miércoles, 16 de marzo de 2016

CÉSAR VALLEJO

ESPERGESIA


Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Díos estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha...
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.

Pues yo nací un día
que Díos estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico... Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.
Todos saben... Y no saben
que la luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el Misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

 

 CÉSAR VALLEJO

LA RUEDA DEL HAMBRIENTO


Por entre mis propios dientes salgo humeando,
dando voces, pujando,
bajándome los pantalones...
Váca mi estómago, váca mi yeyuno,
la miseria me saca por entre mis propios dientes,
cogido con un palito por el puño de la camisa.

Una piedra en que sentarme
¿no habrá ahora para mí?
Aún aquella piedra en que tropieza la mujer que ha dado a luz,
la madre del cordero, la causa, la raíz,
¿ésa no habrá ahora para mí?
¡Siquiera aquella otra,
que ha pasado agachándose por mi alma!
Siquiera
la calcárida o la mala (humilde océano)
o la que ya no sirve ni para ser tirada contra el hombre
ésa dádmela ahora para mí!

Siquiera la que hallaren atravesada y sola en un insulto,
ésa dádmela ahora para mí!
Siquiera la torcida y coronada, en que resuena
solamente una vez el andar de las rectas conciencias,
o, al menos, esa otra, que arrojada en digna curva,
va a caer por sí misma,
en profesión de entraña verdadera,
¡ésa dádmela ahora para mí!

Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?
Ya no más he de ser lo que siempre he de ser,
pero dadme
una piedra en que sentarme,
pero dadme,
por favor, un pedazo de pan en que sentarme,
pero dadme
en español
algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de reposarse
y después me iré...
Halló una extraña forma, está muy rota
y sucia mi camisa
y ya no tengo nada, esto es horrendo.

