lunes, 24 de julio de 2017

24 DE JULIO DE 1895 NACE :

ROBERT GRAVES
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(Londres, 1895 - Deià, 1985) Poeta, ensayista y novelista inglés que combinó la ironía, el intelecto y el clasicismo, muy conocido por sus novelas de corte histórico. Su padre, Alfred Perceval Graves, fue una destacada figura del movimiento literario irlandés. Durante la Primera Guerra Mundial, Robert Graves sirvió en Francia con los "Royal Welch Fusiliers". Precisamente el día que cumplía veintiún años es herido por la esquirla de una granada y es dado por muerto. Esa experiencia, que resulta suficiente para incorporarlo al grupo de poetas denominado por algunos críticos como "Los poetas de la guerra del 14", junto a Wilfred Owen y David Jones, es la que define ese sentimiento y esa aspereza de sus primeros poemas recogidos en Over the Brazier (1916) y Fairies and Fusiliers (1917).
En 1926 fue nombrado profesor de literatura inglesa de la Egyptian University. En 1930 se traslada a Mallorca donde junto con la poetisa y novelista, especializada en temas helenísticos, Laura Riding, funda y dirige la Seizin Press. Retorna a Inglaterra durante la guerra civil española para, una vez finalizada ésta, instalarse definitivamente hasta su muerte en la isla balear.
En 1939 publica su primera colección completa de poesías, Collected Poems. Como poeta Graves siempre participó en las antologías de Georgian Poetry. La popular sencillez de sus primeros poemas irá derivando, con la influencia de Empson y Eliot y la incorporación de las doctrinas de Freud, la metafísica y la psicología, hacia un lenguaje más hermético e introspectivo.
Sin embargo, en sus posteriores colecciones como Poems (1946), Poems and Satires (1951) y Poems (1953) se muestra menos intelectual y agrio y su actitud ante la vida se hace más objetiva, de mayor aceptación y generosidad. En esta línea están orientados Collected poems (1965) y los más recientes, Poems 1965-1968 (1968) y Poems (1970), breves y mezclados de desilusión y rejuvenecimiento.
Graves destacó también el campo del ensayo y la novela histórica. Como ensayista ya es un clásico su estudio La diosa blanca (1948), tratado de mitología literaria donde Graves rastrea la relación existente entre la luna y la creación poética; este texto está a la altura de La rama dorada, de R. Frazer. Dentro de la misma modalidad ensayística está su polémico como monumental Los mitos griegos(1955). Tampoco hay que olvidar su labor como traductor, dentro de la cual es obligado mencionar sus memorables traducciones de El asno de oro, de Apuleyo, La Farsalia, de Lucano y Los doce Césares, de Suetonio.
Debe resaltarse su faceta de autor de novelas históricas. Graves se dedicó a este tipo de novelas porque tenía que mantener a su familia y no podía hacerlo con sus obras en verso. En Yo, Claudio (I, Claudius) y Claudio el dios, ambas de 1934, Graves hace un retrato, bajo una visión muy particular, del primer período del Imperio Romano, desde el punto de vista narrativo de Claudio. En ambas se describe el ambiente de brutalidad, lujuria, violencia, superstición y arbitrariedad de la Roma del siglo I; esta descripción se hace con una voluntad desmitificadora y crítica, como ocurre en general en todas las obras de este tipo que Graves aborda.
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Le siguen después, El conde Belisario (1938), La mujer de Milton, La historia de Marie Powel (1943), El Rey Jesús (1946), La hija de Homero (1955), Últimas aventuras del sargento Lamb (1941), El sello que naufragó (1960), El vellocino de oro (1945), Las islas de la imprudencia (1952) y El grito (The Shout and Other Stories, 1963). Sus novelas históricas pueden considerarse como reconstrucciones-interpretaciones de sobrio estilo, generalmente adoptando un punto de vista contemporáneo y demostrando, al lado de su fidelidad historiográfica, una gran capacidad para indagar en la psicología de los personajes. Por último hay que mencionar su relevante narración autobiográfica Adiós a todo eso (1929), en la que Graves barrunta el cambio que se operaba en la civilización occidental.

