Dramaturga y novelista austríaca, nacida en Mürzzuschlag (Estiria) en 1946
. Su obra, transgresora y radical, se caracteriza por tratar con dureza temas como la violencia de género, las relaciones familiares opresivas o el pasado político de su país. Su propósito es luchar contra cualquier clase de autoridad y denunciar los abusos de poder en nuestra sociedad, sin renunciar por ello a un estilo preciso y lleno de contrastes.
En 2004 la Academia sueca le concedió el Premio Nobel de Literatura. Los académicos suecos destacaron "el flujo musical de voces y contravoces en sus novelas y obras de teatro, que con extraordinario talento lingüístico revelan lo absurdo de los clichés de la sociedad y su poder subyugante".
Vida y obra
Su familia pertenecía a la alta burguesía austriaca. Su padre, judío de origen checo, era químico y su madre, católica practicante, jefe de personal de una gran empresa. Ingresó en un un estricto colegio religioso de Viena; este hecho, unido a la relación opresiva que siempre mantuvo con su madre, debió de ejercer una enorme influencia en la futura escritora. En la capital austriaca estudió Historia del Arte y Teatro, y se graduó en el Conservatorio como organista.
En 1967 interrumpió sus estudios y comenzó a publicar narrativa, obras de teatro y Hörspiel (obras para ser escuchadas por radio), junto a poemas y guiones para televisión y cine. Sus primeros trabajos literarios, entre los que destaca Lisas schatten (La sombra de Lisa, 1967), presentan una clara influencia del Grupo de Viena, en especial en la complicación sintáctica, cuyo objetivo es dificultar la lectura y obligar al lector a leer con la máxima atención.
Debido a la temática de algunas de sus obras, Jelinek ha sido calificada en numerosas ocasiones como escritora feminista. Sin embargo, ella misma considera esta calificación como inadecuada, pues en su opinión la preocupación fundamental de toda su obra no es otra que el análisis de los efectos del capitalismo en la conciencia, el lenguaje y las actitudes humanas. En Wir sind lockvögel baby! (¡Somos aves de cebo, baby!, 1970) trató el tema de los mecanismos de manipulación a los que está sometida la literatura de masas. Die Liebhaberinnen (Las amantes, 1975) y Clara S. (1983) describen la opresión de la mujer sometida a las normas de una sociedad patriarcal; en Las amantes, cuya acción transcurre en un ámbito rural donde parece no haber salida, Jelinek denuncia los efectos del capitalismo sobre los más débiles: las mujeres. En 1980 publicó Die ausgesperrten (Los excluidos).
Otro de los grandes temas de su producción literaria es la política de su país (Burgtheater, 1986), así como la tendencia a una ideología regional del presente (Oh Wildnis, oh Schutz vor ihr; ¡Oh, naturaleza salvaje, oh, protección ante ella!, 1986). La Nobel austriaca, que desde 1974 hasta 1991 estuvo afiliada al Partido Comunista Austriaco (KPÖ), ha mantenido siempre una postura frontal contra las políticas conservadoras. Cuando en 2000 el partido de ultraderecha liderado por Jörg Haider logró alcanzar puestos de Gobierno, por medio de una alianza con el Partido Popular, Jelinek expresó su intención de abandonar Austria y prohibió la representación de sus obras en los teatros austriacos. En la revista internacional Autodafé publicó entonces un durísimo ataque contra Haider titulado "En avant pour l´image, la jolie innocente image".
En Die Klavierspielerin (1983), publicada en España con el título La pianista en 1993, la relación opresiva entre una madre y su hija permite a la autora desarrollar un feroz estudio sobre los mecanismos de represión sexual. La novela fue llevada con éxito al cine por el director Michael Haneke en 2001. Aun más polémica resultó su siguiente novela, Lust (El ansia, 1989), traducida en español como "El Deseo", que fue tachada de pornografía. La novela narra la historia de una mujer, sometida por su marido a innumerables humillaciones, que se enamora de un hombre más joven, quien pronto se convertirá en su nuevo maltratador.
Seis años después publicó Die kinder der toten (Los hijos de los muertos, 1995), mezcla de novela y ensayo sobre las víctimas del fascismo, donde llegó a calificar su país de "tierra de muerte". En 2000 volvió a denunciar los abusos de poder del hombre contra la mujer en Ein Unterhaltungsroman (Una novela de entretenimiento).
Su carácter iconoclasta también está presente en su producción teatral, iniciada en 1979 con Was geschah, nachdem Nora ihren Mann verlassen hatte oder Stützen der Gesellschaften (Lo que ocurrió después de que Nora abandonara a su marido o los pilares de las sociedades). Más interesada en el mensaje político de sus obras -en Bambiland (2003) criticó la invasión de Irak llevada a cabo por Estados Unidos-, ella misma aseguró no saber nada de teatro y no comprender por qué es tan elogiada como dramaturga: "Escribo contra el teatro. No me imagino nada más absurdo que personas vivas en un escenario".
La obra dramática de Jelinek goza de una extraordinaria acogida en Alemania. Trabajó con los directores más prestigiosos de este país, como George Tabori o Christoph Marthaler, y en 1991 el Festival de Salzburgo le dedicó gran parte de su programa. Una de sus obras teatrales de mayor éxito es Sportstück (Una pieza de deporte). El texto de Bambiland fue publicado en 2004, acompañado de fotografías del montaje dirigido por el dramaturgo alemán Christoph Schlingesief.
En cuanto a su estilo literario, Jelinek aseguró en una entrevista dejarse llevar por el lenguaje en un proceso casi subconsciente: "el lenguaje me arrastra, el texto se escribe a sí mismo, por así decirlo". Su objetivo es de nuevo romper con las convenciones, en este caso las lingüísticas, a través de continuos contrastes. La ironía, el uso de frases hechas con un sentido opuesto al habitual, los juegos de palabras y la descripción directa, extremadamente fría, de los personajes son las principales características del estilo preciso de Jelinek.
La concesión del Premio Nobel en 2004 suscitó una gran turbación entre los sectores más conservadores de la sociedad austriaca. El periódico de mayor difusión en Austria, el Kronenzeitung, apenas dedicó espacio a la noticia y los políticos de la ultraderecha aprovecharon la oportunidad para volver a insultar a la ganadora del primer Nobel para el país. Sin embargo, otro diario austriaco, el Der Standard, no dudó en considerar el premio como "un reconocimiento a la literatura austriaca de resistencia de los últimos cincuenta años".
Además del Premio Nobel, la obra de Jelinek ha obtenido el Premio Heinrich Böll (1986) y el Premio Georg Büchner (1998), la más alta distinción de la lengua alemana.
En 2006 presentó Bambilandia, Babel, un libro en el que despliega su análisis, con inteligente humor y feroz sarcasmo, sobre la actuación de Estados Unidos en la Guerra de Irak y el papel de los medios de comunicación en el conflicto.