miércoles, 3 de diciembre de 2014

ENRIQUE CADÍCAMO
Pompas de jabón
Música: Roberto Emilio Goyeneche.
Tango – 1925

Pebeta de mi barrio, papa, papusa,
que andás paseando en auto con un bacán,
que te has cortado el pelo como se usa,
y que te lo has teñido color champán.
Que en los peringundines de frac y fuelle
bailás luciendo cortes de cotillón,
y que a las milongueras, por darles dique,
al irte con tu camba, batís allon.

Hoy tus pocas primaveras
te hacen soñar en la vida
y en la ronda pervertida
del nocturno jarangón,
soñás en aristocracias
y derrochás tus abriles…
¡Pobre mina, que entre giles,
te sentís Mimí Pinsón…!

Pensá, pobre pebeta, papa, papusa,
que tu belleza un día se esfumará,
y que como las flores que se marchitan
tus pobres ilusiones se morirán.
El mishé que te mima con sus morlacos
el día menos pensado se aburrirá
y entonces como tantas flores de fango,
irás por esas calles a mendigar…

Triunfás porque sos apenas
embrión de carne cansada,
y porque tu carcajada
es dulce modulación.
Cuando implacables, los años,
te inyecten sus amarguras…
ya verás que tus locuras
fueron pompas de jabón.

3 DE DICIEMBRE DE 1999 MUERE ENRIQUE CADÍCAMO

 3 DE DICIEMBRE DE 1999      MUERE     
ENRIQUE CADÍCAMO
Poeta, autor teatral y compositor argentino nacido en General Rodríguez el 15 de julio de 1900 y fallecido en Buenos Aires el 3 de diciembre de 1999.
Su niñez transcurrió en torno a los barrios bonaerenses de Floresta, Barracas y San Juan de Flores, y tuvo la oportunidad de experimentar el ambiente nocturno de la célebre calle Corrientes, conocida como la Avenida del Tango. En 1918 el escritor Héctor P. Blomberg le animó a escribir un poemario, Canciones grises (1926). Además, Cadícamo pronto escribió El romance de dos vagos, su primer sainete con Germán Ziclis, y poco después, en 1924, hizo la letra para un tango del pianista Roberto Goyeneche titulado Pompas de jabón.
Su primer gran éxito se produjo con el tango "Compadrón", musicado por Anselmo Aitea y estrenado por la cantante Sofía Bozán en la ciudad de Rosario. Su eco fue tan grande que hasta Carlos Gardel se interesó en grabarlo desde Europa. Después vinieron otras canciones que le harían popular: "Che, Bartolo", con música de Rodolfo Sciamarella, y "Che, papusa oí", compuesta por Gerardo Matos Rodríguez.
En 1928 realizó su primer viaje a París. En el cabaret Florida de la capital francesa se produciría su primer encuentro con Carlos Gardel, del que más tarde llegaría a ser amigo personal y quien le solicitaría el permiso para grabar muchas de sus letras, como "Anclao en París", "De todo te olvidas", "Muñeca brava" o "Vieja recova". Tras su estancia en la capital francesa, Cadícamo residió en Nueva York, donde se sintió atraído por el mundo del celuloide. Tanto es así que al volver a Buenos Aires dirigió La Virgencita de Pompeya y, en Río de Janeiro, Noches cariocas (1935). En 1930 y junto a Félix Pelayo escribió otro sainete, Baba del diablo, y redactó libretos para varias revistas musicales.
En aquella época decidió formar un dúo con el pianista y compositor Juan Carlos Cobián. Fruto de esta colaboración son sus éxitos "La casita de mis viejos", "Nostalgias", "A pan y agua" y "Rubí", entre otros. Además colaboró con otros maestros del tango como Rosita Quiroga, en "Apología tanguera", y Aníbal Troilo en "Garúa" y en otros catorce temas. También puso música a varias de sus propias letras como "No vendrá", o "Mientras gime el bandoneón", siempre bajo los seudónimos de Rosendo Luna o Yino Luzzi.
Cadícamo cuenta con casi 1.300 canciones publicadas dadas a conocer por los grandes intérpretes en ritmos de tangos, valses y milongas. Asimismo, Cadícamo escribió los guiones cinematográficos para los largometrajes Nace un campeón (1951), La historia del tango y la biografía de su amigo Juan Carlos Cobián, que lleva por título El desconocido Juan Carlos Cobián (1972). Su hija, Mónica Cadícamo, se dedica al tango como cantante.
JAIME DÁVALOS
Juanito Laguna se salva de la inundación

Cuando lentamente viene la corriente
y asalta las islas,
aguas sublevadas de las marejadas
cubren la región.
En la correntada turbia y encrespada
van a la deriva,
entre la resaca, árboles que arranca
de cuajo el torrente, minuciosamente
se imponen las aguas de la inundación.

