jueves, 22 de agosto de 2019

22 DE AGOSTO DE 1920 NACE : 

RAY BRADBURY

(Ray Douglas Bradbury; Waukenaun, Illinois, 1920 - Los Ángeles, California, 2012) Novelista y cuentista estadounidense conocido principalmente por sus libros de ciencia ficción.
Alcanzó la fama con la recopilación de sus mejores relatos en el volumen Crónicas marcianas (1950), que obtuvieron un gran éxito y le abrieron las puertas de prestigiosas revistas. Se trata de narraciones que podrían calificarse de poéticas más que de científicas, en las que lleva a cabo una crítica de la sociedad y la cultura actual, amenazadas por un futuro tecnocratizado. En 1953 publicó su primera novela, Fahrenheit 451, que obtuvo también un éxito importante y fue llevada al cine por François Truffaut. En ella puso de manifiesto el poder de los medios de comunicación y el excesivo conformismo que domina la sociedad.
Biografía
Ray Bradbury se graduó en la escuela secundaria en 1938, y se ganó la vida como vendedor de periódicos hasta 1942. Comenzó a escribir desde niño, pero publicó su primera historia en 1938, en una revista de aficionados. Adquirió la certeza de lo que sería su estilo cuando compuso The Lake.
En 1943 dejó el trabajo de vendedor de periódicos y se dedicó a escribir a tiempo completo, publicando en diversos medios numerosos relatos breves, hasta que en 1950, con la aparición de Crónicas marcianas, comenzó su ascendente fama literaria. En sus páginas, que relatan los intentos de los terrestres por colonizar el planeta Marte, se reflejan las angustias y ansiedades que existían en la sociedad norteamericana de la década de los cincuenta, ante el peligro de una guerra nuclear.
Considerados un clásico de la ciencia ficción, este conjunto de relatos interdependientes recoge no sólo las vicisitudes de la colonización del planeta Marte sino también la caída de su civilización, abarcando un período comprendido entre 1999 y 2026. Los marcianos poseen notables poderes telepáticos, lo que causa graves contratiempos a las tres primeras expediciones. La cuarta aporta al planeta la varicela, que contagia a los indígenas y acaba con su resistencia.
A continuación, se desarrolla la obra colonizadora, que aporta al planeta los aspectos más negativos de la cultura occidental. Sólo un mexicano, que conserva las esencias de su cultura indígena, consigue establecer una auténtica comunicación con un marciano que, a su vez, es depositario de las tradiciones desplazadas por la hegemonía de los colonizadores. Éstos han degradado a tal punto la civilización autóctona que en uno de los relatos un marciano utiliza sus poderes telepáticos para divertir a los nuevos amos adoptando las personalidades que le solicitan. También los negros estadounidenses establecen asentamientos para huir de la discriminación. Finalmente, el planeta casi se despuebla porque una amenaza bélica en la Tierra induce a los colonos a regresar. Los pocos que permanecen en Marte se convierten en los "nuevos" marcianos.
En 1951 publicó uno de sus libros mayores, El hombre ilustrado, compuesto por varios relatos de naturaleza fantástica, y dos años más tarde otro de los más representativos, Fahrenheit 451 (título que alude a la temperatura en que los libros empiezan a arder). Fahrenheit 451 es un clásico de la literatura distópica del siglo XX, equiparable a Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y a 1984, de George Orwell. La novela narra la historia de una ciudad del futuro dominada por los medios audiovisuales, en la que se acosa el individualismo, están prohibidos los libros, y los bomberos, brazos ejecutores de un Estado totalitario, son los encargados de quemarlos. Al margen de la sociedad, un grupo de hombres recluidos en los bosques decide memorizar textos enteros de filosofía y literatura para preservar la cultura.

