martes, 1 de julio de 2014

01 JULIO (1974)
Fallece Juan Domingo Perón
Tres veces presidente de los argentinos, creador del movimiento peronista, el mayor partido de masas del mundo occidental, luchó incesantemente por mejorar el destino de los desposeídos y establecer la justicia social, alterando la base productiva agraria y dependiente del país y promoviendo su acelerada industrialización. Creador y nacionalizador de los instrumentos básicos de un Estado industrialista y promotor, en sólo nueve años de gobierno nacionalizó la empresa petrolífera YPF, la red de ferrocarriles, el comercio exterior y los depósitos bancarios, creando Agua y Energía Eléctrica, Gas del Estado, Aerolíneas Argentinas, ELMA. Líneas Marítimas del Estado, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Centro Atómico Bariloche, haciendo particular hincapié en el desarrollo tecnológico como factor clave de la independencia económica. Creó también el CONICET y la Universidad Obrera, estableciendo la gratuidad de toda la enseñanza pública, construyó una inusitada cantidad de escuelas y llevó a cabo una auténtica revolución sanitaria, no sólo en el aumento exponencial de las camas disponibles en el sistema de salud pública sino también en la abrupta reducción de la mortalidad infantil y el exitoso combate contra tres males endémicos: el paludismo, la tuberculosis y la sífilis. A instancias de su esposa Eva Perón se consiguió al fin sancionar el voto femenino, con lo que nuestro sistema electoral fue por primera vez, realmente universal. Tomó antiguos reclamos sindicalistas, anarquistas y socialistas, así como leyes que no se llevaban a la práctica, y adaptándolas a los nuevos tiempos puso en marcha y en efectiva ejecución una formidable legislación social y laboral, dentro de la que cabe mencionar estatuto del peón, los derechos del trabajador, los derechos de la ancianidad, los convenios colectivos de trabajo, la ley de previsión social, la ley de accidentes de trabajo, la ley de vivienda obrera, el sueldo anual complementario, las escuelas sindicales, la ley de creación de la justicia del trabajo, los regímenes de jubilación, las reglamentaciones de las condiciones del trabajo y del descanso, las proveedurías sindicales, introduciendo además, las agregadurías obreras en las delegaciones diplomáticas en el exterior. Pero tal vez el mayor aporte de su obra, la reforma más trascendente de la historia argentina en el siglo XX, fuera la Constitución de 1949, la primera junto a las de México y la República de Weimar en adscribir al constitucionalismo social que concibe al ser humano no sólo como un poseedor de derechos individuales sino fundamentalmente como acreedor de derechos sociales cuya satisfacción debe garantizar ineludiblemente el Estado. La avanzada Constitución de 1949, que sancionaba además la estratégica nacionalización del subsuelo argentino fue absurda e
ilegalmente anulada mediante un decreto presidencial de un régimen de facto ante la algarabía de una constelación de fuerzas y dirigentes políticos superados por la historia. Las transformaciones producidas en tan sólo nueve años de gobiernos fueron tan significativas y de tal magnitud que, mientras fue principal obsesión de todos los gobiernos posteriores a 1955 anularlas y volverlas atrás, al mismo tiempo garantizaron, a pesar de las persecuciones y las campañas de silenciamiento y difamación, la vigencia tanto del movimiento peronista como de su líder, quien pudo regresar al país recién tras 17 años de exilio. La proscripción que pesaba sobre él se prolongó un año más, y fue recién en 1973 que en las elecciones convocadas tras la renuncia a la primera magistratura de su delegado Héctor J. Cámpora, pudo presentarse a elecciones presidenciales, en las que se impuso con más del 60% de los votos. Lamentablemente para el país, su salud se encontraba seriamente deteriorada y su edad era muy avanzada, por lo que pudo gobernar apenas unos meses. El país igualitario, justo, pujante e industrialista que creó sólo pudo ser destruido tras 45 años de dictaduras, masacres, asesinatos y gobiernos débiles y sólo gracias a la defección de hombres de su propio partido.