 Resultado de imagen para LA RUEDA DEL HAMBRIENTO

16 DE MARZO DE 1892 NACE : CÉSAR VALLEJO

16 DE MARZO DE 1892 NACE :

CÉSAR VALLEJO

(Santiago de Chuco, 1892 - París, 1938) Poeta peruano, una de las grandes figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. En el desarrollo de la poesía posterior al Modernismo, la obra de César Vallejo posee la misma relevancia que la del chileno Pablo Neruda o el mexicano Octavio Paz. Si bien su evolución fue similar a la del chileno y siguió en parte los derroteros estéticos de las primeras décadas del siglo XX (pues arrancó del declinante Modernismo para transitar por la vanguardia y la literatura comprometida), todo en su obra es original y personalísimo, y de una altura expresiva raras veces alcanzada: sus versos retienen la impronta de su personalidad torturada y de su exacerbada sensibilidad ante el dolor propio y colectivo, que en sus últimos libros se transmuta en un sentimiento de solidaridad como respuesta a sus profundas inquietudes metafísicas, religiosas y sociales.
César Vallejo
De origen mestizo y provinciano, su familia pensó en dedicarlo al sacerdocio: era el menor de los once hermanos; este propósito familiar, acogido por él con ilusión en su infancia, explica la presencia en su poesía de abundante vocabulario bíblico y litúrgico, y no deja de tener relación con la obsesión del poeta ante el problema de la vida y de la muerte, que tiene un indudable fondo religioso. Vallejo cursó estudios de segunda enseñanza en el Colegio de San Nicolás (Huamachuco). En 1915, después de obtener el título de bachiller en letras, inició estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo y de Derecho en la Universidad de San Marcos (Lima), pero abandonó sus estudios para instalarse como maestro en Trujillo.
En 1918 César Vallejo publicó su primer poemario: Los heraldos negros, en el que son patentes las influencias modernistas, sobre todo de Rubén Darío (a quien siempre admiró) y de Julio Herrera y Reissig. Esta obra contiene, además, algún augurio de lo que será una constante en su obra: la solidaridad del poeta con los sufrimientos de los hombres, que se transforma en un grito de rebelión contra la sociedad. Acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta popular (1920), César Vallejo pasó tres meses y medio en la cárcel, durante los cuales escribió otra de sus obras maestras, Trilce (1922), un poemario vanguardista que supone la ruptura definitiva con el Modernismo.
En 1923, tras publicar las estampas y cuentos de Escalas melografiadas y la novela corta Fabla salvaje, César Vallejo marchó a París, donde conoció a Juan Gris y Vicente Huidobro, y fundó la revista Favorables París Poema (1926). En 1928 y 1929 visitó Moscú y conoció a Vladimir Maiakovski, y en 1930 viajó a España, donde apareció la segunda edición de Trilce. De 1931, año de un nuevo viaje a Rusia, son El tungsteno, novela social que denuncia la explotación minera de los indígenas peruanos, y Paco Yunque, cuento protagonizado por el niño del título, que padece los abusos de un alumno rico tras su ingreso en la escuela. En 1932 escribió la obra de teatro Lock-out y se afilió al Partido Comunista Español. Ese mismo año regresó a París, donde vivió en la clandestinidad, y donde, tras estallar la guerra civil española, reunió fondos para la causa republicana.
Entre sus otros escritos destaca la obra de teatro Moscú contra Moscú, titulada posteriormente Entre las dos orillas corre el río. Póstumamente aparecieron Poemas humanos (1939) y España, aparta de mí este cáliz (1940), conmovedora visión de la guerra de España y expresión de su madurez poética. Contra el secreto profesional y El arte y la revolución, escritos en 1930-1932, aparecieron en 1973.
La poesía de César Vallejo
Pese a que la trayectoria de César Vallejo parece seguir el devenir de la lírica hispana (del Modernismo a las vanguardias y del experimentalismo vanguardista hacia una poesía humana y comprometida), su quehacer poético se caracteriza por una permanente inquietud renovadora y una firme independencia en medio de las influencias del momento. Ideológicamente conservó dentro del marxismo una postura muy personal, compatible con sus preocupaciones religiosas y estéticas; rechazó el dogmatismo y la reducción de la literatura a finalidades proselitistas, viendo en el ideario marxista una senda de justicia y liberación del hombre, pero nunca una solución a las grandes cuestiones metafísicas.
Más decisiva para la configuración de su obra resulta su singular personalidad, dominada por un rasgo sumamente relevante: su acentuada sensibilidad ante el dolor, tanto para el dolor propio (fue un hombre vulnerable y torturado) como para el de los demás. Cuatro grandes poemarios (los dos últimos publicados conjuntamente tras su muerte) componen su obra lírica. Si bien debe aún bastante al Modernismo, Los heraldos negros (1918) se inserta ya en la superación de aquel movimiento. Frente a los oropeles modernistas, el estilo tiende hacia un lenguaje más sencillo, a menudo conversacional o incluso coloquial, y siempre hondísimo. Por su temática, parte de sus composiciones arraiga en la realidad americana, sentida desde su sangre indígena; pero junto a ello conviven otros muchos poemas dedicados a las realidades inmediatas: su casa, su familia...
Una profunda tristeza empaña muchas de sus composiciones ya desde el arranque de la obra, que se inicia con el poema que da título al libro, "Los heraldos negros". El alejamiento del Modernismo en ésta y en otras composiciones es patente. Frente a la belleza y perfección formal y la sensualidad y colorido de la imaginería modernista, se adopta un discurso casi coloquial, todo él emoción y desgarrada incertidumbre: "Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!". En lo que casi parece desnuda prosa se engarzan unas pocas imágenes de ascendencia religiosa: las duras experiencias por las que todo ser humano acaba pasando alguna vez son "Golpes como del odio de Dios"; tales golpes son como "los heraldos negros que nos manda la Muerte", y dejan marcado al hombre, "¡Pobre... pobre!", que al final "vuelve los ojos, y todo lo vivido / se empoza, como charco de culpa, en la mirada."
César Vallejo (Niza, 1929)
Más radical es la novedad de su segundo libro: Trilce (1922), uno de los títulos claves de la poesía de vanguardia. Vallejo adopta el verso libre y rompe violentamente con las formas tradicionales, con la lógica, con la sintaxis; crea incluso palabras nuevas, como la que da título a la obra. Algunos poemas son experimentos difícilmente comprensibles, pero en otros tal extremismo verbal se halla al servicio del choque emotivo. Es el caso de aquellas composiciones que sirven de vehículo a un recuerdo infantil o a un sentir amoroso; también hay otra vetas de emoción: la pasión erótica, la angustia de la cárcel, la opresión del paso del tiempo o la muerte. Juzgada actualmente como una de las mejores realizaciones del vanguardismo literario, la obra tardaría algunos años en ser comprendida; en 1930 fue de nuevo publicada en España con un prólogo entusiasta de José Bergamín.
Entretanto, Vallejo había iniciado un nuevo libro de poemas que se publicaría tras su muerte, en 1939: Poemas humanos. Es su obra cumbre, y uno de los libros más impresionantes jamás escritos sobre el dolor humano. Vallejo trasciende lo personal para cantar temas generales, colectivos, reuniendo la intimidad lírica con la conciencia común, en una actitud de unión con el resto de los hombres y el mundo. El dolor sigue siendo el centro de su poesía, pero ahora, junto a sus torturadas confesiones, hallamos el testimonio constante de los sufrimientos de los demás; la conciencia del dolor humano desemboca en un sentimiento de solidaridad, y la inquietud social inspira la mayor parte de sus versos.
Pero su vigilante conciencia artística le impide caer en la facilidad. El lenguaje del libro sigue siendo audaz (aunque menos que en Trilce): perviven las distorsiones sintácticas, las imágenes insólitas y la combinación incoherente (en apariencia) de frases heterogéneas. Ello no impide percibir con inusitada intensidad el sentido global de cada poema. A ello contribuye, por otra parte, el constante empleo de un registro coloquial, aunque sabiamente elaborado y magistralmente combinado con las expresiones ilógicas y metafóricas.
Sin entregarse a radicales experimentaciones lingüísticas, Vallejo introduce una tonalidad nueva y original en su estilo: el ritmo y la organización de los materiales del poema pasan a un primer plano; sus composiciones se hacen más largas, más ricas en visualidad, y adoptan en ocasiones una irónica amplitud casi retórica. Sirva de ejemplo el poema que empieza "Considerando en frío, imparcialmente": la composición se construye sobre el esquema de una fría sentencia judicial que pretende examinar la condición humana de manera objetiva, llegando a afirmar que el hombre "me es, en suma, indiferente". Tales expresiones no hacen sino poner más de relieve el sentimiento solidario que, pudorosamente ocultado bajo ese formulismo, se desborda al final.
Durante la guerra civil española, Vallejo compuso España, aparta de mi este cáliz, que se publicó junto a Poemas humanos. Es un magno poemario en que Vallejo canta al pueblo en lucha, a las tierras recorridas por la contienda, y en que da salida a su amor por España y a su esperanza; al absurdo de la guerra y la deshumanización del mundo moderno opone una vívida fraternidad. Su altura poética no es menor que la de Poemas humanos. Su visión de la guerra española, en que la ideología política desaparece tras la inmediatez del sentir, no carece en ciertos momentos de un profetismo cósmico afín al de Walt Whitman.
Pero incluso esta grandeza de voz vaticinadora cede a la habitual preponderancia de la pura experiencia inmediata, como en el poema dedicado a la muerte del camarada Pedro Rojas, a quien le encontraron "en la chaqueta una cuchara muerta". En poemas como "Masa" la expresión, al igual que en la mayor parte del libro, es relativamente sencilla, pero la estructura del poema, perfectamente meditada, es de máxima eficacia: ante un fallecido en la guerra, acude un hombre suplicándole que no muera, "Pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo." Acuden después "veinte, cien, mil, quinientos mil" y luego "millones de individuos" con el mismo ruego y con el mismo resultado, expresado en el estribillo antes citado. La visión final es impresionante: sólo cuando todos los hombres de la Tierra rodean al cadáver, éste se incorpora, abraza al primer hombre y se echa a andar.
La estimación de la obra vallejiana no ha cesado de crecer con los años; su influencia se dejaría sentir en las siguientes generaciones, tanto en las inclinadas a la temática social como a la experimentación vanguardista, y actualmente es ya valorado, con toda justicia, como un clásico de la literatura hispánica. Por otra parte, su alianza de contenidos humanísimos y de rigor artístico en el lenguaje ha convertido a César Vallejo en el ejemplo que, en los debates literarios, deja superada la superficial antinomia entre responsabilidades cívicas y exigencias estéticas; ambas quedan armónica e indisolublemente unidas en la obra de uno de los más grandes poetas del siglo XX.

