22 DE MAYO DE 1808 NACE :
GÉRARD DE NERVAL
(Gérard
Labrunie; París, 1808-id., 1855) Escritor francés. Huérfano de madre,
se crió con su abuelo en Valois. En 1822 se trasladó a París, donde
llevó una existencia bohemia. En los últimos años de su vida, los más
fecundos, sufrió graves trastornos y estuvo internado en varias
ocasiones; finalmente se suicidó. Tras publicar una traducción libre
del Fausto de Goethe (1827) y crónicas teatrales y ensayos en distintas revistas, en 1854 apareció la colección de novelas cortas Las hijas del fuego, que incluía el relato Sylvie, de estilo clásico y temática estrictamente romántica. Ese mismo año publicó Las quimeras, colección de sonetos simbolistas que prefiguró la poética de Baudelaire y Mallarmé. En 1855 apareció Aurelia, que mezclaba sueño y realidad y fue considerada una de las obras fundacionales de la literatura moderna.
Gérard de Nerval
Figura
marginal en su época del romanticismo francés, la posterioridad ha
convertido a Gérard de Nerval en el poeta romántico por excelencia de su
lengua y en un gran precursor de la poesía contemporánea. Hijo de
médico, quedó huérfano de madre a los dos años y se trasladó a vivir con
su tío al pueblecito de Mortefontaine, en los bosques de Valois, hecho
que posteriormente apareció en su obra Sylvie (1853),
entre otros recuerdos de infancia. A la edad de seis años regresó a
París con su padre, pero siguió visitando Valois durante los períodos de
vacaciones.
Nerval cursó estudios de medicina, que nunca llegaría a concluir. En 1827 inició la traducción de Fausto de
Goethe, que entusiasmó al propio autor hasta el punto de llegar a
preferirla al original alemán.Goethe junto con Hoffmann y Heine, le
influyeron decisivamente. Conoció a Victor Hugo, asistió al estreno de Hernani y
estuvo entre los organizadores de la famosa batalla. Por participar en
los motines de 1832 y por escándalo público entró y salió de la cárcel
un par de veces.
Al
cumplir los veintiséis años, cuando ya había adoptado el seudónimo de
Nerval, nombre que tomó de un pequeño dominio de su familia, heredó
30.000 francos en oro. Con el dinero viajó a Italia, y a su vuelta a
París se movió por los cafés, teatros y salones vestido como un dandy, e
hizo de su casa el centro de reunión de iluminados y ocultistas. Fue la
época de su gran amor por la actriz inglesa Jenny Colon, personaje que
aparece en Sylvie, la primera de las nouvelles que reunió bajo el título Las hijas del fuego.
Incitado por Balzac, fundó una revista de teatro, Le Monde Dramatique, proyecto que le llevó a la ruina en un año. Emprendió un viaje por Europa, parte del cual realizó acompañado por Alejandro Dumas, con quien firmó un contrato, y por Teófilo Gautier,
compañero suyo desde el liceo. En Viena se enamoró de M. Pleyel, una
discípula de Liszt. A los treinta y tres años, en 1841, le detuvieron
desnudo cuando iba tras una estrella que, según él, le guiaba hacia
Oriente. Este hecho tuvo como consecuencia una estancia en la clínica
del doctor Blanche, el primero de los internamientos que se irían
sucediendo desde entonces en adelante, pues las alucinaciones fueron un
suceso común en su vida.
Una
vez que salió de la clínica, su editor le adelantó dinero y emprendió
el deseado viaje a Oriente. Un año después regresó para escribir Escenas de la vida Oriental (1851),
una obra maestra del periodismo poético. Tradujo a Heine, a quien
conoció personalmente, y prosiguió sus viajes por Europa: Bélgica,
Holanda, Inglaterra y Alemania. Por esas fechas ya carecía de un
domicilio fijo, no tenía objetos personales ni dinero. A los cuarenta y
seis años realizó un último viaje a Alemania y publicó Las quimeras (1854), la serie de herméticos sonetos que lo consagraron como el precursor de Mallarmé y del simbolismo, y que sería uno de los libros de cabecera de los abanderados surrealistas, más de medio siglo más tarde.
En
un amanecer del invierno de 1855, un borracho encontró el cuerpo de
Nerval cubierto de nieve en el callejón de la Vielle-Lanterne. En sus
bolsillos llevaba las últimas páginas de Aurelia o el sueño y la vida, su mejor novela, que se publicaría póstumamente en 1855, junto con las admirables crónicas de La bohemia galante. A
pesar de que se le halló ahorcado con su propio cinturón, ninguno de
sus amigos aceptó que Nerval se hubiese quitado la vida; afirmaban que
planeaba un viaje a Grecia y que nadie se ahorcaría con el sombrero
puesto. Dos días antes había dejado a su tía, en cuya casa habitaba, una
nota: "No me esperes esta tarde, porque la noche será negra y blanca".
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