miércoles, 20 de mayo de 2015

El durmiente del valle.
Le dormeur du val, Arthur Rimbaud (1854-1891)

Es un claro del bosque donde canta un río,
Cuelgan enloquecidamente de las hierbas harapos
De plata; donde el sol de la orgullosa montaña
Luce: un pequeño valle espumoso de luz.

Un soldado, joven, atónito, cabeza desnuda
La nuca bañada en el suave azul,
Duerme; está tumbado en la hierba, bajo el cielo,
Pálido en su verde lecho donde llueve el día.

Los pies en los gladiolos, duerme. Sonriendo como
sonreiría un niño enfermo, descansa:
Naturaleza, mécelo cálidamente: tiembla.

Ya no le estremecen los perfumes;
Duerme en el sol, la mano sobre el pecho,
En calma. Se ven dos agujeros rojos en el costado derecho.

sábado, 16 de mayo de 2015

A.E.HOUSMAN 
 (1859-1936)

NO MIRES EN MIS OJOS,POR TEMOR.

No mires en mis ojos, por temor
a que reflejen lo que yo contemplo,
y veas tu rostro demasiado claro,
y lo ames y te condenes como yo.

En largas noches uno ha de echarse
suspirando frustrado bajo el cielo.
Pero ¿por qué has de perecer?
No mires en mis ojos fijamente.

Escucho la canción de un muchacho griego.
Lo amaron muchos, mas todos en vano.
En el bosque se asomó a un pozo
y su mirada fue su carcelero.

Entre las flores de la primavera,
con la mirada triste, cabizbajo,
resiste a la llovizna en aquel césped,
el narciso, que fue un muchacho griego.

jueves, 14 de mayo de 2015


14 DE MAYO NACE:

ANTONIO BERNI


Antonio Berni
(Rosario, 1905 - Buenos Aires, 1981) Pintor argentino. Tras un período de búsquedas en Europa, cuya etapa más singular fue el aporte expresionista, Berni se inclinó hacia el realismo, poniendo su pintura al servicio del ideal humano y social.

Sus dotes artísticas le llevaron, a la temprana edad de diez años, a ingresar como aprendiz en un taller de vidrieras policromadas. En el taller aprendió las primeras nociones de dibujo, disciplina que cursó más tarde también en Rosario. A los quince años Berni ya tenía muy claro cuál era su vocación y realizó una primera exposición con paisajes y retratos que le valieron la consideración de niño prodigio.

Antonio Berni

Fue invitado a exponer hasta cuatro veces, en Rosario y en Buenos Aires, antes de recibir una beca para realizar un viaje de estudios a Europa. Con veinte años, Berni llegó a Madrid y dedicó tres meses a recorrer España: Segovia, Toledo, Córdoba, Granada y Sevilla, ciudades monumentales cargadas de historia en las que tuvo la oportunidad de conocer las obras de los maestros españoles (como El Greco, Francisco de Zurbarán, Velázquez o Goya), que sin duda impresionaron al joven artista.

Tras este primer contacto con el Viejo Mundo, Berni llegó a París en febrero de 1926. En esta ciudad, que todavía era la capital del arte, el joven pintor descubrió las vanguardias y se inició en algunas de las técnicas (grabado y collage) y los estilos (Fauvismo y Surrealismo) que conformarían su obra futura. Recibió clases de pintura del neocubista francés André Lothe y del fauvista Othon Friesz, que ejercieron gran influencia en su estilo, y aprendió la técnica del grabado con Max Jacob.

En estos años frecuentaba el círculo de artistas argentinos conocido como el Grupo de París. Conoció al pintor Lino Eneas Spilimbergo, con el que trabó una sólida amistad que les llevaría a colaborar en muchos proyectos a lo largo de sus vidas. En 1929 tomó contacto con el círculo de los surrealistas a través del escritor Louis Aragón, amigo suyo y que ejerció una gran influencia en el pintor. La obra de Berni se fue decantando claramente hacia este estilo y hoy se le considera como uno de los primeros artistas latinoamericanos de estilo surrealista. Desde París realizó una serie de viajes a Italia, Holanda y Bélgica.

En 1930 volvió definitivamente a su país natal, donde se encontró con su amigo Spilimbergo y con el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. Juntos recibieron el encargo de realizar un mural en Rosario (Mural Botana, 1933). Tras esta enriquecedora experiencia, el estilo pictórico de Berni se decantó claramente hacia una pintura comprometida, consciente de una realidad muy distinta a la que había dejado en París; un estilo conocido como realismo social narrativo, característico de todo el continente americano, aunque con marcadas diferencias entre los distintos países.

Se instaló en su ciudad natal, Rosario, una ciudad con una vida cultural muy activa. En esta década de 1930, Berni desarrolló una gran actividad política: tomó parte importante en la creación de la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos y se afilió al partido comunista. En 1933 fundó el grupo Nuevo Realismo, desde el cual se realizaron proyectos artísticos cargados de intención política que convertían lo cotidiano en objeto de la obra de arte.

