lunes, 26 de junio de 2017

26 DE JUNIO DE 1913 NACE 
AIME CÉSAIRE
(Basse-Pointe, 1913) Poeta, dramaturgo e intelectual martiniqueño. Reconocido como una de las figuras fundamentales de la poesía moderna en lengua francesa, fue uno de los creadores del concepto de negritud y un líder comprometido en la lucha de los negros.
En 1931, gracias a una beca, inició estudios superiores en París. En 1934 fundó la revista L´Etudiant noir con otros intelectuales negros. Volvió a Martinica en 1939, donde enseñó en el Liceo de Fort de France. En 1941 creó la revista Tropiques. Junto al poeta L. Senghor creó el término "negritud" como rechazo a la asimilación cultural francesa; este movimiento se propuso una búsqueda de las raíces africanas, aunque alertaba de no caer en el regionalismo o el "color local".
En 1941 el poeta francés A. Breton, líder del surrealismo, al descubrir su libro Cuaderno de retorno al país natal, lo saludó como a una de las voces más importantes de la poesía francesa de vanguardia. En 1948 escribió otro de sus grandes poemarios, Soleil cou-coupé.
La poesía de Césaire, influida por la libertad verbal del surrealismo, es metafórica y rica en imágenes de gran plasticidad y fuerza evocativa; sin embargo, a diferencia de los surrealistas, la magia de su creación se sustenta en la riqueza de la cultura caribeña y africana, por lo que sus imágenes y metáforas cumplen un objetivo ajeno al puro experimentalismo. Sus poemas tienen que ver más con un concepto mágico profundamente americano.
Entre sus influencias se cuentan los poetas Lautréamont, A. Rimbaud, G. Apollinaire y el propio Breton. No obstante estar escrita en francés, su poesía tiene una aspereza y complejidad que la hace deudora de una cultura mestiza, y ostenta un aire legendario, majestuoso, como si perteneciera a una épica antigua; de ahí sus versos largos, con apariencia de prosa y vigor visionario.

El escritor R. Depestre sitúa la "criollidad" de Césaire en un contexto dinámico más amplio y universal que cualquier definición restrictiva, y habla de una "criollidad" en movimiento hacia una dimensión donde la poesía trata con la belleza y la desgracia a la vez. Según el poeta y ensayista D. Walcott, Césaire ve en el Nuevo Mundo la evidencia de humillaciones pasadas y la necesidad de un orden nuevo; sin embargo, su obra, como toda alta poesía, se basa en el misterio de esta redención, no en una dialéctica precisa que pudiera ser entendida a través de claves políticas.
Césaire también escribió teatro, con los mismos presupuestos polémicos y estéticos. En su pieza La tragedia del rey Christophe (1963) analiza la historia haitiana con una mirada épica y universal, como si tratara de la tragedia de todas las revoluciones. En Une Saison au Congo (1966) puso en escena el drama político de África en los años sesenta.

sábado, 24 de junio de 2017



GEOEGE GORDON BYRON sexto LORD BYRON
ACUERDATE DE MI 

Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando esté mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.

Es la llama de mi alma cual aurora,
brillando en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna...
ni la muerte la puede mancillar.

¡Acuérdate de mí!... Cerca a mi tumba
no pases, no, sin regalarme tu plegaria;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que has olvidado mi dolor.

Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que sobre mi tumba derrames tus lágrimas.

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viernes, 23 de junio de 2017