Fotogramas de Fahrenheit 451, de François Truffaut
Esta fábula moralizante ha sido considerada como una gran obra antiutópica y acaso premonitoria, y fue llevada al cine por François Truffaut. En el relato de Bradbury se exponen de forma minuciosa las razones de la prohibición de los libros en boca del jefe de bomberos, Guy Montag. Frente a sus argumentos se expone el punto de vista de un profesor que aconseja a Montag y que pone de relieve las características positivas de la lectura. De este modo se desarrolla una reflexión que se enriquece con referencias a los clásicos.
Bradbury advierte de los peligros y las amenazas que incumben a una sociedad enteramente automatizada, olvidada de los valores tradicionales de la cultura, y próxima al exterminio atómico. Consigue climas sardónicamente alucinantes en cuentos como There will come soft rains (1950), donde una casa robotizada prosigue realizando los movimientos programados, en un mundo carente ya de vida, hasta su postrer quema liberadora, o en The Veldt (1950), donde otra casa automatizada, casi dotada de vida propia, masacra, con la complicidad de los niños, a los padres de éstos.
Pero Bradbury no sólo cultivó la ciencia ficción y la literatura de corte fantástico, sino que escribió también libros realistas e incluso incursionó en el relato policial. Su prosa se caracteriza por la universalidad, como si no le importara tanto perfeccionar un género como escribir acerca de la condición humana y su temática, a través de un estilo poético.
Precisamente por este rasgo algunos críticos no lo consideran un escritor de ciencia ficción (al modo del fundador del género, Julio Verne, ni tampoco al de contemporáneos como Isaac Asimov) y les resulta difícil catalogarlo en uno u otro campo de la literatura. Como ejemplo de ello suelen citarse relatos breves, muy sutiles y tiernos, como Casa dividida y El robo del siglo, o la poética novela El vino del estío. Además del problema de una guerra atómica, de la censura en un mundo por venir y del peligro implícito en las técnicas y la ciencia, trató temas más cotidianos como el racismo, el miedo a la muerte, el amor y la infancia.
Escribió también guiones de cine, como el de la película Moby Dick, de John Huston, así como guiones para series televisivas como Alfred Hitchcock presenta y La dimensión desconocida. En 1963 se publicaron sus obras teatrales, reunidas bajo el título The Anthem Sprinters. Sus relatos cortos han sido incluidos en más de 700 antologías. Aparte de los mencionados, son también muy conocidos títulos como El árbol de las brujas o Cementerio para lunáticos.
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23 DE AGOSTO DE 1893 NACE :

DOROTHY PARKER 

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(West End, 1893 - Nueva York, 1967) Escritora estadounidense. Espíritu versátil y brillante, escribió artículos para Vogue, y ejerció la crítica literaria y teatral en Vanity Fair y en The New Yorker. Publicó tres volúmenes de poesía (Enough Rope, 1926; Sunset Gun, 1928; Death and Taxes, 1931), reunidos en 1936 en un único volumen, Not So Deep a Well. Una de sus obras, Big Blonde, ganó el Premio O'Henry al mejor cuento del año. También realizó varios reportajes desde España durante la guerra civil.Escribió guiones para películas junto con su marido Alan Campbell, y dos dramas también a cuatro manos: Close Harmony or the Lady Next Door (1929), con E. Rice, y The Ladies of the Corridor (1953), con A. D'Usseau. Vivió y trabajó en el ambiente intelectual más vivaz de su tiempo (en Nueva York, durante la década de 1920, en Hollywood durante la de 1930 y, más tarde, de nuevo en Nueva York), y se convirtió en una figura destacada, casi legendaria por su humor cáustico y por la rapidez de sus réplicas.En sus obras observa con agudeza las relaciones personales, afectivas y sociales, consideradas siempre como difíciles, frustrantes o incluso imposibles. Sus breves poesías, de tono ligero, casi burlón, sus divertidos bocetos y sus cuentos son de hecho concisas representaciones de momentos de incomprensión, de soledad o de estúpida insensibilidad. Cabe citar también su obra Aquí yace (Here Lies, 1939).

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viernes, 16 de agosto de 2019

