RAMÓN EMETERIO BETANCES
PLEGARIA AL SOL
¡Oh, sol, eterna luminaria,
riente en el nido y el portal de los palacios, incendiaria chispa que fulges inmortal!;
¡oh, tú el del fuego innumerable,
que brillas en el universo y traspasas la sombra insalvable dando luz al cautivo allí inmerso!;
que bendices, fecundas y puedes
despertar al arbusto dormido; que de lo alto, en redes de oro, tienes los mundos suspendidos.
Tu esplendor dulce y bienhechor
crea calor, dilata el día; pero no tiene, yo diría, la fuerza de un rayo de amor. |
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