lunes, 30 de junio de 2014

Gérard de Nerval
El desdichado
Yo soy el Tenebroso, -el viudo-, el Sin Consuelo,
Principe de Aquitania de la Torre abolida:
Mi única estrella ha muerto, y mi laúd constelado
lleva en sí el negro sol de la Melancolía.
En la Tumba nocturna, Tú que me has consolado,
devuélveme el Pausílipo y el mar de Italia, aquella
flor que tanto gustaba a mi alma desolada,
y la parra do el Pámpano a la Rosa se alía.
¿Soy Amor o soy Febo?.. Soy Lusignan o ¿Biron?
Mi frente aún enrojece del beso de la Reina;
he soñado en la Gruta do nada la Sirena...
He, doble vencedor, traspuesto el Aqueronte:
Modulando unas veces en la lira de Orfeo
suspiros de la Santa y, otras, gritos del Hada.

José Emilio Pacheco
Alta traición
No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.

30 DE JUNIO NACE
José Emilio Pacheco
(Ciudad de México, 1939 - 2014) Poeta, narrador, ensayista y traductor mexicano, cuya cultura literaria y sensibilidad poética lo convirtieron en uno de los miembros más destacados de la llamada Generación del Medio Siglo.

Estudió derecho y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y allí comenzó a colaborar con la revista Medio Siglo. Más tarde formó parte de la dirección del suplemento Ramas Nuevas de la revista Estaciones, junto a otro reconocido autor mexicano, Carlos Monsiváis, y de la redacción de la Revista de la UNAM. Fue asimismo jefe de redacción del suplemento México en la Cultura, en colaboración con Fernando Benítez.
Profesor en varias universidades de México, Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, se dedicó también a la investigación en el Departamento de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); como resultado de esta labor de investigación y reconstrucción de la vida cultural mexicana de los siglos XIX y XX, publicó numerosas ediciones y antologías. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán y ruso.

La poesía de Pacheco se caracteriza por una depuración extrema. Sus versos carecen de ornamentos inútiles y están escritos con un lenguaje cotidiano que los hace engañosamente sencillos. La conciencia de lo efímero es uno de sus temas centrales, pero su poesía es a menudo irónica, llena de notas de humor negro y parodia, y muestra una continua experimentación en el plano formal. Para Pacheco, el poeta es el crítico de su tiempo y un metafísico preocupado por el sentido de la historia. Cree en el carácter popular de la escritura, que carece de autor específico y pertenece a todos.

Su producción poética alternó así lo trascendente y lo inmediato, siempre con un estilo muy personal. Ello se aprecia en Los elementos de la noche (1963), El reposo del fuego (1966), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1964) y Los trabajos del mar (1983). Respecto a sus traducciones, que incluyen poemas de diversas lenguas, el autor prefirió llamarlas "aproximaciones", por estar convencido de la intraducibilidad del género.

En el terreno de la narrativa corta, escribió libros como El principio del placer (1972), donde demostró su dominio del relato breve e hiperbreve. Sus dos novelas son ejemplo de sabiduría narrativa: la primera, Morirás lejos (1967), es un audaz experimento que juega con diversos planos narrativos; la segunda, Las batallas en el desierto (1981), es una evocadora y agridulce historia de amor imposible, llena de nostalgia.

Sus artículos y ensayos son numerosos y casi todos versan sobre literatura, aunque también abordan asuntos políticos y sociales. Entre los galardones que distinguieron su obra se cuentan los premios Magda Donato (1967), Xavier Villaurrutia (1973), Nacional de Lingüística y Literatura de México (1992), Octavio Paz (2003), Pablo Neruda (2004), García Lorca (2005), Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Cervantes (recibidos ambos en 2009).