Viajó por todo el país para conocer la realidad social e investigar la vida cotidiana de su entorno, hasta que en 1936 se instaló definitivamente en Buenos Aires, donde comenzó a dar clases de dibujo en la Escuela Nacional de Bellas Artes, actividad que compaginó desde entonces con su labor creativa. En este periodo fue nombrado presidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos, institución a la que siempre estuvo ligado.

Para entonces ya era un artista consagrado y recibió el encargo de realizar un mural, junto con su amigo Spilimbergo, para el pabellón argentino de la Feria Mundial de Nueva York (Agricultura y Ganadería), al que siguieron los de la Sociedad Hebraica, realizado en 1943, y el de la Galería Pacífico, de 1946. Simultáneamente realizó una importante serie de retratos de su mujer y su hija Lili, que sin duda denotaban un giro en su obra hacia un periodo de introspección que le llevó en la década de 1950 a adoptar un estilo expresionista, de tintes dramáticos, que desembocó en una serie de paisajes urbanos en los desaparecía la figura humana.

La familia de Juanito Laguna (1960)

En la década de 1960 retomó su interés por retratar los personajes que le rodeaban como instrumento para hacer crítica social. Su estilo conservó el carácter expresionista, pero fuertemente influido por el Pop Art y el realismo social. En este periodo creó dos personajes: Juanito Laguna y Ramona Montiel, ambos de los bajos fondos; él, de los suburbios de Buenos Aires, y ella, de los más sórdidos ambientes parisinos.

Las series protagonizadas por estos personajes retratan con gran agudeza de observación, y desde un punto de vista crítico, episodios de la vida cotidiana. La técnica predominante es el collage, tanto el tradicional collage "matérico" (realizado a partir de materiales de desechos) como el fotomontaje. En estas series (además de la mencionada, realizó dos más tituladas La Luna y Los monstruos, así como un conjunto de retratos populares), Berni alcanzó una gran calidad plástica y un estilo muy personal en el que retomó la estética surrealista. En 1962 recibió el Premio Internacional de Grabado y Dibujo de la Bienal de Venecia.

En la década de los setenta realizó una serie de trabajos escenográficos y decorativos, así como ilustraciones y colaboraciones con revistas, tanto nacionales como extranjeras. Los medios gráficos, que siempre habían interesado a Berni y en los que se manejaba con maestría, fueron un importante canal de distribución de su obra. Continuó con sus series populares y creó nuevos personajes como La difunta Correa, que llegó a convertirse en un mito popular. Su pintura seguía dominada por la técnica del collage. En sus últimos años realizó una serie de esculturas.

viernes, 8 de mayo de 2015


8 DE MAYO DE 1932 NACE
JULIETA CAMPOS


Escritora cubana, nacida el 8 de mayo de 1932 en La Habana, Cuba, y fallecida el 5 de septiembre de 2007 en ciudad de México.
Esta escritora nacida en Cuba, decide radicarse en México a partir de 1954, cuando contrajo matrimonio con el diplomático Enrique González Pedrero. Cuando el político fue elegido gobernador de Tabasco se establecieron en Villahermosa, entre 1983 y 1987. En 1987 su marido fue elegido director del Fondo de Cultura Económica (FCE), editorial donde Julieta Campos había trabajado como traductora.
Fue narradora y ensayista. Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana y realizó estudios de literatura francesa contemporánea en la Universidad de La Sorbona de París. Fue becaria del Centro Mexicano de Escritores en 1966. Entre sus obras destacan Celina y los gatos (cuentos, 1968); El oficio de leer (ensayo, 1971), y las novelas Tiene los cabellos rojizos y se llama Sabina (Premio Xavier Villaurrutia, 1974), El miedo de perder a Eurídice (1979) y Muerte por agua (1985). Ha publicado ensayos sobre diversos temas, prevaleciendo en ellos el tono de una preocupación social, entre los que destacan La herencia obstinada : análisis de cuentos nahuas; ¿Qué hacemos con los pobres? : la reiterada querella por la nación; Tabasco : un jaguar despertado : alternativas para la pobreza, además de cuantiosas traducciones.
De 1978 a 1982 fue la directora de la sección mexicana de la organización internacional de escritores PEN Club. Cumplió labores de secretaria de Turismo en el gobierno de México, Distrito Federal, con el gobierno de Andrés López Obrador.

miércoles, 6 de mayo de 2015

6 DE MAYO DE 1919 MUERE:
LYMAN FRANK BAUM
(Chittenango, 1856 - Hollywood, 1919) Narrador norteamericano. Dedicado al periodismo desde 1880, tuvo gran éxito popular con su obra Father Goose (1889) y con una serie de libros sobre la fantástica tierra de Oz, entre ellos The Wonderful Wizard of Oz (El mago de Oz, 1900) y Ozma of Oz (1907). Dirigido en apariencia a un público infantil, esta impresionante serie (formada por catorce libros que fueron auténticos best-sellers) constituye un cuento de hadas, serio y delicioso, de Norteamérica, cuyos personajes y aventuras dan vida a una ideal América agrícola. Escribió, además, otros libros para niños bajo diversos seudónimos.

