sábado, 22 de octubre de 2016

22 DE OCTUBRE DE 1919 NACE:

DORIS LESSING
(Kermanshah, Irán, 1919 - Londres, 2013) Escritora inglesa. Nacida en Irán, donde su padre era capitán del ejército británico, en 1924 se estableció con su familia en Rhodesia del Sur (hoy Zimbabwe). Los primeros treinta años de su vida transcurrieron en Rhodesia. Allí la pequeña Doris vivió una infancia problemática, condicionada por el paisaje africano y la frustración de unos padres (sobre todo su madre) que no consiguieron realizar sus sueños.

Doris Lessing en 1956
Se educó en varias escuelas de Salisbury (Harare), pero abandonó los estudios a los catorce años y se casó dos veces: primero a los 19, con un funcionario al que dio dos hijos, y en segundo lugar, por conveniencia, con el exiliado alemán Gottfried Lessing en 1944, un camarada del partido comunista con quien tuvo otro hijo, el único que la acompañaría a Londres cuando partió definitivamente en 1949.
El contacto con África y el profundo amor que sintió por esta tierra constituyó la materia narrativa de algunas de sus novelas; el tema de la emancipación de la mujer abunda también en su obra de ficción. En 1950 ya había publicado Canta la hierba, una novela que tuvo buena acogida acerca de la vida en África, a través de la cual se opone a la política racial en años en los que el tema no era bien recibido en Inglaterra. Gracias a esa novela, y sobre todo a su tenacidad, consiguió abrirse camino en el mundillo literario londinense a lo largo de los años cincuenta, al tiempo que pasaba de manera fugaz por el partido comunista británico y consolidaba su imagen de firme detractora de la segregación racial en África del Sur.
En las cinco novelas que componen la serie Hijos de la violencia desarrolló la vida de la protagonista, Martha Quest, en el ámbito racial y social de Sudáfrica, sus esfuerzos para liberarse del círculo familiar, la disolución de su primer matrimonio (Un matrimonio convencional, 1954), su superación personal y su intervención en la política izquierdista de aquel continente, para regresar a Inglaterra en la última novela de la serie, en la que Martha Quest, ya de mediana edad, se ve envuelta en los acontecimientos sociales de su país. Las cinco novelas de este ciclo se titularonMartha Quest (1952), Un matrimonio convencional (1954), Vuelta al hogar (1957),Al final de la tormenta y La costumbre de amar (ambas de 1958).
Aparte de demostrar ser una notable autora de narraciones breves (como en el volumen Cuentos africanos, de 1951), Lessing también incursionó en el terreno de la fantasía como ángulo de observación de la condición humana, un género definido como "space or cosmic fiction". Conopus en Argos. Archivos (1979-83) es el título de este ciclo concebido bajo las leyes de aquel género y que comprende obras comoThe Marriages Between Zones Three, Four and Five (1980), The Sirian Experimente(1981), The Making of the Representative for Planet 8 (1982) y The Sentimental Agents in the Volyen Empire (1983). Con este ciclo rompe con el realismo tradicional y describe acontecimientos épicos y míticos de un universo ficticio.
El cuaderno dorado
Pero probablemente sea El cuaderno dorado (1962) la novela que más fama haya otorgado a Doris Lessing. El cuaderno dorado es un relato de sus experiencias colonialistas, sus relaciones con otras mujeres, su vida intelectual en los ambientes progresistas y marxistas de Salisbury y Londres, sus dificultades como novelista y su desencanto revolucionario, paralelo a la madurez y a la angustia ante la soledad.
Se trata sin duda de una de las piezas maestras de la literatura inglesa en lo que va de siglo, con su despiadado análisis de las actitudes políticas, de los tópicos y de los ritos de la vida británica tradicional. La trama, de un marcado cariz autobiográfico, gira en torno a tres temas clásicos: la necesidad de tomar un interés activo en temas políticos, la psicología de la mujer madura y el conflicto generacional.
Lessing estructura la obra en torno a una novela corta, Mujeres libres, protagonizada por Anna Wulf, que es a su vez quien redacta los cuatro cuadernos: negro, rojo, amarillo y azul, a través de los cuales va mostrando diversas parcelas de su realidad y que corresponden a diversos avatares biográficos. En la década de los 50, Anna Wulf, divorciada, reside en Londres con su hija Janet y su amiga Molly, asimismo divorciada y madre de un hijo, Tommy. Éste quedará ciego tras una tentativa de suicidio. Anna atraviesa una honda depresión, de la que le ayuda a salir la entrega a tareas sociales.
Los recuerdos de la prolongada residencia de Anna en África, que constituyen el tema de una novela que ha publicado con éxito, están recogidos en otro de los cuadernos, donde narra su acercamiento a los comunistas y su posterior decepción, así como los ecos de la Segunda Guerra Mundial tal como llegan a la remota colonia británica. Otro de los cuadernos, que completa esta visión calidoscópica de la compleja personalidad de Anna Wulf, contiene las reflexiones íntimas de ésta, sus visitas a una psiquiatra y sus fracasos amorosos. La obra ha sido considerada como la Biblia del feminismo y un clásico de la literatura de esa tendencia por su exploración de la identidad de la mujer y por abordar la crisis emocional y artística de la protagonista.
Sin embargo, la propia autora señaló que su propósito no era político, sino literario: "Cuando se es una escritora perteneciente a la tradición inglesa, una debe ser consciente y sentirse agradecida de un patrimonio que significa no tener que luchar como mujer para ser publicada y valorada. En Inglaterra las mujeres se han ganado la vida como escritoras desde hace siglos y, a veces, protestando con energía contra su destino. Mi agradecida conciencia de este patrimonio es la razón por la que suscribo la máxima de Virginia Woolf, según la cual las escritoras serán libres cuando, sentadas a escribir, no piensen si escriben o no como mujeres".
De su obra posterior cabe destacar Un hombre y dos mujeres (1963), La ciudad de las cuatro puertas (1968) o el Diario de una buena vecina (1984). En su novela La buena terrorista (1985), premio Mondello en 1987, puso de nuevo de relieve la dimensión dolorosa y dramática de una realidad contemporánea desde un punto de vista feminista. Entre las publicaciones de sus últimos años deben citarse El viento se lleva nuestras palabras (1987) y El quinto hijo (1988).
En la década de 1990 presentó dos volúmenes de memorias. El primero, Dentro de mí (1994), ocupa la época que van desde su nacimiento a su partida hacia Londres, tras sus veinticinco años desafortunados en la antigua colonia inglesa de Rodesia del Sur (Zimbabwe). Un paseo por la sombra (1997), segundo volumen de su autobiografía, empieza cuando la todavía aspirante a escritora contempla los muelles de Londres con su hijo Peter de la mano y el manuscrito de su primera novela, Canta la hierba, en la maleta. Concluye en 1962, año en que vio la luz el libro con el que casi siempre se la asocia: El cuaderno dorado.
El tercer volumen nunca llegó a ser publicado porque, tal y como afirmó Doris Lessing, para escribirlo hubiera tenido que traicionar la confianza de muchos amigos que aún vivían y pasaban entonces por serias dificultades; no descartaba hacerlo en forma de relato ficticio, pero tampoco fue el caso. Posteriormente aparecieron las novelas Mara y Dann: una aventura (1999) y El sueño más dulce (2002). En 2001 recibió el premio Príncipe de Asturias de las Letras y en 2007 el premio Nobel de Literatura.