martes, 15 de marzo de 2016





15 DE MARZO DE 1937 MUERE :

HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT

(Providence, 1890 - 1937) Escritor estadounidense. Maestro indiscutible de la literatura fantástica, su obra rebasa en realidad la confluencia de géneros como la literatura de terror y la ciencia ficción hasta cristalizar en una narrativa única que recrea una mitología terrorífica de seres de un inframundo paralelo. Los paisajes de la naturaleza de su región natal, Nueva Inglaterra, influyeron en su temperamento fantasioso y melancólico. Desde niño se formó en lecturas mitológicas, en la astronomía y en las ciencias. En 1919 leyó la obra de Lord Dunsany, que lo marcó sensiblemente; lo mismo le ocurrió con Edgar Allan Poe y Arthur Machen. La mayor parte de sus obras fue publicada en la revista Weird Tales.
Considerado uno de los más brillantes y originales autores de narrativa fantástica del siglo XX, la fama de H. P. Lovecraft creció sobre todo después de su muerte, cuando su obra, aparecida inicialmente en revistas especializadas, fue publicada en volumen. En su narrativa se funden elementos heterogéneos: el influjo de Edgar Allan Poe, reconocible en ciertas atmósferas y recursos técnicos de sus cuentos juveniles, pero también en las novelas de madurez como En las montañas de la locura (1931); los lazos con la tradición y el paisaje de la Nueva Inglaterra, oníricamente transformado en espacio fantástico; o los arranques de ciencia-ficción, que son desarrollados en cuentos como El color que cayó del espacio (1927).
El título de mayor originalidad de la obra de Lovecraft reside, sin embargo, en la creación de una compleja y personal mitología monstruosa en el centro de la cual están los old ones, divinidades horribles expulsadas de la Tierra en los tiempos prehistóricos y en lucha para tomar posesión de ella. Estos seres monstruosos y malolientes aparecen primero de forma esporádica y luego cada vez más orgánicamente en cuentos como Las ratas en las paredes (1924), Los mitos de Cthulhu (1926) y El horror de Dunwich (1927), y en novelas como El caso de Charles Dexter Ward (1927). Tal mitología tomó forma gradualmente; se enriqueció con divinidades menores con esferas de influencia distintas y se sostuvo con el recurso a los libros ficticios malditos, como el Necromicón. Partiendo de sugestiones góticas, a través de pesadillas cada vez más angustiosas, el terror en Lovecraft se convierte en cosmico, cifra extrema de su pesimismo filosófico.
Las ratas en las paredes (1924) es una muestra magistral de sus primeros trabajos, en los cuales solamente se esbozaba la mitología de las cosas siniestras que continuó desarrollando en sus relatos y novelas posteriores. Delapore, un americano descendiente de ingleses, se traslada en el año 1923 al castillo de Exham Priory, abandonado durante siglos y restaurado según los planos antiguos del mismo. Allí habían vivido sus antepasados en la época de Jacobo I, pero varios asesinatos habían exterminado luego toda la estirpe a excepción de un único superviviente: Walter de la Poer. Sospechoso de ser el autor de los asesinatos, aunque no había podido demostrarse, este último descendiente emigró a la colonia de Virginia.
Delapore solamente puede gozar unos pocos días de su propiedad, puesto que al cabo de poco tiempo se oyen unos ruidos en el castillo que suenan como si corriesen infinidad de ratas detrás de los tapices y de los recubrimientos de las paredes, lo que causa a él y a los criados una terrible inquietud. En el curso de sus indagaciones encuentra en el sótano una antiquísima piedra de sacrificios, de la que parece desprenderse que en la época de la dominación romana en Bretaña se encontraba en dicho lugar un lugar de culto a las divinidades Atis y Cibeles.
Junto con su amigo, el capitán Norrys, y algunos arqueólogos londinenses, Delapore baja pocos días después a las criptas más profundas del castillo, en donde le esperan unas "escenas de horror indescriptible": bajando por una escalera cubierta de huesos roídos, llega a una gigantesca gruta y ve moradas de todas las épocas, desde los comienzos de la humanidad hasta los tiempos de los Estuardo, en donde personas de las diferentes etapas habían sido encarceladas y reducidas a un estado puramente animal, como víctimas de un culto antropófago de tiempos antediluvianos, o se habían convertido en la presa de un "ejército hambriento, maligno y gelatinoso de ratas".
Delapore, separado repentinamente del grupo de investigadores, es empujado por las ratas "hacia las cuevas más lejanas, en las entrañas más profundas de la tierra", en donde "Nyarlahotep, el dios loco sin cara, aúlla ciego al compás de dos flautistas idiotas". Sin embargo, es posible que esta visión le fuese infundida por su fantasía ofuscada y morbosamente exagerada por los monstruosos descubrimientos, puesto que cuando vuelve en sí averigua que había sido encontrado cerca del semidevorado cadáver de Norrys, balbuceando palabras misteriosas: el "genius loci", los lémures del infierno habían logrado apoderarse de él (al igual que antes lo habían hecho con sus antepasados) y lo habían convertido en un caníbal. Y logra entonces comprender también el destino de Walter de la Poer: había averiguado que los restantes miembros de la familia participaban en los sangrientos ritos de la gruta, los había matado y había sido así un benefactor para la humanidad.
Como declaró el mismo Lovecraft, todos sus relatos están basados en la leyenda de que "este mundo había estado habitado en tiempos remotos por otra raza, que fue aniquilada y expulsada cuando ejercía la magia negra, pero que sigue viviendo fuera del mundo, estando dispuesta en todo momento a volver a tomar posesión de esta tierra". En otros relatos se trata de demonios devoradores de cadáveres, que penetran en nuestro mundo racional, quedando retenidos -como por ejemplo en El modelo de Pickman (1927)- por un pintor en horrorosos retratos.
En La música de Erich Zann (1925), el músico Zann es atormentado por monstruos "que viven en regiones indeterminadas y en dimensiones que se encuentran fuera de nuestro universo material", y le inspiran al mismo tiempo para una pieza de violín de una hermosura irreal. En La visita de Cthulhu (1928), cuya acción se desarrolla en una isla de los mares del sur en donde se encuentran unas construcciones ciclópeas prehistóricas, vuelve a aparecer por un breve período de tiempo el Cthulhu que se encuentra agazapado en el interior de la tierra. Y en El horror de Dunwich (1929) un espíritu maléfico de la clase más horrible crece en Nueva Inglaterra, pudiendo ser destruido solamente por hombres "familiarizados con las ciencias ocultas y prohibidas".
Lovecraft varía su temática del horror con una fantasía ingeniosa y altamente sugestiva; nunca le faltan figuras del lenguaje para caracterizar opresivos estados de terror, lugares en donde se ciernen peligros inminentes, "llenos de mucosidades negras, masticados por la niebla", o unas monstruosidades asquerosas "que apestan como demonios". Continuamente introduce referencias ambiguas sobre las relaciones de su mitología con el culto de vudú, con la Atlántida, las misteriosas piedras de Stonehenge y de la Isla de Pascua, o las cazas de brujas en Nueva Inglaterra.
Sus relatos, entre cuyos antepasados debemos contar naturalmente a Edgar Allan Poe, revelan la influencia de los autores ingleses de relatos de horror Arthur Machen y Lord Dunsany, pero Lovecraft amplía las regiones del horror literario con ocurrencias completamente propias, con las cuales organizó sistemáticamente una "mitología Cthulhu". El interés también teórico de Lovecraft por la literatura fantástica está testimoniado por sus escritos críticos, en particular por El horror en la literatura (1927), en el que formuló una teoría del género fundada en bases psicológicas y formales. Para el autor, los relatos de este género deben contener "alguna violación o superación de una ley cósmica fija, una escapada imaginativa de la tediosa realidad".
Los relatos y novelas de Lovecraft, no obstante ubicarse en los límites de la mitología y la fantasía visionaria, son verosímiles, pues a pesar del instinto macabro del autor, una prosa detallista, persuasiva y lenta va organizando un pequeño mundo autosuficiente y creíble, incluso posesivo para muchos lectores. Ha influido en autores modernos como Jorge Luis Borges, que se basó en el estilo de Lovecraft para escribir un extraño relato incluido en El libro de arena (1975).

