12 DE JULIO DE 1930
UN TRANVIA DE LA LINEA 105 CAE AL RIACHUELO EN AVELLANEDA
Sólo siete de
los 63 pasajeros sobrevivieron y pudieron contar la tragedia en primera
persona. Eran trabajadores de la Anglo, de la fábrica París y otras de
la zona de Barracas los que emprendieron un viaje sin regreso y
sucumbieron ante las aguas en la zona del Puente Bosch.
Aquella mañana, el motorman Juan Vescio y su ayudante, José Angel Rodríguez, tomaron servicio en la estación de Tranvías Eléctricos del Sud. Ambos había ingresado a la empresa en el mes de mayo y cuatro días antes de la tragedia Vescio había sido habilitado como motorman categoría C, chapa identificatoria 62.
Quiso el destino que ese día Vescio reemplazara al habitual conductor del interno 75. Se trataba de la segunda vez que se ponía detrás de los mandos de un tranvía trasladando a un grupo de trabajadores.
Fue la niebla y la garúa de ese día lo que imposibilitaron al conductor a divisar la luz roja
que indicaba que el tramo móvil del puente se encontraba levantado. Es
que por aquel entonces transitaban barcos por las aguas del Riachuelo.
En esos momentos el puente se encontraba levantado para que pasara el Itaka II, perteneciente a la compañía de productos petroleros Vicente Ferrer Abrellano.
Ante
la incontrolable carrera del carromato, Vescio intentó, de manera
infructuosa, accionar la palanca de freno. Sin los resultados esperados,
el tranvía se deslizó con su carga completa hacia las aguas del
Riachuelo, que en ese momento contaban con 5,50 metros de bajante. Sólo
quedó visible medio metro de la estructura del medio de transporte. El
resto quedó sepultado bajo las aguas.
Los bomberos
porteños, a cargo del comandante Chiglione, fueron los que llevaron
adelante la penosa tarea de recuperar los cadáveres sumergidos. Las
tareas continuaron durante varios días y el último cuerpo en aparecer
fue el del motorman Juan Vescio. Se le practicó la autopsia de
rigor y lo primero que se hizo fue descartar que se encontrara
alcoholizado. Manuel Rodríguez, encargado del puente, recuperó la
libertad a los pocos días de producida la tragedia ya que había cumplido con todas las medidas de seguridad que indicaba el protocolo.