22 DE OCTUBRE DE 1887 NACE JOHN REED

 22 DE OCTUBRE DE 1887  NACE 
 JOHN REED 
Periodista y aventurero estadounidense, nacido en Portland (Oregón) el 22 de octubre de 1887 y fallecido en Moscú el 19 de octubre de 1920, autor de la célebre obra Diez días que estremecieron al mundo, sobre la Revolución Soviética. Su nombre completo era John Silas Reed.
Nacido en el seno de una familia acomodada, estudió en la Universidad de Harvard, donde ya comenzó a demostrar sus dotes de escritor y orador, además de ser editor del periódico universitario. Tras graduarse en 1910 viajó por Europa y, a su regreso, trabajó para los diarios de tendencia socialista The Masses y New Review. Después pasó a ser corresponsal de guerra para el Metropolitan Magazine en la Revolución Mexicana, durante la cual acompañó a Pancho Villa en sus incursiones por el norte de México, convivió con sus tropas cuatro meses y conoció al presidente Venustiano Carranza, experiencias que plasmó en su obra Insurgent Mexico (1914). En 1913 publicó un libro de poemas titulado Sangar; en estos años fue arrestado varias veces por su participación en huelgas, entre ellas la huelga de los mineros de Colorado y la huelga Paterson de Nueva Jersey, y apoyar en sus artículos a los trabajadores. Durante la I Guerra Mundial el Metropolitan Magazine le envió a los frentes de Serbia, Rumanía y Rusia, y en 1916 publicó La Guerra en el Este de Europa. Contribuyó a la formación del Partido Comunista norteamericano y se convirtió en un destacado líder socialista, por lo que al estallar la Revolución Soviética de 1917 decidió viajar a Rusia para ser testigo directo de los acontecimientos; junto con su esposa, Louise Bryant, también periodista, vivió los decisivos momentos de la toma del Palacio de Invierno de Petrogrado y conoció personalmente a Lenin, al que parece le unió una sincera amistad. En Diez Días que estremecieron al Mundo (1920) recogió entrevistas, relatos de los hechos y reflexiones sobre uno de los episodios más cruciales en la Historia del siglo XX. Al regresar a Estados Unidos fue expulsado del Partido Comunista por su bolchevismo. Durante el Congreso Socialista Nacional celebrado en agosto de 1919 y junto con otros disidentes, fundó el Communist Labor Party y el periódico Voice of Labor.
Tuvo que huir de los Estados Unidos al ser acusado de traición, aunque al arribar en Finlandia fue arrestado por las autoridades de este nuevo Estado no comunista; en el tiempo que estuvo en prisión empezó dos novelas y algunos poemas, que dejó inacabados. Finalmente pudo llegar la Unión Soviética gracias a un canje de prisioneros, pero falleció al poco tiempo víctima del tifus. Fue enterrado junto a otros líderes de la Revolución en el Muro del Kremlin. Su prematura muerte contribuyó a aumentar la popularidad de Reed, de forma que su figura adquirió proporciones de héroe para los sectores de izquierdas y surgieron clubes sindicales por todo Estados Unidos que llevaban su nombre.
En 1981 se estrenó la película The Reds, centrada en su figura dentro del contexto de la Revolución Soviética.

jueves, 20 de octubre de 2016

ARTHUR RIMBAUD
Sol y carne
¡Si volviera el tiempo, el tiempo que fue!
Porque el hombre ha terminado, el hombre
representó ya todos sus papeles.
En el gran día, fatigado de romper los ídolos,
resucitará, libre de todos sus dioses,
y, como es del cielo, escrutará los cielos.
El ideal, el pensamiento invencible, eterno,
todo el dios que vive bajo su arcilla carnal
se alzará, se alzará, arderá bajo su frente.
Y cuando le veas sondear el inmenso horizonte,
vencedor de los viejos yugos, libre de todo miedo,
te acercarás a darle la santa redención.
Espléndida, radiante, del seno de los mares,
tú surgirás, derramando sobre el Universo
con sonrisa infinita el amor infinito,
el mundo vibrará como una inmensa lira
bajo el estremecimiento de un beso inmenso...
El mundo tiene sed de amor: tú la apaciguarás,
¡oh esplendor de la carne! , ¡oh esplendor ideal
¡Oh renuevo de amor, triunfal aurora
en la que doblegando a sus pies los dioses y los héroes,
la blanca Calipigia y el pequeño Eros cubiertos con
nieve de las rosas
las mujeres y las flores su bellos pies cerrados!

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20 DE OCTUBRE DE 1854 NACE: ARTHUR RIMBAUD