Pese al éxito de ventas que la novela cosechó en su momento, particularmente entre el público infantil de Gran Bretaña, El mago de Oz es un título que actualmente se asocia menos a la novela de L. Frank Baum que a su adaptación cinematográfica, realizada en 1939 por Victor Fleming. Gran clásico de la historia del cine, El mago de Oz encumbró a la actriz protagonista, Judy Garland, cuya interpretación del tema Over the Rainbow es uno de los momentos emblemáticos del género musical.


Las diferencias entre el filme y la novela son notables. La película empieza con el episodio de una mujer que pretende quedarse con el perro Totó porque éste la ha atacado, mientras que la novela se inicia con el tornado que lleva a Dorothy Gale y a su perrito a un extraño país. En la producción cinematográfica se suprimieron numerosas aventuras, como la de la reina de los ratones, la del país de porcelana, la del bosque de los animales o la del país de los cabezudos. Sin embargo, se mantuvieron los episodios esenciales, como los del espantapájaros, el león o el leñador de hojalata.


Fotograma de El mago de Oz (1939)


Filmada en un espléndido technicolor que subraya un mundo de fantasía, la realización de la película tuvo sus dificultades. Hacia el final del rodaje, King Vidor sustituyó a Fleming debido al compromiso de éste con la célebre superproducción Lo que el viento se llevó (1939). Por extraño que pueda parecer desde una perspectiva actual, El mago de Oz obtuvo una fría acogida en su estreno comercial, y tuvieron que pasar veinte años antes de que obtuviera el triunfo que se merecía. A finales de la década de 1950, la cadena de televisión estadounidense CBS la estrenó durante su programación navideña, y la entusiasta respuesta de los espectadores acabó por hacer justicia a este clásico del cine infantil.


6 DE MAYO DE 1894 NACE :

GONZALO LOSADA

Célebre editor que en 1928 se afincó en el país como codirector de Espasa Calpe, donde lanzó la colección Austral. Luego de fundar con Guillermo De Torre y Atilio Rossi la editorial que lleva su nombre, realizó en nuestro medio una importante labor publicando a entonces jóvenes escritores argentinos y españoles, así como obras de renombre internacional. Dio a conocer a numerosos autores prohibidos por el franquismo como Federico García Lorca, Rafael Alberti, León Felipe, Claudio Sánchez Albornoz o Miguel Hernández.

miércoles, 29 de abril de 2015

ALEJANDRA PIZARNIK

La enamorada

esta la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

29 DE ABRIL DE 1936 NACE
ALEJANDRA PIZARNIK

(Buenos Aires, 1936 - id., 1972) Poetisa argentina. Su obra poética, que se inscribe en la corriente neosurrealista, manifiesta un espíritu de rebeldía que linda con el autoaniquilamiento. Entre sus títulos más destacados figuran La tierra más ajena (1955), Árbol de Diana (1962) y Extracción de la piedra de locura (1968).

Alejandra Pizarnik nació en el seno de una familia de inmigrantes rusos que perdió su apellido original, Pozharnik, al instalarse en Argentina. Después de cursar estudios de filosofía y periodismo, que no terminó, Pizarnik comenzó su formación artística de la mano del pintor surrealista Batlle Planas. Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde trabajó para la revista Cuadernos, realizó traducciones y críticas literarias y prosiguió su formación en la prestigiosa universidad de La Sorbona; formó parte asimismo del comité de colaboradores extranjeros de Les Lettres Nouvelles y de otras revistas europeas y latinoamericanas. Durante sus años en Francia comenzó su amistad con el escritor Julio Cortázar y con el poeta mexicano Octavio Paz, que escribió el prólogo de su libro de poemas Árbol de Diana (1962).


De regreso a Argentina publicó algunas de sus obras más destacadas; su valía se vio reconocida con la concesión de las prestigiosas becas Guggenheim (1969) y Fullbright (1971), que sin embargo no llegó a completar. Los últimos años de su vida estuvieron marcados por serias crisis depresivas que la llevaron a intentar suicidarse en varias ocasiones. Pasó sus últimos meses internada en un centro psiquiátrico bonaerense; el 25 de septiembre de 1972, en el transcurso de un fin de semana de permiso que pasó en su casa, terminó con su vida con una sobredosis de seconal sódico. Tenía 36 años.


Había publicado sus primeros libros en los cincuenta, pero sólo a partir de Árbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965) y Extracción de la piedra de la locura (1968), encontró Alejandra Pizarnik su tono más personal, tributario al mismo tiempo del automatismo surrealista y de la voluntad de exactitud racional. En esa tensión se mueven estos poemas deliberadamente carentes de énfasis y muchas veces hasta carentes de forma, como anotaciones alusivas y herméticas de un diario personal. Su poesía, siempre intensa, a veces lúdica y a veces visionaria, se caracterizó por la libertad y la autonomía creativa.