23 DE JUNIO DE 1889  

NACE:ANNA AJMÁTOVA

Imagen relacionada(Anna Andréievna Gorenko; Bolshoj, 1889 - Komarovo, 1966) Poetisa rusa. Pasó su infancia y adolescencia entre Tsarkoe Selo y Kiev. Al divorciarse sus padres en 1905, Ajmátova partió con su madre a Crimea, de donde partirá, a su vez, para Kiev, al objeto de terminar sus estudios secundarios y estudiar Derecho. En San Petersburgo, por último, seguirá los cursos de altos estudios de Literatura e Historia.
Fundó, junto a los poetas N. Gumiliov (con quien se casó en 1910) y Serguéi Gorodetsky, el movimiento poético ruso conocido como "acmeísmo", que constituyó una reacción contra la vaguedad y el misticismo decadente del simbolismo, en favor de las imágenes concretas y la realidad inmediata. De métrica conservadora, su concepción de la rima es enteramente clásica, herencia directa de A. Pushkin, su gran maestro. La poesía de Ajmátova es un perpetuo diálogo con la vasta tradición poética en la que se inscribe Horacio, Dante, W. Shakespeare y el propio A. Pushkin y con sus contemporáneos O. Mandelshtam y T. S. Eliot.
Sus dotes se revelaron muy pronto y sus tempranos versos se imprimieron en 1907. Su primer libro, Anochecer (1912), tiene como tema central el amor, con versos breves, sencillos e intimistas, intentando constantemente el diálogo entre el lector y la autora. Su estilo se perfeccionó muy pronto y apenas cambió en el transcurso de su vida.
Tras la revolución comunista de 1917, en su obra aparecieron motivos cívicos, patrióticos y religiosos, sin que ello incidiera en la intensidad y originalidad de su voz. De este período destacan sus poemarios Belaia staia (1917) y Podorozhnik (1921), por los que fue criticada y catalogada de burguesa y aristocrática. Tras la publicación de Anno Domini MCMXXI (1921), dejaron de aparecer originales suyos, hasta la edición de Iz shesti knig (1940), una compilación de su obra anterior.
Durante la guerra comenzó su largo y reconocido Poema bez geroia (1940-1962), obra de extraordinaria complejidad que constituye una suerte de suma lírica de toda la filosofía y la poética de Ajmátova, que no apareció hasta 1966. Su emotivo ciclo en memoria de las víctimas de Stalin, entre las que estuvo su hijo Lev, Requiem (1935-1940), está considerado una obra maestra y un monumento poético al sufrimiento del pueblo soviético bajo la dictadura estalinista.
Después del "deshielo" en el ámbito de la cultura, que se produjo tras la muerte de Stalin, Ajmátova fue parcialmente rehabilitada. En 1958 apareció un nuevo volumen con su poesía y algunas traducciones de poemas de G. Leopardi y R. Tagore. Dentro de su variada y vasta obra también destacan los poemarios Chetki (1912) y Beg vremeni (1965). Escribió numerosos ensayos sobre Pushkin, recogidos en el volumen O Pushkine: statí i zametki (1977). Publicó unas memorias donde relata sus estrechas relaciones con A. Blok, Amedeo Modigliani y Mandelshtam.
Sufrió la censura en razón de su "misticismo, erotismo e indiferencia política", y en 1946 fue expulsada de la Unión de Escritores Soviéticos. En vida fue objeto de constantes ataques y sólo unos años antes de su muerte recibió la aprobación y el elogio de sus contemporáneos en su país y en el extranjero. Su funeral, celebrado en la catedral de San Nicolás, en San Petersburgo, fue multitudinario.
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jueves, 22 de junio de 2017

22 DE JUNIO DE 1897 NACE: ERICH MARIA REMARQUE

22 DE JUNIO DE 1897 NACE:

ERICH MARIA REMARQUE
(Erich Paul Remark; Osnabrück, 1897 - Locarno, 1970) Novelista alemán, destacada figura de la generación de escritores alemanes que vivieron la experiencia de las dos guerras mundiales. Hijo de un encuadernador, tras participar en la Primera Guerra Mundial ejerció como maestro y comerciante, antes de convertirse, en el Berlín de los años veinte, en periodista y, más tarde, en escritor famoso, conocido también por su particular elegancia y por sus gustos refinados.