 16 DE AGOSTO DE 1869
BATALLA DE ACOSTA-ÑÚ

Resultado de imagen para BATALLA DE ACOSTA-ÑÚ En la batalla de Acosta Ñu, 3.500 niños paraguayos enfrentan a 20.000 hombres del ejército aliado, lo que se tiene como un acto de heroísmo sin igual. Por la masacre producida, se conmemora ese día como el "Día del niño en Paraguay".
Luego de la derrota sufrida por sus tropas en el combate de Piribebuy, Solano López sintiendo amenazada su retaguardia por las fuerzas que avanzaban por Altos y Piribebuy al mando de los generales Emilio Mitre y José Antonio da Silva Guimaraes, resolvió retirarse dividiendo sus tropas en dos divisiones, una de vanguardia, que confió al general Resquín, y otra de retaguardia, a las órdenes del general Bernardino Caballero.
A las cinco de la tarde del 13 de Agosto se puso en marcha, con rumbo a Caraguatay, donde llegó a las ocho de la noche del día siguiente. De paso, mandó fortificar la entrada de la picada que conduce a dicho pueblo, dejando allí 1.200 hombres, con algunos cañones, a las órdenes del coronel Pedro Hermosa.
El movimiento de la columna paraguaya de retaguardia era, y tenía que ser, muy lento porque seguía el compás de la larga fila de carretas en que iban los bagajes de su ejército. La extrema flacura de los animales de tiro hacía que aquéllas apenas anduvieran. Y así pronto Caballero se vio separado de los suyos, solo, en medio del enemigo, librado a su propia suerte. Era como el escudo del ejército en retirada, contra el cual se estrellaría todo el poder de la alianza.
Recién el 15 de Agosto entró el Conde D’Eu en Caacupé, donde se enteró de la retirada total de las fuerzas paraguayas. Esta noticia lo dejó anonadado y sumido en el desaliento.
Ante la noticia de que una fuerte columna paraguaya se retiraba lentamente por una picada que conduce a la llanura de Barrero Grande, el Conde D’Eu ordenó al Mariscal Victoriano Carneiro Monteiro que marchara rápidamente hacia el pueblo de Barrero Grande, para cortarles la retirada, mientras él caía sobre la retaguardia de los paraguayos.
El mariscal Monteiro se alejó a las dos de la tarde del 15 de Agosto, llegando a su destino a las diez de la noche. Desde allí desprendió una división de caballería, a las órdenes del general Cámara, con rumbo a Caraguatay, que fue detenida por el coronel Hermosa.
A las seis de la mañana del día siguiente se movió el primer cuerpo del ejército brasileño, comandado por el general José Luis Mena Barreto, que acababa de reemplazar al general Osorio.
Dos horas después, el general Vasco Alves Pereyra, que mandaba la vanguardia del ejército imperial, cambiaba los primeros tiros con la retaguardia de Caballero. A lo lejos se escuchaba la artillería paraguaya, que rechazaba en ese momento las cargas del general Cámara en la boca de la picada de Caraguatay.
El Conde D’Eu precipitó la marcha de sus tropas y salió con todas ellas en Acosta-Ñu, sitio donde iba a librarse la batalla. Los paraguayos disponían de unos 3.500 hombres y algunos pocos cañones, y sólo contaba con un batallón de veteranos, el 6º de infantería. El resto eran niños y ancianos. Los niños fueron disfrazados con barbas postizas para que el enemigo los tome por adultos y les presente combate. Su caballería era escasa y en mal estado
El general Caballero extendió su línea de batalla destacando en su vanguardia al coronel Moreno, con dos cañones, y al comandante Franco a la cabeza de su batallón. Dando frente a su enemigo, continuó el retroceso: su única posibilidad era llegar a los bosques de Caraguatay.
Moreno y Franco hubieron de soportar en seguida la presión de nueve batallones y el fuego de numerosas piezas de artillería. Hostilizados en los dos flancos por regimientos de caballería, lucharon con extraordinario heroísmo.
El mismo Conde D’Eu reconoce en su Diario de Campaña “la gran desventaja” con que peleaban los paraguayos, por la manifiesta inferioridad de sus armas. “Nuestros fusiles a lo Minié –dice- llevaban la muerte hasta a sus reservas, al paso que a nuestros soldados más avanzados poco perjuicio sufrían”.
El general Caballero impidió con habilidad que sus fuerzas fueran rodeadas y consiguió llegar a la orilla opuesta del arroyo, donde emplazó la artillería. El Conde D’Eu colocó sus cañones frente al paso y abrió un nutrido fuego contra la posición paraguaya, y ordenó una carga a fondo sobre el puente, que fue repelida.
La batalla llegaba a su momento culminante. Era ya mediodía, y desde el amanecer la lucha no tenía tregua ni descanso. Se produjo una nueva carga y nuevamente fue repelida por Caballero. El cauce del arroyo quedó colmado de cadáveres. Optó entonces el ejército imperial buscar un vado, para evitar fracasar en otro ataque frontal.
Caballero volvió a hacerse fuerte sobre el puente de Piribebuy, conteniendo con todo éxito el avance de sus persecutores. La tarde inclinaba. De pronto los paraguayos se vieron acometidos por la retaguardia, era el segundo cuerpo del ejército brasileño que llegaba. Se trataba de una fuerte columna de infantería, con ocho bocas de fuego, a las órdenes del general Resín, que obligó a dividir las escasas fuerzas de Caballero y a atender dos acometidas simultáneas.
Los veteranos de Franco (muerto en el combate) habían desaparecido, y con ellos el nervio principal de la resistencia paraguaya. No le quedaban sino niños y jinetes mal montados.
Dice Juan José Chiavenatto: “Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se agarraban a las piernas de los soldados brasileros, llorando que no los matasen. Y eran degollados en el acto. Escondidas en al selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas agarraron lanzas y llegaban a comandar un grupo de niños en la resistencia”……. “El Conde D´Eu, un sádico en el comando de la guerra,“después de la insólita batalla de Acosta Nú, cuando estaba terminada, al caer la tarde, las madres de los niños paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y socorrer los pocos sobrevivientes, el Conde D´Eu mandó incendiar la maleza, matando quemados a los niños y sus madres.” Su orden era matar "hasta el feto del vientre de la mujer".
“Mandó a hacer cerco del hospital de Peribebuy, manteniendo en su interior los enfermos – en su mayoría jóvenes y niños – y lo incendió. El hospital en llamas quedó cercado por las tropas brasilera que, cumpliendo las órdenes de ese loco príncipe, empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas los enfermos que milagrosamente intentaban salir del la fogata. No se conoce en la historia de América del Sur por lo menos, ningún crimen de guerra más hediondo que ese.” (de la misma fuente- Chiavenatto. "A guerra do Paragaui)
Caballero formando un cuadro con sus tropas se defendió como pudo hasta que, dispersados los restos de sus fuerzas, confundido en el tumulto inmenso de la lucha, pudo cruzar, sin ser reconocido, entre regimientos y batallones, llevando en tras de sí a los pocos que habían escapado de la matanza.
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jueves, 15 de agosto de 2019