Su obra lírica comprende siete poemarios: La tierra más ajena (1955), La última inocencia (1956), Las aventuras perdidas (1958), Árbol de Diana (1962), Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de locura (1968) y El infierno musical (1971). Después de su muerte se prepararon distintas ediciones de sus obras, entre las que destaca Textos de sombra y últimos poemas (1982), que incluye la obra teatral Los poseídos entre lilas y la novela La bucanera de Pernambuco o Hilda la polígrafa. También póstumamente fue reeditado el conjunto de sus textos en el volumen Obras completas (1994); sus cartas quedaron recogidas en Correspondencia (1998).


CONRADO NALÉ ROXLO

DE TODOS LOS ANIMALES

Hay miles de animalitos
en el mundo del jardín
¿Quién adivina cuál es
el que más me gustó a mí?

Hay orugas que parecen
trencitos verdes con patas.
Hay arañitas que tejen
estrellas de seda y plata.

Hay una abeja dorada
es la reina del panal
y una mariposa blanca,
princesita del rosal.

De todos yo elijo uno,
el que más me gusta a mí

es un grillo pequeñito
que toca y toca el violín.

Pablo Neruda

El tigre

Soy el tigre.
Te acecho entre las hojas
anchas como lingotes
de mineral mojado.

El río blanco crece
bajo la niebla. Llegas.

Desnuda te sumerges.
Espero.

Entonces en un salto
de fuego, sangre, dientes,
de un zarpazo derribo
tu pecho, tus caderas.

Bebo tu sangre, rompo
tus miembros uno a uno.

Y me quedo velando
por años en la selva
tus huesos, tu ceniza,
inmóvil, lejos
del odio y de la cólera,
desarmado en tu muerte,
cruzado por las lianas,
inmóvil, lejos
del odio y de la cólera,
desarmado en tu muerte,
cruzado por las lianas,
inmóvil en la lluvia,
centinela implacable
de mi amor asesino.



Jorge Luis Borges

A un gato

No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.


lunes, 27 de abril de 2015

27 ABRIL DE 1977 ES SECUESTRADO HÉCTOR G. OESTERHELD

27 ABRIL DE 1977 ES SECUESTRADO
HÉCTOR  G. OESTERHELD
Escritor de cuentos infantiles y guionista de cómics argentino nacido en Buenos Aires en 1919 y fallecido entre 1977 y 1978, después de que fuera secuestrado y torturado por el régimen militar del general Videla. Con dibujos de Francisco Solano y Alberto Breccia creó El Eternauta, obra cumbre del cómic latinoamericano que continúa reeditándose en varios idiomas y cuenta con miles
de seguidores en América y Europa.
Licenciado en geología, Oesterheld comenzó a escribir guiones y relatos de aventuras para historietas a partir de 1950. Se dio a conocer con Alan y Crazy y después popularizó decenas de personajes como Ray Kitt (1951), Bull Rocket (1952), El Sargento Kirk (1952), Tarpón (1953), Uma-Uma (1953), Dragón Blanco (1955), Scout River (1956), Ticonderonga (1957), Ernie Pike (1957), Joe Zonda (1958), Mort Cinder (1962), Artemio (1970) y Argón el Justiciero (1970), entre otros. Fundó la editorial Frontera y editó los magazines Hora Cero Mensual y Frontera Mensual pero fue sin duda El Eternauta, su obra maestra, el guión que convirtió al escritor en referente obligado del cómic argentino. La historieta comenzó a publicarse en 1957 con dibujos de Francisco Solano López, después el autor modificó algunos detalles del guión y, con los trazos de Breccia, El Eternauta apareció en la revista Gente. Tras un periodo de interrupción por problemas editoriales, la serie reapareció en la década de los setenta en publicación Skorpio y, nuevamente, con Solano como dibujante.
Comprometido con los ideales democráticos y la lucha contra los regímenes dictatoriales, Oesterheld simpatizó con el movimiento montonero y fue uno de los miembros destacados de la intelectualidad argentina enfrentada al Gobierno militar. Escondido durante meses para huir de los hombres de Videla, el 27 de abril de 1977 fue secuestrado en La Plata por la policía militar. Se cree que después fue trasladado a los centros de detención del Campo de Mayo y La Tablada, donde fue torturado y, finalmente, fusilado en algún lugar de la localidad de Mercedes. 
Bajo la dictadura argentina que se cobró la vida de más de 30.000 personas, la viuda de Oesterheld, Elsa Sánchez Beis, perdió a toda su familia. Su marido, sus cuatro hijas -Estela, Marina, Diana y Beatriz-, sus dos yernos -esposos de Diana y Estela- y sus dos nietos -los bebés que esperaban Diana y Marina- desaparecieron sin dejar ningún rastro. De los nueve, sólo pudo recuperar y enterrar el cadáver de Beatriz.

sábado, 11 de abril de 2015

Jacques Prévert

DESAYUNO

Echó café
En la taza
Echó leche
En la taza de café
Echó azúcar
En el café con leche
Con la cucharilla
Lo revolvió
Bebió el café con leche
Dejó la taza
Sin hablarme
Encendió un cigarrillo
Hizo anillos
De humo
Volvió la ceniza
En el cenicero
Sin hablarme
Sin mirarme
Se puso de pie
Se puso
El sombrero
Se puso
El impermeable
Porque llovía
Y se marchó
Bajo la lluvia
Sin decir palabra
Sin mirarme
Y me cubrí
La cara con las manos
Y lloré.
                                 11 DE ABRIL DE 2009 MUERE:

CORÍN TELLADO                              



(María del Socorro Tellado López; El Franco, 1926 - Gijón, 2009) Escritora española que adquirió una gran fama en el mundo hispanoamericano gracias a sus numerosísimas novelas breves del género romántico-sentimental. Es autora también de fotonovelas, cuentos infantiles y novelas eróticas. En 1991 publicó Lucha oculta, su primera novela larga.
Al finalizar la Guerra Civil, Corín Tellado se trasladó junto a su familia a Cádiz, donde completó sus estudios y se inició en la redacción de narraciones cortas. En 1946 la editorial Bruguera publicó su primera novela, Atrevida apuesta, narración de corte romántico y sentimental que tuvo una gran acogida entre el público. Ese primer éxito la llevó a colaborar con la misma editorial al ritmo de una novela corta por semana; desde 1951, por otra parte, amplió considerablemente su número de lectores al firmar un contrato con la revista Vanidades, de gran difusión en Hispanoamérica.
Sus títulos, distribuidos en los quioscos, se difundieron de tal manera que ya en 1962 la Unesco afirmó que Corín Tellado era la autora más leída en español. A finales de 1966, la escritora se adentró en el terreno de la fotonovela; gracias a la colección “Corín Ilustrado”, llegó a vender en una semana 750.000 ejemplares de Eres una aventura. Su producción literaria, traducida a varias lenguas, alcanzó tal popularidad que se multiplicaron las adaptaciones cinematográficas basadas en su obra; la primera de ellas fue Tengo que abandonarte (Antonio del Amo, 1970).
En 1979 Corín Tellado abandonó momentáneamente la novela rosa para lanzar, también con la editorial Bruguera, la colección de novelas eróticas de bolsillo “Especial Venus”, que firmó con el seudónimo de Ana Miller. El hundimiento de Bruguera en 1986 supuso para la escritora el comienzo de una nueva etapa en su trayectoria literaria. Así, enriqueció su prosa con nuevos registros y géneros, y redactó una colección de cuentos juveniles para las editoriales Júcar y Cantábrico. Entre la producción de esta época destacan títulos como Cuando llega Pizca, El circo del corazón, La rebeldía de Boris, Perico y Nanay y muchos otros más que conquistaron al público más joven.
Su popularidad sin parangón en el mundo literario femenino le permitió abrirse paso en el mercado audiovisual estadounidense al ceder en 1990 los derechos de 26 de sus novelas a la productora G&G Partners; más tarde, varias cadenas americanas y las españolas Telecinco y Antena 3 emitirían una serie de capítulos basados en sus novelas. Al año siguiente Corín Tellado escribió, junto a la periodista Blanca Álvarez, su autobiografía, publicada por la editorial Grupo Libro 88 dentro de su colección “¿Yo soy así?”.
El mismo año apareció su primera novela larga, titulada Lucha oculta, y en 1994 la editorial Edimundo publicó la obra completa de la prolífica escritora, que entró en el libro Guinness por haber firmado más de cuatro mil títulos. En 2000 publicó su primera obra en Internet, Milagro en el camino. Homenajeada en diversos encuentros literarios, su trayectoria literaria le valió, entre otras distinciones, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1998), la Medalla de Plata de Asturias (1999), el Premio El Comercio 2001 a la proyección de Asturias en el exterior y el título de Hija Adoptiva de Gijón (2003).
11 DE ABRIL DE 1977 MUERE:
JACQUES PRÉVERT


(Neuilly-sur-Seine, 1900 - París, 1977) Poeta, dramaturgo, letrista y guionista francés de carácter rebelde, que frecuentó todos los géneros como escritor, desde la poesía hasta los cuentos para niños. Cuando llegó a París no le resultó fácil que le admitieran en los cenáculos de moda, ya fuera por parte de los surrealistas de la calle Château, con quienes después entablaría amistad, o en las tabernas literarias de Saint-Germain-des-Prés.
Durante mucho tiempo la gente de las letras le mantuvo aparte porque consideraban que su poesía era "repugnante" por el hecho de ser popular. De modo que entró en la literatura por la puerta de atrás. En 1930 rompió con A. Breton, el representante de los surrealistas, pues le resultaba demasiado autoritario. Un poco más tarde se alejó también del Partido Comunista, en el que nunca llegó a militar.
En 1931 publicó Intento de una descripción de una cena de cabezas en París-Francia, poema compuesto por antítesis. Su primer guión fue El crimen del señor Langue (1935) de Renoir, en el que impuso el fresco aliento de su postura social contestataria. Para la película, Kosma, compositor húngaro, compuso la primera pieza de las muchas que harían juntos el poeta y el músico. Prévert formó un espléndido tándem con Marcel Carné que se inauguró con Jenny (1936) y prosiguió, en ocasiones incomprendido por la crítica, con obras como Extraño drama (1937) o Amanece (1939). Además trabajó con otros directores, aunque serán sus trabajos con Carné los que contarán.
En plena ocupación nazi y en condiciones precarias rodaron las joyas cinematográficas El muelle de las brumas y Las puertas de la noche (1942), y antes de la liberación Los niños del Paraíso (1945), considerada una de las mejores películas de la historia del cine. Apreciado en los estudios fílmicos como guionista y como letrista en el mundo de la música, la categoría y la fama como escritor le llegó tras la guerra con el libro de poemas Palabras (1946). Participó en los debates políticos e intelectuales con su sentido de la imagen insólita y del humor crítico. Con un estilo sencillo, cercano al lenguaje de la calle, Prévert reconstruye la vida cotidiana y se acerca al lector.
Después de Palabras, escribió Historias (1946), Espectáculo (1951), La lluvia y el buen tiempo (1955) en las que toca los temas del amor, la libertad, el sueño y la imaginación, comprometido siempre y compasivo con los humildes y los desafortunados. Los ataques verbales que hacía contra las instituciones reforzaron su figura de poeta libertario, y su adhesión al surrealismo se vislumbra en el humor de Fatras (1966) y Cosas y otros (1972).
Los últimos años de su vida se dedicó a escribir letras para canciones que han sido interpretadas por los cantantes más famosos y se conocen en todo el mundo. El volumen Cincuenta canciones Prévert-Kosma (1977) recopila algunas de ellas. También escribió literatura infantil, como Cuentos para niños malos y Canción para cantar a voz en grito, ambas publicadas póstumamente.
11 DE ABRIL DE 1884 NACE:


LEÓN FELIPE



(León Felipe Camino; Tábara, 1884 - Ciudad de México, 1968) Poeta español. Representante de los creadores exiliados tras la Guerra Civil, sus versos poseen un talante crítico y de lucha contra las injusticias sociales. Hijo de un notario, pasó su infancia en Sequeros (Salamanca) y en 1893 se trasladó con su familia a Santander. Tras estudiar en Madrid, ejerció de farmacéutico en varias ciudades al tiempo que trabajaba como actor para una compañía de teatro itinerante.
Estuvo encarcelado por deudas, administró los hospitales de Guinea, y en 1922 viajó a México, donde desempeñó labores de bibliotecario en Veracruz antes de ser agregado cultural de la embajada española y profesor de literatura en diversas universidades americanas. Al estallar la Guerra Civil española se encontraba en Panamá, desde donde regresó a España para apoyar la causa republicana. En 1938 se exilió definitivamente en México.
Su obra poética se abrió con Versos y oraciones del caminante (1920), cuya sencillez temática y estilística distanció al autor de las corrientes posmodernistas del momento. En el segundo volumen de Versos y oraciones del caminante (1930) vuelven los temas intimistas centrados en la experiencia cotidiana, pero el tono elevado y profético revela el magisterio de Walt Whitman, que fue traducido por el autor.
La actitud moral comenzó a manifestarse en su siguiente obra, Drop a star (1933), donde las influencias de Whitman, Antonio Machado, Miguel de Unamuno y T. S. Eliot se fundieron con un modelo expresivo inspirado en la Biblia, que fue característico de su producción. La experiencia de la guerra civil y el exilio posterior configuraron una voz poética combativa y rebelde, especialmente a través de La insignia (1937), El payaso de las bofetadas y el pescador de caña (1938), El hacha (1939), Español del éxodo y el llanto (1939) y El gran responsable (1940).
En estas obras León Felipe encarnó la figura del poeta vidente, entre prometeico y quijotesco, que enuncia su discurso de una manera casi mística: la palabra actúa como una fuerza que redime a los humildes de los sufrimientos e injusticias, aunque a veces sea tan sólo un grito desesperado. Sus composiciones, de gran fuerza lírica y hondo contenido social, rememoran el drama de la guerra, la derrota y el destierro, al tiempo que reflejan la condición humana con apasionado idealismo. Los versos destacan por la sobriedad del léxico, y por un ritmo amplio y reiterativo que le comunica una sonoridad semejante a la de los versículos bíblicos, aunque en ocasiones incurran en lo prosaico o parezcan fruto de un fácil verbalismo.
Después de Ganarás la luz (1943) y Parábola y poesía (1944), publicó Antología rota (1947), selección de poemas que llegó a gran número de lectores. Posteriormente aparecieron España e Hispanidad (1947), Llamadme publicano (1950) y El ciervo y otros poemas (1958), este último un canto elegíaco provocado por el fallecimiento de su esposa. En su libro postrero, titulado ¡Oh, este viejo y roto violín! (1965), reflexiona sobre el tiempo, el sueño y la muerte, temas centrales de su última etapa.

martes, 7 de abril de 2015

VICTORIA OCAMPO


"Yo pensaba que si América es joven, el mundo no lo es

y que nuestro continente se parece a esos niños

cuya infancia se marchita de vivir siempre entre adultos.

América no cree ya en los cuentos de hada, pero lleva en sí

la eterna necesidad que los hizo nacer. Como necesita creer

en ellos acabará por inventarlo de nuevo. Y ése será su milagro."