15 DE MARZO DE 1830 NACE :

 PAUL VON HEYSE


(Berlín, 1830 - Munich, 1914) Novelista y dramaturgo alemán. Hijo de un lingüista, estudió en la Universidad de Berlín y se graduó en ella; pero no sintió una verdadera y sólida inclinación a la actividad científica. En 1852 marchó a Italia, de donde llevó temas e impresiones que a menudo habrían de reaparecer en su producción literaria. En 1854 le llegó a Berlín una invitación de Maximiliano de Baviera para trasladarse a Munich, señalándole un estipendio que le permitía dedicarse por entero a la literatura.
Apuesto, elegante y escritor de fácil inspiración, pero no descuidado, reunió en torno a sí a los representantes de la vida literaria de aquella ciudad, entonces uno de los centros culturales más importantes de Alemania. Entre sus amigos figuraron escritores muy superiores a él, como Fontane, Burckhardt, Keller, Storm, Geibel, Hewald, Schffel y otros. Debe la fama a su eclecticismo y a su capacidad para recoger ecos y reflejos de la literatura contemporánea, cuyos contrastes y divergencias supo atenuar.
En su arte pulido y superficial, pero no frío, y recubierto, sin pesadez ni excesiva solemnidad, con una lograda pátina formal, van a morir las últimas corrientes del clasicismo y el romanticismo alemanes. Compuso muchísimos cuentos, dramas y novelas; sin embargo, poco de ello ha perdurado, a excepción de algunas novelas cortas, por la descripción del ambiente natural y humano en el cual se desarrollan:Z'arrabbiata, situada en Italia; Hijos del mundo, que lo están en los medios culturales y artísticos de Berlín, y En el Paraíso, que describe los de Munich. También escribió un volumen de Poesías, ricas en colorido y delicados acentos.
La ductilidad y el eclecticismo favorecieron su actividad de traductor; cuanto tradujo del italiano -Leopardi, Giusti, Foscolo- es todavía hoy digno de mención. Junto con H. Kurtz publicó una selección de cuentos alemanes (Deutscher Novellenschatz, 1870-71), y más tarde otra de textos de este mismo género pertenecientes a varias literaturas extranjeras (Novellenschatz des Auslandes, 1872). Preparó, además, una colección de canciones populares italianas y españolas traducidas al alemán.
En 1910 obtuvo el primer Premio Nobel concedido a un escritor de su nacionalidad, único consuelo frente a las polémicas desatadas contra Paul Von Heyse por los seguidores del naturalismo, quienes le reprochaban duramente su estancamiento al margen de la evolución estética de los escritores y el público; en realidad, Heyse debía precisamente su fama y su fortuna a la condescendencia con el gusto de los lectores. Constituyen un documento de la época sus numerosas cartas dirigidas a algunos de sus colegas.

lunes, 14 de marzo de 2016

GERLILIBROS: 14 de marzo nace:Máximo Gorki(Seudónimo de Alexéi ...

GERLILIBROS: 14 de marzo nace:Máximo Gorki(Seudónimo de Alexéi ...: 14 de marzo nace: Máximo Gorki (Seudónimo de Alexéi Maximóvich Peshkov; Nijni-Novgorod, 1868 - Moscú, 1936) Novelista y dramaturgo ruso...

14 de marzo nace:

Máximo Gorki

(Seudónimo de Alexéi Maximóvich Peshkov; Nijni-Novgorod, 1868 - Moscú, 1936) Novelista y dramaturgo ruso,

sábado, 12 de marzo de 2016

12 DE MARZO DE 1922 NACE :

JACK KEROUAC

(Lowell, 1922 - San Petersburgo, Florida, 1969) Novelista estadounidense, creador del término beat para denominar una generación literaria surgida en su país en la década de 1950: su obra narrativa, sobre todo la emblemática novela En el camino, encarnó las experiencias y deseos de libertad de esa generación, representada también por A. Ginsberg y W. Burroughs, entre otros.

Jack Kerouac
Empezó a escribir a los diecisiete años y entre sus primeras influencias sobresalieron E. Hemingway, W. Saroyan, T. Wolfe y J. London, hasta el descubrimiento de H. Miller, al que consideró su auténtico maestro. En 1940 se matriculó en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Pero pronto abandonó los estudios para ingresar en el ejército, aunque sólo consiguió hacerlo en la marina mercante.
En Nueva York conoció a Allen Ginsberg, William S. Burroughs y Neal Cassidy, futuros integrantes de la corriente beatnik. Escribió su primera novela, El campo y la ciudad (1950), acerca de su experiencia y las dificultades para sobrevivir en la metrópoli. Luego deambuló con Neal Cassady por Estados Unidos, llegando hasta México, y escribió sobre las peripecias de ese viaje, incorporando a Cassidy como figura central del texto: en sólo tres semanas concluyó su libro más famoso, En el camino (1957), que inauguró una nueva manera literaria, en torno a la experiencia de la carretera, con el acompañamiento de la droga, el sexo, el jazz y la bebida.
Como estilo narrativo, creó asimismo el concepto de "prosa espontánea", una manera de escribir casi en éxtasis, huyendo de las formalidades prosódicas para reflejar la realidad tal y como se manifiesta, con un mínimo empleo de la puntuación y dando preponderancia a la oralidad y los sonidos de las palabras. Desde estos presupuestos teóricos escribió en apenas diez días su novela El ángel subterráneo (1958), cumbre de la narrativa lírica de su generación.
Además de fundar un movimiento literario, la prosa de Kerouac inspiró como ninguna otra a los jóvenes americanos de la época, para quienes la carretera se convirtió en sinónimo de libertad y aventura. Poco después empezó a interesarse por el budismo y viajó con el poeta Gary Snyder a Yosemite, California, en busca de la unidad con la naturaleza; de esta experiencia saldría otro de sus libros más conocidos, Los vagabundos del Dharma (1958), donde describe las etapas del acceso a una nueva espiritualidad.
Escribió luego una mezcla de relato y ensayo sobre México, Tristessa (1960), en el que este país aparece como un lugar simbólico, y los personajes entre los que se encuentra el propio autor encarnan principios como la salvación, el amor y la inmortalidad. Al mismo tiempo, en México escribió su mejor libro de poesía, Mexico City Blues (1959), 242 poemas-fragmentos que unió improvisando libremente las frases y dejando que el lenguaje se manifestara por su cuenta.
Cada vez más descontento consigo mismo y con el personaje público que sentía no lo representaba, intentó en el decenio de los sesenta nuevas experiencias literarias que fueron otros tantos fracasos en relación a su obra anterior: Satori en París (1966), un frustrado viaje iniciático a los orígenes de su familia bretona; Ángeles de desolación (1967), verdadera elegía a los irrecuperables tiempos de la carretera, y La vanidad de Duluoz (1968), inconexo intento de autobiografía, entonado a manera de réquiem.
Famoso a su pesar y emblema de las generaciones que siguieron a la suya, los excesos alcohólicos precipitaron su fin poco después de adoptar una decisión que se le antojaba salvadora: irse a vivir con su madre en la modesta casa que ella conservaba en Northport, Long Island.