Erich Maria Remarque
Tras alcanzar la fama repentinamente con su novela Sin novedad en el frente (Im Westen nichts Neues, 1929), que tiempo atrás había ofrecido en vano a unos cuarenta y ocho editores, Erich Maria Remarque se trasladó en 1931 a Ascona, la ciudad del pintor Arnold Böcklin. Allí y en Estados Unidos, en donde se estableció en 1939 (y cuya nacionalidad obtuvo en 1947), pasó el resto de su vida, rodeado de un lujo sabiamente cultivado, que se adaptaba muy bien a su gusto y a su inteligencia. Se casó en terceras nupcias con la actriz Paulette Goddard.
Pero su estilo de vida no se refleja en su novela, convertida en un bestseller en todo el mundo y de la que el director Wilhelm Pabst realizó una versión cinematográfica igualmente famosa y polémica. Aparentemente un documental, escrita según el gusto fríamente realista de las novelas de la "Neue Sachlichkeit" (nueva objetividad), Sin novedad en el frente representa en realidad, gracias a la elección de los personajes y de las escenas, una acusación despiadada contra la guerra y sus protagonistas. El texto da voz al sufrimiento del soldado, del individuo inmerso en un horror que le toca y le rodea, y que le revela la absurdidad y la inutilidad de tantas atrocidades.
Sin novedad en el frente es un libro de ferviente denuncia, cuya validez sigue siendo avalada por su fama y actualidad, a diferencia de otras obras sobre la guerra como Krieg, de Ludwig Renn, o In Stahlgewrittern, de Ernst Jünger, que prefirieron exaltar el espíritu de camaradería de la guerra o ciertos ideales heroicos de autoafirmación que, en un período de nuevo auge del nacionalismo, tuvieron (aunque involuntariamente) un efecto no precisamente educativo.
Los mismos componentes de la primera caracterizan las siguientes novelas de Erich Maria Remarque: El regreso (Der Weg zurück, 1931), Drei Kameraden (1937), Arco de triunfo (Arc de Triomphe, 1946), Tiempo de vivir, tiempo de morir (Zeit zu leben, und Zeit zu sterben, 1953) y Náufragos. El mismo espíritu humanista, preocupado por la salvaguarda de los valores de una civilización que las guerras (y en particular una guerra atómica) amenazan con destruir integralmente, se expresa en la película Das letzte Ufer (La hora final, 1959), cuyos diálogos son obra de Remarque; en ella los supervivientes de un mundo destruido insensatamente por las bombas atómicas esperan su última hora, víctimas involuntarias, aunque indirectamente también responsables, de una guerra sin alternativas. Con esta película, Remarque puso otra vez de manifiesto su conciencia despierta y crítica, que supo traducir sus reflexiones y experiencias personales de dos guerras en advertencias para toda la humanidad.

lunes, 19 de junio de 2017

20 DE JUNIO DE 1820 MUERE :

MANUEL JOSÉ JOAQUÍN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS BELGRANO


Manuel Belgrano

(Buenos Aires, 1770-1820) Abogado, político y militar argentino, una de las figuras fundamentales del proceso que condujo a la independencia del país. Recordado como el creador de la bandera nacional y el general que consolidó la independencia con sus victorias en las batallas de Tucumán y Salta (1812-1813), Manuel Belgrano fue ante todo un intelectual de intachable integridad y firmes convicciones patrióticas, un trabajador desinteresado e infatigable al servicio del progreso del país y la educación de sus habitantes. Las circunstancias de la lucha emancipadora y su propia coherencia de pensamiento y acción lo abocaron, sin embargo, a asumir misiones militares para las que no estaba preparado, y en las que cosechó éxitos y fracasos.

