jueves, 6 de agosto de 2015

LAS ADVERTENCIAS

CUENTO ANÓNIMO CHINO

Un día, un joven se arrodilló a orillas de un río. Metió los brazos en el agua para refrescarse el rostro y allí, en el agua, vio de repente la imagen de la muerte. Se levantó muy asustado y preguntó:

-Pero... ¿qué quieres? ¡Soy joven! ¿Por qué vienes a buscarme sin previo aviso?

-No vengo a buscarte -contestó la voz de la muerte-. Tranquilízate y vuelve a tu hogar, porque estoy esperando a otra persona. No vendré a buscarte sin prevenirte, te lo prometo.

El joven entró en su casa muy contento. Se hizo hombre, se casó, tuvo hijos, siguió el curso de su tranquila vida. Un día de verano, encontrándose junto al mismo río, volvió a detenerse para refrescarse. Y volvió a ver el rostro de la muerte. La saludó y quiso levantarse. Pero una fuerza lo mantuvo arrodillado junto al agua. Se asustó y preguntó:

-Pero ¿que quieres?

-Es a ti a quien quiero -contestó la voz de la muerte-. Hoy he venido a buscarte.

-¡Me habías prometido que no vendrías a buscarme sin prevenirme antes! ¡No has mantenido tu promesa!

-¡Te he prevenido!

-¿Me has prevenido?

-De mil maneras. Cada vez que te mirabas a un espejo, veías aparecer tus arrugas, tu pelo se volvía blanco. Sentías que te faltaba el aliento y que tus articulaciones se endurecían. ¿Cómo puedes decir que no te he prevenido?

Y se lo llevó hasta el fondo del agua.
ASERRANDO UNA RAMA

CUENTO ANÓNIMO ÁREBE

Nasrudín subió a un árbol para aserrar una rama. Alguien que pasaba, al ver cómo lo estaba haciendo, le avisó:
-¡Cuidado! Está mal sentado en la punta de la rama... Se irá abajo con ella cuando la corte.

-¿Piensa que soy un necio que deba creerle? ¿Es usted un vidente que pueda predecir el futuro? -preguntó Nasrudín.

Sin embargo, poco después, como siguiera aserrando, la rama cedió y Nasrudín terminó en el suelo. Entonces corrió tras el otro hombre hasta alcanzarlo:

-¡Su predicción se ha cumplido! Ahora dígame: ¿cómo moriré?

Por más que el hombre insistió, no pudo disuadir a Nasrudín de que no era un vidente. Por fin, ya exasperado, le gritó:

-¡Por mí podrías morirte ahora mismo!

Apenas oyó estas palabras, Nasrudín cayó al suelo y se quedó inmóvil. Cuando lo encontraron sus vecinos lo depositaron en un féretro. Mientras marchaban hacia el cementerio empezaron a discutir acerca de cuál era el camino más corto. Nasrudín perdió la paciencia. Asomó la cabeza fuera del ataúd y dijo:

-Cuando estaba vivo solía tomar por la izquierda. Es el camino más rápido.

FIN
ALFRED TENNYSON

La hija del molinero

Esa es la chica del molino
y tan linda, tan linda se hizo,
que quisiera yo ser el pendiente
que en la oreja le tiembla:
pues, oculto en sus bucles noche y día,
rozaría su cuello tibio y blanco.

Ser el cinto quisiera
de su talle tan fino, tan fino:
su corazón daría contra mí sus latidos,
dolorido o alegre;
si late como debe yo sabría,
abrazando su talle, muy apretado siempre.
Ser un collar quisiera
y así mecerme todo el día
en su seno aromado,
a una con su risa y sus suspiros :
y tan leve, tan leve allí estuviera,
que por la noche apenas me desabrocharía.
6 DE AGOSTO NACE :

ALFRED TENNYSON


Lord Alfred Tennyson
(Somersby, Reino Unido, 1809 - Aldworth, id., 1892) Poeta británico. Creció en el seno de una familia acomodada que le inculcó el gusto por la lectura, y ya desde joven manifestó sus aptitudes poéticas en unas primeras composiciones a la manera de Pope y Milton.