20 DE OCTUBRE DE 1854 NACE:
ARTHUR RIMBAUD
(Charleville, Francia, 1854-Marsella, id., 1891) Poeta francés. Sus padres se separaron en 1860, y fue educado por su madre, una mujer autoritaria. Destacó pronto en el colegio de Charleville por su precocidad. En septiembre de 1870 se fugó de casa por vez primera y fue detenido por los soldados prusianos en una estación de París.
Su profesor, Georges Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de nuevo la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte. Después de trasladarse a Bélgica, quiso emprender carrera como periodista en la ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas, había empezado a escribir un libro destinado a Paul Demeny, pariente de su profesor y poeta reconocido en París.
Cuando regresó a Charleville, en el invierno de 1870-1871, su colegio había sido convertido en hospital militar. Huyó a París en febrero y fue testigo de los disturbios provocados por la amnistía decretada por el gobierno de Versalles. Volvió con su familia en marzo, en plena Comuna, y publicó la famosa Carta del vidente. Auténtico credo estético, la Carta definía al poeta del futuro como un «ladrón de fuego» que busca la alquimia verbal y lo desconocido a través de un «largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos».
Verlaine, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a París. Rimbaud llegó con un poema, El barco ebrio, quizás la mayor expresión de su genio visionario, que impresionó profundamente a su anfitrión. En París, se integró enseguida en el círculo literario del club zutista y escribió el Album zutique.
Tras una breve estancia en Charleville, donde compuso algunos poemas sencillos, más o menos místicos, nació una tormentosa relación amorosa con Verlaine, que empezó en el Barrio Latino de París, en mayo de 1872. Tras abandonar a su esposa, Mathilde, Verlaine se instaló con él en Bruselas y más tarde en Londres, para experimentar lo que, según Rimbaud, debía ser la aventura de la poesía.
En contacto con los partidarios exiliados de la Comuna, sus vidas se volvieron cada vez más caóticas, a medida que uno y otro cultivaban las excentricidades de todo tipo. En julio de 1873, Verlaine, el «desgraciado hermano» de Rimbaud, huyó a Bruselas; pretendía enrolarse con los carlistas, o suicidarse. Llamó a Rimbaud, éste acudió a su lado y volvieron las disputas. Verlaine, un carácter depresivo, sospechando que iba a ser abandonado pronto, disparó a Rimbaud y lo hirió, por lo que fue arrestado y encarcelado.
Mientras se recuperaba en sus Ardenas natales, Rimbaud terminó el libro autobiográfico Una estancia en el infierno, donde relataba su historia y daba cuenta de su rebeldía adolescente. Luego, gracias a su madre, publicó Alquimia del verbo, pero la obra no fue distribuida (Rimbaud dejó una copia en la prisión, para Verlaine, y repartió otros pocos ejemplares entre sus amigos). Regresó a Londres, acompañado por Germain Nouveau, en 1874, y escribió su última obra, Las iluminaciones, cerca de cincuenta poemas en prosa que proyectan sucesivos universos y proponen una nueva definición del hombre y del amor. A los veinte años, abandonó la literatura.
La segunda parte de su vida fue una especie de caos aventurero. Empezó como preceptor en Stuttgart, se alistó (y desertó luego) en el ejército colonial holandés y viajó en dos ocasiones a Chipre (1879 y 1880). Después de distintas escalas en el Mar Rojo, se instaló en Adén y más tarde en Harar (Etiopía). Se dedicó al comercio de marfil, café, oro o cualquier producto que consiguiera por el trueque de alguna mercancía europea; también envió informes a la Sociedad Francesa de Geografía. En 1885 volvió a Adén y vendió armas. Atravesó el desierto de Danakil y se tomó un tiempo de descanso en Egipto. Por último regresó a Harar, donde prosperaban sus negocios. En 1891, aquejado de fuertes dolores en la pierna derecha, volvió a Francia, donde le fue amputada y murió poco después en un hospital de Marsella.

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2O DE OCTUBRE DE 1946 NACE
ELFRIEDE JELINEK
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Dramaturga y novelista austríaca, nacida en Mürzzuschlag (Estiria) en 1946
. Su obra, transgresora y radical, se caracteriza por tratar con dureza temas como la violencia de género, las relaciones familiares opresivas o el pasado político de su país. Su propósito es luchar contra cualquier clase de autoridad y denunciar los abusos de poder en nuestra sociedad, sin renunciar por ello a un estilo preciso y lleno de contrastes.
En 2004 la Academia sueca le concedió el Premio Nobel de Literatura. Los académicos suecos destacaron "el flujo musical de voces y contravoces en sus novelas y obras de teatro, que con extraordinario talento lingüístico revelan lo absurdo de los clichés de la sociedad y su poder subyugante".
Vida y obra
Su familia pertenecía a la alta burguesía austriaca. Su padre, judío de origen checo, era químico y su madre, católica practicante, jefe de personal de una gran empresa. Ingresó en un un estricto colegio religioso de Viena; este hecho, unido a la relación opresiva que siempre mantuvo con su madre, debió de ejercer una enorme influencia en la futura escritora. En la capital austriaca estudió Historia del Arte y Teatro, y se graduó en el Conservatorio como organista.