Czeslaw Milosz
Honesta descripción de mí mismo
Tomándome un whisky en un aeropuerto,
digamos que en Mineápolis
Mis oídos captan cada vez menos las conversaciones,
mis ojos se debilitan, pero siguen siendo insaciables.
Veo sus piernas en minifalda, en pantalones o envueltas
en telas ligeras.
A cada una la observo por separado, sus traseros y
sus muslos, pensativo, arrullado por sueños porno.
Viejo verde, ya sería tiempo de que te fueras a la tumba
en lugar de entretenerte con juegos y diversiones de jóvenes.
No es verdad, hago solamente lo que siempre he hecho,
ordenando las escenas de esta tierra bajo el dictado
de la imaginación erótica.
No deseo a esas criaturas en particular, lo deseo todo,
y ellas son como el signo de una relación extática.
No es mi culpa que así estemos constituidos: la mitad
de contemplación desinteresada y la mitad de apetito.
Si después de morir me voy al cielo, tendrá que ser
como aquí, sólo que liberado de estos torpes sentidos,
de estos pesados huesos.
Transformado en mirar puro, seguiré devorando las
proporciones del cuerpo humano, el color de los lirios,
esa calle parisina en un amanecer de junio, y toda la
extraordinaria, inconcebible multiplicidad de las cosas visibles.
30 DE JUNIO NACE Czeslaw Milosz
(Szetejnic, 1911 - Cracovia, 2004) Escritor polaco, uno de los mayores del siglo XX, de gran influjo en su país y fuera de él, que obtuvo el premio Nobel en 1980. Estudió derecho en la Universidad de Vilna, y a los veinte años participó en la creación del grupo Vanguardia de Vilna, de marcado carácter catastrofista y partidario de la estética del absurdo, al tiempo que trabajaba como redactor literario en la radio. A ese período pertenecen Poema del tiempo congelado (1933) y Tres inviernos (1936).
Pasó la guerra entre Vilna y Varsovia, trabajando en bibliotecas y sin tomar parte en las actividades bélicas, aunque sí escribió poesía de tono patriótico que publicó con seudónimo. Finalizada la contienda, aceptó el puesto de agregado cultural en la embajada de Washington (1945) y más tarde en la de París (1951), ciudad en la que se exilió ese mismo año; allí apareció El pensamiento cautivo (1953), libro que pretende explicar al mundo las condiciones en las que se desarrolló la creación en la Polonia comunista y que tuvo gran repercusión internacional.

En 1960 se trasladó a Berkeley, donde fijó definitivamente su residencia e impartió clases de literatura polaca en la Universidad de California. La concesión del Nobel representó el reconocimiento internacional de su obra, pero también de la muy abundante literatura polaca del exilio.

La obra literaria de Czeslaw Milosz se extiende al ámbito del ensayo y la novela, pero es sobre todo la poesía el género en el que destaca su genio y con el que ejerce una influencia mayor en la literatura polaca, al tiempo que expresa para el mundo su vivencia del duro y contradictorio período que le ha tocado vivir. Durante el período de residencia en París escribió y publicó dos entregas poéticas, Luz del día (1953) y El rey Popiel y otros poemas (1962), que tendrían continuación en su período norteamericano con Pepito encantado (1964), Ciudad sin nombre (1969), Donde el sol sale y se oculta (1974), Himno sobre la perla (1983), Crónicas (1987), Poemas (1987) y Regiones lejanas (1991).

Su poesía, como toda su obra literaria, es la de un escritor que es testigo de su tiempo, y esto le convierte en un paradigma de una época, de alguien situado al margen de conmociones y aventuras, que no tiene, por tanto, avatar ninguno que contar acerca de su propia vida, sino que expresa precisamente, sin aspavientos, la existencia del hombre característico del siglo XX, el ser anónimo de las grandes ciudades, carente de heroicidad, que sobrevive, produce, se reproduce y en todo ello encuentra suficiente razón para la existencia, integrando religión y ser social, patriotismo y esperanzada confianza en el ser humano.