12 DE MARZO DE 1863 NACE :

GABRIELE D' ANNUNZIO

(Pescara, 1863 - Gardone, 1938) Escritor y aventurero político italiano. Tras una brillante carrera como poeta, novelista y dramaturgo, se interesó por la política hacia finales de siglo. En 1897-1900 fue diputado en el Parlamento italiano; su carácter aventurero, radical y extremista le llevó en tan breve periodo a alinearse con la extrema derecha primero y con la extrema izquierda después.

Gabriele D'Annunzio
Era un esteta obsesionado por vivir su vida como una obra de arte: así, entre 1898 y 1910 vivió una de las historias de amor más conocidas de la época con la actriz Eleonora Duse en la lujosa finca toscana de La Capponcina (lo que le obligó a huir del país en 1910, acosado por sus deudores); luego descubrió el sentimiento «patriótico» y lo exacerbó cantando al imperialismo italiano y al uso de la fuerza en la época de la conquista de Libia (1912).
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) clamó para que Italia interviniera abandonando su neutralidad (1915); él mismo quiso transformarse en un héroe de novela, se alistó en el ejército, y se distinguió en varias acciones arriesgadas contra los austriacos (como el raid naval de Buccari o el vuelo sobre Viena, ambos en 1918).
Su espíritu aventurero llegó al extremo cuando, acabada la guerra, los tratados de paz privaron a Italia de algunos frutos que había esperado de la victoria, como la ciudad croata de Fiume; animado por la exaltación patriótica que recorría Italia clamando por los «territorios irredentos», D'Annunzio tomó Fiume con un millar de voluntarios y lo mantuvo en sus manos durante todo un año (1919-20), lo cual provocó enormes dificultades políticas a los gobiernos sucesivos de Nitti y Giolitti; finalmente se retiró para evitar un enfrentamiento entre sus «legionarios» y el ejército italiano.
Su liderazgo sobre los nacionalistas de extrema derecha fue dejando paso paulatinamente a la figura de Mussolini, un político más realista y ambicioso, que tomó para su movimiento -el fascismo- toda la simbología creada por D'Annunzio. En 1921 se retiró a una villa cerca del Lago de Garda, donde vivió hasta su muerte como el intelectual más respetado del régimen fascista (que le hizo príncipe de Montenevoso y presidente de la Academia de Italia).

GERLILIBROS: 12 DE MARZO DE 1809 NACE :FERNANDO CALDERON(Guadal...

GERLILIBROS: 12 DE MARZO DE 1809 NACE :FERNANDO CALDERON(Guadal...: 12 DE MARZO DE 1809 NACE : FERNANDO CALDERON (Guadalajara, 1809 - Villa de Ojocaliente, 1845) Dramaturgo mexicano al que se consid...


12 DE MARZO DE 1809 NACE :

FERNANDO CALDERON

(Guadalajara, 1809 - Villa de Ojocaliente, 1845) Dramaturgo mexicano al que se considera uno de los primeros autores románticos de México.

12 DE MARZO DE 1809 NACE :

FERNANDO CALDERON

(Guadalajara, 1809 - Villa de Ojocaliente, 1845) Dramaturgo mexicano al que se considera uno de los primeros autores románticos de México.

Cultivó la literatura desde muy joven: a los quince años escribió sus primeros poemas y a los dieciocho estrenó su primer drama. Abogado de profesión, sus ideas liberales lo llevaron a combatir en la batalla de Guadalupe contra Santa Anna, a quien apostrofa en uno de sus poemas; desempeñó en Zacatecas, posteriormente, diversos cargos políticos.
Desterrado por sus ideas políticas a la capital de la República (donde vivió entre 1837 y 1839), asistió a la Academia de Letrán y frecuentó entre otras amistades a Guillermo Prieto, Ignacio Rodríguez Galván y José María Heredia, de quien recibió provechosos consejos literarios. En esta etapa escribió sus mejores poemas y compuso sus piezas dramáticas más personales.
De su producción teatral se conservan dos dramas caballerescos, El torneo (1839) y Herman o la vuelta del cruzado (1842); un drama histórico, Ana Bolena (1842); y una comedia, A ninguna de las tres (estrenada probablemente en 1841 o 1842). Fernando Calderón conoció y estudió a los dramaturgos románticos españoles, sobre todo a Antonio García Gutiérrez, y se adentró en la lectura del teatro romántico francés; como buen romántico, buscó para su teatro asuntos extraordinarios y aureolados por el prestigio de la leyenda o de la historia.
Así, en el drama histórico Ana Bolena, en El torneo y en Herman (el más acentuadamente romántico de sus dramas caballerescos), Fernando Calderón abandonó el marco habitual del teatro mexicano, no sólo porque sus lecturas y preferencias lo llevaban a otros países y a otros tiempos, sino porque la situación política le impedía tratar en serio temas actuales. Cediendo al empuje de las inclinaciones del público y de las compañías dramáticas españolas que recorrían América, formadas dentro del medievalizante romanticismo europeo, prefirió refugiarse en el pasado, que le permitía manifestar sin trabas sentimientos elevados que no cabían en el presente: la evasión temporal y geográfica es una constante entre los escritores románticos.
Entre las obras de Calderón, A ninguna de las tres es la más interesante. Esta pieza de asunto y ambiente mexicanos, réplica de la comedia de Manuel Bretón de los Herreros Marcela, o ¿cuál de las tres?, es una comedia de caracteres en la que se critica la educación hogareña mal conducida, lo provinciano y las modas importadas. La crítica se dirige sobre todo contra el afrancesamiento, el sentimentalismo desmesurado y la frivolidad y falsa erudición femenina, defectos que respectivamente encarnan Leonor, María y Clara, las tres muchachas a las que corteja don Juan y con las que decide no casarse.
Como Fernández de Lizardi, quien en La Quijotita y su prima pinta los errores que en su tiempo cometen algunos padres en la educación de las mujeres, Calderón expone los desaciertos en que incurren los románticos al educar a sus hijas; se burla de una melancolía que no pasa de ser una pose, de la vanidad carente de respaldo, de la cultura prendida con alfileres y de la copia extralógica de las costumbres extranjeras. Y al igual que Bretón de los Herreros, Calderón se muestra aquí muchísimo más próximo al neoclasicismo de Moratín que al romanticismo imperante.