En 1967 interrumpió sus estudios y comenzó a publicar narrativa, obras de teatro y Hörspiel (obras para ser escuchadas por radio), junto a poemas y guiones para televisión y cine. Sus primeros trabajos literarios, entre los que destaca Lisas schatten (La sombra de Lisa, 1967), presentan una clara influencia del Grupo de Viena, en especial en la complicación sintáctica, cuyo objetivo es dificultar la lectura y obligar al lector a leer con la máxima atención.
Debido a la temática de algunas de sus obras, Jelinek ha sido calificada en numerosas ocasiones como escritora feminista. Sin embargo, ella misma considera esta calificación como inadecuada, pues en su opinión la preocupación fundamental de toda su obra no es otra que el análisis de los efectos del capitalismo en la conciencia, el lenguaje y las actitudes humanas. En Wir sind lockvögel baby! (¡Somos aves de cebo, baby!, 1970) trató el tema de los mecanismos de manipulación a los que está sometida la literatura de masas. Die Liebhaberinnen (Las amantes, 1975) y Clara S. (1983) describen la opresión de la mujer sometida a las normas de una sociedad patriarcal; en Las amantes, cuya acción transcurre en un ámbito rural donde parece no haber salida, Jelinek denuncia los efectos del capitalismo sobre los más débiles: las mujeres. En 1980 publicó Die ausgesperrten (Los excluidos).
Otro de los grandes temas de su producción literaria es la política de su país (Burgtheater, 1986), así como la tendencia a una ideología regional del presente (Oh Wildnis, oh Schutz vor ihr; ¡Oh, naturaleza salvaje, oh, protección ante ella!, 1986). La Nobel austriaca, que desde 1974 hasta 1991 estuvo afiliada al Partido Comunista Austriaco (KPÖ), ha mantenido siempre una postura frontal contra las políticas conservadoras. Cuando en 2000 el partido de ultraderecha liderado por Jörg Haider logró alcanzar puestos de Gobierno, por medio de una alianza con el Partido Popular, Jelinek expresó su intención de abandonar Austria y prohibió la representación de sus obras en los teatros austriacos. En la revista internacional Autodafé publicó entonces un durísimo ataque contra Haider titulado "En avant pour l´image, la jolie innocente image".
En Die Klavierspielerin (1983), publicada en España con el título La pianista en 1993, la relación opresiva entre una madre y su hija permite a la autora desarrollar un feroz estudio sobre los mecanismos de represión sexual. La novela fue llevada con éxito al cine por el director Michael Haneke en 2001. Aun más polémica resultó su siguiente novela, Lust (El ansia, 1989), traducida en español como "El Deseo", que fue tachada de pornografía. La novela narra la historia de una mujer, sometida por su marido a innumerables humillaciones, que se enamora de un hombre más joven, quien pronto se convertirá en su nuevo maltratador.
Seis años después publicó Die kinder der toten (Los hijos de los muertos, 1995), mezcla de novela y ensayo sobre las víctimas del fascismo, donde llegó a calificar su país de "tierra de muerte". En 2000 volvió a denunciar los abusos de poder del hombre contra la mujer en Ein Unterhaltungsroman (Una novela de entretenimiento).
Su carácter iconoclasta también está presente en su producción teatral, iniciada en 1979 con Was geschah, nachdem Nora ihren Mann verlassen hatte oder Stützen der Gesellschaften (Lo que ocurrió después de que Nora abandonara a su marido o los pilares de las sociedades). Más interesada en el mensaje político de sus obras -en Bambiland (2003) criticó la invasión de Irak llevada a cabo por Estados Unidos-, ella misma aseguró no saber nada de teatro y no comprender por qué es tan elogiada como dramaturga: "Escribo contra el teatro. No me imagino nada más absurdo que personas vivas en un escenario".
La obra dramática de Jelinek goza de una extraordinaria acogida en Alemania. Trabajó con los directores más prestigiosos de este país, como George Tabori o Christoph Marthaler, y en 1991 el Festival de Salzburgo le dedicó gran parte de su programa. Una de sus obras teatrales de mayor éxito es Sportstück (Una pieza de deporte). El texto de Bambiland fue publicado en 2004, acompañado de fotografías del montaje dirigido por el dramaturgo alemán Christoph Schlingesief.
En cuanto a su estilo literario, Jelinek aseguró en una entrevista dejarse llevar por el lenguaje en un proceso casi subconsciente: "el lenguaje me arrastra, el texto se escribe a sí mismo, por así decirlo". Su objetivo es de nuevo romper con las convenciones, en este caso las lingüísticas, a través de continuos contrastes. La ironía, el uso de frases hechas con un sentido opuesto al habitual, los juegos de palabras y la descripción directa, extremadamente fría, de los personajes son las principales características del estilo preciso de Jelinek.
La concesión del Premio Nobel en 2004 suscitó una gran turbación entre los sectores más conservadores de la sociedad austriaca. El periódico de mayor difusión en Austria, el Kronenzeitung, apenas dedicó espacio a la noticia y los políticos de la ultraderecha aprovecharon la oportunidad para volver a insultar a la ganadora del primer Nobel para el país. Sin embargo, otro diario austriaco, el Der Standard, no dudó en considerar el premio como "un reconocimiento a la literatura austriaca de resistencia de los últimos cincuenta años".
Además del Premio Nobel, la obra de Jelinek ha obtenido el Premio Heinrich Böll (1986) y el Premio Georg Büchner (1998), la más alta distinción de la lengua alemana.
En 2006 presentó Bambilandia, Babel, un libro en el que despliega su análisis, con inteligente humor y feroz sarcasmo, sobre la actuación de Estados Unidos en la Guerra de Irak y el papel de los medios de comunicación en el conflicto.