 15 DE AGOSTO DE 1907 NACE

CARMEN CONDE

(Cartagena, 1907 - Majadahonda, 1996) Poeta y narradora española cuya obra lírica suscribe las propuestas de la poesía existencial de los años treinta. Considerada la mejor representante femenina de su generación, tras publicar sus primeros poemas en las revistas Ley, Sí y Diario poético, de Juan Ramón Jiménez, en 1929 publicó Brocal, libro que reúne poemas en prosa, cuyas metáforas de delicada factura y original imaginación motivaron el elogio de la crítica del momento.
Su poética se articula sobre la base de una tensión interior que aflora a través de la pasión por la vida y el sentimiento amoroso. Su relación con el poeta Antonio Oliver Belmás, con quien se casó en 1931, contribuyó a consolidar su personalidad poética, que se tradujo en una intensa actividad creadora. En 1933 fundó la revista Presencia, y por esa misma época conoció a la chilena Gabriela Mistral, quien prologó su siguiente poemario en prosa, Júbilos, editado al año siguiente e ilustrado por la pintora argentina Norah Borges. Mistral puso de relieve "la sinceridad, la sobriedad, no sé qué virginidad de la emoción y de la frase..." en la expresión de la autora.
Tras la guerra civil, en la que ella y su marido habían tomado partido por el bando republicano, Carmen Conde se vio obligada a instalarse en Madrid, donde fue vecina de Vicente Aleixandre, y a publicar con los seudónimos de Florentina del Mar y Magdalena Noguera o en ediciones particulares. Aun en estas condiciones, libros como Pasión del verbo, Honda memoria de mí, Signo de amor, Ansia de la gracia y Una palabra tuya, entre otros, tratan el amor de un modo que hace dudar a Dámaso Alonso que haya otra mujer que lo haya hecho con "tanta verdad, con tanta despreocupada castidad esencial, con tan sobrecogedora belleza".
En 1967 la publicación de Obra poética 1929-1966 le valió el Premio Nacional de Literatura. Paralelamente, y en ocasiones con la colaboración de su marido, Carmen Conde escribió libros infantiles, por los que en 1987 recibió también el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Publicó asimismo varias novelas: En manos del silencio (1950), Las oscuras raíces (1953), A este lado de la eternidad (1970) o Soy la madre (1980), en las que junto a la tendencia psicológica predomina el tono poético de su prosa. En 1978 se convirtió en la primera mujer que ingresó en la Real Academia de la Lengua Española.
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15 DE AGOSTO DE 1785 NACE:
THOMAS DE QUINCEY
(Manchester, Reino Unido, 1785 - Edimburgo, 1859) Escritor, ensayista y crítico británico. El humor cáustico de Jonathan Swift tuvo su más ilustre heredero en la persona de Thomas De Quincey, gracias sobre todo a su corrosiva obra Del asesinato considerado como una de las bellas artes (1829).
Alumno de la Grammar School de su ciudad natal desde los quince años, a los diecisiete huyó de esta institución para ir a Gales y de allí a Londres, donde llevó una vida bohemia. Tras reconciliarse con su familia en 1803, ingresó en la Universidad de Oxford, aunque abandonó sus estudios en 1808.
Fue en Oxford donde De Quincey tuvo su primer contacto con el opio, droga a la que sería adicto durante toda su vida. Sus experiencias como opiómano se vieron reflejadas en la que quizá sea su obra más célebre, Confesiones de un opiómano inglés. Escrita en 1820 y publicada un año después en el London Magazine, su inesperado éxito le procuró una inmediata fama y le ayudó a paliar su maltrecha situación económica, agravada por la necesidad de mantener una familia cada vez más numerosa.
Antes, en 1809, llevado por su temprano entusiasmo por las baladas líricas de Samuel Taylor Coleridge y William Wordsworth, se había establecido en Grasmere, donde entabló relación con estos dos poetas, así como con Robert Southey. También fue allí donde inició su colaboración como crítico y comentarista con algunos periódicos, dirigiendo él mismo la Westmorland Gazette.
En 1828 se trasladó a Edimburgo, donde residió hasta su muerte. Además de las mencionadas, entre sus obras cabe destacar el ensayo Leyendo a las puertas de Macbeth (1823), uno de los clásicos de la crítica shakeasperiana del siglo XIX, valioso por el agudo análisis psicológico que informa sus páginas, Suspira de Profundis (1845), Juana de Arco (1847), El coche correo inglés (1849) y Apuntes autobiográficos (1853).

