21 DE ABRIL DE 1984 MUERE:
MANUEL MUJICA LAINEZ
(Buenos Aires, 1910 - La Cumbre, 1984) Narrador argentino que combinó imaginación novelesca con datos históricos y el color local con el cosmopolitismo, desarrollando una serie de tramas de corte histórico. Nació en el seno de una familia patricia; por vía materna descendía de periodistas y escritores e incluso su madre componía piezas de teatro que leía a sus amistades, de modo que creció en un medio en el que todo se conjugaba para facilitar su vocación por las letras.
Manuel Mujica Láinez
Entre los trece y los dieciséis años vivió en Europa, donde se familiarizó con los clásicos franceses e ingleses, y a su regreso se vinculó con A. Storni, Arturo Capdevila y otros, y más tarde con A. Bioy Casares, S. Ocampo, S. Bullrich y el círculo de colaboradores de la revista Sur. Pero nunca perteneció a ninguna "capilla literaria", según sus propias palabras, aunque sí fue vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) cuando J. L. Borges la presidía.
Sus gustos clásicos lo mantuvieron ajeno a vanguardias e innovaciones. Admiraba a M. Proust, H. James y V. Woolf. Obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Literatura (1963) y recibió la Legión de Honor del Gobierno de Francia (1982). En 1931 comenzó a colaborar en La Nación como crítico de arte y en 1936 reunió bajo el título de Glosas castellanas sus artículos periodísticos; dos años después publicó la novela Don Galaz de Buenos Aires.
Si con los cuentos de Aquí vivieron (1949) y Misteriosa Buenos Aires (1950) abordó momentos de la historia de la ciudad desde sus orígenes, con las novelas Los ídolos(1952), La casa (1954), Los viajeros (1955) e Invitados en "El Paraíso" (1957) retrató el apogeo y la decadencia de la alta burguesía argentina. Volvería a ello muchos años más tarde, con El gran teatro (1979), aunque derivó antes hacia la novela histórica de ambientación europea. Aquí vivieron narra diversas historias sucedidas entre 1853 y 1924 en San Isidro, un suburbio tradicionalmente habitado por la clase alta de Buenos Aires. El libro responde al proyecto de plasmar una literatura que combinara la imaginación novelesca con una base de datos históricos. La misma voluntad se percibe en La casa, relato en el que una señorial vivienda de la calle Florida de Buenos Aires narra en primera persona su propia historia y la de sus habitantes. Más abarcadora, aunque sin romper con esa línea, resulta Misteriosa Buenos Aires, una reconstrucción no carente de elementos ficticios de la historia de la ciudad, desde el mismo momento de la llegada de su primer fundador, Pedro de Mendoza.
Bomarzo (1962), su título más célebre, desarrolla un argumento ambientado en Italia durante el esplendor de las cortes renacentistas. Esta biografía del duque Pier Franceso Orsini sirvió de base para una ópera de Alberto Ginastera, cuya representación fue prohibida durante el gobierno del general Juan Carlos Onganía, en uno de los más célebres casos de censura que tuvieron lugar en la Argentina; El unicornio (1965) se sitúa en la Edad Media.
La temática histórica se despliega también en los cuentos de Crónicas reales (1967) que, con humor, narran las andanzas de los reyes de un inexistente país europeo;De milagros y melancolía (1968) transcurre en la imaginaria ciudad de San Francisco de Apricotina del Milagro, mientras que El laberinto (1974) son las supuestas memorias de un aventurero español en la época de la conquista.
El viaje de los siete demonios (1974) remite a los pecados capitales y a otras tantas ambientaciones distintas en el tiempo y el espacio. La última incursión del autor en la novela histórica fue El escarabajo (1981). Otras de sus obras son Vida de Aniceto el Gallo (1943), Vida de Anastasio el Pollo (1947), Miguel Cané (Padre)(1942), Cecil (1972), Sergio (1976), El brazalete y otros cuentos (1978) y Un novelista en el Museo del Prado (1984).