miércoles, 19 de octubre de 2016

ÁLVARO YUNQUE
LA OBRA MAESTRA
El mono cogió un tronco de árbol, lo subió hasta el más alto pico de una sierra, lo dejó allí, y, cuando bajó al llano, explicó a los demás animales:

-¿Ven aquello que está allá? ¡Es una estatua, una obra maestra! La hice yo.

Y los animales, mirando aquello que veían allá en lo alto, sin distinguir bien qué fuere, comenzaron a repetir que aquello era una obra maestra. Y todos admiraron al mono como a un gran artista. Todos menos el cóndor, porque él era el único que podía volar hasta el pico de la sierra y ver que aquello solo era un viejo tronco de árbol. Dijo a muchos animales lo que había visto, pero ninguno creyó al cóndor, porque es natural en el ser que camina no creer al que vuela.

FIN
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OLIVERIO GIRONDO
SI HUBIERA SOSPECHADO LO QUE SE OYE

   
Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido. Apenas se desvanece la musiquita que nos echó a perder los últimos momentos y cerramos los ojos para dormir la eternidad, empiezan las discusiones y las escenas de familia.
¡Qué desconocimiento de las formas! ¡Qué carencia absoluta de compostura! ¡Qué ignorancia de lo que es bien morir!Ni un conventillo de calabreses malcasados, en plena catástrofe conyugal, daría una noción aproximada de las bataholas que se producen a cada instante. Mientras algún vecino patalea dentro de su cajón, los de al lado se insultan como carreros, y al mismo tiempo que resuena un estruendo a mudanza, se oyen las carcajadas de los que habitan en la tumba de enfrente.Cualquier cadáver se considera con el derecho de manifestar a gritos los deseos que había logrado reprimir durante toda su existencia de ciudadano, y no contento con enterarnos de sus mezquindades, de sus infamias, a los cinco minutos de hallarnos instalados en nuestro nicho, nos interioriza de lo que opinan sobre nosotros todos los habitantes del cementerio.
De nada sirve que nos tapemos las orejas. Los comentarios, las risitas irónicas, los cascotes que caen de no se sabe dónde, nos atormentan en tal forma los minutos del día y del insomnio, que nos dan ganas de suicidarnos nuevamente. Aunque parezca mentira -esas humillaciones- ese continuo estruendo resulta mil veces preferible a los momentos de calma y de silencio. Por lo común, estos sobrevienen con una brusquedad de síncope. De pronto, sin el menor indicio, caemos en el vacío. Imposible asirse a alguna cosa, encontrar una a que aferrarse. La caída no tiene término. El silencio hace sonar su diapasón. La atmósfera se rarifica cada vez más, y el menor ruidito: una uña, un cartílago que se cae, la falange de un dedo que se desprende, retumba, se amplifica, choca y rebota en los obstáculos que encuentra, se amalgama con todos los ecos que persisten; y cuando parece que ya va a extinguirse, y cerramos los ojos despacito para que no se oiga ni el roce de nuestros párpados, resuena un nuevo ruido que nos espanta el sueño para siempre.
¡Ah, si yo hubiera sabido que la muerte es un país donde no se puede vivir!
   FIN
GERLILIBROS-GERLILIBROS-GERLILIBROS
Espantapájaros, 1932
YALAL AL-DIN RUMI
LA MIRADA DEL MOSQUITO
Te pareces a un mosquito que se cree importante. Al ver una brizna de paja flotando en un charco de orina de cerdo, el mosquito levanta la cabeza y piensa: “Hace mucho tiempo que sueño con el mar y con un barco, ¡y aquí están por fin !”.