Esta actitud será ásperamente criticada por algunos de sus compatriotas, sobre todo por Z. Herbert, quien lo acusa de carecer de norte y de convicciones. Entre sus obras narrativas se cuentan El poder cambia de manos (1953), de corte político, y El valle de Issa (1955), libro de recuerdos de su infancia y adolescencia sobre el fondo de una Lituania fantástica. De su amplia producción ensayística merece un particular relieve El pensamiento cautivo (1953), obra que trata sobre la mentalidad del intelectual bajo el estalinismo, y Otra Europa (1959), especie de guía en el filo de la biografía de la realidad histórico-cultural polaca y de la Europa centro-oriental.

30 JUNIO (1934)
SURCÓ LOS CIELOS PORTEÑOS
El Graf Zeppelin, en Buenos Aires
El dirigible alemán Graf Zeppelin 127, portento aeronáutico de principios del siglo XX, sobrevuela la Avenida de Mayo en toda su extensión provocando el asombro de los porteños.

sábado, 28 de junio de 2014

Jaime Sabines


He aquí que tú estás sola...




He aquí que tú estás sola y que estoy solo. 
Haces tus cosas diariamente y piensas 
y yo pienso y recuerdo y estoy solo. 
A la misma hora nos recordamos algo 
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya 
somos, y una locura celular nos recorre 
y una sangre rebelde y sin cansancio. 
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo, 
se me caerá la carne trozo a trozo. 
Esto es lejía y muerte. 
El corrosivo estar, el malestar 
muriendo es nuestra muerte. 

Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado 
quién eres, dónde estás, cómo te llamas. 
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo, 
una mitad apenas, sólo un brazo. 
Te recuerdo en mi boca y en mis manos. 
Con mi lengua y mis ojos y mis manos 
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne, 
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti, 
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí. 
En mis labios te sé, te reconozco, 
y giras y eres y miras incansable 
y toda tú me suenas 
dentro del corazón como mi sangre. 
Te digo que estoy solo y que me faltas. 
Nos faltamos, amor, y nos morimos 
y nada haremos ya sino morirnos. 
Esto lo sé, amor, esto sabemos. 
Hoy y mañana, así, y cuando estemos 
en nuestros brazos simples y cansados, 
me faltarás, amor, nos faltaremos.

Pablo Neruda



Oda al amor




Amor, hagamos cuentas.
A mi edad
no es posible
engañar o engañarnos.
Fui ladrón de caminos,
tal vez,
no me arrepiento.
Un minuto profundo,
una magnolia rota
por mis dientes
y la luz de la luna
celestina.
Muy bien, pero, el balance?
La soledad mantuvo
su red entretejida
de fríos jazmineros
y entonces
la que llegó a mis brazos
fue la reina rosada
de las islas.
Amor,
con una gota,
aunque caiga
durante toda y toda
la nocturna
primavera
no se forma el océano
y me quedé desnudo,
solitario, esperando.

Pero, he aquí que aquella
que pasó por mis brazos
como una ola
aquella
que sólo fue un sabor
de fruta vespertina,
de pronto
parpadeó como estrella,
ardió como paloma
y la encontré en mi piel
desenlazándose
como la cabellera de una hoguera.
Amor, desde aquel día
todo fue más sencillo.
Obedecí las órdenes
que mi olvidado corazón me daba
y apreté su cintura
y reclamé su boca
con todo el poderío
de mis besos,
como un rey que arrebata
con un ejército desesperado
una pequeña torre donde crece
la azucena salvaje de su infancia.
Por eso, Amor, yo creo
que enmarañado y duro
puede ser tu camino,
pero que vuelves
de tu cacería
y cuando enciendes
otra vez el fuego,
como el pan en la mesa,
así, con sencillez,
debe estar lo que amamos.
Amor, eso me diste.
Cuando por vez primera
ella llegó a mis brazos
pasó como las aguas
en una despeñada primavera.
Hoy
la recojo.
Son angostas mis manos pequeñas
las cuencas de mis ojos
para que ellas reciban
su tesoro,
la cascada
de interminable luz, el hilo de oro,
el pan de su fragancia
que son sencillamente, Amor, mi vida.