Manuel Belgrano
Criollo de origen italiano, Manuel Belgrano era hijo de un comerciante genovés radicado en Buenos Aires, don Domingo Belgrano Peri, y de doña María Josefa González Casero. El joven Manuel estudió latín, filosofía y teología en el Real Colegio de San Carlos; marchó luego a España y cursó estudios en Salamanca, Valladolid (se graduó de bachiller en 1789) y Madrid, en cuya universidad obtuvo en 1792 el diploma de abogado, dedicando especial atención a la economía política. Desde allí siguió los acontecimientos de la Revolución Francesa de 1789, que le influyeron hasta el punto de llevarle a adoptar la ideología liberal. Regresó al Río de la Plata al ser nombrado secretario del Consulado de Buenos Aires (1794-1810).
Desde este cargo abogó por la libertad de comercio, el desarrollo de la agricultura y la creación de escuelas comerciales y de náutica. En 1806 participó como capitán de las milicias urbanas en la defensa frente la invasión inglesa; fue designado sargento mayor del regimiento de Patricios y sirvió como ayudante de Santiago Liniers. Sin descuidar su tarea en el Consulado, colaboró en el Semanario de agricultura, industria y comercio, fundó una Sociedad Patriótica, Literaria y Económica y el periódico Correo de Comercio, siempre con el ánimo de difundir y llevar a la práctica su ideario liberal y de contribuir al desarrollo educativo, cultural y económico del país.
Pronto tomó conciencia, sin embargo, de que sus proyectos modernizadores eran irrealizables en el anquilosado marco de la administración colonial, y de que sólo la independencia podía traer el progreso. Ganado para la causa emancipadora, empezó a conspirar contra la dominación española desde que en 1809 llegaron noticias de la ocupación de la metrópoli por el ejército francés. Belgrano fue uno de los dirigentes de la Revolución de mayo (18-25 de mayo de 1810), punto de partida del proceso independentista, y formó parte como vocal de la Junta que se creó en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, embrión del futuro gobierno argentino.
La Junta de Buenos Aires intentó preservar la unidad del hasta entonces Virreinato del Río de Plata, que englobaba aproximadamente los territorios actuales de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, más una parte de Chile y el sur de Brasil. Aunque no era militar profesional, Manuel Belgrano fue nombrado general al mando del ejército del Paraguay, formado con el objetivo de obtener la adhesión de este territorio al proceso independentista, pero resultó vencido por los paraguayos, fracasando el intento de mantener a Paraguay unido a Argentina (1811); pese a la derrota en las armas, dejó sembrado entre los jefes paraguayos el anhelo de libertad.
En 1812 Manuel Belgrano asumió la jefatura del Ejército del Norte y creó y enarboló por primera vez, en las barrancas rosarinas del Paraná, la bandera azul y blanca que había de convertirse en enseña oficial de la nación. Al mando de sus tropas venció a las fuerzas españolas del general Juan Pío de Tristán y Moscoso en las batallas de Tucumán (1812) y Salta (1813), que salvaguardaron la independencia argentina al contener la contraofensiva realista lanzada desde el norte; pero en 1813 volvió a ser derrotado cuando intentaba proseguir su avance invadiendo el Alto Perú (la actual Bolivia), que quedó bajo el dominio de los españoles.
Destituido del mando militar, Manuel Belgrano siguió prestando servicios a la causa argentina en el plano diplomático; en 1815 fue enviado junto con Bernardino Rivadavia a Europa para negociar, sin resultados, el reconocimiento de la independencia. Regresó al cierre del Congreso de Tucumán (1816), en cuyo seno expuso sus convicciones monárquicas. Conforme a los planteamientos de Belgrano, el Congreso declaró formalmente la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, núcleo de la actual Argentina, y aprobó como bandera nacional la que Belgrano había diseñado e izado en 1812; sin embargo, su recomendación de constituir una monarquía fue desoída: el Congreso consolidó el Directorio como principal órgano ejecutivo y nombró director supremo a Juan Martín de Pueyrredón (1816-1819).
Entretanto, las disensiones entre centralistas y federalistas dieron inicio a una serie de convulsiones y pugnas civiles que marcarían las primeras décadas de la Argentina independiente. Otra vez al frente del ejército auxiliar de Perú, Manuel Belgrano hubo de contener las sublevaciones de los jefes militares que se pronunciaron a favor del federalista José Gervasio Artigas. Cooperó con las fuerzas de Martín Miguel de Güemes para frenar una contraofensiva española, pero hallándose en Cruz Alta contrajo una grave dolencia, a causa de la cual se retiró a Tucumán. En noviembre de 1819, enfermo de muerte, regresó a Buenos Aires; sumido en la pobreza, falleció de hidropesía el 20 de junio de 1820, después de haber pronunciado las palabras "¡Ay, patria mía!": ese día la ciudad de Buenos Aires, presa de la anarquía, contaba con tres gobernadores al mismo tiempo. Sus restos se conservan en un mausoleo, obra del escultor Ximenes, en la basílica del Rosario de la Capital Federal.