24 DE JULIO DE 1886 NACE:

JUNICHIRO TANIZAKI
(Tokyo, 1886 - Yugawara, 1965) Escritor japonés. Colaboró en la revista Literatura de Mita, junto con Nagai Kafu, Satô Haruo y Kubota Mantaro, jóvenes escritores que, como él, rechazaban por igual la escuela naturalista y al grupo de Shirakaba.

Junichiro Tanizaki
En los inicios de su carrera literaria acusó influencias de Oscar Wilde y de Edgar Allan Poe, presentes en la obra con la que se dio a conocer, El tatuaje (1910), y con la que inicia un período creativo adscrito al esteticismo y al amoralismo que culmina con El amor de un idiota (1924-1925).
En Hay quien prefiere las ortigas (1928-1929) su estilo se acerca en mayor medida al realismo, y en las obras posteriores a 1931 se adscribe a la pura tradición estética de la cultura japonesa clásica, como demuestran obras como Relato de un ciego (1931) e Historia de Shunkin (1933).
De su obra posterior cabe citar La confesión impúdica (1956) y Diario de un viejo loco (1961). Es autor también de un importante ensayo, Elogio de la sombra(1933-1934), en el que efectúa un repaso crítico de las principales nociones estéticas de la cultura japonesa.

24 DE JULIO DE 1878 NACE:

LORD DUNSANY
(Edward John Moreton Drax Plunkett, Lord Dunsany; Londres, 1878 - Dublín, 1957) Escritor irlandés. Estudió en Eton y en Sandhurst, fue oficial de la Guardia, profesor de literatura inglesa y fecundísimo escritor. Publicó cuentos, novelas, poesías, ensayos y tres volúmenes autobiográficos (casi ochenta títulos, en total). A pesar de su lugar de nacimiento, las escuelas en las que estudió y su declarada hostilidad contra el movimiento nacionalista de la isla, se consideró siempre irlandés.

Edward Plunkett, Lord Dunsany
Aunque sus narraciones exóticas y fantásticas ejercerían influencia sobre autores como H.P. Lovecraft o J.R.R. Tolkien, sus mejores obras están destinadas al teatro. Debutó en 1909, en el Abbey Theatre de Dublín, con The Glittering Gate, a la que siguieron The Gods of the Mountain (1911), Las tiendas de los árabes (1920) y If(1921), obras que tuvieron mayor éxito (aunque igualmente efímero) en el extranjero que en Dublín. Dotado de una elegante y característica ironía, su teatro, inmerso en los reinos de la fantasía y la magia, toma elementos de las mitologías antiguas, orientales u occidentales.
En 1923 publicó una recopilación de cuatro piezas teatrales cortas titulada Teatro de los dioses y de los hombres. Ninguna de estas obras, escritas a petición de Yeats, utiliza la vieja tradición irlandesa. La acción de Las tiendas de los árabes se desarrolla en los márgenes del desierto, La risa de los dioses en una selva en tiempos de Babilonia, Los enemigos de la reina en el antiguo Egipto y Una noche en una taberna en una provincia irlandesa donde, sin embargo, aparecen extraños paganos orientales. A pesar de ello, la extraña y exótica imaginación de Lord Dunsany revela, por un lado, sus conexiones sentimentales con el universo encantado y mágico de la vieja Irlanda, donde la superstición popular cree en el poder de las brujas y los diablos, y por otro, las conexiones espirituales con la literatura de la antigua Grecia.
Copartícipe del renacimiento literario irlandés al lado de James Joyce y W. B. Yeats, Lord Dunsany podría definirse por este teatro como un hombre casi demasiado culto. Por ejemplo, el aliento del Viejo Testamento sopla en Las tiendas de los árabes, historia de un rey tan atraído por el desierto que abandona su palacio y sus deberes. De la misma forma, en Una noche en una taberna, la venganza de tres sacerdotes hindúes, que invocan a su ídolo contra los hombres que han robado un rubí sagrado, se remonta a la venganza del convidado de piedra en Don Juan. El efecto teatral de La risa de los dioses recuerda los mitos relacionados con el oráculo de Delfos. En Los enemigos de la reina, la soberana de Egipto convoca a sus adversarios a un banquete celebrado en un templo que será invadido por las aguas del Nilo, a cuyas divinidades sacrifica sus víctimas.
Evocador de atmósferas más que de costumbres o caracteres, el teatro de Lord Dunsany es de una desconcertante sencillez, alcanzada mediante el escalofrío que produce lo insólito o lo terrorífico; lo que cuenta en él son los extraños efectos creados por las situaciones en las que se mueven los personajes.