Soneto de Amor.
Delmira Agustini.

Lo soñé impetuoso, formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
Era un amor desbordado de locura y de fuego,
Rodando por la vida como en eterno riego.

Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche su cabeza de fuego:
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
sonaba sus cristales el alma de la fuente.

Y hoy sueño que es vibrante, y suave, y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que frágil como un ídolo y eterno como un Dios

Sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos...
Aceite y sangre.
Oil and blood, W.B. Yeats (1865-1939)

En tumbas de oro y lapislázuli
cadáveres de santos y santas exudan
aceite milagroso, fragancia de violeta.

Pero bajo los pesados túmulos de pisoteada arcilla
yacen cuerpos de vampiros pletóricos de sangre;
sus mortajas están ensangrentadas y sus labios, húmedos.
28 DE JUNIO NACE
Jean-Jacques Rousseau
(Ginebra, Suiza, 1712-Ermenonville, Francia, 1778) Filósofo suizo. Huérfano de madre desde temprana edad, Jean-Jacques Rousseau fue criado por su tía materna y por su padre, un modesto relojero. Sin apenas haber recibido educación, trabajó como aprendiz con un notario y con un grabador, quien lo sometió a un trato tan brutal que acabó por abandonar Ginebra en 1728.
Fue entonces acogido bajo la protección de la baronesa de Warens, quien le convenció de que se convirtiese al catolicismo (su familia era calvinista). Ya como amante de la baronesa, Jean-Jacques Rousseau se instaló en la residencia de ésta en Chambéry e inició un período intenso de estudio autodidacto.
En 1742 Rousseau puso fin a una etapa que más tarde evocó como la única feliz de su vida y partió hacia París, donde presentó a la Academia de la Ciencias un nuevo sistema de notación musical ideado por él, con el que esperaba alcanzar una fama que, sin embargo, tardó en llegar. Pasó un año (1743-1744) como secretario del embajador francés en Venecia, pero un enfrentamiento con éste determinó su regreso a París, donde inició una relación con una sirvienta inculta, Thérèse Levasseur, con quien acabó por casarse civilmente en 1768 tras haber tenido con ella cinco hijos.
Rousseau trabó por entonces amistad con los ilustrados, y fue invitado a contribuir con artículos de música a la Enciclopedia de D’Alembert y Diderot; este último lo impulsó a presentarse en 1750 al concurso convocado por la Academia de Dijon, la cual otorgó el primer premio a su Discurso sobre las ciencias y las artes, que marcó el inicio de su fama.
En 1754 visitó de nuevo Ginebra y retornó al protestantismo para readquirir sus derechos como ciudadano ginebrino, entendiendo que se trataba de un puro trámite legislativo. Apareció entonces su Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, escrito también para el concurso convocado en 1755 por la Academia de Dijon. Rousseau se enfrenta a la concepción ilustrada del progreso, considerando que los hombres en estado natural son por definición inocentes y felices, y que son la cultura y la civilización las que imponen la desigualdad entre ellos, en especial a partir del establecimiento de la propiedad, y con ello les acarrea la infelicidad.

En 1756 se instaló en la residencia de su amiga Madame d’Épinay en Montmorency, donde redactó algunas de sus obras más importantes. Julia o la Nueva Eloísa (1761) es una novela sentimental inspirada en su pasión –no correspondida– por la cuñada de Madame d’Épinay, la cual fue motivo de disputa con esta última.

En Del contrato social (1762), Rousseau intenta articular la integración de los individuos en la comunidad; las exigencias de libertad del ciudadano han de verse garantizadas a través de un contrato social ideal que estipule la entrega total de cada asociado a la comunidad, de forma que su extrema dependencia respecto de la ciudad lo libere de aquella que tiene respecto de otros ciudadanos y de su egoísmo particular. La voluntad general señala el acuerdo de las distintas voluntades particulares, por lo que en ella se expresa la racionalidad que les es común, de modo que aquella dependencia se convierte en la auténtica realización de la libertad del individuo, en cuanto ser racional.

