EDGAR ALLAN POE
Sobre la cripta
Envuelta entre halos de palabras
que oscurecían las páginas,
y devoraban la psique,
llegaste y trajiste un mundo diferente.
Un mundo espejo que nos mostraba
tal cual somos,
como monstruos de avernos
inventados y sortilegios
para espantar credos.
Con tu tinta de carmín espeso
Y sedienta sed de horror,
Diste vida a macabros
hedores y espeluznantes narradores.
Dibujaste en la piel del lector,
los tatuajes que surcan aún,
los estertores narrativos,
los renglones que tiemblan
en los párrafos del abismo.
Sálvate de tu cuervo,
que tu corazón no nos delate.
No hostigues a este sombrío homenaje
que sobre tu sepulcro olvidado
abandona cual manto sin linaje,
las monedas del espanto.
que oscurecían las páginas,
y devoraban la psique,
llegaste y trajiste un mundo diferente.
Un mundo espejo que nos mostraba
tal cual somos,
como monstruos de avernos
inventados y sortilegios
para espantar credos.
Con tu tinta de carmín espeso
Y sedienta sed de horror,
Diste vida a macabros
hedores y espeluznantes narradores.
Dibujaste en la piel del lector,
los tatuajes que surcan aún,
los estertores narrativos,
los renglones que tiemblan
en los párrafos del abismo.
Sálvate de tu cuervo,
que tu corazón no nos delate.
No hostigues a este sombrío homenaje
que sobre tu sepulcro olvidado
abandona cual manto sin linaje,
las monedas del espanto.
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