15 DE AGOSTO DE 1771 NACE

SIR WALTER SCOTT

(Edimburgo, 1771 - Abbotsford, Reino Unido, 1832) Novelista, poeta y editor británico. La novela histórica romántica tiene en Walter Scott, si no a su inventor, a su primer y más influyente representante. Hijo de un abogado, desde su infancia se sintió fascinado por las leyendas y los episodios históricos, preferentemente medievales, de su tierra natal escocesa, que posteriormente constituirían el tema principal de muchos de sus poemas y novelas.
Licenciado en derecho, sus primeros pasos en la literatura los dio como traductor, vertiendo al inglés obras como Lenore, de Gottfried A. Bürger, y Götz de Berlichingen, de Goethe. La publicación, entre 1802 y 1803, de la recopilación de baladas Trovas de la frontera escocesa dio a conocer su nombre al gran público, que también acogió con entusiasmo una serie de largos poemas narrativos entre los que destacan El canto del último trovador y La dama del lago.
De 1814 data su primera novela, Waverley, publicada anónimamente como la mayoría de las que le siguieron, en consideración a los cargos públicos de su autor (sheriff de Selkirk desde 1799 y secretario de los tribunales de justicia de Edimburgo desde 1806) y la dudosa reputación del género. Con ella y con las posteriores (El anticuario, Rob Roy, Ivanhoe, El pirata, Quentin Durward, El talismán) estableció los cánones de la novela histórica, tal como ésta iba a desarrollarse hasta bien entrado el siglo XX. La más famosa de las citada es Ivanhoe (1820), que desarrolla las contradicciones entre los sajones y los normandos en un argumento de aventuras.
La autoría de estas novelas no se reveló hasta 1826, año por otro lado especialmente doloroso para Scott, que sufrió la muerte de su esposa y la quiebra de la editorial Constable, en la que había invertido dinero y por la que contrajo una deuda de 130.000 libras. Antes, en 1820, había sido nombrado barón de Abbotsford.
Los estudiosos de la obra de Walter Scott lo definen como el fundador de la novela histórica, y alaban sus facultades para recrear la realidad del pasado de Escocia y de la Edad Media con vigor y talento descriptivo, basándose en diálogos y argumentos que fascinan por la cualidad de crear expectativa en el lector. Por otra parte, mostró un excelente olfato para discernir los conflictos políticos de su época y representarlos en la ficción. Maestro del diálogo y la descripción, poseedor de un estilo vigoroso y poético, Walter Scott influyó en los novelistas de su época, tanto de su patria como foráneos, y también en los músicos y pintores que glosaron y recrearon sus temas.
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16 DE JUNIO DE 1955 ES BOMBARDEADA LA PLAZA DE MAYO

16 DE JUNIO DE 1955 ES BOMBARDEADA LA PLAZA DE MAYO Pocas veces en la historia mundial, miembros de las Fuerzas Armadas de un país, con la c...