Finalmente, Emilio o De la educación (1762) es una novela pedagógica, cuya parte religiosa le valió la condena inmediata por parte de las autoridades parisinas y su huida a Neuchâtel, donde surgieron de nuevo conflictos con las autoridades locales, de modo que en 1766, aceptó la invitación de David Hume para refugiarse en Inglaterra, aunque al año siguiente regresó al continente convencido de que Hume tan sólo pretendía difamarlo.

A partir de entonces Rousseau cambió sin cesar de residencia, acosado por una manía persecutoria que lo llevó finalmente de regreso a París en 1770, donde transcurrieron los últimos años de su vida, en los que redactó sus escritos autobiográficos.

GERLILIBROS: 28 DE JINIO DE 1966Un golpe militar derroca al pre...

GERLILIBROS: 28 DE JINIO DE 1966Un golpe militar derroca al pre...: 28 DE JINIO DE 1966 Un golpe militar derroca al presidente Arturo Illia Ante su negativa a retirarse de la Casa de Gobierno según le exigía...
28 DE JINIO DE 1966
Un golpe militar derroca al presidente Arturo Illia
Ante su negativa a retirarse de la Casa de Gobierno según le exigían los altos mandos militares, el presidente Arturo Illia es desalojado con un escuadrón de lanzagases de la Policía Federal.
Illia había sido electo con muy escasa cantidad de votos y en base a la proscripción del partido mayoritario. A la falta de legitimidad de origen de su gobierno, se sumó el conflicto con el movimiento obrero debido a la sanción de una nueva legislación sindical, para la que no fueron consultados los auténticos interesados, y las presiones militares luego del amplio triunfo peronista en las elecciones legislativas de 1965.
Coincidentemente, los grandes laboratorios nacionales y multinacionales, financiaron una intensa campaña de desprestigio por la sanción de la ley de medicamentos, sumándose a la tensión existente con las empresas petroleas y el gobierno de los Estados Unidos por la revisión de los contratos firmados por Frondizi.
De motu propio o incentivados convenientemente, la mayoría de los medios de comunicación y los partidos opositores se ensañaron en una feroz campaña de injurias contra un gobierno desconcertado y falto de apoyo.