12 DE MARZO DE 1685 NACE GEORGE BERKELEY

(Dysert, Irlanda, 1685-Cloyne, id., 1753) Filósofo irlandés. Profundamente religioso, dedicó su obra a fundar la fe en el discurso racional, a contracorriente del espíritu librepensador de su época, que, con el auge del empirismo, había quedado marcada por un cierto escepticismo. Tras estudiar en Dublín y ordenarse sacerdote, en 1710 escribió su obra fundamental titulada Los principios del conocimiento humano, y en 1734 fue nombrado obispo anglicano de Cloyne (al sur de Irlanda).
Berkeley adoptó desde el principio un inmaterialismo que lo enfrentó a Hobbes y a Locke: según él, afirmar que las cosas existen independientemente de nuestra percepción implica una contradicción, sobre todo desde un empirismo consecuente. En efecto, si no debemos aceptar nada sobre lo que no exista una certeza absoluta, y puesto que de las cosas «sólo conocemos su relación con nuestros sentidos», no lo que son en sí mismas, únicamente podemos aceptar como ciertas las representaciones mentales.
Berkeley inauguró con ello el principio del idealismo, según el cual «el ser» de las cosas es su «ser percibidas», de tal modo que la sustancia no es ya la materia, sino únicamente la sustancia espiritual, de cuya existencia nuestros pensamientos son la prueba irrefutable, de acuerdo con su contemporáneo Descartes. Sin embargo, si los objetos no existen como fundamento de nuestras representaciones mentales, tenía que haber algo existente que, permaneciendo fuera de nuestra mente, suscitase nuestras percepciones, un principio que Berkeley halló en Dios.
Como producto de su radicalización del empirismo, Berkeley tuvo que redefinir el concepto de causa. Así, consideró que las causas físicas no eran verdaderas causas, sino únicamente signos que la ciencia debía interpretar para asegurar la supervivencia. La filosofía de Berkeley tuvo escasa aceptación entre sus contemporáneos, a pesar de sus esfuerzos por hacerla más popular y accesible en Los tres diálogos entre Hylas y Philonus (1713).

viernes, 11 de marzo de 2016

11 DE MARZO DE 1544 NACE :

TORQUATO TASSO

(Torquato o Torcuato Tasso; Sorrento, 1544 - Roma, 1595) Poeta italiano. Su obra marca la culminación de la poesía renacentista italiana y anuncia el desarrollo posterior de la misma, sobre la que ejerció una enorme influencia.

Torquato Tasso
Hijo de Bernardo Tasso, su infancia se vio ensombrecida por el destierro de su padre a la caída de Ferrante Sanseverino, por la muerte de su madre y por constantes desplazamientos que lo llevaron a Urbino, Venecia, Padua y Bolonia. Entró al servicio del cardenal Luis de Este, a quien acompañó a París (1570-1571), y del duque Alfonso II (1572).
Su primera obra, el poema caballeresco Reinaldo (1562), marca el paso de la imitación de Ariosto a una concepción más original de la poesía. En 1573 montó para una fiesta cortesana una representación de Aminta, fábula pastoril que se publicó en 1580. La redacción de su obra maestra, el poema épico Jerusalén libertada, fue iniciada en 1559, y cuando creyó haberla finalizado, en 1575, el poema le pareció poco ortodoxo y lo envió a Escipión de Gonzaga para que lo examinase.
Empezó entonces una época crítica para el poeta, en la que trataba de salvar la libertad de su temperamento frente a las limitaciones que le imponían los críticos aristotélicos clásicos. Su vida fue desde ese momento una alternancia trágica de períodos de locura y momentos de lucidez: llegó incluso a rehacer el poema con el título de Jerusalén conquistada (1593), muy inferior al original.
Su situación se fue agravando, y sus violencias, injurias y extravagancias obligaron al duque Alfonso II a hacerlo encerrar en el asilo de Santa Ana, en el que permaneció durante siete años (1579-1586). Después de residir en Mantua, Roma y Nápoles, cuando iba a ser coronado poeta en el Capitolio, murió en el convento de Sant'Onofrio.
Es autor, además, de la canción A las princesas de Ferrara, escrita durante su reclusión en el asilo; de la tragedia El rey Turismundo (1587); de unos Discursos sobre el arte poética (1566) y Discursos del poema heroico (1595); y de una colección de Versos (1593), que representan el último gran momento de la poesía italiana del Renacimiento.

jueves, 10 de marzo de 2016

10 DE MARZO DE 1936 NACE : ALFREDO ZITARROSA

10 DE MARZO DE 1936 NACE :
ALFREDO ZITARROSA
(Santiago Vázquez, 1936 - Montevideo, 1989) Cantante y compositor uruguayo, considerado uno de los más reconocidos representantes de la canción popular y de protesta de Latinoamérica.
Mucho antes de que se transformara en una de las personalidades más significativas de la canción latinoamericana, desempeñó diversos oficios: fue locutor en Radio Ariel, actor teatral, periodista y poeta. En 1959, obtuvo el Premio de Poesía concedido por la Intendencia de Montevideo con su libro Explicaciones, que nunca quiso publicar.
Debutó como cantor popular junto a César Calvo y Martín Torres en 1961, iniciando una carrera artística marcada por sus numerosas variaciones de la milonga, su género preferido. Pese al carácter universalista de su compromiso político, no creía en las canciones universales, y toda su capacidad de creación se nutrió de la singularidad de su país.
Desde esta perspectiva estética, creó canciones imperecederas, como Guitarra negra, Adagio en mi país, El violín de Becho, El candombe del olvido y Canto de nadie. Sus canciones fueron prohibidas tras el golpe militar de 1973, tras el que inició su exilio, primero en España, y luego en México, donde compuso gran parte de sus obras tardías. En 1984 volvió a Montevideo, donde una multitud llenó la rambla para recibirlo. En 1988 publicó su único libro de cuentos, Por si el recuerdo.