FIN


Resultado de imagen para La mirada del mosquito [Minicuento - Texto completo.]  Yalal Al-Din Rumi


CÉSAR VALLEJO
MASA

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.
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lunes, 17 de octubre de 2016

OLIVERIO GIRONDO
Mi lu
mi lubidulia
mi golocidalove 
mi lu tan luz tan tu que me enlucielabisma
y descentratelura
y venusafrodea
y me nirvana el suyo la crucis los desalmes
con sus melimeleos
sus erpsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y gormullos
mi lu
mi luar
mi mito
demonoave dea rosa
mi pez hada
mi luvisita nimia
mi lubísnea
mi lu más lar
más lampo
mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio
mi lubella lusola
mi total lu plevida
mi toda lu
lumía


PAUL VERLAINE
Tú crees en el ron del café, en los presagios
Tú crees en el ron del café, en los presagios,
y crees en el juego;
yo no creo más que en tus ojos azulados.
Tú crees en los cuentos de hadas, en los días
nefastos y en los sueños;
yo creo solamente en tus bellas mentiras.
Tú crees en un vago y quimérico Dios,
o en un santo especial,
y, para curar males, en alguna oración.
Mas yo creo en las horas azules y rosadas
que tú a mí me procuras
y en voluptuosidades de hermosas noches blancas.
Y tan profunda es mi fe
y tanto eres para mí,
que en todo lo que yo creo
sólo vivo para ti.

17 DE OCTUBRE DE 1915 NACE ARTHUR MILLER

17 DE OCTUBRE DE 1915 NACE
ARTHUR MILLER
(Nueva York, 1915 - Roxbury, Connecticut, 2005) Dramaturgo estadounidense. Autor de obras emblemáticas como La muerte de un viajante y Las brujas de Salem, y ganador en dos ocasiones del premio Pulitzer, Arthur Miller está considerado como uno de los mejores dramaturgos del siglo XX. Escritor comprometido, Miller supo trasladar a los escenarios el conflicto del ser humano y el espíritu crítico, arremetió contra el masificador antihumanismo estadounidense, se acercó al marxismo, para después criticarlo, se opuso activamente a la “caza de brujas” del senador McCarthy y denunció la intervención estadounidense en Corea y Vietnam. Su nombre fue sinónimo de audacia y de ruptura, tanto temática como estructural.
Arthur Asher Miller nació en Nueva York el 17 de octubre de 1915, tercer hijo de un matrimonio de emigrantes austríacos formado por Isidore Miller (un fabricante de abrigos judío que se arruinó durante la Gran Depresión) y Augusta Bernett. Se graduó en la Abraham Lincoln High School y para pagarse los estudios de periodismo, que cursó en la Universidad de Michigan, trabajó en una radio local, en un almacén y como editor de noche en el Michigan Daily.
Poco antes de obtener la licenciatura, escribió Todavía crece la hierba (1938), una comedia que le valdría los primeros reconocimientos. Tras finalizar sus estudios, regresó a Nueva York y se inició en la escritura de seriales radiofónicos.
La década de 1940 supuso un período de cambios para Miller. Por un lado, en 1940 contrajo matrimonio con su novia de la universidad, Mary Grace Slattery, con la que tuvo un hijo, Robert, y una hija, Jane, y por otro se consolidó como escritor. Después de debutar en Broadway con El hombre que tuvo toda la suerte del mundo, una comedia de escaso éxito comercial, pero que le proporcionó el Theatre Guild Award en 1944, curiosamente fue una novela, Focus (1945), un alegato contra el antisemitismo, la que le reportó su primer éxito.
Influido por Ibsen, Miller mostró su preocupación por la sociedad que le rodeaba y su problemática en Todos eran mis hijos (1947), donde abordó la actividad de los que se aprovechan de la guerra. La obra obtuvo el premio de la Crítica de Nueva York en 1948, inscribió al autor dentro del realismo norteamericano de su tiempo y supuso su espaldarazo definitivo.
En estos sus primeros títulos se entrevé ya lo que sería el elemento fundamental de toda su obra: la crítica acerba a todos aquellos valores de carácter conservador que comenzaban a asentarse en la sociedad de Estados Unidos. Dos años después llegaría su mayor triunfo con una denuncia del carácter ilusorio del sueño americano: La muerte de un viajante (1949), obra por la que obtuvo el Pulitzer de Teatro y, de nuevo, el premio de la Crítica de Nueva York, y que a menudo se cita entre las mejores del teatro contemporáneo. Ese mismo año, el montaje teatral, dirigido por Elia Kazan, obtuvo seis premios Tony. La obra se representó ininterrumpidamente desde el 10 de febrero de 1949 hasta el 18 de noviembre de 1950, y posteriormente se estrenó en salas de todo el mundo. En 1985 fue llevada al cine por Volker Schlöndorff, con un memorable Dustin Hoffman en el papel protagonista.
Arthur Miller sufrió en sus propias carnes la “caza de brujas” del senador McCarthy. Su obra Las brujas de Salem (1953), un alegato contra la intolerancia y el puritanismo ambientado en 1692, era en realidad una denuncia contra las investigaciones que desde 1946 llevaba a cabo el denominado Comité de Actividades Antiamericanas. El comité, dirigido por Joseph McCarthy, había sido investido con la facultad de averiguar la filiación política de los ciudadanos, al objeto de depurar el país de “antiamericanos” y comunistas. Actores, directores, guionistas y escritores fueron multados o enviados a prisión. En 1956 Miller compareció ante el comité, que lo condenó por desacato al no querer delatar a los miembros de un círculo literario sospechosos de actividades procomunistas. Miller apeló la sentencia y finalmente fue absuelto.
Las brujas de Salem se representó por vez primera en Broadway en 1953 y obtuvo un gran éxito. En esta ocasión el encargado del montaje no fue Elia Kazan, quien en un episodio oscuro de su vida había delatado a varios camaradas ante el comité (Miller no le habló durante años), sino el legendario Jed Harris. La obra fue llevada al cine en 1996. Protagonizada por Daniel Day-Lewis (esposo de Rebecca Miller) y con guión adaptado por el propio Miller; en español se hizo una versión de la obra que se tituló El crisol.
La vida de Arthur Miller cambió radicalmente cuando, tras divorciarse de Mary, el 29 de junio de 1956 contrajo matrimonio con la mítica actriz Marilyn Monroe. La boda coincidió con el estreno de Panorama desde el puente (1955), pieza en la que el autor reproducía el tema de la llegada de inmigrantes a Estados Unidos, y por la que obtendría el segundo Pulitzer.
La popularidad del intelectual que había sabido ganarse el corazón de la mujer más adorada del siglo XX creció entonces vertiginosamente. El matrimonio hizo correr ríos de tinta durante los casi cinco años que duró. Habitual del papel couché y del glamour de Hollywood, la pareja no fue feliz y finalmente las infidelidades de la actriz (que tuvo un romance con Yves Montand), sus problemas con el alcohol y las tensiones durante el rodaje de Vidas rebeldes (1961), película de John Huston con guión del dramaturgo y protagonizada por Marilyn, acabaron con el matrimonio, que finalmente se divorció en enero de 1961. En esos años Miller se mantuvo alejado de los escenarios y no volvió a estrenar hasta 1964.
La estabilidad sentimental le llegó con la prestigiosa fotógrafa austríaca Inge Morath, pionera del fotoperiodismo. Se habían conocido durante el rodaje de Vidas rebeldes, donde ella ejercía de fotógrafa oficial del rodaje. Se casaron en 1962 y ya no se separarían hasta el fallecimiento de Inge, cuarenta años después (2002). Morath le dio una hija, Rebecca, y, según el biógrafo del dramaturgo, un hijo, Daniel, nacido con síndrome de Down y del que Miller nunca habló.
Arthur Miller volvió a los escenarios en 1964 con Después de la caída, un texto autobiográfico durísimo en el que narraba su relación con Marilyn. Otras obras destacadas posteriores, que sin embargo ya no le reportaron tanta popularidad, fueron Incidente en Vichy (1964), El precio (1968), quizá su último éxito popular, En Rusia (1969), La creación del mundo (1972), En el paraíso (1974), La colcha de Marta (1977), El arzobispo (1977), El viajante en Beijing (1984), El descenso del monte Morgan (1991) y Cristales rotos (1994).
En 1997, tras un largo silencio, escribió Una mujer normal, novela corta en la línea psicologista de sus últimas obras, que mereció excelentes críticas. Entre sus aportaciones a otros géneros sobresalen la colección de relatos Ya no te necesito (1967), el guión de la película El reloj americano (1980), las recopilaciones de ensayos tituladas Ensayos teatrales de Arthur Miller (1978) y Al correr de los años. Ensayos reunidos (1944-2001) y la novela autobiográfica Timebends: A Life (1987), que se publicaría en España un año después con el título de Vueltas al tiempo. Además de dramaturgo y escritor, intervino en diversas películas y documentales, como El edén (2001). Entre 1965 y 1969 fue presidente del PEN Club, el colectivo de escritores que vela por la libertad de expresión.
Elegido el mejor dramaturgo del siglo XX, según una encuesta convocada por el Royal National Theatre, en la que participaron ochocientas personas directamente relacionadas con el teatro, estaba en posesión de la Medalla de Oro de las Artes y las Letras (1959), del premio Angloamericano de teatro (1966) y del Lawrence Olivier Theatre Award (1995). En 2002 estuvo en España para recibir, de manos del príncipe Felipe, en una emotiva ceremonia en el teatro Campoamor de Oviedo, el premio Príncipe de Asturias de las letras en reconocimiento a su capital contribución a la “renovación de la permanente lección humanística del mejor teatro”. Contestatario hasta el final, un año antes había publicado La política y el arte de actuar, un alegato contra el establishment político estadounidense, George W. Bush incluido.
En los últimos años, Miller vivía a caballo entre Nueva York, donde sus obras se seguían representando con éxito, y su residencia de Connecticut. Desde 2002 vivía con Agnes Barley, una joven artista, con la que anunció públicamente que tenía intención de casarse. Enfermo de cáncer, neumonía y con problemas cardíacos, en 2004 estrenó su última obra, Finishing the Picture. Falleció en su rancho de Roxbury el 10 de febrero de 2005, acompañado de los suyos.
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sábado, 15 de octubre de 2016