28 DE JUNIO DE 1963 SE PUBLICA RAYUELA DE JULIO CORTÁZAR

-GERLILIBROS-GERLILIBROS-
 28 DE JUNIO DE 1963 SE     PUBLICA      
 RAYUELA DE JULIO CORTÁZAR 

¿Encontraría a la Maga?". Así comienza "Rayuela", la mítica novela de Julio Cortázar que marcó un antes y un después en la literatura en español. Un París impregnado por esa visión mágica y laberíntica de la ciudad, que se alternará en la novela después con el Buenos Aires de un melancólico "Horacio Oliveira" y su recuerdo de "La Maga", la protagonista de la historia, en una ciudad con mucho jazz, humo, tertulias, amor, libertad y existencialismo. Algunos expertos consideran que con la publicación de "Rayuela" nació el llamado "boom" latinoamericano, al que luego se sumarían autores como Gabriel García Márquez, Vargas Llosa o Carlos Fuentes. Una novela o "contranovela", como la llegó a llamar el propio Julio Cortázar, que rompió todos los estereotipos y fronteras al exponer todas las posibilidades de la experimentación narrativa. Una especie de "collage" literario que se estructuró en 155 capítulos y podía ser leída de diferentes formas, como una clásica que acababa en el capítulo 56 y otra que empezaba en el capítulo 73 y le seguía una lectura laberíntica, como un juego de rayuela. 
-GERLILIBROS-GERLILIBROS-
28 DE JUNIO NACE
28 DE JUNIO NACE
Juan José Saer
(Serodino, 1937 - París, 2005) Narrador y poeta argentino cuya extensa y rica obra permaneció al margen de las vanguardias, pero al que se sitúa sin embargo como un innovador de la ficción contemporánea. En su singular estilo consigue una fusión de lo local y lo universal.
Abandonó los estudios de derecho y en 1962 comenzó a enseñar en el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral. En 1968 viajó a Francia con una beca y desde entonces residió en ese país y dictó clases de literatura. Se inició en el mundo literario escribiendo poesía, que recogería años después enEl arte de narrar (1977). Su residencia en el pueblo de Colastiné, sobre el río Paraná, a finales de la década de 1950, le permitió crear un espacio geográfico-literario habitado por personajes recurrentes. Publicó los relatos de En la zona(1960), Palo y hueso (1965), Unidad de lugar(1967), Cicatrices (1969) y las novelas Responso(1964) y La vuelta completa (1966).
En 1974, con la publicación de la novela El limonero real, Juan José Saer se desprendió del acento realista de sus primeros libros de relatos para dar comienzo a una de las obras más rigurosas y originales de la literatura argentina contemporánea. La influencia de Jorge Luis Borges y del objetivismo francés sirve de base para la singular operación realizada por Saer. De Borges tomó el perfil no psicologista y antirrealista de sus relatos, y la exaltación del artificio; de los objetivistas, el trabajo experimental con las categorías narrativas de personajes, espacio y tiempo, y la descomposición detenida de los gestos y de la mirada.
La forma en que se plasmaron estas influencias -la de Borges, cuando recién comenzaba a ocupar un lugar central en el sistema literario argentino; la del objetivismo, cuando la literatura del país vivía bajo el auge de la exaltación subjetivista deRayuela- provocó un fenómeno muy singular de recepción de la obra de Saer. Primero fue reconocida por la crítica literaria y sólo mucho después, recién a mediados de la década de 1980, por el público. El premio Nadal de novela, que le fue otorgado en 1987, en Barcelona, por La ocasión, y la consiguiente repercusión pública, representaron, en efecto, el primer momento de coincidencia entre las sanciones del público y de la crítica literaria con respecto a su obra.
Publicó además La mayor (1976), Nadie nada nunca (1980), El entenado (1983), Glosa (1986) yEl río sin orillas (1993), que propone un recorrido por la historia argentina a través de un curso fluvial. Con La pesquisa (1995) incursionó en el género policial, y en Las nubes (1997), falsa epopeya, viaje irónico y sentimental de un joven psiquiatra y cinco locos, ambientada en 1804, apunta sus ideas sobre el tiempo, el espacio y la historia. El concepto de ficción (1997), por otra parte, recoge sus ensayos literarios. Su obra ha sido traducida a diversas lenguas europeas. En 2006 apareció su novela póstuma titulada La grande.

jueves, 26 de junio de 2014

Canto.
Song, Edgar Allan Poe (1809-1849)

En tu día nupcial, te vi encendida
Por un repentino rubor,
Aunque era un cielo para ti la vida,
Y el mundo, en tu presencia, amor.

Un resplandor en tu mirada había,
(¿Por qué se avivó?)

Fue cuando mi alma dolorosa
Gozó en el mundo, de glorioso encanto.

“Sólo un pudor de virgen es origen
De tal rubor”, pudo decirse ante él.
Pero ¡ay! reanimó el fuego más vivo
En el pecho de aquél.