Gabriela Mistral
Caperucita roja
Caperucita Roja visitará a la abuela
que en el poblado próximo sufre de extraño mal.
Caperucita Roja, la de los rizos rubios,
tiene el corazoncito tierno como un panal.

A las primeras luces ya se ha puesto en camino
y va cruzando el bosque con un pasito audaz.
Sale al paso Maese Lobo, de ojos diabólicos.
«Caperucita Roja, cuéntame adónde vas».

Caperucita es cándida como los lirios blancos.
«Abuelita ha enfermado. Le llevo aquí un pastel
y un pucherito suave, que se derrama en juego.
¿Sabes del pueblo próximo? Vive en la entrada de él».

Y ahora, por el bosque discurriendo encantada,
recoge bayas rojas, corta ramas en flor,
y se enamora de unas mariposas pintadas
que la hacen olvidarse del viaje del Traidor...

El Lobo fabuloso de blanqueados dientes,
ha pasado ya el bosque, el molino, el alcor,
y golpea en la plácida puerta de la abuelita,
que le abre. (A la niña ha anunciado el Traidor.)

Ha tres días la bestia no sabe de bocado.
¡Pobre abuelita inválida, quién la va a defender!
... Se la comió riendo toda y pausadamente
y se puso en seguida sus ropas de mujer.

Tocan dedos menudos a la entornada puerta.
De la arrugada cama dice el Lobo: «¿Quién va?»
La voz es ronca. «Pero la abuelita está enferma»
la niña ingenua explica. «De parte de mamá».

Caperucita ha entrado, olorosa de bayas.
Le tiemblan en la mano gajos de salvia en flor.
«Deja los pastelitos; ven a entibiarme el lecho».
Caperucita cede al reclamo de amor.

De entre la cofia salen las orejas monstruosas.
«¿Por qué tan largas?», dice la niña con candor.
Y el velludo engañoso, abrazado a la niña:
«¿Para qué son tan largas? Para oírte mejor».

El cuerpecito tierno le dilata los ojos.
El terror en la niña los dilata también.
«Abuelita, decidme: ¿por qué esos grandes ojos?»
«Corazoncito mío, para mirarte bien...»

Y el viejo Lobo ríe, y entre la boca negra
tienen los dientes blancos un terrible fulgor.
«Abuelita, decidme: ¿por qué esos grandes dientes?»
«Corazoncito, para devorarte mejor...»

Ha arrollado la bestia, bajo sus pelos ásperos,
el cuerpecito trémulo, suave como un vellón;
y ha molido las carnes, y ha molido los huesos,
y ha exprimido como una cereza el corazón...

