulnoy que fueron suprimidos en las ediciones posteriores. Si Caperucita Roja fue mantenida en las siguientes ediciones, ello se debió sin duda a su diferente desenlace, que pudo hacerles creer que era una versión independiente; pero el nuevo desenlace no es más que una contaminación de la forma alemana del cuento de La cabra y los cabritillos".

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...