Que te miró de novia, cuando quiso
Mostrar aquel rubor,
Aunque tu mundo fuese paraíso,
Y alrededor, la vida, amor.
AIME CÉSAIRE
Discurso sabre el
colonialismo fragmento
Una civilización que se muestra incapaz de resolver los problemas que suscita su funcionamiento es una civilización decadente.
Una civilización que escoge cerrar los ojos ante sus problemas mas cruciales es una civilización herida. 
Una civilización que le hace trampas a sus principios es una civilización moribunda.
El hecho es que la civilización llamada «europea», la civilización «occidental», tal como ha sido moldeada por dos siglos de régimen burgués, es incapaz de resolver los
dos principales problemas que su existencia ha originado: el problema del proletariado y el problema colonial. Esta Europa, citada ante el tribunal de la «razón» y ante el
tribunal de la «conciencia», no puede justificarse; y se refugia cada vez mas en una
hipocresía aun mas odiosa porque tiene cada vez menos probabilidades de engañar.
Europa es indefendible.
26 DE JUNIO NACE AIME CÉSAIRE
(Basse-Pointe, 1913) Poeta, dramaturgo e intelectual martiniqueño. Reconocido como una de las figuras fundamentales de la poesía moderna en lengua francesa, fue uno de los creadores del concepto de negritud y un líder comprometido en la lucha de los negros.
En 1931, gracias a una beca, inició estudios superiores en París. En 1934 fundó la revista L´Etudiant noir con otros intelectuales negros. Volvió a Martinica en 1939, donde enseñó en el Liceo de Fort de France. En 1941 creó la revista Tropiques. Junto al poeta L. Senghor creó el término "negritud" como rechazo a la asimilación cultural francesa; este movimiento se propuso una búsqueda de las raíces africanas, aunque alertaba de no caer en el regionalismo o el "color local".
En 1941 el poeta francés A. Breton, líder del surrealismo, al descubrir su libro Cuaderno de retorno al país natal, lo saludó como a una de las voces más importantes de la poesía francesa de vanguardia. En 1948 escribió otro de sus grandes poemarios, Soleil cou-coupé.
La poesía de Césaire, influida por la libertad verbal del surrealismo, es metafórica y rica en imágenes de gran plasticidad y fuerza evocativa; sin embargo, a diferencia de los surrealistas, la magia de su creación se sustenta en la riqueza de la cultura caribeña y africana, por lo que sus imágenes y metáforas cumplen un objetivo ajeno al puro experimentalismo. Sus poemas tienen que ver más con un concepto mágico profundamente americano.
Entre sus influencias se cuentan los poetas Lautréamont, A. Rimbaud, G. Apollinaire y el propio Breton. No obstante estar escrita en francés, su poesía tiene una aspereza y complejidad que la hace deudora de una cultura mestiza, y ostenta un aire legendario, majestuoso, como si perteneciera a una épica antigua; de ahí sus versos largos, con apariencia de prosa y vigor visionario.
El escritor R. Depestre sitúa la "criollidad" de Césaire en un contexto dinámico más amplio y universal que cualquier definición restrictiva, y habla de una "criollidad" en movimiento hacia una dimensión donde la poesía trata con la belleza y la desgracia a la vez. Según el poeta y ensayista D. Walcott, Césaire ve en el Nuevo Mundo la evidencia de humillaciones pasadas y la necesidad de un orden nuevo; sin embargo, su obra, como toda alta poesía, se basa en el misterio de esta redención, no en una dialéctica precisa que pudiera ser entendida a través de claves políticas.
Césaire también escribió teatro, con los mismos presupuestos polémicos y estéticos. En su pieza La tragedia del rey Christophe (1963) analiza la historia haitiana con una mirada épica y universal, como si tratara de la tragedia de todas las revoluciones. En Une Saison au Congo (1966) puso en escena el drama político de África en los años sesenta.

GERLILIBROS: Manuel AltolaguirreMálaga (España), 29 de junio d...

GERLILIBROS: Manuel Altolaguirre
Málaga (España), 29 de junio d...
: Manuel Altolaguirre Málaga (España), 29 de junio de 1905 Burgos (España), 26 de julio de 1959 Contigo No estás tan sola sin mí. Mi so...

GERLILIBROS: Manuel AltolaguirreMálaga (España), 29 de junio d...

GERLILIBROS: Manuel Altolaguirre
Málaga (España), 29 de junio d...
: Manuel Altolaguirre Málaga (España), 29 de junio de 1905 Burgos (España), 26 de julio de 1959 Contigo No estás tan sola sin mí. Mi so...
Manuel Altolaguirre
Málaga (España), 29 de junio de 1905
Burgos (España), 26 de julio de 1959
Contigo
No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?
Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
A ti y a mí nos separan.
¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?
En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...