15 DE OCTUBRE DE 1923 NACE:

ITALO CALVINO
(Santiago de las Vegas, Cuba, 1923-Siena, Italia, 1985) Escritor italiano. Hijo de un ingeniero agrónomo, se trasladó de San Remo, donde transcurrió la mayor parte de su infancia, a Turín, para seguir los mismos estudios que su padre, pero enseguida los abandonó a causa de la guerra, durante la cual luchó como partisano contra el fascismo. En 1944 se afilió al Partido Comunista Italiano.
Tres años más tarde publicaba, gracias a la ayuda de Cesare Pavese, su primera novela, Los senderos de los nidos de araña, en la que relataba su experiencia en la resistencia. A la conclusión de la guerra, siguió estudios literarios en la Universidad de Turín, en la que se licenció con una tesis sobre Joseph Conrad, y empezó a trabajar para la editorial Einaudi, con la que colaboraría toda su vida.

Italo Calvino
Tras publicar algunas antologías de relatos, de tipo fabulístico, con las cuales se alejaba de la escritura realista de sus inicios, escribió la trilogía Nuestros antepasados, integrada por El vizconde demediadoEl barón rampante y El caballero inexistente, narración fantástica y poética, plagada de elementos maravillosos, en la que planteaba el papel del escritor comprometido políticamente. Por esa época, su relación con el PCI estaba ya muy degradada, hasta que, en 1957, acabó por desvincularse de él por completo.
Esta trilogía marcó un importante giro en su evolución literaria, ya que, dejando a un lado sus iniciales inclinaciones neorrealistas, consiguió reinventar magistralmente elconte philosophique del siglo XVII. Con un refinado juego de acontecimientos emblemáticos, que acercan el estilo del libro a la fábula, en El vizconde demediado(1952) se propuso analizar y denunciar la realidad contemporánea, así como la soledad y el miedo implícitos en la condición humana. Esta misma problemática continúa en El barón rampante (1957) y El caballero inexistente (1959), obras en las que puso de manifiesto su conciencia de vivir en un mundo en el que se niega la más sencilla individualidad de las personas, reducidas a una serie de comportamientos preestablecidos.
Notable fue también su interés por los problemas de la sociedad industrial contemporánea y la alienación urbana, que quedó plasmado en otra especie de trilogía compuesta por La especulación inmobiliaria (1957), La nube de smog(1958) y La jornada de un interventor electoral (1963). Gracias a su labor de crítico literario en la revista Il Menabo, que codirigía junto a Elio Vittorini, entró en contacto con la obra de Raymond Queneau y del grupo experimental francés Oulipo, a cuyos planteamientos literarios, basados en el juego formal y la combinatoria de formas y estructuras posibles, se acercó de modo progresivo.
Tras publicar Marcovaldo (1963), libro en el que convergen las dos vertientes de su narrativa, la realista y la fantástica, su poética se abrió a un nuevo clima cultural, moral y estilístico, determinado por el interés hacia argumentos científicos o matemáticos y hacia la experimentación literaria, pero en el que pervive claramente su característica actitud irónica y deformadora con respecto a la realidad. EnCosmicómicas (1965) y Ti con zero (1967) el dato científico, los modelos inventivos paradójicos, la elaboración de increíbles teoremas o la construcción de situaciones irreales tienen como objetivo verificar un pensamiento científico, pero también huir de las costumbres de la imaginación para poder comunicar la verdad de una manera muy personal y con gran virtuosismo estilístico.
Retomó, al menos estructuralmente, su gusto por la fabulación fantástica en El castillo de los destinos cruzados (1969), una meditación mágica sobre el destino del hombre, y en Las ciudades invisibles (1972), descripción de una serie de ciudades imaginarias puesta en boca de Marco Polo. Se advierte en estas obras un deseo de indagar en los mecanismos de la escritura, en sus impedimentos y en los significados que se esconden detrás de las palabras y de las cosas.
Estas reflexiones se concretaron en sus últimos libros, Si una noche de invierno un viajero (1979), novela escrita en gran parte en segunda persona cuyos protagonistas son el Lector y la Lectora, y Palomar (1983), obra en buena parte autobiográfica, pero también tienen un papel importante en Punto y aparte (1980) yColección de arena (1984), conjunto de ensayos y meditaciones sobre literatura y sociedad publicados en distintos periódicos y revistas.
15 DE OCTUBRE DE 1920 NACE:
MARIO PUZO
Narrador estadounidense, nacido en Nueva York en 1920 y fallecido en Long Island (Nueva York) el 2 de julio de 1999. Creador de algunas de las historias más célebres de la literatura de consumo de la segunda mitad del siglo XX, alcanzó renombre universal merced a la adaptación cinematográfica de su novela El padrino (1969), ambientada en el turbulento mundo de la mafia norteamericana.

Nacido en el seno de una familia de emigrantes napolitanos de muy escasos recursos económicos, se topó desde su temprana infancia con grandes dificultades que amenazaban con impedir el desarrollo de sus brillantes dotes intelectuales: sus padres eran analfabetos, la pobreza le impidió adquirir una formación escolar adecuada, y las condiciones en que se desarrollaba su vida familiar -dominada, además, por la severidad de una madre posesiva y enérgica- le empujaron a la calle en medio de la denominada "Cocina del Diablo", una de las barriadas más peligrosas de Manhattan.

Así las cosas, el joven Mario pronto se vio obligado a desempeñar las ocupaciones más insospechadas, que iban desde actividades marginales situadas al mismo borde de la legalidad, hasta trabajos de oficinista y contable. Sin embargo, a la hora de decantarse por estas tareas tan eventuales como imprescindibles para su subsistencia, su innata vocación literaria le impulsó a ir seleccionando trabajos en los que podía ir adquiriendo y perfeccionando el oficio de escritor. Así, fue redactor de publicaciones eróticas destinadas al público masculino y, posteriormente, de colecciones de literatura de consumo centradas en la recreación épica de hazañas bélicas.

Decidido, finalmente, a dar el gran salto como escritor original y autónomo, a mediados de los años cincuenta irrumpió en el panorama literario estadounidense con The dark arena (La arena sucia, 1955), obra que pasó inadvertida para críticos y lectores. Una suerte pareja corrió su siguiente entrega narrativa, titulada The Fortunate Pilgrim (El peregrino afortunado, 1965), en la que, pese a todo, halló el filón temático que habría de granjearle un reconocimiento internacional: la vida de los emigrantes italianos en la gran urbe de Nueva York.

Para sobrellevar la discreta acogida de sus dos novelas primerizas, Mario Puzo trabajó como oficinista en una editorial, donde trabó contacto con un directivo que vislumbró las posibilidades de éxito que aguardaban a una novela capaz de reflejar con crudeza y realismo las turbulentas relaciones entre los miembros de la mafia italo-americana; una novela en la que la violencia y la venganza derivadas de los negocios legales e ilegales de los personajes principales no restara protagonismo a las relaciones amorosas, sociales y familiares establecidas entre todos ellos. Dada su condición de descendiente de emigrantes napolitanos afincados en Nueva York, Mario Puzo recibió en encargo de escribir esta obra; de ahí salió The godfather (El padrino, 1969), una novela que inmediatamente hizo olvidar al autor sus dos fracasos literarios anteriores, ya que alcanzó un éxito de ventas sin precedentes hasta ese momento, con veintiún millones de ejemplares vendidos en el todo el mundo, traducciones a más de veinte idiomas diferentes, y tres versiones cinematográficas (correspondientes a cada una de las tres partes en que está dividida la novela) que, realizadas en 1972, 1974 y 1990 por el cineasta norteamericano Francis Ford Coppola, fueron galardonadas con numerosos Oscarsde Hollywood y lograron grandes éxitos de taquilla en las salas cinematográficas de todo el mundo.

El padrino narra la historia de los Corleone, miembros de una familia de emigrantes italianos que, tan pronto como arriba a Nueva York, se ve inmersa en la compleja trama de la mafia italo-americana. El ascenso vertiginoso de esta familia a través de los cauces violentos del crimen organizado, narrado por parte de Mario Puzo con una eficaz tosquedad que sitúa la novela, en ocasiones, al mismo límite del género documental, reflejó de forma tan asombrosa los mecanismos que regulan el funcionamiento de ciertas sociedades mafiosas (principalmente, la "Cosa Nostra"), que el escritor neoyorquino se vio precisado a manifestar públicamente en reiteradas ocasiones que jamás había pertenecido al crimen organizado, ni mantenido contacto alguno con personas relacionadas con él. A pesar de ello, el retrato fue tan fidedigno que provocó una airada protesta de la Liga en Favor de los Derechos Civiles de los Italo-Americanos, que consiguió la eliminación del original de toda mención explícita a la mafia, a la "Cosa Nostra" o a cualquier otra organización susceptible de ser identificada con la emigración italiana.