19 DE JUNIO 1764 NACE 
JOSÉ GERVASIO ARTIGAS
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(Montevideo, 1764-Ibiray, cerca de Asunción, Paraguay, 1850) Político y militar uruguayo. Nacido en el seno de una de las siete familias fundadoras de Montevideo, cursó sus estudios en un convento franciscano. Durante su adolescencia participó en la venta ilegal de ganado, lo cual le reportó un excelente conocimiento del país y de sus gentes. Fue miembro fundador del cuerpo de «Blandengues», milicia armada que tenía encomendada la defensa de Montevideo y de la cual fue segundo jefe.
Tras la revolución de 1810 en Buenos Aires, ofreció sus servicios a la Junta Revolucionaria, en lucha contra el gobernador español de Montevideo. Éste, al verse amenazado por las tropas independentistas, pidió ayuda a Portugal, que acudió en su auxilio. Ello motivó la negociación de un armisticio entre la Junta Revolucionaria y el gobernador español que fue mal recibido por Artigas, puesto que el tratado devolvía la soberanía a España.
Para no verse obligado a aceptar la tutela española abandonó, con 1.500 familias (alrededor de 16 000 personas), la Banda Oriental, actual Uruguay, territorio en el que se había hecho fuerte y del que era máximo dirigente. Artigas y sus seguidores se establecieron en el Ayuí, localidad desde la cual intentó organizar políticamente las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, y tras conseguir su control, luchar contra los dirigentes centralistas de Buenos Aires.
En 1815 venció a las fuerzas centralistas, tomó Montevideo y organizó un gobierno federalista en Santa Fe. Resistió hasta 1820, año en que sus tropas fueron vencidas por las portuguesas, deseosas de hacerse con el control de la Banda Oriental. Ello le obligó a exiliarse en Paraguay, cuyo presidente, J. G. Rodríguez Francia, le concedió asilo político.
Sin embargo, a la muerte de éste, en 1840, fue encarcelado, siendo liberado por el nuevo presidente C. A. López, quien así mismo le dio refugio en Ibiray, donde permaneció hasta su muerte. En 1856, a título póstumo, el gobierno uruguayo lo declaró «fundador de la nacionalidad oriental».
(Montevideo, 1764-Ibiray, cerca de Asunción, Paraguay, 1850) Político y militar uruguayo. Nacido en el seno de una de las siete familias fundadoras de Montevideo, cursó sus estudios en un convento franciscano. Durante su adolescencia participó en la venta ilegal de ganado, lo cual le reportó un excelente conocimiento del país y de sus gentes. Fue miembro fundador del cuerpo de «Blandengues», milicia armada que tenía encomendada la defensa de Montevideo y de la cual fue segundo jefe.
Tras la revolución de 1810 en Buenos Aires, ofreció sus servicios a la Junta Revolucionaria, en lucha contra el gobernador español de Montevideo. Éste, al verse amenazado por las tropas independentistas, pidió ayuda a Portugal, que acudió en su auxilio. Ello motivó la negociación de un armisticio entre la Junta Revolucionaria y el gobernador español que fue mal recibido por Artigas, puesto que el tratado devolvía la soberanía a España.
Para no verse obligado a aceptar la tutela española abandonó, con 1.500 familias (alrededor de 16 000 personas), la Banda Oriental, actual Uruguay, territorio en el que se había hecho fuerte y del que era máximo dirigente. Artigas y sus seguidores se establecieron en el Ayuí, localidad desde la cual intentó organizar políticamente las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, y tras conseguir su control, luchar contra los dirigentes centralistas de Buenos Aires.
En 1815 venció a las fuerzas centralistas, tomó Montevideo y organizó un gobierno federalista en Santa Fe. Resistió hasta 1820, año en que sus tropas fueron vencidas por las portuguesas, deseosas de hacerse con el control de la Banda Oriental. Ello le obligó a exiliarse en Paraguay, cuyo presidente, J. G. Rodríguez Francia, le concedió asilo político.
Sin embargo, a la muerte de éste, en 1840, fue encarcelado, siendo liberado por el nuevo presidente C. A. López, quien así mismo le dio refugio en Ibiray, donde permaneció hasta su muerte. En 1856, a título póstumo, el gobierno uruguayo lo declaró «fundador de la nacionalidad oriental».
G
M
T
Y
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CUENTO ANONIMO CHINO
¿Para qué adular?