El islero siente resignadamente
que su pobre vida
queda acorralada como su ranchada
sobre un albardón,
su suerte está echada en esta anegada
soledad perdida,
en donde la lluvia de invierno diluvia
y la sudestada mantiene empacada
la furia inocente de la inundación.

Juanito Laguna, mirando la luna
que se hizo con agua
y las crestonadas que al norte en bandadas
emigrando van,
en su barro tierno de dolor eterno,
medroso presiente
que en aquel invierno vendrá la creciente
dejando sin rancho, desnuda la gente,
sembrando en las islas la devastación.

3 DE DICIEMBRE DE 1981 MUERE JAIME DÁVALOS

 3 DE DICIEMBRE DE 1981  MUERE
JAIME DÁVALOS
Jaime Dávalos es la más formidable catapulta de la mejor poesía y música del Noroeste a partir de la segunda mitad de los años cuarenta.
Nació en San Lorenzo, Provincia de Salta, el 20 de enero de 1921, y desde la cuna tenía el destino marcado: Su padre era Juan Carlos Dávalos, nada menos. Cursó estudios en su ciudad natal. Recorrió íntegramente su suelo patrio, de uno a otro confín, en contacto íntimo con la tierra y sus hombres.
Treinta y nueve años pasaron hasta que este salteño empezó a salir del velo del anonimato, aunque había empezado a publicar a los veintiseis. Y a partir de 1960 libros, y poesías, y cancioneros se sucedieron, y también los premios y los reconocimientos. Musicalmente se inició con la armónica pero al igual qeu sus seis hermanos, se inclinaría por el canto con guitarra. Entre fines del 50' y principios del 60' tuvo sus propios espacios en televisión: "El Patio de Jaime Dávalos" y "Desde el Corazón de la Tierra", éste último ganador del Martín Fierro otorgado por los periodistas de radio y televisión.
Formó una dupla inigualable con otro salteño, Eduardo Falú. Todos saben lo que salió de esa mezcla: la mejor letra con la mejor música. Y ganas de renovar el folklore, que por esos años ya sufría lo que sigue sufriendo hoy. Mal de muchos, consuelo de tontos. Junto con Manuel Castilla y Cuchi Leguizamón, los de estos dos salteños quedan grabados en el folklore serio de la época.
Cuentan que tocaba de oído la guitarra y el charango. Que, como buen poeta, nunca pudo estar mucho tiempo quieto y salió a buscar al país como dibujante, alfarero y titiritero. En cuál de esas tardes habrán nacido las obras maestras como Río de tigres, Zamba de la Candelaria o Las Golondrinas.
Jaime Dávalos tuvo siete hijos: de su primer matrmonio con Rosa, tuvo a Julia Elena (conocida cantante), Luz María, Jaime Arturo y Constanza. De su segundo matrimonio (con María Rosa Poggi) tuvo a Marcelo, Valeria y Florencia. Todos de alguna manera se mantuvieron ligados a la música y al arte, continuando la tradición de una familia de artistas.
Según el crítico René Vargas Vera, "Jaime Dávalos era una celebración de la vida, de la inventiva, de la libertad. Era báquico por la inspiración que le dictaba su inseparable vino; epicúreo por celebrar el goce espiritual de la creación; sibarita por su espíritu refinado; hedonista por amar los placeres de la vida"
Le debe haber quedado poco por vivir. Fallece en Buenos Aires el 3 de diciembre de 1981.
Ha reunido en varios libros su producción de escritor, entre los que citamos:
1947: Rastro seco (poemas, Salta)
1957: El nombrador (poemas y canciones, Buenos Aires, dos ediciones)
1959: Toro viene el río (relatos, Buenos Aires)
1959: Coplas y canciones o Poemas y canciones (Buenos Aires)
1960: Solalto
1962: Canciones de Jaime Dávalos
1967: La estrella
1974: Cantos rodados
1980: Cancionero
1987: Coplas al vino

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