miércoles, 24 de febrero de 2016

24 DE FEBRERO DE  1832 NACE:

JUAN CLEMENTE ZENEA

(Juan Clemente Zenea y Fornaris; Bayamo, 1832-La Habana, 1871) Poeta y patriota cubano. Es el más alto representante del romanticismo cubano.
En 1852 se estableció en Nueva York; a su regreso a Cuba (1854) colaboró en la Revista de La Habana y en Brisas de Cuba. Desde 1855 publicó en pliegos sus Cantos de la tarde, que aparecieron completos en 1860, y dirigió la Revista Habanera (1861-1862).
Emigró de nuevo a Nueva York (1865), desde donde pasó a México. Ante la noticia del alzamiento de Céspedes, intentó desembarcar en Cuba, pero fracasó y regresó a Nueva York (1868), donde colaboró en La Revolución. Militó entre los opositores al general Quesada, aceptando la misión de trasladarse a Cuba para entrevistarse con Céspedes. Fue capturado por fuerzas españolas en el ingenio Santa Rosa cuando se dirigía de regreso a EE UU en compañía de la esposa de Céspedes.
Las autoridades españolas no respetaron su salvoconducto, y, tras varios meses de cárcel en la prisión de la Cabaña -tiempo en el que escribió el poemario Diario de un mártir -, fue fusilado en el foso de los Laureles. Póstumamente aparecieron Poesías póstumas (1871) y Poesías completas (1872).

24 DE FEBRERO DE 1786 NACE:
WILHELM GRIMM
(Wilhelm Carl Grimm; Hanau, 1786 - Berlín, 1859) Filólogo, historiador y escritor alemán. Junto con su hermano Jacob Ludwig (1785-1863), fue uno de los intelectuales más relevantes del Romanticismo alemán. Las recopilaciones y estudios sobre los cuentos folclóricos que realizaron en su juventud les proporcionaron fama y prestigio mundial.

Wilhelm Grimm
Las vidas de los hermanos Grimm corrieron en paralelo durante gran parte de su existencia: hijos mayores de una familia acomodada y de convicciones profundamente religiosas y tradicionales, la muerte prematura del padre (un abogado acomodado) en 1796, y de la madre en 1808, dejó a la familia en una situación económica muy comprometida. Los hermanos realizaron estudios en Kassel y en Marburgo, donde conocieron y recibieron la influencia del poeta y folclorista Clemens Brentano y del jurista Friedrich Karl von Savigny, quienes despertaron en ellos la pasión tanto por la literatura popular como por los estudios comparados de Derecho y de Historia antigua y moderna.
Los problemas de salud de Wilhelm le impidieron, al contrario que a su hermano, encontrar una ocupación estable hasta 1814, cuando fue aceptado como secretario de la biblioteca del príncipe elector de Kassel. Tres años antes, en 1811, había publicado su primer trabajo importante en solitario: Cantos épicos daneses antiguos.
Un año después, en 1812, los hermanos Grimm publicaron la primera edición de losCuentos de la infancia y del hogar, que conocería una segunda edición, revisada y modificada, en 1816. Aquella segunda edición de los dos centenares de cuentos folclóricos recogidos por ambos hermanos de la tradición oral, y editados con escasos retoques (lo que convirtió la obra en la primera realizada en la historia con criterios auténticamente rigurosos y científicos, muy cercanos a los que utiliza la etnografía moderna), fue precedida por un prólogo de Wilhelm Grimm titulado Sobre la naturaleza del cuento, en el que defendió que los cuentos folclóricos contemporáneos descendían directamente de los mitos religiosos antiguos, y que su importancia literaria e histórica estaba muy por encima de lo que se había tradicionalmente considerado hasta entonces.
En el mismo año en que publicaron la segunda edición de sus cuentos, los hermanos Grimm renunciaron a sus puestos de funcionario para dedicarse, en condiciones bastante difíciles, al estudio de la literatura folclórica y antigua alemana. Entre 1816 y 1818, publicaron varios volúmenes de Leyendas alemanas. Poco después, en 1821, Wilhelm Grimm publicaba su estudio Sobre las antiguas runas. Y en 1826 publicaron su traducción de las Leyendas y tradiciones de hadas del sur de Irlanda, de Thomas Crofton Croker, para la que escribieron un prólogo que resumía sus ideas sobre los cuentos de hadas paneuropeos.
También por aquellos años, los hermanos Grimm se ocuparon intensamente del estudio de textos literarios arcaicos con fuerte presencia de lo popular, y realizaron importantes trabajos sobre el Cantar de los Nibelungos y sobre la obra El pobre Heinrich, de Hartmann von Aue.
A finales de la década de 1820, cada hermano eligió seguir caminos intelectuales propios, aunque nunca dejaron de estar muy unidos en lo personal. Mientras Wilhelm continuaba su labor medievalista con un trabajo titulado Las leyendas heroicas alemanas, Jacob volvió a centrarse en los estudios filológicos de carácter eminentemente lingüístico.
En 1829 perdieron el favor del príncipe elector de Hessen-Kassel, por lo que se vieron obligados a trasladarse a la cercana Universidad de Göttingen, donde durante años desarrollaron labores de bibliotecarios y profesores. Cuando el recién coronado rey de Hannover abolió en 1833 una constitución moderada que consideraba excesivamente liberal, la protesta de los hermanos Grimm, junto con otros cinco profesores, fue seguida de su destitución.
En 1840 aceptaron la invitación del rey de Prusia, Federico Guillermo IV, para enseñar en la Universidad de Berlín. La estabilidad y tranquilidad que les ofreció su nueva situación les permitió comenzar la empresa más ambiciosa de cuantas se propusieron: el Diccionario alemán, una vasta recopilación de todas las voces alemanas con anotación de etimologías, variantes a lo largo de la historia, desarrollos semánticos, usos diversos, dialectalismos, coloquialismos, y citas de dichos y proverbios.
Tal empresa no pudo ser culminada por sus iniciadores. Wilhelm murió cuando la redacción del diccionario había llegado hasta la letra D, y Jacob cuando alcanzaba a la letra F. Nuevas generaciones de filólogos concluirían su ambicioso empeño, que habría de servir de modelo a muchos otros diccionarios históricos que se proyectaron en otros lugares de Europa.
Al contrario que Jacob Grimm, que siempre permaneció soltero, Wilhelm Grimm contrajo matrimonio con Dorothea Wild de Kassel, con la que tuvo tres hijos: Hermann (1828-1901), que fue historiador del arte y de la literatura; Rudolf (1830-1889), jurista; y Auguste (1832-1919).

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...