Un hombre rico y un hombre pobre conversaban:
-Si yo te diera el veinte por ciento de todo el oro que poseo, ¿me adularías? -preguntó el rico.
-El reparto sería demasiado desigual para que tú merecieras mis cumplidos -contestó el pobre.
-¿Y si yo te diera la mitad de mi fortuna?
-Entonces seríamos iguales, ¿con qué fin adularte?
-¿Y si yo te lo diera todo?
-En ese caso, ¡no veo qué necesidad tendría de adularte!
FIN


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19 DE JUNIO DE 1947 NACE
SALMAN RUSHDIE

(Bombay, India, 1947) Escritor angloindio en lengua inglesa. Dejó su país natal en 1961 para trasladarse al Reino Unido, donde estudió en la facultad de historia de Cambridge. Se centró, sobre todo, en religión e historia musulmanas, con lo cual adquirió unos conocimientos teóricos y académicos sobre los que articular su ideología política, ligada siempre a las circunstancias de su país y de otros países en situaciones similares a las del suyo, en los que la historia de la colonización y de los colonizadores se superpone al sustrato cultural autóctono, en gran parte constituido por leyendas y mitos.
Con el objetivo de dar una voz alternativa a la historia de esos países, reinventada por Inglaterra, y de su andadura tras la descolonización, ha escrito la mayor parte de sus novelas. Así, enHijos de medianoche, obra que alcanzó fama internacional y por la que fue galardonado con diversos premios en el Reino Unido y Estados Unidos, narra, a través de los avatares de una saga de la India, la historia de ese país desde la proclamación de la independencia. En su siguiente novela, Vergüenza (1983), en cambio, desgranó la historia de Pakistán.
Su voz contestataria y de intelectual implicado, se vio amenazada de muerte en 1989 a causa de la publicación de los Versos satánicos, obra considerada blasfema por el ayatolá Jomeini, quien dictó orden pública de ejecución a toda la población musulmana del mundo.
Desde entonces, Rushdie vive bajo protección policial y en un cierto aislamiento. Sus actividades de crítico literario en el Observer fueron perseguidas (si bien consiguió reunir la mayor parte de sus artículos en el volumen Imaginary homelands). En 1990 publicó un cuento infantil,Haroun and the Sea of Stories, la historia de un relator de cuentos que pierde las ganas de narrar, entristecido y amenazado por los enemigos de la libertad de expresión.

sábado, 17 de junio de 2017

17 DE JUNIO DE 1821 MUERE MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES

17 DE JUNIO DE 1821 MUERE
MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES

(Salta, 1785 - 1821) Militar y patriota argentino. Gobernador de Salta desde 1815, organizó las partidas guerrilleras que impidieron el avance del ejército español en el Alto Perú, permitiendo a San Martín la preparación del ejército de los Andes. Descendiente de una acaudalada familia que le pudo brindar una esmerada educación, Martín Miguel de Güemes cursó estudios en el Colegio de San Carlos de Buenos Aires. Desde la adolescencia manifestó una clara vocación militar y desde los catorce años sirvió en el regimiento de infantería de su ciudad natal. Participó luego en la defensa del Río de la Plata contra la invasión inglesa. Santiago Liniers le nombró en 1807 su ayudante y teniente de su escolta de granaderos.

Al morir su padre en 1808 regresó a Salta para hacerse cargo del patrimonio familiar. Abrazó luego el movimiento independentista de 1810 y formó un grupo de caballería con el que se situó en Humahuaca, con objeto de interponer una fuerza patriota entre las filas realistas del Alto Perú y del Río de la Plata. Combatió en las batallas de Cotagaita y Suipacha, pero tuvo divergencias con Juan José Castelli y volvió a Salta.

