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DE JULIO DE 1820
SAN
MARTÍN SE REHÚSA A REPRIMIR A SUS COMPATRIOTAS
Pocos
días después de Maipú, San Martín volvió a cruzar la cordillera
rumbo a Buenos Aires para solicitar ayuda al gobierno del Directorio
para la última etapa de su campaña libertadora: el ataque marítimo
contra el bastión realista de Lima. Obtiene la promesa de una ayuda
de 500.000 pesos para su plan limeño de los que sólo llegarán
efectivamente 300.000. San Martín regresó a Chile, donde obtuvo la
ayuda financiera del gobierno y armó una escuadra que quedará al
mando del marino escocés Lord Cochrane.Mientras tanto, en Buenos
Aires las cosas se complican. Pueyrredón propicia la invasión
portuguesa de la Banda Oriental para combatir a Artigas y le ordena a
San Martín que baje con su ejército y encabece la represión de los
orientales. San Martín se niega y le aclara que
“el
general San Martín jamás desenvainará su espada para derramar
sangre de hermanos”.El 20 de agosto de 1820 partió
desde el puerto chileno de Valparaíso la expedición libertadora. La
escuadra estaba formada por 24 buques y conducía a unos 4.800
soldados. El 12 de septiembre la flota fondeó frente al puerto
peruano de Pisco. Una división al mando del General Arenales se
dirigió hacia el interior del Perú con el objetivo de sublevar a la
población y obtuvo la importante victoria de Pasco el 6 de diciembre
de 1820. Por su parte San Martín ordenó bloquear el puerto de Lima.
Así, el virrey De la Serna se vio acosado por todos los flancos y
debió rendirse el 10 de julio de 1821. Ese día entró victorioso el
general San Martín a la capital virreinal.
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