Por lo demás, el triunfo arrollador de las versiones cinematográficas de Coppola -de cuyos guiones se responsabilizó el propio Mario Puzo- orientó definitivamente al escritor neoyorquino hacia el mundo de la gran pantalla, en el que había demostrado su valía no sólo como redactor de guiones, sino también a la hora de seleccionar a los actores que mejor podrían encarnar los personajes salidos de su pluma. Así, fue el propio Mario Puzo quien decidió el protagonismo estelar de Marlon Brando en el papel de Don Corleone, pero también la participación de otros intérpretes cuyo trabajo engrandeció la realización de Francis F. Coppola, como Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Andy García o Diane Keaton. Entre las numerosas estatuillas de Hollywood que recayeron sobre las tres versiones cinematográficas de la novela de Puzo, el propio autor recibió dos Oscars que venían a galardonar sus labores como guionista en El Padrino y El Padrino II.

Posteriormente, una versión de la novela The Fortunate Pilgrim sirvió de base para el guión de la serie televisiva Mamá Lucía, protagonizada por la actriz italiana Sophia Loren en 1988. Cuatro años antes, Mario Puzo había vuelto a ocuparse del género narrativo para publicar la novela The sicilian (El siciliano, 1984), ambientada en la Sicilia pobre y hambrienta de después de la II Guerra Mundial.

A comienzos de la década de los años noventa quiso volver al cine como guionista de la película titulada Cristóbal colón: El Descubrimiento, subvencionada por la Sociedad Estatal V Centenario, producida por Alexander Salkind, dirigida por George P. Cosmatos y protagonizada por Timothy Dalton; sin embargo, el guión de Mario Puzo fue rechazado por los productores, quienes, después de habérselo ofrecido también a John Briley, se lo encargaron finalmente a Cary Bates. A pesar de ello, Mario Puzo ha pasado por derecho propio la historia de la industria cinematográfica de Hollywood, y no sólo por las adaptaciones al cine de sus propias novelas, ya que firmó los guiones de otras cintas tan taquilleras como Superman (1978), Superman II (1980) y The Cotton Club (1984).

En 1991 apareció en lengua española una nueva novela del escritor neoyorquino,The fourth K (La cuarta K), centrada en un supuesto atentado contra el papa Juan Pablo II. Cinco años después vio la luz en Estados Unidos y en Italia The Last Don(El último Don, 1996), una nueva entrega novelesca de Mario Puzo centrada en el mundo de la mafia, y aderezada con encendidas pasiones que dan pie a odios, traiciones, corrupciones, aventuras amorosas y terribles venganzas, en medio de espectaculares negocios ilegales sostenidos por el complejo entramado mafioso. Tan esperado era el retorno de Mario Puzo al mundo novelesco del crimen organizado, que la editorial que había adquirido los derechos de The Last Don lanzó una tirada inicial de trescientos cincuenta mil ejemplares.

El resto de la producción narrativa de Mario Puzo está formado por diferentes obras menores, entre las que cabe citar las novelas John Merly, Fools Die (traducida al castellano bajo el título de Los tontos mueren) y Las extrañas vacaciones de David Shaw. En activo hasta los últimos días de su vida, en 1999 puso fin al manuscrito de su última novela, titulada Omertá, en la que regresaba a su querido mundo del crimen organizado, ahora analizado desde el estudio del hermético código de silencio que regula las relaciones entre los miembros de la mafia. Pero el autor neoyorquino no logró ver impresa la primera edición de este trabajo postrero, ya que un infarto de miocardio acabó de manera fulminante con su vida el día 2 de julio de 1999, mientras reposaba en su mansión de Long Island (Nueva York). Pocos días antes, Mario Puzo había colaborado con su amigo Francis F. Coppola en la preparación de la cuarta parte de El Padrino, para cuya realización ambos habían entrado ya en conversaciones con los actores Andy García y Leonardo DiCaprio.
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 15 DE OCTUBRE DE 1844 NACE:

FRIEDRICH NIETZSCHE

(Röcken, actual Alemania, 1844-Weimar, id., 1900) Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él.

Friedrich Nietzsche

La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo. Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura.

Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en otro de Naumburg, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento de la verdadera naturaleza de su dolencia. Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos, aproximándolos al ideario del movimiento nazi, que no dudó en invocarlos como aval de su ideología; del conjunto de su obra se desprende, sin embargo, la distancia que lo separa de ellos.

Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más sincrética sea la que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un segundo período de madurez en que sus obras adquieren un tono más metafísico, al tiempo que se vuelven más aforísticas y herméticas. Si el primer aspecto fue el que más impacto causó en su época, la interpretación posterior, a partir de Heidegger, se ha fijado, sobre todo, en sus últimas obras.

Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido siempre reprimir la vida (lo dionisíaco) en nombre del racionalismo y de la moral (lo apolíneo); la filosofía, que desde Platón ha transmitido la imagen de un mundo inalterable de esencias, y el cristianismo, que propugna idéntico esencialismo moral, terminan por instaurar una sociedad del resentimiento, en la que el momento presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un orden ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia.

Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo detrás de la racionalidad y la moral occidentales se hallan siempre el prejuicio, el error o la mera sublimación de los impulsos vitales. La «muerte de Dios» que anuncia el filósofo deja al hombre sin la mezquina seguridad de un orden trascendente, y por tanto enfrentado a la lucha de distintas voluntades de poder como único motor y sentido de la existencia. El concepto de voluntad de poder, perteneciente ya a sus obras de madurez, debe interpretarse no tanto en un sentido biológico como hermenéutico: son las distintas versiones del mundo, o formas de vivirlo, las que se enfrentan, y si Nietzsche ataca la sociedad decadente de su tiempo y anuncia la llegada de un superhombre, no se trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el mundo, sino que su forma de vivirlo contiene mayor valor y capacidad de riesgo.

Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la del eterno retorno, según la cual la estructura del tiempo sería circular, de modo que cada momento debería repetirse eternamente. Aunque a menudo Nietzsche parece afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería contradictorio con el perspectivismo que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más sugestivo interpretarlo como la idea regulativa en que debe basarse el superhombre para vivir su existencia de forma plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que si cada momento debe repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí mismo, y no en el futuro.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...