Alfred Tennyson

A los diecinueve años publicó su primer libro de poemas en colaboración con su hermano Charles, Poemas de dos hermanos (1823), y al año siguiente ingresó en el Trinity College de Cambridge, donde entró en contacto con una sociedad secreta de gran prestigio, The Apostles, y conoció al que sería su gran amigo, Arthur Hallan, a la memoria del cual escribió uno de sus poemas más famosos, In memoriam (1850), considerado su obra maestra.

Su primer libro importante, Poemas principalmente líricos, apareció en 1830, y tres años más tarde publicó el segundo, Poemas, que no recibió una acogida tan buena por parte de la crítica, a pesar de tratarse de una colección más consistente y lograda, con un mayor dominio de la técnica y de la construcción mitológica, clásica y medieval, y que da pie a la reflexión moral.

Abatido por este fracaso y por la muerte, ese mismo año, de su amigo Hallan, Tennyson estuvo diez años sin publicar, hasta que en 1942 apareció su tercer libro de Poemas, con el que recobró cierto prestigio literario, hecho que lo animó a publicar, en 1847, un largo poema sobre la condición de la mujer moderna, La princesa, con el que se consagró como poeta.

Tres años más tarde apareció el ya citado In memoriam, tras el cual fue nombrado poeta oficial, con lo que ocupó el sitio que había dejado vacante William Wordsworth. Como tal, escribió la Oda por la muerte del duque de Wellington (1852) y La carga de la brigada ligera, con el objetivo de cantar las glorias nacionales. Respaldado por esta posición oficial, a la que vendría a añadirse, en 1884, el título de lord, trabajó en la composición de una serie de poemas en prosa sobre el rey Arturo, que culminaría en 1859 con Los idilios del rey.

A partir del año 1875, Tennyson pasó a escribir teatro (Becket, 1884; Tiresias, 1885), aunque sólo algunas de sus obras fueron representadas. La muerte le sorprendió cuando aún estaba corrigiendo su último libro de poemas, La muerte de Enone (1892).
6 DE AGOSTO DE 2001 MUERE :

JORGE AMADO

Novelista y académico brasileño, nacido el 10 de agosto de 1912 en Itabuna (Bahía) y fallecido el 6 de agosto de 2001 en Salvador de Bahía, donde está considerado uno de los grandes escritores del siglo XX. Cursó estudios de Derecho en Río de Janeiro. Miembro de la Academia Brasileña de las Letras, ha publicado abundantes novelas de tema social como Los viejos marineros, Jubiabá, o Gabriela, clavo y canela. En los años 30 irrumpe con Cacao (1933), que lo sitúa como protestatario formado en la línea del realismo social más estricto y militante. Es el escritor neorrealista de los marginados, los pescadores, los trabajadores y los marineros de su tierra, el autor que describe la actitud vital de la gente y, de vez en cuando, le añade un toque político a su universo regional, colorido y abierto a la comunicación.
En 1936, afiliado al Partido Comunista, va a la cárcel, y en 1937, al publicarse Capitanes de arena (Capitaes de arena), sus libros son quemados públicamente. De la cárcel pasa al exilio en Argentina hasta 1942. Cuando regresa, queda obligado a residir en Salvador, capital del estado de Bahía. Aquí escribirá Bahía de Todos los Santos (1945), con una temática más local y costumbrista, a la vez que más animada. Ese mismo año es elegido diputado comunista, y comienza su trilogía política Los subterráneos de la libertad (1954), con la cual viaja triunfalmente por los países socialistas. De regreso a Bahía, se entrega a la contemplación despreocupada del vivir corriente, y se centra en una figura de sugestión erótica: Gabriela, clavo y canela, 1958, de éxito mundial. Esta obra eclipsó su gran relato breve de ese mismo año, La muerte y la muerte de Quincas Barro de Agua. Sus siguientes obras, sin renegar de sus compromisos políticos, tendrán una temática de menos intensidad social, entrando incluso con humor en el ámbito de la creciente tendencia a la novela psicológica. Entre ellas destacan: Los viejos marineros o el Capitán de altura (1961), que trata de un burgués que ve cumplidos sus sueños de hacerse navegante, Doña Flor y sus dos maridos (1966), Teresa Batista cansada de guerra (1972), y Uniforme, frac, camisón de dormir (1979).

Aparte de escribir novelas, cuya prosa podría calificarse de sencilla y, a veces, descuidada, pero siempre influida por un modelo oral o conversacional, también ha publicado un libro de poemas titulado La carretera del mar.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...