Tras la derrota de Guaqui en 1811, protegió la retirada de Juan Martín de Pueyrredón, lo que le valió alguna popularidad. Manuel Belgrano, que sería luego su amigo, le mandó a Buenos Aires. Asistió al cerco de Montevideo hasta fines de 1813 y ascendió a teniente coronel. Entonces fue enviado con una expedición en socorro del ejército del norte, derrotado por Joaquín de la Pezuela en 1813. Volvió a Salta y reclutó campesinos con los que formó un ejército. En enero de 1814 el general realista Ramírez de Orozco ocupó Jujuy, pero Güemes llegó hasta allí y logró contener el avance, regresando los españoles nuevamente al Alto Perú en agosto del mismo año.

Güemes fue elegido gobernador de Salta en 1815 y realizó entonces una reorganización defensiva del territorio. Declaró a toda la población en Asamblea y adoptó como tipo de organización militar las partidas guerrilleras: cada veinte o treinta vecinos constituían una partida a cargo de un oficial, que dirigía los ejercicios militares. Sus unidades más efectivas eran las de caballería, compuestas por auténticos gauchos. Eran grupos armados que se movían continuamente a caballo, sin apearse apenas, y que resultaron formidables para romper y destrozar las fuerzas realistas, compuestas fundamentalmente de infantería e integradas por indios. La caballería de Güemes practicaba la guerra de guerrillas con contundente eficacia. Los gauchos salteños lograron evitar varias veces que las tropas realistas avanzaran desde el Alto Perú hacia la región rioplatense.

Mientras tanto, José Rondeau había fracasado en la tercera incursión argentina al Alto Perú. Tras la derrota de Viluma (1815) y, sobre todo, después de la de Sipe Sipe (28 de noviembre de 1815), los españoles se lanzaron de nuevo a la conquista del Río de la Plata. El virrey Joaquín de la Pezuela había delegado el mando en José de la Serna, que recibió la orden de invasión en un momento muy favorable para la restauración del poderío español en toda América. La situación para las tropas patriotas era dramática y Buenos Aires temió una catástrofe.

Fue entonces cuando Güemes realizó su mejor actuación militar, defendiendo la frontera frente los realistas con sus gauchos, mientras José de San Martín preparaba en el oeste el Ejército Libertador. José Rondeau quiso sustituir a Güemes y ocupó Salta, pero el caudillo salteño le sitió en marzo de 1816, llegando ambos jefes a un acuerdo. Güemes siguió resistiendo a los españoles en la frontera, sobre todo después de que Pueyrredón ordenara la retirada de las tropas porteñas de Tucumán. En noviembre de 1816 se produjo la esperada invasión realista. Olañeta ocupó Jujuy en enero de 1817 y José Canterac en 1819, pero sin poder penetrar al interior. Güemes siguió con su guerra defensiva y fue nombrado por San Martín jefe del ejército de observación del Perú.

Los jefes políticos y militares argentinos entraron posteriormente en muchas divergencias y Güemes tuvo que enfrentarse con el gobernador de Tucumán, venciéndole en 1821. Luego llegaron nuevamente los realistas, dirigidos ahora por Guillermo Marquegui, cuñado de Olañeta, que ocuparon otra vez Jujuy, aunque tuvieron que rendirse más tarde. Ocurrieron entonces algunos desórdenes en Salta, debidos al descontento producido por la presión fiscal impuesta por Güemes. Olañeta quiso aprovecharla, enviando allí al general José María Valdés, que tomó Salta el 7 de junio de 1821. En el combate resultó herido Güemes, que murió diez días después como consecuencia de la herida en la Cañada de la Horqueta, adonde se había retirado. Los patriotas recuperaron Salta en julio siguiente.



16 DE JUNIO DE 1955 ES BOMBARDEADA LA PLAZA DE MAYO

16 DE JUNIO DE 1955 ES BOMBARDEADA LA PLAZA DE MAYO Pocas veces en la historia mundial, miembros de las Fuerzas Armadas de un país, con la c...