24 DE JULIO DE 1802 NACE:

ALEXANDRE DUMAS 
(Alejandro Dumas padre; Villers-Cotterêts, Francia, 1802 - Puys, id., 1870) Novelista francés. Hijo de un general del ejército francés que dejó a su familia prácticamente en la ruina al morir, en 1806, Alexandre Dumas tuvo que abandonar pronto sus estudios. Llegó a París en 1823, tras una primera experiencia como pasante de abogado, lleno de ambiciones literarias. Gracias a su puesto de escribiente para el duque de Orléans, que obtuvo por recomendación del general Foy, consiguió completar su formación de manera autodidacta.

Dumas
Desde 1825 editó poemas y relatos largos, y representó vodeviles en teatros de variedades, pero el verdadero inicio de su carrera como dramaturgo se produjo en 1829, con Enrique III y su corte, primera manifestación de la nueva generación literaria romántica, anticipándose un año al Hernani, de Victor Hugo. Antony, en 1831, marcó los principios de una etapa de creación infatigable de dramas, tragedias y melodramas, casi todos de exaltación de la historia nacional de Francia.
Gran admirador de Walter Scott, a partir de 1832 escribió también novelas históricas, aprovechando el auge del género propiciado por su publicación por entregas en los periódicos. A pesar del poco éxito de sus primeras novelas, la aparición de Los tres mosqueteros, en 1844, significó su salto a la fama. Las sumas ingentes de dinero que se le ofrecían, dada la creciente demanda de sus novelas por parte del público, motivaron una verdadera explosión en la producción de Dumas. Trabajando incontables horas al día, y con la ayuda de varios colaboradores, entre los que destacó el historiador Auguste Maquet, con quien trabajó de 1839 a 1851, llegó a producir ochenta novelas, de desigual calidad.
La mayoría de ellas pertenecen al género histórico o al de aventuras, en el que destaca sin duda El conde de Montecristo. La escasa profundidad psicológica de los personajes se ve ampliamente compensada por una exuberante inventiva a la hora de crear las intrigas, y por el perfecto dominio de los diálogos, siempre ágiles y vivaces. Sin duda, éste fue el motivo de que sus obras fueran frecuentemente trasladadas al teatro. Con este fin fundó en 1847 el Théâtre Historique, en París, empresa que cuatro años más tarde quebró a causa de las deudas contraídas, a pesar del éxito obtenido.
La enorme vitalidad de Dumas le llevó a probar todos los géneros de la literatura y, si bien es cierto que sus ensayos históricos no tuvieron mucha relevancia, la serie de sus Impresiones de viaje (1835-1859), en cambio, lo convirtió en el primer maestro del gran reportaje. Realizó una breve incursión en el universo político; fue nombrado capitán de la Guardia Nacional parisina, pero se enemistó con Luis Felipe, y, tras un estrepitoso escándalo en las Tullerías, rechazó el nuevo régimen y volvió a la literatura. Tras dos fracasos electorales sucesivos, en marzo y junio de 1848, en 1851, huyendo más de sus acreedores que de Luis Napoleón, se exilió en Bélgica, donde redactó sus apasionantes y pintorescas memorias, y compuso nuevas novelas de aventuras.
Regresó a Francia en 1853 y fundó la revista satírica El mosquetero, que se transformó, en 1857, en El Monte-Cristo. Ante la continua censura de Napoleón III, abandonó de nuevo Francia y se sumó a la expedición de Garibaldi en Sicilia, en 1860. Se encargó de comprar armas para el revolucionario italiano y se instaló, durante cuatro años, en Nápoles, donde Garibaldi lo nombró conservador del museo de la ciudad. Enemistado con el cardenal Francesco Zamparini, fue expulsado por los napolitanos, e impulsó en París nuevos intentos periodísticos, que abortaron al poco tiempo.
Arruinado, vivió los últimos años de su vida a costa de su hijo Alexandre Dumas, también escritor, y de su hija, Madame Petel. Pretendía haber escrito más de mil doscientas obras, y, aunque sin duda exageraba la cifra, dejó unos trescientos libros y numerosísimos artículos, que hicieron de él uno de los autores románticos más prolíficos y populares de Francia.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...