sábado, 27 de marzo de 2021

27 DE MARZO DE 1901 NACE ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO

27 DE MARZO DE 1901 NACE

ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO

Siempre se ha dicho que la vida de Enrique Santos Discépolo fue un ir y venir. “Soy búmeran por temperamento”, solía bromear, mientras se comparaba con los criminales, los novios o los cobradores, para sentenciar: “Yo regreso siempre”. Y esta misma vida lo llevaba a conocer la soledad absoluta, por momentos, pero también, en otros, sentirse miembro de la más extensa familia: el pueblo argentino.

Nacido en el barrio porteño de Balvanera, el 27 de marzo de 1901, hijo de un músico de orquesta, quedó pronto huérfano y a cargo del mayor de sus cuatro hermanos, Armando, que fue quien lo encaminó por el mundo de la cultura popular: la música, el teatro, la literatura.

Con apenas 16 años debutó como actor y poco tiempo después se animó a escribir sus primeras obras de teatro y letras de tango: “El bizcochito” y la más conocida “Qué Vachaché”, son letras de los años 20, en su más temprana juventud. En muy poco tiempo, sus letras serían interpretadas por grandes cantantes como Azucena Maizani, Tita Merello y el mismísimo Carlos Gardel, mientras continuaba su labor actoral, y en la década siguiente podría conocer el mundo artístico de Europa.

Cuando ya en su repertorio contaba con letras como “Yira y yira”, “Qué sapa señor”, “Malevaje” y “Soy un arlequín” y la más cruda descripción de la “Década Infame” con “Cambalache”, apareció el peronismo, con el que simpatizó fervorosamente y defendió desde las trincheras radiales, con su programa “Mordisquito”. En 1951, protagonizaría el recordado film “El hincha”, pero hacia fines de aquel año, el 23 de diciembre, un síncope al corazón terminaría con su vida.




27 DE MARZO DE 1935 NACE ABELARDO CASTILLO

 27 DE MARZO DE 1935 NACE

ABELARDO CASTILLO

(San Pedro, 1935) Narrador y dramaturgo argentino cuya obra narrativa se caracteriza por su prosa cortante y muchas veces reveladora de la sordidez de la realidad. Animador de la difusión y el debate literario-político, fundó con Arnoldo Liberman El Grillo de Papel, que luego se llamó El Escarabajo de Oro, una de las revistas literarias de más larga vida (1959-1974) en la época que acogió como colaboradores a muchas figuras del «Boom» de la literatura hispanoamericana (Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Miguel Ángel Asturias, Augusto Roa Bastos y Ernesto Sábato, entre otros). Posteriormente dirigió El Ornitorrinco (1977-1987). Compaginó su actividad literaria con las colaboraciones periodísticas y la dirección de talleres de creación literaria.

En 1961 obtuvo el premio Casa de las Américas por los cuentos de Las otras puertas, género que continuó con Cuentos crueles (1966), Los mundos reales (1972), Las panteras y el templo (1976), El cruce del Aqueronte (1982), Las maquinarias de la noche (1992) y Cuentos completos (1998). La narrativa de Abelardo Castillo evolucionó de un realismo de signo existencial y comprometido social y políticamente en la línea de Jean-Paul Sartre a una mayor estilización que lo acerca al expresionismo; sus argumentos colocan a menudo a los personajes en situaciones límite envueltas en un denso fatalismo.
Su producción teatral incluye El otro Judas (1959), motivo evangélico que sirve para tratar uno de los temas caros al autor, el de la culpabilidad y la redención; para Israfel (1964) se inspiró en la vida del escritor norteamericano Edgar Allan Poe, uno de sus autores preferidos junto con Jorge Luis Borges. Le siguieron Tres dramas (1968) y El Sr. Brecht en el Salón Dorado (1982). En el volumen Teatro Completo reunió las obras anteriores y una nueva, Salomé (1995). De sus novelas cabe destacar La casa de cenizas (1968), El que tiene sed (1985), Crónica de un iniciado (1991) y El Evangelio según Van Hutten (1999).

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...