10 DE MARZO DE 1920 NACE : BORIS VIAN

10 DE MARZO DE 1920 NACE:
BORIS VIAN

(Ville-d'Avray, 1920 - París, 1959) Escritor francés. Ingeniero, periodista, dramaturgo, novelista, actor, músico de jazz y autor de canciones, ha dejado una obra que fue considerada, a título póstumo, como el manifiesto de la juventud existencialista. Boris Vian fue, en efecto, uno de los protagonistas de la bohemia intelectual, nutrida del existencialismo de Sartre, del barrio parisino de Saint-Germain-des-Prés en los años cincuenta. Causó escándalo la publicación, con el seudónimo de Vernon Sullivan, de su primera novela, Escupiré sobre vuestras tumbas (1946), que contiene, bajo la forma de una novela negra, una rabiosa denuncia del racismo. Es autor asimismo de las novelas La espuma de los días (1947) y El otoño en Pekín (1947) -que revela el influjo de Raymond Queneau y de Eugène Ionesco-, y de poemarios como No quisiera morir (1962). Compuso incluso dos óperas: El caballero de nieve (1957), con música de G. Delerue, y Fiesta (1959), con música de D. Milhaud.

Boris Vian quedó huérfano de niño por el asesinato de su padre y conoció la pobreza. A los doce años sufrió reumatismo articular agudo que degeneró en una cardiopatía que le produciría la muerte a la edad de treinta y nueve años. En 1943 se licenció, pero dejó la profesión de ingeniero para dedicarse a tan variadas actividades como son la de novelista, autor de teatro, virtuoso trompetista de jazz, actor de cine, "chansonnier", colaborador de Temps Modernes, traductor de novela negra americana, letrista y autor inconformista de canciones que tocaba personalmente. A lo largo de su vida alternó su profesión de músico de jazz con su faceta de escritor.

Sus dos primeras obras las firmó con el seudónimo de Vernon Sullivan. Una de ellas, Escupiré sobre vuestras tumbas (1946) resultó impactante para el momento; novela descarnada, escandalizó al público francés por su violencia y pornografía, lo que llevó a Boris Vian y a su editor, Jean D´Hauin, a ser procesados por la justicia en 1950 bajo la acusación de "ultraje a la moral y las buenas costumbres", y a pagar una multa de 100.000 francos. Prohibida en 1949, fue reeditada de forma clandestina.

Escupiré sobre vuestras tumbas está narrada al estilo americano de la época. En medio de un ambiente racista y de fuertes diferencias de clase, un joven blanco se introduce en una pandilla de adolescentes de la buena sociedad con el fin de vengar la muerte de su hermano negro. En la prensa llegó a aparecer alguna entrevista a Vernon Sullivan, y en las crónicas se dijo que todo fue un montaje del escritor y su editor para poner en ridículo a la crítica y ganar una buena cantidad de dinero gracias al escándalo.

A pesar de que Vian se había hecho famoso, no lo tuvo fácil para editar su siguiente obra, La espuma de los días (1947), una historia de amor delicada que hace de contrapunto a la anterior. La trama se desarrolla en un mundo extraño y fantástico, que se va haciendo pequeño y en el que los protagonistas se llenan de una melancolía que acaba con ellos poco a poco. En ella el autor refleja la frustración de su amor por Michelle, su mujer, que lo engañó con Jean-Paul Sartre. Como venganza, Boris Vian ridiculizó al pensador en muchos de sus escritos utilizando el nombre de Jean Saul Partre. A pesar de todo, un editor asumió la responsabilidad de publicar de forma clandestina esta obra de un hombre macilento que llevaba el mote de la Garza, se dejaba absorber por el jazz y escribía disparates irracionales.

Otras obras en las que el autor se revela reflexivo y casi delicado son El otoño en Pekín (1947) y La hierba roja (1950), obra por otro lado insolente en su burla de las teorías psicoanalíticas: un personaje llamado Wolf inventa una máquina para destruir los recuerdos y recuperar así la felicidad, objetivo que no consigue. No obstante, su faceta de gamberro literario vuelve a aparecer en Con las mujeres no hay manera (1948) o Que se mueran los feos (1948), en la que el personaje del doctor Schulz se empeña en mejorar la raza humana y hacerla más bella. Otras de sus obras destacadas son Todos los muertos tienen la misma piel (1947), El arrancacorazones (1953) y los relatos de Las hormigas (1949).

De su faceta de poeta cabe mencionar Cantinelas de hielo (1950), No quisiera morir (editada de forma póstuma en 1962) y Textos y canciones (también póstuma, 1966). Como dramaturgo se anticipó al teatro del absurdo utilizando diálogos inconexos como herramienta para mostrar la absurdidad de la existencia humana. Son famosas Descuartizamiento para todos (1950), comedia negra ambientada en un matadero, y la tragedia burlesca Los constructores del imperio (1959). Boris Vian murió de un ataque al corazón en la butaca de un cine durante el estreno de la película basada en su primera y polémica novela. Según dice la leyenda, el disgusto que le produjo la versión cinematográfica fue lo que le provocó el ataque.
10 DE MARZO DE 1772 NACE :

FRIEDRICH VON SCHLEGEL

(Hannover, 1772-Dresde, 1829) Escritor y erudito alemán. Hermano de August Wilhelm von Schlegel, con quien participó en los círculos románticos de Jena y con quien fundó en 1798 la revista Athe näeum. Su principal aportación al romanticismo alemán son sus artículos y ensayos aparecidos en esta revista y en Europa (1803-1805) y la novela Lucinda (1799). Bajo la influencia de Fichte, desarrolló un pensamiento idealista radical. Es autor también de Sobre la lengua y la sabiduría de los indios (1808), donde recoge sus estudios sobre el sánscrito y el persa, y de Historia de la literatura antigua y moderna (1815), que recoge sus lecciones profesadas en la Universidad de Viena, ciudad donde desempeñó el cargo de secretario de la cancillería de Estado.



10 DE MARZO DE 1873 NACE :

JAKOB WASSERMANN

Escritor alemán, nacido en Fürth en 1873 y fallecido en Altausee (Estiria, Austria) el 31 de diciembre de 1933. Hijo de un comerciante judío, intentó sin éxito hacerse un lugar en el comercio, sin embargo pronto se sintió atraído por la literatura y la escritura. Tras unos primeros años de fracasos, su carrera literaria comenzó en Múnich en 1896, donde, por recomendación de Ernst von Wolzogen, comenzó a trabajar como redactor de la revista Simplicissimus. Ese mismo año publicó sus primera novela, Melusine (Melusina), y entró en contacto con otros escritores, entre los que se contaban Rainer Maria Rilke, Thomas Mann, Arthur Schnitzler y Hugo von Hofmannsthal. En 1879 se asentó definitivamente en Viena para dedicarse casi exclusivamente a la literatura. En 1919 se trasladó a la localidad de Altausee, en Estiria. Sus obras se prohibieron en 1933.

