25 DE MAYO DE 1925 NACE:
ROSARIO CASTELLANOS
(Ciudad de México, 1925 - Tel Aviv, 1974) Narradora y poeta mexicana, considerada en este segundo género la más importante del siglo XX en su país. Durante su infancia vivió en Comitán (Chiapas), de donde procedía su familia. Cursó estudios de letras Universidad Nacional Autónoma de México. En Madrid complementaría su formación con cursos de estética y estilística.

Rosario Castellanos
Trabajó en el Instituto Indigenista Nacional en Chiapas y en Ciudad de México, preocupándose de las condiciones de vida de los indígenas y de las mujeres en su país. En 1961 obtuvo un puesto de profesora en la Universidad Autónoma de México, donde enseñó filosofía y literatura; posteriormente desarrolló su labor docente en la Universidad Iberoamericana y en las universidades de Wisconsin, Colorado e Indiana, y fue secretaria del Pen Club de México. Dedicada a la docencia y a la promoción de la cultura en diversas instituciones oficiales, en 1971 fue nombrada embajadora en Israel, donde falleció al cabo de tres años, víctima al parecer de un desgraciado accidente doméstico.
Una absoluta sinceridad para poner de manifiesto su vida interior, la inadaptación del espíritu femenino en un mundo dominado por los hombres, la experiencia del psicoanálisis y una melancolía meditabunda constituyen algunos elementos definitorios de su obra. Su poesía, en la que destacan los volúmenes Trayectoria del polvo (1948) y Lívida luz (1960), revela las preocupaciones derivadas de la condición femenina.
En los trabajos tardíos de este género, habla de su experiencia vital, los tranquilizantes y la sumisión a que se vio obligada desde la infancia por el hecho de ser mujer. Hay en sus poemas un aliento de amor mal correspondido, el mismo que domina el epistolario Cartas a Ricardo, aparecido póstumamente. Su poesía completa fue reunida bajo el título de Poesía no eres tú (1972).
Su mundo narrativo toma muchos elementos de la novela costumbrista. Las novelasBalún Canán (1957) y Oficio de tinieblas (1962) recrean con precisión la atmósfera social, tan mágica como religiosa, de Chiapas. El argumento de la segunda, una premonitoria rebelión indígena en el estado de Chiapas inspirada en un hecho real del siglo XIX, surgió de una toma de consciencia de la situación mísera del campesinado de esa región mexicana, y de su abandono a los caciques locales por parte del gobierno federal.
Escribió también volúmenes de cuentos situados en el mismo registro: Ciudad Real(1960), Los convidados de agosto (1964) y Álbum de familia (1971). Estas piezas revelan, en una dimensión social, la conciencia del mestizaje, y en una dimensión personal, la sensación de desamparo que surge tras la pérdida del amor. Sus ensayos fueron reunidos en la antología Mujer que sabe latín (1974), título inspirado en el refrán sexista: "mujer que sabe latín, ni encuentra marido ni tiene buen fin", que puede considerarse representativa de su vida, su obra y su visión de la realidad.



Decidida a hacer realidad su sueño de convertirse en pintora, se fue a Roma, donde conoció a un pintor noruego, con el que se casó poco después. Su matrimonio no contribuyó a mejorar las cosas, ya que se encontró con que se esperaba de ella como mujer casada que supeditase su talento al de su marido; de hecho, fue obligada a dejar de pintar cuando nació el primero de sus cinco hijos. Las serias crisis que atravesó la pareja terminaron en un doloroso divorcio que, una vez más, la dejó a cargo de una familia aumentada por los hijos del primer matrimonio del pintor.Víctima del eterno dilema femenino -entregarse a la vida laboral o a la familiar- optó por una solución de compromiso: cuidar de los niños durante el día y reservar los domingos y las noches para su quehacer literario. Esto le hizo ser consciente de cuál era realmente la situación de la mujer "moderna", de forma que se decidió a tomar parte activa en los movimientos de debate político y social en favor de la mujer. En 1940 se exilió en los Estados Unidos, donde colaboró activamente con el movimiento antinazi.Publicó su primera obra en 1907: se titulaba La señora Martha Oulie y su protagonista reconocía públicamente su infidelidad desde la primera frase del libro, lo cual provocó una enorme polémica en la sociedad de su tiempo, máxime si se tiene en cuenta que se trataba de una novela "de matrimonio"; otras obras suyas que trataban de los problemas de la mujer trabajadora fueron Jenny (1911) y Las mujeres sabias (1914).Poco a poco, volvió su interés hacia valores más tradicionales -el eterno conflicto entre el amor terrenal y el amor divino, y hacia los temas históricos, particularmente la Edad Media, época en la que se ambienta la que la crítica considera su mejor obra, la trilogía sobre la vida de Kristin Lavransdatter. La obra se componía de tres novelas que vieron la luz en años sucesivos ( La corona, 1920; La señora, 1921; La cruz; 1922) y, además de convertirse en poco tiempo en un clásico de las letras noruegas, consagró definitivamente a la autora, reconocimiento este que se confirmó cuando le fue entregado el Premio Nobel de literatura en 1928 -al año siguiente de la publicación de Olaf Audunson (1925-1927)- y cuando fue nombrada presidenta de la Sociedad Noruega de Autores, con lo que se convirtió en la primera mujer en obtener tal distinción.Undset describe en sus novelas un tipo de mujer moderna muy distinto al que habían pintado sus compatriota Camilla Collet o Amalie Skram años antes. Sus mujeres tienen una profesión reconocida, fuman, practican deportes peligrosos y se van de fin de semana con hombres sin estar casadas; actividades todas estas consideradas altamente impropias en 1880. Estos temas, exclusivos de la mujer, dividieron el sector femenino en dos facciones claramente diferenciadas: Sigrid fue una vehemente opositora a cualquier tipo de intervención, mientras que Cora Sandel, por ejemplo, fue una ardiente defensora en ese respecto.