7 DE ABRIL DE 1889 NACE :

GABRIELA MISTRAL
(Seudónimo literario de Lucila Godoy Alcayaga; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena. Tras el declive del modernismo, parte de la lírica hispanoamericana de los años de entreguerras siguió los pasos de las vanguardias europeas: citando solamente ejemplos chilenos, éste sería el caso Vicente Huidobro, fundador del creacionismo, o del Pablo Neruda deudor del surrealismo en Residencia en la tierra.
Otros poetas, en cambio, optaron por alejarse del modernismo orientándose hacia una poesía más sencilla y humana. Gabriela Mistral es la figura capital de esta última tendencia: tras unos inicios aún marcados por el modernismo, desarrolló una expresividad propia, basada en un estilo elemental de imágenes intensas, con el que desnudó su intimidad dolorida y un corazón rebosante de amor, volcado (tras el amor trágico de Desolación) sobre los niños, los desvalidos o su propia tierra, en tonos hondamente religiosos. Su vida se movió sin pausas entre la literatura, la docencia y la carrera diplomática, actividad esta última por la que realizó numerosos viajes y pasó diversas temporadas en ciudades europeas, norteamericanas y latinoamericanas, en las que publicó la mayoría de sus obras.
Biografía
Hija de un maestro de escuela, con dieciséis años decidió dedicarse ella también a la enseñanza; trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela. Como poetisa, Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con Los sonetos de la muerte, nacidos del dolor causado por el suicidio de su prometido, el empleado ferroviario Romelio Ureta, a quien había conocido en 1906. Firmados ya con el seudónimo de Gabriela Mistral (formado a partir de dos autores admirados, el italiano Gabriele D'Annunzio y el poeta provenzal Frédéric Mistral), estos tres sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de Desolación.
Ese mismo año dejó Chile para trasladarse a México, a petición del gobierno de este país, con el fin de que colaborara en la reforma de la educación iniciada por José Vasconcelos. En México, Gabriela Mistral fundó la escuela que lleva su nombre y colaboró en la organización de varias bibliotecas públicas, además de componer poemas para niños (Rondas de niños, 1923) por encargo del ministro de Instrucción Pública mexicano, y preparar textos didácticos como Lecturas para mujeres (1924).
Terminada su estancia en México, viajó a Europa y a Estados Unidos, y en 1926 fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones. Paralelamente, fue redactora de una revista de Bogotá, El Tiempo (sus artículos fueron recogidos póstumamente en Recados: contando a Chile, en 1957). Representó a Chile en un congreso universitario en Madrid y pronunció en Estados Unidos una serie de conferencias sobre el desarrollo cultural estadounidense (1930).
En 1945 Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura (fue la primera concesión a una escritora en lengua española) y en 1951 el Premio Nacional de Literatura de Chile. Siguió su carrera diplomática y con ella sus numerosos viajes hasta su fallecimiento en Nueva York, en 1957. Por deseo de la propia Mistral, sus restos fueron trasladados a Chile y fue enterrada en Montegrande: dejaba tras de sí algunas obras inéditas, para su publicación póstuma.
La poesía de Gabriela Mistral
De tendencia modernista en sus inicios, su poesía derivó hacia un estilo personal, con un lenguaje coloquial y simple, de gran musicalidad, y un simbolismo que conecta con una imaginería de tradición folclórica. En sus obras expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y socialista. Poetisa de acento genuino y entrañable, parte de su no muy abundante producción está dedicada a los niños (fue maestra rural durante quince años), y tal vez sea éste el aspecto más conocido y celebrado de su obra. Sin embargo, su verdadera personalidad se revela, sincera, poderosa y conmovedora, en versos por los que circula una intimidad dolorida y una ternura en busca de sus propios cauces de manifestación.
La obra de Gabriela Mistral pasó por distintas etapas; en un primer momento, con la publicación de Desolación (México, 1922), existe un fuerte predomino del sentimiento sobre el pensamiento, a la vez que una cercanía muy estrecha con lo religioso. Los temas que aparecen en este libro, bajo una profunda reivindicación del retorno a valores de una trascendente espiritualidad, giran en torno a la frustración amorosa, al dolor por la pérdida, la muerte, la infidelidad, la maternidad y el amor filial, todo ello envuelto en la reflexión adulta de la poetisa, que vivió el suicidio de su amado como una pérdida irreparable.
Pese al lastre modernista, se aprecian ya en este primer poemario manifestaciones de un lenguaje más sencillo, particularmente patente en las canciones de cuna recogidas en su última sección. También en México publicó Lecturas para mujeres(1923), una selección de prosas y versos de diversos autores destinada al uso escolar a la que incorporó textos propios, algunos ya incluidos en Desolación.
Las composiciones "para niños" predominan en su segundo libro, Ternura (1924), en el que se advierte la pureza expresiva propia de aquella lírica humana y sencilla que convivió con las vanguardias tras la liquidación del modernismo; una lírica generalmente inspirada en la naturaleza y que de hecho fue también abordada por algunos escritores vanguardistas, que con frecuencia conciliaron la experimentación con su interés por la poesía popular. Dedicado a su madre y hermana, está dividido en siete secciones: Canciones de Cuna, Rondas, La Desviadora, Jugarretas, Cuenta-Mundo, Casi Escolares y Cuento. El conjunto viene a expresar la irreparable pérdida de la infancia, que es restituida, en parte, a través del lenguaje.
Con Tala (1938), considerada una de sus obras más importantes, Gabriela Mistral inauguró una línea de expresión neorrealista que afirma valores del indigenismo, del americanismo y de las materias y esencias fundamentales del mundo. En los sesenta y cuatro poemas de este libro se produce una evolución temática y formal que será definitiva. Aunque en el arranque del libro el poema "Nocturno de los tejedores viejos" sólo insinuaba un renovado tratamiento fantástico, la sección Historias de loca esbozaba ya un nuevo acento que se consolidará en las siguientes,Materias y América, hasta alcanzar la plenitud de su expresión en la sección titulada Saudade, donde se encuentran piezas memorables como "Todas íbamos a ser reinas", en la que la poetisa rememora la infancia junto a sus tres hermanas y sus respectivos sueños, eternizados pese el paso del tiempo mediante un lenguaje a la vez humorístico y mágico, teñido también por momentos de un cierto tradicionalismo folclórico.
En Chile apareció su siguiente colección de poemas, Lagar (1954), la última que publicó en vida. En esta obra estarían presentes todas las muertes, las tristezas, las pérdidas y el sentimiento de su propio fin. Un profunda originalidad convive con la carga de tristeza y trascendencia que ya había impregnado parte de sus primeros escritos, culminando una temática presidida por la resignación cristiana y el encuentro con la naturaleza.
Póstumamente aparecieron el poemario Poema de Chile (1967), un recorrido por la geografía, la naturaleza y las gentes de su país, y la primera edición de sus Poesías Completas (1970), así como diversas antologías de sus poemas y recopilaciones de sus cartas y textos, como Los Motivos de San Francisco (1965), poemas en prosa dedicados al admirado pobrecito de Asís, y Cartas de Amor de Gabriela Mistral(1978). Atenta a los problemas de su tiempo, en el género de los "Recados" o artículos periodísticos (recogidos en Recados: contando a Chile, 1957), Mistral analizó múltiples temas, como la condición de la mujer en América Latina, la valoración del indigenismo, la educación de los pueblos americanos, la necesidad de elevar la dignidad y condición social de los niños en el continente, la religiosidad, el judaísmo y la maternidad. Sus ensayos educacionales quedaron reunidos en el libro Magisterio y niño (1982).

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