El estilo tradicional de Wassermann, uno de los escritores más significativos de la literatura alemana, deja paso siempre a unas tramas cercanas al lector, actuales. Su obra está decididamente influida por la condición judía del autor, que se refleja abiertamente en su escrito de carácter autobiográfico Mein Weg als Deutscher und Jude (Mi camino como alemán y como judío, 1921). También en su primera gran novela, Die Juden von Zirndorf (Los judíos de Zirndorf, 1897), se describe la situación de un judío de ideología nacionalista que intenta realizarse en la sociedad moderna. En Der Moloch (El Moloc, 1903), la gran ciudad se convierte en el lugar de destrucción de un campesino que intenta luchar en vano contra una injusticia cometida contra un judío.

Elaboró obras de tema histórico, entre ellas el volumen de novelas cortas Die Schwestern (Las hermanas, 1906), y las novelas Alexander in Babylon (Alejandro en Babilonia, 1905) y Caspar Hauser oder Die Trägheit des Herzens (Casper Hauser o un peso en el corazón, 1908). Su mayor éxito fue, no obstante, la novela Gänsemännchen (Los hombrecitos ganso, 1915), una visión crítica de la burguesía alemana de su época desarrollada a través de la biografía de un músico.

A pesar de que sus obras tuvieron una gran aceptación durante los años 20, la prohibición del 33 afectó a la obra de Wassermann hasta el punto de que, en la actualidad, aún no se ha recuperado del olvido.

Escribió también la narración Schläfst du, Mutter? (¿Duermes, madre?, 1897), las novelas Der Fall Maurizius (El caso Mauricio, 1928) y Joseph Kerkhovens dritte Existenz (La tercera existencia de Joseph Kerkhoven, 1934), y la biografía Christoph Kolumbus, der Don Quichote des Ozeans (Cristóbal Colón, el Don Quijote del Océano, 1929).

miércoles, 9 de marzo de 2016

9 DE MARZO DE 1994 MUERE :

CHARLES BUKOWSKI


(Andernach, 1920 - San Pedro, California, 1994) Escritor estadounidense. En la línea del anticonformismo californiano de la generación beat y utilizando un lenguaje agresivo y una temática marginal, a menudo obscena o violenta, elaboró una obra singular, entre cuyos títulos destacan El cartero (1971), Escritos de un viejo indecente (1969), Ordinaria locura (1976) y Música de cañerías (1983).

Hijo de un oficial norteamericano y de una alemana, su familia se trasladó a Estados Unidos cuando tenía tres años. El joven Bukowski creció en un barrio pobre, y durante la gran depresión económica iniciada en 1929 hubo de soportar la miseria y los castigos de su padre. Estudió periodismo mientras trabajaba en varios oficios, desde lavaplatos hasta aparcacoches, pero no llegó a graduarse y llevó una vida dispersa, entregada al alcohol y a un vagabundeo sin rumbo. De aquella época son sus primeros poemas y también algunos cuentos, que publicaría a partir de 1940.
En 1956 comenzó a trabajar en el servicio de correos, lugar que le serviría de inspiración para su primera novela, El cartero (1971), que protagoniza por primera vez Henry Chinasky, un alter ego destinado a reaparecer en todos sus trabajos posteriores, excepto en la novela Pulp, publicada póstumamente en 1994. A los cincuenta años abandonó el empleo en correos para "sobrevivir con el oficio de escritor".
En sus obras retrató toda una galería personajes estrafalarios y marginales: prostitutas, alcohólicos, vagos, buscavidas, jugadores arruinados y bravucones que circulan como sonámbulos o pícaros por una ciudad que los rechaza. Varios títulos de sus obras hablan por sí solos de sus líneas argumentales: Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones (1972) o Escritos de un viejo indecente (1969).
Estos temas también serían también los de sus libros de poesía, escrita en un verso rudo, escasamente lírico, de mensaje claro y áspero, pese a que en ocasiones afloran en sus poemas los sentimientos y hasta un estado de felicidad. Sus relatos breves, como sus poemarios, están escritos en un lenguaje directo, funcional, que cuenta ágilmente una historia con un final por lo general subido de tono y con una atmósfera una veces sórdida y otras atravesada por la comicidad y el habla coloquial más descarnada.
De sus recopilaciones de relatos destaca Música de cañerías (1983); las treinta y cuatro narraciones de que consta el volumen ofrecen al lector un sórdido recorrido por la vida nocturna de Los Ángeles. Personajes marcados por todo tipo de fracasos se cruzan durante unos minutos en una habitación, un bar o una esquina para compartir soledad y alcohol. El tono general es de un humor grotesco, y el estilo narrativo resulta siempre muy económico, espontáneo y directo. Muchos de los personajes esbozados son artistas y escritores de escaso éxito hasta el momento, entre los que destaca de nuevo su alter ego, Henry Chinaski, cínico intelectual y amante incansable que protagoniza varias de las narraciones.
El elemento autobiográfico es en el fondo el aglutinador del conjunto de la obra de Bukowski, quien se empeña en magnificar, incluso con recursos cómicos, su condición de bebedor y mujeriego empedernido, de habitante de submundos relacionados con sus numerosos empleos y ambientes deportivos como el de las carreras de caballos, el boxeo o el béisbol. Sus relatos describen siempre realidades degradadas (en realidad, incluso sus novelas no son más que secuencias de narraciones breves unificadas por un yo narrador), reflejo de la monstruosidad de ciertos ámbitos de las ciudades norteamericanas, especialmente Los Ángeles. Sus continuas variaciones sobre pocos temas predilectos lo relacionan, más que con los escritores de su generación (aunque su prosa pueda recordar a la de Henry Miller), con los pintores del hiperrealismo.
La obra de Charles Bukowski recibió tantas críticas negativas como positivas. Se le acusó de practicar un estilo soez como mero exhibicionismo literario y de reiterar sus obsesiones de modo efectista. Otros críticos, en cambio, realzaron su autenticidad y su condición de escritor maldito. El "fenómeno Bukowski" irrumpió en Europa con grandes triunfos editoriales, pero permaneció prácticamente ignorado por los críticos y los lectores de su país. De hecho, el Bukowski poeta (a menudo convocado para lecturas de versos en las universidades norteamericanas) gozó de mayor popularidad en Estados Unidos que el escritor, al contrario de lo que ocurrió en el viejo continente.

ROBERTO ARLT AGUAFUERTES PORTEÑAS YO NO TENGO LA CULPA

     ROBERTO ARLT        AGUAFUERTES PORTEÑAS     YO NO TENGO LA CULPA   Yo siempre que me ocupo de cartas de lectores, suelo admitir que se...